6/04/2022, 13:37
—No me importaria ser tu Jinchūriki si fuese necesario, pero, la verdad, si te sellases dentro de mí ¿Como ibas a lucir esas dos grandes maravillas de la forja?
Gyūki rio.
—Y por eso precisamente, Reiji-kun, no podría pensar ahora mismo en nadie más apropiado.
—En fin, creo que deberiamos partir. Me gustaría alcanzar a Yuuna antes de que ella alcance el pais del Hierro, o mejor, antes de que los ninjas de Kurama la detecten. Se que es fuerte, pero ahora mismo está cegada por el dolor.
—Tienes razón. Ey, hombretón. ¿Estás listo para el viaje? Creo que no te sentaba muy bien el mar.
Katsudon se tapó los ojos y saltó muy alto hasta el hombro izquierdo de Gyūki. El bijū tuvo que recolocarse para que no cayese al mar.
—¡No me hagas la pregunta más de una vez, porque puede que la siguiente me arrepienta! ¡Vámonos! ¡La joven Yuuna necesita nuestra ayuda!
»¡Reiji-kun! ¡Sube a bordo!
Y así, aquél intrépido trío partió hacia el Norte, buscando la salvación de Yuuna y del País del Hierro. Quizás la de todo Oonindo.
Si lo conseguieron, o hallaron una rápida y dolorosa muerte, no lo contaremos aquí, me temo.
Fin.
Gyūki rio.
—Y por eso precisamente, Reiji-kun, no podría pensar ahora mismo en nadie más apropiado.
—En fin, creo que deberiamos partir. Me gustaría alcanzar a Yuuna antes de que ella alcance el pais del Hierro, o mejor, antes de que los ninjas de Kurama la detecten. Se que es fuerte, pero ahora mismo está cegada por el dolor.
—Tienes razón. Ey, hombretón. ¿Estás listo para el viaje? Creo que no te sentaba muy bien el mar.
Katsudon se tapó los ojos y saltó muy alto hasta el hombro izquierdo de Gyūki. El bijū tuvo que recolocarse para que no cayese al mar.
—¡No me hagas la pregunta más de una vez, porque puede que la siguiente me arrepienta! ¡Vámonos! ¡La joven Yuuna necesita nuestra ayuda!
»¡Reiji-kun! ¡Sube a bordo!
Y así, aquél intrépido trío partió hacia el Norte, buscando la salvación de Yuuna y del País del Hierro. Quizás la de todo Oonindo.
Si lo conseguieron, o hallaron una rápida y dolorosa muerte, no lo contaremos aquí, me temo.
Fin.