Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
La pelirroja asintió, curiosa por ver de qué era capaz del chico. Riko, por su parte, levantó uno de sus dos brazos en dirección al clon de Eri, y ella, asombrada —y un poco asqueada, todo hay que decirlo— vio como de sus dedos se movía algo, hasta que salieron pequeños huesos de forma muy rápida hacia su clon, que lo esquivó lanzándose al suelo.
—¡Vaya! —exclamó, impresionada—. Veo que el clan Kaguya sabe lo que hace, ahora haz algo de ninjutsu elemental si puedes. —Pidió, con una sonrisa.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
A pesar de que no les separaba mucha distancia y de la velocidad de los proyectiles de Riko, el clon de su sensei lo esquivó sin inmutarse, aunque era algo con lo que ya contaba, no en vano era de un rango mucho mayor al suyo.
—¡Vaya!— Eri, la real, exclamó desde su posición al ver una de las habilidades del clan Kaguya. —. Veo que el clan Kaguya sabe lo que hace, ahora haz algo de ninjutsu elemental si puedes.
El pelinegro asintió complacido por el cumplido que la chica le había hecho a su clan, aunque en un futuro tendría que explicarle que él era el único que conocía aquellas habilidades de su clan, o al menos, él no sabía de nadie más que siguiera vivo.
«Dragón. Tigre. Liebre»
Terminó la secuencia de sellos rápidamente y de su boca lanzó un pequeño chorro de fuego en dirección a su oponente en aquella práctica
—Esto es lo único que puedo hacer de momento, aún tengo que entrenar bastante mi manejo del ninjutsu elemental... — Admitió, al fin y al cabo, era su sensei y tenía que saber sus defecto actuales.
PV:
120/120
–
CK:
172/200
–
- 12
–
¤ Hitai-ate[Atado al cuello] ¤ Portaobjetos básico:[En el muslo derecho]
Shuriken x5
Hilo shinobi
¤ Katon: Tenka no Jutsu: 20 PV
¤ Katon: Tenka no Jutsu ¤ Elemento Fuego: Técnica de Ignición - Tipo: Ofensivo - Rango: C - Requisitos: Katon 10 - Gastos:
12 CK
(Katon 20) (multiplicable x2)
(Katon 30) (multiplicable x3)
- Daños: 20 PV - Efectos adicionales:(Katon 80) El chorro puede ser lanzado de forma parabólica - Sellos: Dragón → Tigre → Liebre - Velocidad: Rápida - Alcance y dimensiones:
La técnica avanza 3 metros, y el estallido abarca 1'5 metros de diámetro (multiplicado x1)
La técnica avanza 8 metros, y el estallido abarca 2'5 metros de diámetro (multiplicado x2)
La técnica avanza 10 metros, y el estallido abarca 4 metros de diámetro (multiplicado x3)
Tras la realización de los sellos, el usuario expele un chorro de llamas de pequeño tamaño, que avanza hasta un objetivo o una superficie y estalla en llamas. Si las llamas del estallido se tragan al oponente, recibe el daño completo de la técnica. El ejecutor de la técnica puede controlar su poder libremente administrando la cantidad de chakra que libera al utilizarla. Es una técnica básica de elemento fuego.
Riko hizo tres sellos, y de su boca salió un chorro ígneo que fue directamente a parar contra su Kage Bunshin, que se deshizo en una gran nube de humo. La kunoichi comenzó a dar pequeñas palmadas, impresionada. «¿Yo era así cuando me gradué? Porque me recuerdo más deprimente...»
—Esto es lo único que puedo hacer de momento, aún tengo que entrenar bastante mi manejo del ninjutsu elemental...
—No importa, yo creo que lo estás haciendo muy bien, con el tiempo conocerás más técnicas, de eso estoy segura —animó ella, dándole suaves palmaditas en el hombro derecho—. Ahora quiero hacer algo diferente, toma —de su portaobjetos sacó dos shuriken que brillaron bajo el sol otoñal que los bañaba directamente desde el cielo—. Quiero ver qué tal te desenvuelves con armas arrojadizas.
Se separó un poco, dos metros quizás; y volvió a hacer dos clones.
