7/08/2015, 02:30
Den nació en el primer día del solsticio de invierno del 186 en Amegakure, sus padres fueron habidos shinobis los cuales solían ausentarse durante largo tiempo por misiones de la aldea, durante generaciones la familia Fuwa había proporcionado shinobis durante generaciones y esta no sería la excepción. Den fue criado por su abuelo Hayato, el cual era un shinobi ya retirado por cuestiones de salud. Desde pequeño a Den se le hizo saber que como a todos los miembros de su familia estaba destinado a convertirse en shinobi, la familia Fuwa no es una de las grandes de Ame pero durante todas las generaciones tenía una presencia notable en la aldea.
Desde pequeño demostró ser una mente brillante a la hora de dibujar con tinta, su capacidad de plasmar su propia visión del mundo con tan solo 6 años. Ser shinobi no parecía atraerle demasiado ya que pasaba gran parte del día con tinta y papel plasmando sus propias ideas o haciendo retratos de personas tan solo viéndolas una única vez detenidamente.
Hayato no solo era su guía, también era su mentor pero los entrenamiento no solo era físico sino que gran parte de este era mental. El abuelo de Den tendía a divagar mucho sobre la filosofía de un shinobi.
—Ojisan, ¿Cuál es el significado de shinobi?—
—Shinobi… esa palabra me ha definido desde que tengo memoria. Siempre teniendo muy en claro mis objetivos, siempre fiel a mi hogar… ¿pero qué significado tenía esa palabra? Varias veces me había preguntado lo mismo a tu edad, sin llegar a una respuesta convincente de ello.—
Hayato podía notar la desilusión en la cara de su nieto Den y eso era algo que no podía soportar, no desde que su propio hijo y su nuera cayeron en misión.
—Shinobi, es una palabra que encierra un millón de significados, pero el significado que me ha parecido más acertado a lo largo de los años es… son aquellos ninjas protectores de la aldea, los que llevan a cabo las misiones que proporcionan estabilidad a la aldea, son quienes combaten a los villanos y reciben elogios si caen en un honroso combate al igual que tus padres— Tal vez Hayato podría de haber suavizado esas últimas palabras pero buscaba que su nieto sepa la realidad de la vida de los shinobis.
—Yo también me convertiré en shinobi, me convertiré en protector de la aldea— Decía Den bastante convencido de ello.
—Lo sé, lo harás bastante bien eres un Fuwa— La forma de hablar de Hayato había cambiado se le notaba feliz por la decisión de su nieto — La mayoría de las historias que me contaba mi padre, eran de hace muchas generaciones atrás en la época en que la familia Fuwa eran reconocidas alrededor del mundo. Nuestro clan ha dado ha dado shinobis excelentes a la aldea desde aquellos tiempos, la época dorada de los Fuwa, cuando éramos la uno los clanes más fuerte de Ame, cuando el clan era tan numeroso que su estructura era algo complejo… como desearía haber pertenecido a esa época— La felicidad de Hayato había terminado rápidamente de forma melancólica con una mirada al vacío.
—No te preocupes ojisan, me convertiré en el shinobi más poderoso de Ame, venceré a los enemigos de la aldea y luego restableceré nuestra posición como una de las familias más influyentes de la aldea.—
A Hayato le agradaba el optimismo de su nieto y siempre intentaba animarlo cada vez más, pero sin crear alguna falsa esperanza en él, al final y al cabo motivarlo de alguna manera pero sabiendo que su camino no sería fácil. —Para convertirte en un shinobi de excelencia debe entrenar muy duro cada día… Den, siempre recuerda esto que te voy a decir, uno no nace destinado a ser un shinobi, uno se forja a sí mismo para serlo con mucho entrenamiento y dedicación—
Den era entrenado por su abuelo en todo lo que podía ninjutsu, taijutsu, shurikenjutsu, aunque en este no se le daba bien, de hecho era un desastre para las técnicas que implicaban un arma arrojadiza, aunque no fuera tan diestro en uso de armas arrojadizas en lo que realmente destacaba era en inteligencia sobre todo a la hora de la toma de decisión, a pesar de ser un artista la mente de Den tendía a ser mucho más analítica.
La vida cotidiana de Den había cambia rotundamente, la mayor parte del día pasaba entrenando duramente hasta el punto lastimarse bastante durante el entrenamiento propuesto por su abuelo.
Un año antes de entrar a la academia el único pariente vivo de Den, su abuelo Hayato falleció debido a una enfermad con la que venía luchando ya hace mucho años. Desde el día en que quedo solo, Den pasaba prácticamente todo el día encerrado su casa solamente con tinta y papel, con el fallecimiento de su abuelo él mismo ponía en duda el futuro sin saber si seguir la tradición familiar o intentar salir adelante solamente como un artista. El destino parecía estar conspirando a favor de convertirse en shinobi dado que accidentalmente aun con el poco control de chakra pudo crear técnicas a través de tinta y pergamino.
