El Hyuuga hacia sus esfuerzos para levantar a Kame y tratar de llevar a la misma hacia el lado de abajo y la joven de cabellos dorados comenzó a hacer cálculos...sumas, para ver que tan fuertes serian entre los dos para bajarla, tardó en reaccionar e ir en ayuda de su compañero.

Una puerta sonó chirriante y un vecino salio sumanmente enojado —¿Pero qué estás haciendo?— se le notaba la vena de la frente hinchada y la kunoichi pensó que golpearía a su compañero —¡Vas a hacer daño a la pobre Kame!— entonces comprendió que era preocupación por Kame

—Imagino que estáis aquí por mi vecina... Esta chica, no puede estarse quieta ni con una pierna rota... —suspiró el hombre —. Trae, yo las bajaré hasta el portal, vosotros esperadme allí, y llevaros a Iku —ordenó mientras tomaba con ambas manos el caparazón de la rezagada —. ¡Venga, que es para hoy!

La kunoichi ya estaba abajo, con Iku y Hame que ya se había lanzado solo como una valiente -Disculpe señor...y muchas gracias por darnos una mano- dijo la chica al vecino que se había presentado a darles una mano...por mas furibundo que estuviese

Ante la apresurada aparición y el aviso gutural de aquel casi barbudo sujeto que para el ojiblanco salió de la nada, pego un ligero salto ensimismado observando a los lados antes de que tuviera que bajar a rápidamente siguiendo las instrucciones de aquel ayudante inesperado.

—¿Usted en que apartamento reside? Una vez terminemos de pasearla, tendremos que pedirle nos ayude a subirlas nuevamente…— Dijo al sujeto sin cortarse un poco al ser capturado anteriormente tratando de empujar al pobre animalejo, la misma oración parecía sacada de un libro de chiste malos, pasear tortugas…

Esperaría que ambas tortugas bajasen para poder emprender la marcha tomando las respectivas correas, aunque le picaba la curiosidad y tuvo que preguntarle. — ¿Sabe cómo fue que su vecina se rompió la pierna? No nos dijo mucho al respecto—, pregunto al hombre una vez habría bajado a la tortuga.

El hombre miró a Reika cuando pasó por su lado mientras bajaba a la tortuga rezagada, asintió a modo de aceptación y continuó el trecho que le quedaba de escalera. Hame por su parte hizo exactamente lo mismo que antes: tirarse al vacío hasta llegar abajo. E Iku simplemente saltaba y ladraba de aquí para allá, claramente entusiasmado por el paseo que iban a darle.

Una vez abajo y cuando ambos genin ya esperaban para poder continuar con su misión miró a Hazegawa y habló.

—Yo vivo en la puerta de al lado de la mujer que os ha pedido que paseéis a sus preciadas mascotas, a la derecha nada más subir, es la puerta de color marrón oscuro —informó cuando hubo dejado a Kame en el suelo y hubiera tendido ambas correas —la de Kame y la de Hame— a Hazegawa —. Llamadme, claro; estaré dispuesto a ayudar.

El cambio de humor fue repentino, parecía que la lluvia incesante había actuado como calmante para aquel hombre.

—Me llamo Reno, así que ya sabéis por quién preguntar —se presentó el hombre —Ah, sí, joven; mi vecina se rompió la pierna bajando las escaleras, concretamente con esta pequeña entre sus brazos, así que si me he puesto violento antes no ha sido más que por precaución, ¿y si te pasaba lo mismo?

Asintió lentamente con la cabeza mientras cruzaba sus brazos.

—Bueno, disfrutad del paseo chicos, yo me vuelvo a subir, hasta luego.

Y Reno se fue, dejando a ambos genin de vuelta a la tarea.

La kunoichi escucho al hombre fornido hablar, este mismo miro a Reika aceptando el perdón y el agradecimiento de la chica -«Nosotros estábamos haciendo mal las cosas, el hombre no era malo después de todo»- El tipo, quien al parecer responde al nombre de Reno. Nos indico cual era la puerta de su hogar y la razón, no solo de porque su comportamiento con el equipo de gennins, una de las tortugas había sido la responsable de las heridas sufridas por Keiko y por eso se había preocupado.

Mascotas y gennins ya estaban todos reunidos abajo gracias a la ayuda del señor Reno -Muchas gracias señor Reno, nos veremos mas tarde- dijo la kunoichi de cabellos dorados haciendo una leve reverencia y posteriormente despedirse agitando la mano.
Ya se imaginaba que la marcha con las mascotas seria a paso de tortuga, y nunca mejor dicho, al menos ella creia que "lo peor" era eso: la bajada por las escaleras de Kame y Hame

-Fue mi culpa....- dijo Reika a el ojiblanco e hizo una pausa -...o sea...¿Trabajo en equipo? vaya líder dejándote solo con todo el trabajo de cargar a Kame y Hame- agrego, era su primera misión y la primera vez que le tocaba ser líder, pero no eran excusas, los ninjas deben estar listos para todos....sobretodo para algo tan simple como el trabajo en equipo -«...No volverá a pasar...»