—Voy a esconder a mis clones y tú vas a permanecer con los ojos cerrados, concentrado —explicó—. Cuando escuches algún movimiento, lanza el shuriken a donde creas que se esconden mis clones, pero sin abrir los ojos, ¿alguna pregunta?
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Su técnica dio de lleno en el clon de la pelirroja, deshaciéndolo al momento y de fondo empezó a escuchar una palmadas, y al buscar su origen, vio que era la propia Eri, a modo de felicitación y sus mejillas se sonrojaron un poco, sin duda le habían asignado una buena tutora.
—No importa, yo creo que lo estás haciendo muy bien, con el tiempo conocerás más técnicas, de eso estoy segura. Ahora quiero hacer algo diferente, toma. Quiero ver qué tal te desenvuelves con armas arrojadizas.
Eri se había acercado a él, tranquilizándolo con unas palmaditas en el hombro y asegurando que su falta de práctica con el ninjutsu elemental era algo que solucionaría con el tiempo, a lo cual asintió agradecido. Tras esto, tomó los dos shuriken que ella le tendió, uno con cada mano, y espero para ver qué era lo que proponía.
—Voy a esconder a mis clones y tú vas a permanecer con los ojos cerrados, concentrado. Cuando escuches algún movimiento, lanza el shuriken a donde creas que se esconden mis clones, pero sin abrir los ojos, ¿alguna pregunta?
Riko escuchó con atención la explicación del ejercicio que iban a realizar a continuación y, sin duda alguna, le pareció algo muy difícil, pero lo haría lo mejor que pudiera.
—Creo... Creo que lo he entendido, vamos a ello.
Relajó todos sus músculos, tomo aire y cerró los ojos a la vez que expulsaba el aire, concentrándose en todos los sonidos que podía escuchar en ese momento, el viento, las hojas moverse, algún graznido de pájaro... se fijó en todo para poder diferenciar un sonido que fuera extraño.
—Bien, recuerda: cuando escuches algún movimiento sospechoso ya sabes qué hacer —recordó mientras se alejaba sin hacer mucho ruido—. No te preocupes por nada más, yo estoy atenta por si ocurre algo inesperado.
Y se hizo el silencio, silencio acompañado de muchos tipos de sonidos: pájaros piando entre las ramas de los árboles que los rodeaban, la suave brisa acariciando el césped o moviendo la arena para formar algo de polvo, las hojas meciéndose al compás del viento, risas lejanas probablemente de algún grupo de infantes jugando despreocupados...
Espera, ¿qué había sido eso? Las hojas se agitaron bruscamente a la derecha de Riko, justo casi encima de uno de los árboles que allí se encontraban, pero no fue lo único extraño, detrás de él resonaron unos pasos apresurados hasta que pararon en seco, pareciendo que buscasen cobijo.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
—Bien, recuerda: cuando escuches algún movimiento sospechoso ya sabes qué hacer. No te preocupes por nada más, yo estoy atenta por si ocurre algo inesperado.
Riko asintió a las palabras de su sensei, aún con los ojos cerrados, tratando de no desconcentrarse de su tarea actual, reconocer todos los sonidos que había en el lugar para acostumbrarse a ellos, aunque le estaba siendo difícil.
A lo lejos escuchaba a un grupo de niños reír, jugando tranquilamente, pero para él, la tranquilidad acababa en ese mismo instante, pues a su derecha escuchó como se removían unas hojas de manera brusca.
«¿Un árbol? ¿Un arbusto?»
Pero no tuvo tiempo de pensar, pues a su espalda escuchó a alguien corriendo que, de repente, paró en seco y procedió a atacar.
Dio un giro de 180 grados hacia su izquierda, cargando su brazo derecho en el proceso y lanzando el shuriken que sujetaba hacia el clon que había corrido a sus espaldas y casi instantáneamente, con su izquierda lanzó el otro shuriken, en una trayectoria de elevación.
«Un árbol»
Una vez había lanzado ambos shuriken se quedó en esa posición, aún con los ojos cerrados, con algo de miedo de abrirlos y ver que sus shuriken habían aterrizado a metros de distancia de sus objetivos, por lo que simplemente esperó a que Eri hablara y juzgara su maniobra.
