15/10/2019, 21:28
(Última modificación: 15/10/2019, 21:28 por Sasaki Reiji.)
—¡Ya nos preocuparemos de eso cuando lleguemos a la costa! ¡Déjame reponerme!
Bueno... Si el lo decía... Por mi, podíamos meter el barco y en la primera playa que encontráramos, ya se pararía solo. Total, si había alguien, ya se apartaría. ¡Ahora el mar era mio!
Reiji, peor pirata de los ciento ochenta y siete mares de Oonido y Peor pirata del Aire. Mensajero del Hachibi y Recadero de Uzushiogakure. El peor Ninja de la historia y el futuro herrero mas legendario que Oonido verá jamas.
Sólo había salido de la aldea una vez y ya tenia tantos títulos. ¡Y otros muchos que me daba pereza enumerar!
Menudo viajecito. Apenas había tenido unos segundos para respirar y pararme a pensar, y por lo visto, solo acabábamos de empezar. Ni siquiera habíamos llegado al sitio de los samuráis y aún teníamos que volver a Uzushiogakure despues.
Sin hablar de la tarea que ahora pesaba sobre mis hombros. ¿Como iba a encontrar a los Bijuus? Mira que son grandes, pero claro... Igual estaban atrapados ya. Al menos uno de ellos sabía donde estaba, tenia por donde empezar.
Y si... ¿Y si alguno de ellos ya se había aliado con Kurama? Me devoraria o me aplastaria solo por intentar hablar con él... O ella.
Me apoye en la barandilla observando al frente, donde ya se podía ver la tierra a lo lejos. Si Gyūki estaba en lo cierto, por fin íbamos a alcanzar el pais del Hierro.
Tararee la cancioncilla del pirata mientras la cantaba en mi cabeza. Ahora tenia muchas frases nuevas para añadir, pero esperaría a estar mucho las lejos del pupotoro para dejar mi arte fluir. Parecía ser un bijuu de oído sensible.
Bueno... Si el lo decía... Por mi, podíamos meter el barco y en la primera playa que encontráramos, ya se pararía solo. Total, si había alguien, ya se apartaría. ¡Ahora el mar era mio!
Reiji, peor pirata de los ciento ochenta y siete mares de Oonido y Peor pirata del Aire. Mensajero del Hachibi y Recadero de Uzushiogakure. El peor Ninja de la historia y el futuro herrero mas legendario que Oonido verá jamas.
Sólo había salido de la aldea una vez y ya tenia tantos títulos. ¡Y otros muchos que me daba pereza enumerar!
Menudo viajecito. Apenas había tenido unos segundos para respirar y pararme a pensar, y por lo visto, solo acabábamos de empezar. Ni siquiera habíamos llegado al sitio de los samuráis y aún teníamos que volver a Uzushiogakure despues.
Sin hablar de la tarea que ahora pesaba sobre mis hombros. ¿Como iba a encontrar a los Bijuus? Mira que son grandes, pero claro... Igual estaban atrapados ya. Al menos uno de ellos sabía donde estaba, tenia por donde empezar.
Y si... ¿Y si alguno de ellos ya se había aliado con Kurama? Me devoraria o me aplastaria solo por intentar hablar con él... O ella.
Me apoye en la barandilla observando al frente, donde ya se podía ver la tierra a lo lejos. Si Gyūki estaba en lo cierto, por fin íbamos a alcanzar el pais del Hierro.
Tararee la cancioncilla del pirata mientras la cantaba en mi cabeza. Ahora tenia muchas frases nuevas para añadir, pero esperaría a estar mucho las lejos del pupotoro para dejar mi arte fluir. Parecía ser un bijuu de oído sensible.