— ¡Lo sabia…de alguna forma sabia que las escaleras tenían algo que ver con que se partiera una pierna! — Dijo de forma afirmativa una vez se fuera Reno, cogió las correas de las tortugas y se predispuso a comenzar el paseo, acercándose un poco a Reika-chan en lo que las tortugas se lo permitiesen, para palmearle el hombro.

— No seas tan dura contigo misma Reika-chan, enga tenemos mucho camino por delante. — Dijo animándole aunque de cierta forma ella tenía la razón, no le echaría un balde agua fría al contrario como su compañero de misión, debería de darle aliento.

— Al menos tendría el consuelo de que si me parto una pierna, me ayudarías en casa…jajaja — Dijo soltando risilla para continuar hacia el exterior con las correas de ambas tortugas.

Los animales estaban tranquilos, menos Iku que permanecía inquieto al lado de la kunoichi rubia. No quería meter prisa ya que sentía que la responsable de su bienestar se encontraba triste y cabizbaja, así que se sentó y la miró con los ojos bien abiertos, parecía que esperaba por una respuesta, por algo para saber qué pasaba sobre su cabeza.

Kame y Hame, por otra parte, se encontraban cada una al lado del genin Hazegawa. Esperaban pacientes a que el chico comenzase a caminar y poder dar aquel merecido paseo que necesitaban. Con suerte la lluvia no era ningún impedimento para ellas.

— ¡Lo sabia…de alguna forma sabia que las escaleras tenían algo que ver con que se partiera una pierna! — Dijo de forma afirmativa una vez se fuera Reno, cogió las correas de las tortugas y se predispuso a comenzar el paseo, acercándose un poco a Reika para palmearle el hombro.

— No seas tan dura contigo misma Reika-chan, enga tenemos mucho camino por delante. — Dijo animándole aunque de cierta forma ella tenía la razón, no le echaría un balde agua fría al contrario como su compañero de misión, debería de darle aliento.

-Suerte que mientras hacías fuerza no te paso lo que a Keiko-san- dijo la rubia con una leve sonrisa

— Al menos tendría el consuelo de que si me parto una pierna, me ayudarías en casa…jajaja — Dijo soltando risilla para continuar hacia el exterior con las correas de ambas tortugas.

-De todos procura no hacerte daño- respondió -Que no soy ninja medica para repararte de los golpes- bromeo con su compañero.

-Tendremos bastante camino por delante...- la chica de cabellos dorados hizo una pausa -...¿Me contaras que gran habilidad tienen los ojos del Clan Hyuuga?- pregunto una vez mas sobre sus ojos, con genuina curiosidad.

— No, no puedo hacerlo. — Dijo realmente sin ánimos de ofender, ni de ser cortante.

— No puedes simplemente preguntarle a un Shinobi cuál es la habilidad de su clan…esas cosas no se preguntan. — Dijo esperando pacientemente que las tortugas avanzaran para tratar de ir a su ritmo, el ojiblanco iba buscando un puestillo de comida para pillarse algo mientras las tortugas iban en su caminata, de seguro encontraría algo.

— Tengo hambre… — Dijo llevándose la mano al abdomen, no había comido nada antes de salir de casa y aquel acto irresponsable le estaba pasando factura. — Te diré que tenemos un campo visual mucho mayor al de la gente común, ¿y los Yamanaka que? — Dijo mientras observaba a una joven comer una bolilla de arroz al otro lado de la calle.

« Solo espero Reno-chan, este para cuando volvamos…»

— No, no puedo hacerlo. — Dijo realmente sin ánimos de ofender, ni de ser cortante.

-¿Que cosa?- preguntó la kunoichi

— No puedes simplemente preguntarle a un Shinobi cuál es la habilidad de su clan…esas cosas no se preguntan. — Dijo Hazegawa

-Fue una simple pregunta...-

— Tengo hambre… — Dijo llevándose la mano al abdomen

-¿No desayunaste antes de salir de tu casa?- pregunto la joven de cabellos dorados al ver que él se tocaba el abdomen

— Te diré que tenemos un campo visual mucho mayor al de la gente común, ¿y los Yamanaka que? —

-¡Ves que no era tan difícil!- dijo Reika, después de todo no le había preguntado la gran cosa, quería saber si sus ojos funcionaban diferentes a los de las demás personas y así resulto -Somos espías de Uzushiogakure- lo dijo con seriedad en su voz, pero claramente era una broma -Todo un clan infiltrado ¿Que te parece?- aunque algo era cierto...lo de ser espías, después de todo eran un clan especializado en el robo de información algo bastante útil en el oficio de ambos jovenes

Tras haber escuchado a Reika el ojiblanco se dio de cuenta de que ella no era alguien tan carismático como él habría pensado, pero no se lo tenía en cuenta es normal en las chicas.