Eri se quedó quieta, sin mencionar nada, sin hacer ni el más mínimo ruido con tal de que Riko se concentrase. Sus clones comenzaron a moverse sigilosamente hacia donde les había indicado andando con cuidado y sin arma escándalo, hasta que...
Riko giró hacia su izquierda para hacer un lanzamiento hacia aquel clon que había decidido marchar por su espalda, impactando contra algo que sonó como madera. Lanzó su segundo shuriken hacia el árbol que tenía cerca de él, y esta vez sonó como un puff` seguido de la niebla característica de los bunshin al explotar.
Eri volvió a aplaudir y se acercó a Riko, impresionada.
—Vaya, tienes una gran puntería —elogió una vez se encontrase al lado de su pupilo—. Por desgracia, entre el clon de detrás y tú había un banco, pero le hubieras dado. El otro sí estaba subiendo al árbol, así que te doy un ocho sobre diez. —Bromeó, mientras le guiñaba un ojo.
Hizo desaparecer a su otro clon y puso las manos sobre sus caderas, sopesando qué hacer ahora.
—¿Tienes pensado algo? No quiero ser yo la que te prive de enseñarme algo que realmente te guste, ¿sabes? O incluso podemos ir a descansar, ¿qué te apetece?
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
Tardó apenas un segundo en saber qué había sido del primero de los shuriken que había lanzado, pues sonó cómo impactaba en un objeto de madera. El segundo, sin embargo, provocó el mismo ruido que había hecho antes el clon de Eri al deshacerse, por lo que supuso que había acertado.
Plas, plas, plas.
Riko desvió su mirada hacia su sensei, que se acercaba a él aplaudiendo aquella actuación, y se irguió, esperando a que ella hablara.
—Vaya, tienes una gran puntería. Por desgracia, entre el clon de detrás y tú había un banco, pero le hubieras dado. El otro sí estaba subiendo al árbol, así que te doy un ocho sobre diez.
El pelinegro asintió con la cabeza.
—Muchas gracias, Eri-sensei. Debería haber visto el banco antes de cerrar los ojos. — Se reprendió a sí mismo con seriedad. —Un ocho sobre diez... es una buena nota. — Aceptó el genin, mirando a la pelirroja.
—¿Tienes pensado algo? No quiero ser yo la que te prive de enseñarme algo que realmente te guste, ¿sabes? O incluso podemos ir a descansar, ¿qué te apetece?
Riko sopesó las posibilidades, pensando qué debería enseñarle a Eri que necesitara saber.
—Bueno pues... Me especializo un poco más en el combate cuerpo a cuerpo... — Empezó explicando el genin. —Por si ves necesario examinarlo.
Riko pareció sentirse mejor al escuchar la nota que le había puesto la kunoichi. Sinceramente no le gustaba del todo puntuar a sus compañeros así —aunque ella tuviese un rango superior al del Kaguya—, pero al ver la actitud de Riko se relajó bastante con él.
Ahora le tocaba sopesar qué podría enseñarle.
—Bueno pues... Me especializo un poco más en el combate cuerpo a cuerpo... Por si ves necesario examinarlo.
—Créeme que lo he pensado, pero si fuese yo tu contrincante podría ser injusto, ¿sabes? —alegó, con el dedo índice levantado—. No soy buena con el Taijutsu, sin embargo tengo más experiencia que tu, por lo que no haríamos gala de tu especialización por esa rama, ¿me entiendes?
Luego ladeó la cabeza, pensativa.
—Así que si quieres, podemos dejarlo para otra ocasión, ya que por hoy me has demostrado lo mucho que vales para ser genin, aunque necesitarás un poco más de experiencia para lograr lo que te propones.
Se acercó a un banco situado bajo la sombra de los árboles de la academia y se dejó caer sobre él, rascándose la mejilla con ímpetu.
—Ven, quiero que me digas por qué te convertiste en ninja.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
—Créeme que lo he pensado, pero si fuese yo tu contrincante podría ser injusto, ¿sabes?. No soy buena con el Taijutsu, sin embargo tengo más experiencia que tu, por lo que no haríamos gala de tu especialización por esa rama, ¿me entiendes?
Riko asintió, realmente tenía toda la lógica del mundo, por lo que no había más que hablar, quizás en un futuro pudiera demostrarle sus habilidades cuerpo a cuerpo con alguien que estuviera especializado en ello y sería más ilustrativo.
