Nivel: 17
Exp: 144 puntos
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— Sí. Quiero decir, no.
¿Eh? ¿Como que si pero no? No entendía nada de lo que pasaba. Miré a Yuuna, que hizo un gesto con los hombros para afirmar que ella tampoco se había enterado muy bien.
— Lo que quiero decir es que sí me gustaría ver algunos diseños de esa idea, pero no tengo nada de dinero ahora mismo. Así que...
Pues lamentándolo mucho... Eso no iba a poder ser. Como había dicho Yuuna, es probable que pudiera llevarle los diseños a otro herrero. Y además... Necesitaba el dinero para reparar el barco. Es decir, ese dinero ya estaba pagado, pero iba a tener que trabajar gratis a cambio por lo menos durante un año. Por lo menos.
—Lo siento mucho pero, siendo mi día libre y aunque tenga tiempo, no puedo ponerme a trabajar en los diseños ahora.
Me parecía un poco feo decirle que solo trabajaría cuando viera el dinero.
Nivel: 18
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Dinero: 3400 ryōs
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—Lo siento mucho pero, siendo mi día libre y aunque tenga tiempo, no puedo ponerme a trabajar en los diseños ahora.
Era obvio que la respuesta era obvia, y obviamente, era no. Era redundante pensar en lo obvio que era, pero era tan evidente que era necesario dejar claro que Hana se había venido arriba. Ella tampoco trabajaría gratis, era un hecho que nadie lo haría, sino el sistema entero se vendría abajo. También era cierto que si la villa te necesitaba no valía decir "es que es mi dia libre" pero en el caso de un negocio era distinto.
— Claro, claro, no te preocupes. — se rascó la nuca intentando no hacer sentir mal al chico por mandarla a pastar de una vez. — Vendré otro día, que esté abierto y pudiendo pagar, claro. De mientras le iré dando vueltas para venir preparada.
Se cortó a sí misma, por si se alargaba más de lo necesario, ya está, ya había dicho todo lo que tenía que decir. Hizo una leve reverencia al mismo tiempo que se despedía.
— Muchas gracias por todo, Reiji-san. Y a ti también, Yuuna-san. Un placer haberos conocido y perdón por molestarlos en vuestro día libre. — se irguió de nuevo, con una sonrisa sincera. — Espero volver a veros pronto, sea por negocios o por casualidad.
Se dio media vuelta y se dispuso a irse, no había ningún otro motivo para retener a la pareja y sentía que ya empezaba a ser pesada. Durante el camino de vuelta seguiría pensando en alguna forma de ocultar una mini katana en un complemento para el pelo sencillo, y no era tan facil como podía sonar, o tal vez ella no tenía mucha idea de complementos para el pelo.
Nivel: 17
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— Claro, claro, no te preocupes. Vendré otro día, que esté abierto y pudiendo pagar, claro. De mientras le iré dando vueltas para venir preparada.
—Eso espero, seguro que cuando vuelvas, tengo un montón de ideas mas.
Ya tenía un montón. Muchas mas de las que le había mencionado. Aunque Yuuna me había parado los pies. Con razón, por supuesto.
— Muchas gracias por todo, Reiji-san. Y a ti también, Yuuna-san. Un placer haberos conocido y perdón por molestarlos en vuestro día libre. Espero volver a veros pronto, sea por negocios o por casualidad.
—No te preocupes, no ha sido ninguna molestia. Nosotros también esperamos volver a verte.
Quizás algún día, cuando Yuuna tuviese su bandana, incluso hacían una misión juntas. Quien sabe. El futuro era algo demasiado incierto para mi gusto.
—Yo también espero que nos volvamos a ver.
La chica parecía maja, aunque tampoco nos habíamos parado a conocernos mejor. No es, como ya había dicho, que tuviéramos nada mejor que hacer, pero parecía que aquella chica solo estaba interesada en el trabajo.
Y sabiendo como era el futuro, y habiendo estado tan cerca de perder el corazón, esos pequeños momentos de relax, tirados en el sofá del barco, cada uno a su rollo, pero juntos, eran un tesoro.
Uno que no estaba dispuesto a perder. Pero uno que sabía que no duraría mucho tiempo. No hasta que salvaramos a su madre. No hasta que Kurama estuviese encerrado para siempre.
Por eso, no esperé si quiera a que la chica desapareciera al girar una esquina, si no que seguimos nuestro camino, dejamos las cosas en casa y nos marchamos hacía el puerto.
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