7/01/2017, 23:41
~¿Qué no? Pero si eso fue lo que dijo, que lo hagamos feliz. ~Pensaba la pelirroja que no encontraba otra manera de lograr algo como lo que el kawakage exigía a ambas pero claro que no estaría de acuerdo con tal tarea, no le gustaba para nada y mucho menos andarse entregando cual prostituta aunque sin paga de por medio. O sea que sería peor que prostituta.
Pero no daría tiempo a quejas ni nada que luego de la aclaración el hombre se esfumaría sin más, lo cual era bastante llamativo también por si todo lo demás no lo era.
—A ver… ¿A ti también te pareció jodidamente raro? —Consultó la pelirroja ya parcialmente recuperada del ‘susto’ que se había llevado. —Creo que en todo caso me voy a ir a ver al despacho de Yubiwa a ver si está o no. —Agregó mientras recolectaba las herramientas que había estado utilizando.
Para colmo eso, le habían interrumpido el trabajo sin miramientos, todo por un tipo que ni siquiera podía decir si le caía bien o mal que supuestamente se la está pasando de misión en misión, cuando tiempo atrás casi se suicida de no ser porque Ritsuko estaba allí presente para devolverlo a la realidad.
—Acomodo esto y voy a buscar a Yubiwa, haz lo que quieras. —Diría con cierta frialdad a la rubia.
Sin más miramientos, la pelirroja tomó todo lo que pudo entre manos y los llevó al interior de la casa, lo dejaría todo en una estantería mugrosa de por ahí y luego metería la mesa, la puerta prefirió dejarla apoyada justo encima de la verdadera, como si pretendiese engañar a alguien con ella.
Pero no daría tiempo a quejas ni nada que luego de la aclaración el hombre se esfumaría sin más, lo cual era bastante llamativo también por si todo lo demás no lo era.
—A ver… ¿A ti también te pareció jodidamente raro? —Consultó la pelirroja ya parcialmente recuperada del ‘susto’ que se había llevado. —Creo que en todo caso me voy a ir a ver al despacho de Yubiwa a ver si está o no. —Agregó mientras recolectaba las herramientas que había estado utilizando.
Para colmo eso, le habían interrumpido el trabajo sin miramientos, todo por un tipo que ni siquiera podía decir si le caía bien o mal que supuestamente se la está pasando de misión en misión, cuando tiempo atrás casi se suicida de no ser porque Ritsuko estaba allí presente para devolverlo a la realidad.
—Acomodo esto y voy a buscar a Yubiwa, haz lo que quieras. —Diría con cierta frialdad a la rubia.
Sin más miramientos, la pelirroja tomó todo lo que pudo entre manos y los llevó al interior de la casa, lo dejaría todo en una estantería mugrosa de por ahí y luego metería la mesa, la puerta prefirió dejarla apoyada justo encima de la verdadera, como si pretendiese engañar a alguien con ella.