—Así que si quieres, podemos dejarlo para otra ocasión, ya que por hoy me has demostrado lo mucho que vales para ser genin, aunque necesitarás un poco más de experiencia para lograr lo que te propones.
Si Eri se fijaba podría ver una ligera sonrisa en el rostro del Kaguya, aunque mínima y quizás algo de color en sus mejillas, fruto del cumplido.
—Muchas gracias, Eri-sensei. — Dijo inclinándose en una reverencia.
Después la pelirroja se sentó en un banco a la sombra de uno de los árboles que había allí, rascándose la mejilla, y le invitó a sentarse junto a ella a la vez que le preguntó sus motivos para convertirse en ninja. Y eso era algo que nunca había pensado, de hecho, no había tenido ningún motivo salvo su uso de los huesos.
—Quizás la respuesta sea algo decepcionante, pero realmente, hasta que llegué aquí ni sabía qué era un ninja. — Se encogió de hombros, era una exageración, pero no se alejaba mucho de la realidad. —En mi aldea sí que había gente que podía usar el ninjutsu, pero muy básico pues nadie había recibido adiestramiento así que nadie podía enseñarme y, un día, en un entrenamiento de combate de mi brazo salieron los huesos para protegerme... — Empezó a relatar. —Y al parecer, en mi clan eso es algo extremadamente raro, tanto que habían pasado varias generaciones sin verlo, por lo que en un consejo se decidió que tenía que recibir el entrenamiento necesario y... aquí estoy, por eso soy un ninja ahora, la verdad.
No era una historia de superación, aquel no era el objetivo de su vida y quizás le faltara la ambición que muchos de los que compartían aquella profesión tenían, pero tenía claro que no quería quedarse atrás, quería ser importante y se iba a esforzar por ello.
La chica no se sentía del todo bien al recibir tantos tratos de Riko hacia ella, vale que fuese superior en rango, pero tantos formalismos... No era lo suyo, ella quería ser parte del pueblo, no superior a él. El Kaguya, por su parte, comenzó a relatar su razón por la que se convirtió en ninja.
—Quizás la respuesta sea algo decepcionante, pero realmente, hasta que llegué aquí ni sabía qué era un ninja. En mi aldea sí que había gente que podía usar el ninjutsu, pero muy básico pues nadie había recibido adiestramiento así que nadie podía enseñarme y, un día, en un entrenamiento de combate de mi brazo salieron los huesos para protegerme... —Empezó a relatar—. Y al parecer, en mi clan eso es algo extremadamente raro, tanto que habían pasado varias generaciones sin verlo, por lo que en un consejo se decidió que tenía que recibir el entrenamiento necesario y... aquí estoy, por eso soy un ninja ahora, la verdad.
—Bueno, eso está bien, es una razón, ¿no? —dijo con toda la lógica del mundo—. Es un buen comienzo, ya encontrarás motivaciones a lo largo de tu camino, que no es corto.
Posó sus manos atrás, en la segunda madera donde estaba sentada, luego llevó una mano a su hombro y de él se deselló dos polos de un tono amarillento: era de limón.
—Toma, por tu esfuerzo, la recompensa que todos nos merecemos después de un duro día —alegó mientras le acercaba uno de los dos polos con una sonrisa.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
El Kaguya se percató que de la pelirroja le prestaba atención cuando hablaba, demostrando que le interesaba su historia a pesar de quizás ser un poco aburrida, y eso le confortó un poco.
—Bueno, eso está bien, es una razón, ¿no?. Es un buen comienzo, ya encontrarás motivaciones a lo largo de tu camino, que no es corto.
Y, a pesar de parecer lógico, para él que Eri le dijera que aquello no dejaba de ser una razón tan válida como cualquier otra le hizo replantearse un poco su idea de cómo iba a ser toda aquella aventura.
—¿Cómo ha sido su camino hasta llegar a jounin, Eri-sensei? — Preguntó con curiosidad. —Me he fijado, y es bastante joven para el puesto, ¿cierto?
