-Como guste Señorita Izumi-samaUn paseo me parece bien, pero si se está ocultando de su abuela...mejor será salir de la aldea ¿No crees? el chico parecía bastante convencido de su idea, pero no contaba con toda la información del puzzle
"Juicios rápidos no son buenos..." se repitió la pelimorada que trataba de no caer en sus prejuicios
—Es arriesgado, mi instructora ha salido y las probabilidades de que un gorro verde acompañado de un tipo que carga un tronco de más de ochenta kilos llamen la atención son bastantes altas...— apuntó la chica mientras repasaba los sitios en los que podría ocultarse
"Debo mantenerme lejos del centro de la Aldea... ¿hacia donde debería ir pues?"
-Entonces...¿Se te da bien pelear Señorita Izumi-sama? No es que lo dude ni mucho menos, es para que sepas que si algún día necesitas un par de puños, puedes contar con los míos...el motivo me da igual...
El muchacho le cambio el tema de repente, no entendía muy bien porque lo había hecho y menos a que venía la pregunta.
"Me desconcierta este chico..." la pelimorada empezaba ha plantearse que quizás había aceptado la compañía de aquel extraño, al fin y al cabo, con demasiada facilidad. Tenía que reconocer que la historia de Kenzou-sama aceptándole en la aldea había moldeado su juicio excesivamente "Creo que lo mejor es que siga evaluándolo, es demasiado raro... "
—Digamos que se defenderme— contestó sin entrar en detalles —Gracias por la oferta, la tendré en cuenta para el futuro—
"Entiendo el interés que puede tener... aún así debo de ser más precavida" Izumi sabía mejor que nadie que confiar en otros podía ser perjudicial si no se tenía el debido cuidado
—Ya sé donde ir— la joven se acababa de decidir justo en aquel instante —Vamos a la Torre de Ocio, allí hay la suficiente cantidad e personas para pasar desapercibidos— giró sobre sus talones para cambiar el rumbo —Aunque me temo que deberás de dejar ese tronco en alguna parte, no creo que te dejen entrar con él— se ajustó en gorro mientras avanzaba lentamente hacia su nuevo destino
Pues al parecer Izumi-sama estaba bien cogida de los huevos, no podía salir de la aldea, entonces algo me decía que sería cuestión de tiempo que la cazaran. A no ser que fuera una eminencia del escondite, algo que no tampoco tenía del todo claro.
—Es arriesgado, mi instructora ha salido y las probabilidades de que un gorro verde acompañado de un tipo que carga un tronco de más de ochenta kilos llamen la atención son bastantes altas...— apuntó la chica mientras repasaba los sitios en los que podría ocultarse
-Si el tronco es problema me deshago de él. Es que no sabía que acabaría dando un paseo con la aristocracia. Mira lo dejaré aquí escondido en un rincón, no creo que nadie se lo vaya a llevar...creo... Comenté mientras dejaba el tronco en una esquina de una calle cualquiera.
-Pues ya está, tronco fuera. Puedo aparentar ser una persona normal ¿Sabes? Aunque mi cuerpo desentona un poco... Pero ya con eso no puedo hacer nada. Me llevé los brazos a la nuca y comencé a caminar al lado de Izumi-sama despreocupado. Esforzándome por agradarle aunque solo fuera un poco.
—Ya sé donde ir— la joven se acababa de decidir justo en aquel instante —Vamos a la Torre de Ocio, allí hay la suficiente cantidad e personas para pasar desapercibidos— giró sobre sus talones para cambiar el rumbo
Joder a la torre del ocio. Con suerte me invita a comer y todo...a no ser que sea una estirada...Que es lo que parece más bien...
-¿A la torre del ocio? ¿Que tenéis ganas de ir de compras Señorita Izumi-sama? Pregunté intrigado y algo incómodo. No me gustaba para nada la muchedumbre.
Que me invite a comer cojones...
Izumi había conseguido que el chico se deshiciese de aquel pesado tronco y pusiese rumbo junto a ella hacia la Torre de Ocio, todo parecía ir bien para sus intereses aunque le preocupaba cruzarse con algún trabajador de su familia. Para evitar tal suceso, la joven había escogido el camino largo hacia la Torre, rodeando toda la zona de dojos y campos de entrenamiento para después cruzar una de las zonas boscosas que lindaba con el precipicio que actuaba a modo de muralla para la Aldea.
