Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#16
La mujer escuchó exclamar a la kunoichi que ya había terminado. Maravillada salió al jardín esperando encontrarse con todo ya por fin arreglado cuando se encontró a la joven con la caja de herramientas en mano, llamándola desde la puerta.

—¡Megumi-san, ya terminé! ¡Dejé los tablones dañados en el jardín y traigo la caja de herramientas!

¡Perfecto! ¿A ver...? —preguntó mientras se alejaba un poco de la casa para poder vislumbrar mejor su nuevo tejado, sin embargo algo se le había pasado por alto, y es que los tablones de madera eran de un color diferente al del tejado que ya estaba anteriormente —. Oh, no... Me temo que... Kimi-san, ¿podrías pintar también los tablones del mismo color que los otros? Por favor... —pidió juntando sus manos.


¡Holi! Lo siento pero no puedo permitir que termines la misión ya, porque una misión debe tener mínimo tres páginas y nosotras solo vamos por la segunda, venga, ¡un poco más!
Responder
#17
—¡Perfecto! ¿A ver...? —preguntó mientras se alejaba un poco de la casa para poder vislumbrar mejor su nuevo tejado, sin embargo algo se le había pasado por alto, y es que los tablones de madera eran de un color diferente al del tejado que ya estaba anteriormente —. Oh, no... Me temo que... Kimi-san, ¿podrías pintar también los tablones del mismo color que los otros? Por favor... —pidió juntando sus manos.

La kunoichi estaba emocionada por haber acabado con su primera misión, así que estas palabras se sintieron como un cubo de agua fría para ella.

—¿Qué? ¿También tengo que pintar los tablones? Pero si me muero de hambre.

Pero, aparte de ser un trabajo, estaba ayudando a otra persona con un problema, lo cual era algo nuevo para Kimi, además de que, aunque no quisiera admitirlo, Megumi-san le había causado una buena impresión desde el principio, así que dejó de quejarse para hacer lo que había ido a hacer, ayudar a Megumi-san.

—De acuerdo ¿Dónde está la pintura? —Preguntó la joven con resignación.


Tranqui, supongo que me emocioné porque ya acababa y perdón por tardar tanto, escribí el borrador hace cuatro días, pero me cortaron el internet XD
Responder
#18
La encargada de la misión sonrió al escuchar la sinceridad que destilaba la frase de la kunoichi, que estaba tan feliz por pensar que había terminado su misión que a la mujer le había dado hasta pena; imaginó la hora que marcaría su reloj de la cocina, seguramente ya caía la hora de comer y haber trabajado tan duro arreglando su tejado le habría dado todavía más hambre, así que decidió preparar algo de comer para ambas como muestra de gratitud.

Creo que queda un poco ahí atrás, sin embargo no dará para todo —anunció Megumi, sin borrar su sonrisa —. ¿Por qué no te acercas a la tienda, compras un poco y mientras yo hago la comida? Así comeremos las dos juntas.

De su bolsillo sacó un monedero bastante pequeño. Dentro resonaban algunas monedas, por lo que parecía que tenía suficiente para comprar uno o dos botes de pintura. Sin dudarlo, se lo tendió a Kimi para que utilizase el dinero que reposaba dentro para comprar lo que le había pedido.

Con esto habrá más que suficiente, así que cuando quieras puedes ir a buscarlo, si no te importa, claro.
Responder



This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.