Daruu salió de la Torre de la Arashikage bostezando felizmente. Camino hacia roga y le extendió un sobre bien cuidado.

—Tu parte de la recompensa, Roga-kun —dijo, guardándose su sobre en el portaobjetos—. Me han mirado un poco raro hasta que les he enseñado la foto de Asuko. Afortunadamente no estaremos presentes cuando informen a la Arashikage.

»En fin, ahora toca darse un buen baño y descansar. De nuevo, Roga-kun, gracias por salvarme de ese Shinigami. —Daruu hizo una reverencia—. ¿Nos volveremos a ver, espero? A ver si un día podemos quedar y entrenar juntos, o algo.

El Yotsuki recibió muy conforme el sobre con la paga, pensando ya en qué iba a gastársela. "Hmm, unas esposas supresoras de chakra serían útiles, para luego decir con estilo 'estás arrestado'. ¡Pero las kusari son estupendas también! Golpeando hordas de enemigos en una violenta danza, azotando a todo maleante que se me interponga. Me tendrían respeto sólo por verme con ellas encima. Aunque, podría ir ahorrando para un respirador para lucir misterioso... Ay demonios, que decisión tan difícil." Se le antojaba poco dinero considerando el problemón en el que acabó metido.

—Nosotros ya nos lavamos las manos de eso y cumplimos con nuestro cometido— Rōga se quedó pensando en la imagen que se estaba formando ante Yui a punta de reportes, que el día que le tocara verla en persona... "Espero que no sea pronto." Rió por lo bajo.

Una vez más, Daruu hizo gala de una formalidad que incomodó al de cabellos tricolor de tanto que se repetía.

—¡No tienes que ser tan formal conmigo!— se apresuró a alzar ambas manos. —Ya te dije que no fue nada— sonrió nervioso. "Una más y juro que lo pateo." Daba igual que fuese un superior.

—Yo también espero que nos encontremos de nuevo. Aunque un futuro artista de talla internacional también tiene una agenda ocupada, puedo dejar un espacio para ti y medirnos como Amenokami manda— Se cruzó de brazos y agitó al cabeza en gesto fanfarrón dejando que sus cabellos ondeasen. —Fue un gusto trabajar juntos, pero yo he de retirarme ahora. Soy yo el que debe darte las gracias a ti— cerró los ojos y sonrió. —Ya sea pronto o tarde, nos reencontraremos. Adiós, Amedama—. Levantó la mano y la agitó, para luego darse la vuelta y marcharse.

Lejos de la actitud altiva que podría esperar de alguien de mayor rango, al Yotsuki le pareció ver a alguien mucho más cercano y afable. Alguien en quién podrías depositar confianza. "Aún tendrás muchas más historias que contarme después..." Ya en la lejanía, su voz sería audible mientras daba de saltos salpicando en los charcos, cantando con toda pasión a los cielos.

I'm a rolling thunder, a pouring rain!
I'm coming on like a hurricane!
My lightning's flashing across the sky
You're only young but you're gonna die...

Daruu se despidió con un ademán de su mano izquierda y se dio la vuelta. Con las manos en los bolsillos, comenzó a caminar de vuelta a casa. Suspiró cuando escuchó a Roga cantar a pleno pulmón en otro idioma. Pero esta vez tenía una sonrisa en los labios.

«Al final, tienes que quererle.»