—No pude, estaba entrenando antes de ir a por la misión….me levante antes de las cinco de la mañana, aunque no pude terminar todas las series. — Expreso sin ahondar mucho en el tema, no le parecía relevante su estilo no era de contacto físico por lo que nunca se le notaria en las manos.

—Ehm, seguro…aunque hay un fallo en tu plan, no creo que puedas recabar mucha información en una misión rango D. —Dijo soltando una risilla, sin perder de vista a sus dos animalejos los cuales tenía mediante la correa, asegurándose de que todo fuese viento en popa.

—No te vi en mis años de academia, ¿qué edad tienes? — Dijo mirándole de reojo.

—No pude, estaba entrenando antes de ir a por la misión….me levante antes de las cinco de la mañana, aunque no pude terminar todas las series. —

-Pero si por lo menos no desayunas bien, luego te faltara combustible- Bromeó al ojiblanco mientras que levantaba las piernas para evitar ser atada por Iku quien habia empezado a dar vueltas alrededor suya

—Ehm, seguro…aunque hay un fallo en tu plan, no creo que puedas recabar mucha información en una misión rango D. —Dijo soltando una risilla

-Creo que no haz entendido la parte de "un clan completo"- retrucó la kunoichi -Igual no necesitamos mucho, somos psiquicos-

—No te vi en mis años de academia, ¿qué edad tienes? — Dijo mirándole de reojo.

-trece ¿tu?- respondió la rubia -seguramente sea porque estábamos en diferentes grupos de amigos-

Mientras los genin dialogaban, las mascotas caminaban tranquilamente, se paraban a veces, sobre todo Iku para hacer sus necesidades; y seguían caminando. Nada parecía molestarles más allá del agua que caía sobre sus pequeños —y no tan pequeños— cuerpos, todo parecía a la perfección cuando...

—Hola chicos, disculpadme —llamó una voz conocida a sus espaldas. Si se daban la vuelta podrían reconocer al hombre que acababan de conocer en el portal de la peticionaria de la misión —. Vengo a recoger a los animales, al parecer mi vecina echa de menos a sus pequeños... Así que creo que os tomaré el relevo y se las llevaré.

Tomó las cuerdas que tenían ambos jóvenes e hizo una leve reverencia.

—Entregad este pergamino en el edificio de la Arashikage y ya podréis dar por finalizada vuestra misión, gracias chicos, ¡nos vemos! —se marchó despacio, con los animales volviendo hacia su casa como habían venido, lentos y tranquilos.

Ahora ambos genin ya habían terminado la misión, podrían volver a ver al encargado del edificio, entregar ambos pergaminos e irse a su casa.

La kunoichi caminaba y esperaba las respuesta del Hyuuga, mientras tanto las mascotas se movían junto a los chicos, sobretodo Iku, quien a veces se frenaba para hacer sus necesidades y Reika paraba para limpiar las necesidades del cachorro.

Seguía esperando la respuesta de Hazegawa pero mientras esperaba una voz conocida les sorprendió, se trataba de el señor Reno quien nos decía que Keiko extrañaba a sus mascotas y les daba los pergaminos para poder dar la misión por cumplida

La kunoichi entregó la correa de paseo que amarraba al cachorro Iku y recibía el pergamino que le correspondía a ella, esperó nuevamente al ojiblanco y juntos irían nuevamente a la recepción de la oficina de Arashikage-sama para dar informe de la misma.

Fue Reika la que tomó el pergamino de manos de Reno. Esperó pacientemente al chico que no le había contestado y ambos se dirigirían al despacho de la Arashikage para dar por concluida la misión. Hazegawa no dijo nada, Reika tampoco, simplemente pareció que querían dar por finalizada aquella tarea y llegar a su casa para descansar.

Al no haber pasado tanto tiempo desde que se fueron, el mismo encargado que les había otorgado la misión estaba allí junto con un montón de papeles sin ser atendidos mientras que estaba mirando uno con cara de pocos amigos. Cuando vio a ambos sonrió y de un salto terminó frente a ellos, claramente emocionado por poder salir de sus tareas al menos durante un par de minutos.

—Veo que lo habéis hecho —alegó mientras echaba un ojo al pergamino que llevaba Reika entre sus manos —Pues bien, dadme ambos pergaminos y podéis iros, yo los archivaré.

Ingresaban a la recepción, no había pasado tanto tiempo desde que se habían ido de allí para cumplir la misión, aun para la kunoichi que tenia en cuenta la velocidad de las tortugas si había pasado algo de tiempo...o al menos así lo veía.

Los recibió el mismo shinobi recepcionista que los había atendido anteriormente, y noto que no había pasado mucho tiempo dado que aun estaba el montón de papeles que aun no habían sido atendidos

-Por suerte ha resultado bien- respondió Reika con una sonrisa y entrego el pergamino al recepcionista, se sucedió otra charla, sin mayor relevancia acerca de los pormenores de la misión, pero ya estaba todo resuelto y la misión cumplida

FIN