"Cuanto más lejos de los dojos, menos gente hay" observó la joven del gorro verde mientras se iban alejando de las edificaciones y adentrándose en la zona de los campos de entrenamiento, donde podía verse entrenar a apenas un puñado de shinobis bastante dispersos
¿A la torre del ocio? ¿Que tenéis ganas de ir de compras Señorita Izumi-sama? se notaba que el chico trataba de caer en gracia a la Sanshōo, ella estaba acostumbrada a esas tácticas, al fin y al cabo muchos trataban de llegar hasta su abuela a través de ella
—No especialmente— respondió la joven mientras tomaba un giro del camino hacia la izquierda, que los alejaba un poco más de la zona de entrenamiento y los comenzaba a internar en el bosque —pero con un poco de suerte nadie me encontrará allí—
"Si consigo llegar hasta Happītokage sin que me vean, podré pasar allí todo lo que resta de día sin problemas... tenía que haberlo pensado antes" la chica casi se maldecía así misma por no haber caído antes, con la de tiempo que hacía que no iba allí.
—Bueno Yoshi, ¿a ti también te han asignado a un equipo?— la joven quiso llevar la conversación a algo diferente, pero que a la vez fuese familiar a ambos —A mí me han incluido en uno, aunque ni siquiera sé quiénes son mis compañeros— divagó la joven cuya euforia de formar equipo con otros había decayendo poco a poco, aunque la posibilidad de conocer a Kenzou-sama en persona mantenía viva la llama de la ilusión
Joder con la realeza, no entendía nada. La cosa es que le pregunté si la idea de ir a la Torre del ocio era por que si tenía intención de gastarse unos cuartos. Y no va y me responde..."No especialmente"
Joder ¿Eso es que sí o que no? Me quedé a cuadros tratando de averiguar aquello sin mucho éxito.
—pero con un poco de suerte nadie me encontrará allí—
-Ya... Respondí bastante escéptico.
Seguí a la Señorita Izumi-sama, que estaba una tremenda vuelta para llegar hasta la Torre del ocio, incluso por un momento pensé que saldríamos de la aldea y todo, pero no fue así.
No solo me voy a quedar sin comer, sino que además hoy no voy a entrenar una mierda...
Mientras nos dirigíamos hacía nuestro destino, ahora fue la Señorita Izumi-sama quien me preguntó cosas, cosas absurdas pero cosas a fin de cuentas.
—Bueno Yoshi, ¿a ti también te han asignado a un equipo?—
-Pues no, Yo suelo trabajar solo ¿Sabes? No me convence la idea esa de trabajar con otros genin. Comentaba aquello con desdén.
—A mí me han incluido en uno, aunque ni siquiera sé quiénes son mis compañeros—
-Seguro que no te llegan ni a la suela de los zapatos Me apiadé de la pobre Izumi. -Seguro que tendrás que sacarles las castañas del fuego y encima luego intentarán arrebatarte el merito, o parte de el. Dije aquello muy convencido, pues para eso Izumi pertenecía a una familia importante.
-Esto... Dije súbitamente, tratando de buscar la manera más delicada de decir aquello que trataba de decir...-Y si no dejas que te encuentre quien quiera que te esté buscando y...¿Le damos una tunda? La idea era cojonuda, era matar dos pájaros de un tiro. Por un lado la Señorita Izumi-sama se saldría con la suya, y yo podría entrenar de una puñetera vez.
-Pues no, Yo suelo trabajar solo ¿Sabes? No me convence la idea esa de trabajar con otros genin
—No se por qué pero ya me lo suponía...— Yoshimitsu no parecía un chico muy despierto, se veía fuerte y seguramente fuese una auténtica mole a la hora de luchar contra él... sin embargo, algo le decía que no era la típica persona dispuesta a seguir un plan y trazarlo.