Le daba curiosidad conocer la historia de su sensei, para tener una referencia sobre como seguir avanzando en aquel camino,
—Toma, por tu esfuerzo, la recompensa que todos nos merecemos después de un duro día
Riko miró a su sensei con los ojos muy abiertos, se acababa de sacar dos polos del hombro, de la nada, habían aparecido allí por arte de magia y aquello le había sorprendido.
—¿Pero... de-de dónde han salido? — Preguntó, mientras aceptaba el que la pelirroja lle ofrecía.
—¿Cómo ha sido su camino hasta llegar a jounin, Eri-sensei? Me he fijado, y es bastante joven para el puesto, ¿cierto?
—¡Oh! —exclamó, no había previsto que él se interesase por su historia, aunque la verdad era que su camino no era del todo entretenido—. Bueno, yo quise ser ninja por mi padre, él era un gran Uzumaki al que yo no conocí, eso y que toda mi familia ha tomado esta ruta, vaya, así que pensé que a mí se me daría bien —confesó, rascándose la nuca—. La verdad es que no he hecho nada notorio, completé un par de misiones, fallé otras... —puso una mueca que Riko no sabría descifrar—. Pero hace poco, en el Examen de Chuunin al que me presenté, ocurrieron ciertos eventos que me hicieron llegar a ser Jounin —no sabía hasta qué punto podría contarle a Riko, ya que aunque hubiese sido algo que toda la villa había conocido, no le gustaba contarlo ella para parecer la heroína, cosa que muchas veces ocurría—. Supongo que saber Fuuinjutsu es algo bueno, al fin y al cabo.
Suspiró y fue entonces cuando sacó los polos de su hombro, acto que no pasó desapercibido por Riko, quien no se lo esperó.
—¿Pero... de-de dónde han salido?
Eri no pudo evitar echarse a reír por su reacción.
—¡Oh, vaya! Es Fuuinjutsu, Riko, no te preocupes, me los he sellado antes de venir para que no se derritiesen, no sé cómo ha funcionado... —sopesó ella, mirando su traslúcido polo para poco después llevárselo a la boca—. Los Uzumakis estamos especializados en el arte del sellado, así que es algo normal para mí, pero no te preocupes, si tienes dudas pregúntame.
»¡Y cómete el polo!
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
—¡Oh! Bueno, yo quise ser ninja por mi padre, él era un gran Uzumaki al que yo no conocí, eso y que toda mi familia ha tomado esta ruta, vaya, así que pensé que a mí se me daría bien. La verdad es que no he hecho nada notorio, completé un par de misiones, fallé otras... Pero hace poco, en el Examen de Chuunin al que me presenté, ocurrieron ciertos eventos que me hicieron llegar a ser Jounin. Supongo que saber Fuuinjutsu es algo bueno, al fin y al cabo.
Riko escuchó la historia de Eri con total atención, y sacó conclusiones. Lo Uzumaki debían ser un clan o una familia conocida de shinobis, de la que provenía la pelirroja. Pero rápidamente sacó a la luz un tema que le interesó de inmediato, el examen Chunin, del que ya le había hablado Reiji, pero ahora que estaba con su tutora, podía preguntar más y conocer otras versiones.
Ante su pregunta sobre los polos, le explicó que se trataba de Fuuinjutsu, que consistía en el sellado de objetos y era en lo que ella y su familia se especializaba.
»¡Y cómete el polo!
Y como si de un niño ante su madre se tratase, el Kaguya se llevó el polo a la boca, saboreando el ácido del limón y disfrutándolo totalmente.
—Por cierto, Eri-shenshei. — Empezó relamiendo el polo. —¿Le importaría contarme acerca de lo que pasó en el examen Chunin? He oído cosas, pero su versión tiene que ser interesante si ascendió por gracias al examen.
—¿Le importaría contarme acerca de lo que pasó en el examen Chunin? He oído cosas, pero su versión tiene que ser interesante si ascendió por gracias al examen.
Eri clavó sus dientes en el polo e hizo que todo su cuerpo se estremeciese ante el contacto helado del polo. Luego, con los ojos humedecidos, se terminó el pedazo cortado y miró a Riko.
—Es difícil, pero está bien, estás en tu derecho —murmuró ella, cerrando los ojos—. ¿Qué sabes del Examen? Así podré saber por donde tirar.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100