Den no pudo evitar pensar de que estaba destinado a ello, por lo que decidió unirse a la academia de su aldea Ame. En un principio venía con altas expectativas pero los shinobis mismo de la academia y los estudiantes no valoraban su habilidad, tratado como inútil; Den el paso muy mal durante periodo en la academia hasta que se pudo graduar y convertirse en genin.
Desde pequeño demostró ser una mente brillante a la hora de dibujar con tinta, su capacidad de plasmar su propia visión del mundo con tan solo 6 años. Ser shinobi no parecía atraerle demasiado ya que pasaba gran parte del día con tinta y papel plasmando sus propias ideas o haciendo retratos de personas tan solo viéndolas una única vez detenidamente.
Hayato no solo era su guía, también era su mentor pero los entrenamiento no solo era físico sino que gran parte de este era mental. El abuelo de Den tendía a divagar mucho sobre la filosofía de un shinobi.
—Ojisan, ¿Cuál es el significado de shinobi?—
—Shinobi… esa palabra me ha definido desde que tengo memoria. Siempre teniendo muy en claro mis objetivos, siempre fiel a mi hogar… ¿pero qué significado tenía esa palabra? Varias veces me había preguntado lo mismo a tu edad, sin llegar a una respuesta convincente de ello.—
Hayato podía notar la desilusión en la cara de su nieto Den y eso era algo que no podía soportar, no desde que su propio hijo y su nuera cayeron en misión.
—Shinobi, es una palabra que encierra un millón de significados, pero el significado que me ha parecido más acertado a lo largo de los años es… son aquellos ninjas protectores de la aldea, los que llevan a cabo las misiones que proporcionan estabilidad a la aldea, son quienes combaten a los villanos y reciben elogios si caen en un honroso combate al igual que tus padres— Tal vez Hayato podría de haber suavizado esas últimas palabras pero buscaba que su nieto sepa la realidad de la vida de los shinobis.
—Yo también me convertiré en shinobi, me convertiré en protector de la aldea— Decía Den bastante convencido de ello.
—Lo sé, lo harás bastante bien eres un Fuwa— La forma de hablar de Hayato había cambiado se le notaba feliz por la decisión de su nieto — La mayoría de las historias que me contaba mi padre, eran de hace muchas generaciones atrás en la época en que la familia Fuwa eran reconocidas alrededor del mundo. Nuestro clan ha dado ha dado shinobis excelentes a la aldea desde aquellos tiempos, la época dorada de los Fuwa, cuando éramos la uno los clanes más fuerte de Ame, cuando el clan era tan numeroso que su estructura era algo complejo… como desearía haber pertenecido a esa época— La felicidad de Hayato había terminado rápidamente de forma melancólica con una mirada al vacío.
—No te preocupes ojisan, me convertiré en el shinobi más poderoso de Ame, venceré a los enemigos de la aldea y luego restableceré nuestra posición como una de las familias más influyentes de la aldea.—
A Hayato le agradaba el optimismo de su nieto y siempre intentaba animarlo cada vez más, pero sin crear alguna falsa esperanza en él, al final y al cabo motivarlo de alguna manera pero sabiendo que su camino no sería fácil. —Para convertirte en un shinobi de excelencia debe entrenar muy duro cada día… Den, siempre recuerda esto que te voy a decir, uno no nace destinado a ser un shinobi, uno se forja a sí mismo para serlo con mucho entrenamiento y dedicación—
Den era entrenado por su abuelo en todo lo que podía ninjutsu, taijutsu, shurikenjutsu, aunque en este no se le daba bien, de hecho era un desastre para las técnicas que implicaban un arma arrojadiza, aunque no fuera tan diestro en uso de armas arrojadizas en lo que realmente destacaba era en inteligencia sobre todo a la hora de la toma de decisión, a pesar de ser un artista la mente de Den tendía a ser mucho más analítica.
La vida cotidiana de Den había cambia rotundamente, la mayor parte del día pasaba entrenando duramente hasta el punto lastimarse bastante durante el entrenamiento propuesto por su abuelo.
Un año antes de entrar a la academia el único pariente vivo de Den, su abuelo Hayato falleció debido a una enfermad con la que venía luchando ya hace mucho años. Desde el día en que quedo solo, Den pasaba prácticamente todo el día encerrado su casa solamente con tinta y papel, con el fallecimiento de su abuelo él mismo ponía en duda el futuro sin saber si seguir la tradición familiar o intentar salir adelante solamente como un artista. El destino parecía estar conspirando a favor de convertirse en shinobi dado que accidentalmente aun con el poco control de chakra pudo crear técnicas a través de tinta y pergamino.
Den no pudo evitar pensar de que estaba destinado a ello, por lo que decidió unirse a la academia de su aldea Ame. En un principio venía con altas expectativas pero los shinobis mismo de la academia y los estudiantes no valoraban su habilidad, tratado como inútil; Den el paso muy mal durante periodo en la academia hasta que se pudo graduar y convertirse en genin.