"No sé hasta que punto le será posible evitar cooperar con otros shinobis... pero bueno, ese no es asunto mío" la joven prefirió no coger aquellos derroteros, discutir con aquel chico no parecía una buena opción. Cabeza hueca y cabezón, era una pérdida de tiempo
-Seguro que no te llegan ni a la suela de los zapatos Seguro que tendrás que sacarles las castañas del fuego y encima luego intentarán arrebatarte el merito, o parte de el
—Eres un pelota— comenzó la muchacha —y eso me gusta, vas ganando puntos— le comentó la joven con naturalidad, como quién está acostumbrada a ese tipo de actitudes —pero no hace falta, ya tengo demasiados—
De repente, pareció encendersele la bombilla a Yoshimitsu aunque está debía de estar ya apunto de fundirse y parpadear más que una de discoteca. Le soltó algo de darle una paliza a la persona de la que se esconde
—No eres muy listo ¿verdad?— Izumi se detuvo para mirar al chico un tanto decepcionada, era más tonto de lo que pensaba —Uno, me estoy escondiendo de mi abuela y creo que ni tu ni yo queremos pegarle a mi abuela— alzo la mano para comenzar a enumerar — dos, no me busca porque cree que estoy en mi cuarto estudiando— hizo un pequeño gesto con la cabeza para apuntillar la frase —Y por último, aunque quisiésemos pegarle una paliza a la abuela no le duraríamos ni cinco segundos... y no quieras saber que nos haría Tomoe solo por valorar la posiblidad— un escalofrío recorrió la espalda de la joven —Será mejor que nos demos prisa, no quiero pasar más tiempo del necesario a plena vista... aunque estemos en mitad de este bosque, sigue siendo la aldea— hizo un gesto con la mano para que apresurar a su compañero antes reiniciar la marcha
Parecía que Izumi tampoco le hacía mucha gracia tener que trabajar en compañía, quizás al igual que yo, no vería a nadie digno para formar equipo, es que había cada cuerpo escombro que daba hasta miedo. Eso si, si aprobaron en la academia es por que algo tendrían.
Seguro que se trata de esos shinobis que empuñan armas, y sin ellas solo son unos sacos de carne blanditos
—Eres un pelota— comenzó la muchacha —y eso me gusta, vas ganando puntos— le comentó la joven con naturalidad, como quién está acostumbrada a ese tipo de actitudes —pero no hace falta, ya tengo demasiados—
-¿Pelota yo? Hmm... Respondí claramente ofendido e indignado. -Como se nota que no me conoces...Yo he peleado mucho en la vida, y se distinguir cuando veo a alguien, cuando es duro de roer y cuando no lo es Aclaré la cosa tajante y convencido de mis palabras. -Y tu tienes pinta de ser una kunoichi que me tendría que esforzar algo para vencerte. Rematé mis palabras que podrían ser mal interpretadas, pero nada más lejos de la realidad.
¿¡Pero que cojones!?
Se le fue la olla a la Señorita Izumi-sama cuando le comenté la posibilidad de partirle las piernas a quien le acechaba para poder dedicar nuestro tiempo en hacer cosas productivas en vez de jugar al escondite. Pero la cosa era que era su abuela en persona quien le daría caza, en cuanto descubriera que en vez de estudiar, malgastaba su tiempo paseando con un tipo opuesto como yo.
-Joder como te pones, ¿Yo que iba a saber que será tu abuela quien vendrá a por ti? Lo normal en la aristocracia es enviar a un lacayo o dos... Aunque eso demostraba que su abuela se preocupaba por su nieta, quizás demasiado para el gusto de la Señorita Izumi-sama. Pero aunque la Señorita Izumi-sama pensara que lo que tenía de musculo me faltaba de sesera. Ella misma me dio la clave para tener una grata conversación con su abuela, simplemente si yo llevaba a la Señorita Izumi-sama de vuelta a su casa, podría comenzar una distinguida charla con su abuela, quizás con algunos puntos en mi favor.
¡Claro!, ¿Cómo no se me había ocurrido antes?
-Por cierto...¿Y por que cojones no estás estudiando? En vez de perder el tiempo por ahí? Si tu abuela quería que estudiaras, yo opino que deberías hacerle puto caso. Te lo digo por que ¡joder! yo no tuve esa puñetera oportunidad y creo que la estás desperdiciando. Sentencié molesto, a fin de cuentas, no tenía pinta de que me fuera invitar a comer ni a nada de nada...
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