Unos golpes hicieron resonar unas ondas sonoras por las paredes del despacho, iluminado por la poca luz que se colaba entre las nubes y una lampara de mesa con la que la kage leia sus manuscritos. Aquel sonido no provocó movimiento alguno de sobresalto en la mujer, quien estaba más que acostumbrada a esas cosas. Cada día tenia decenas de citas programadas por todo tipo de tareas administrativas, más los informes de inteligencia, más los cientos de veces que entra alguien con una montaña de papeles o de pergaminos, más dar las misiones.

— Pasa

Bueno, era aún pronto para atabalarse la cabeza. De hecho, era tan pronto que en su escritorio solo tenía un montón de papeles, una hora después probablemente ese montón se hubiera multiplicado.

Cuando la puerta se abriera apartaría la vista del papel que leía y lo plantaría en su visitante. Sus ojos del color del agua que teñía su país brillaban gracias al reflejo en el blanco papel de la candente luz de la lampara, esos ojos se clavarían en los del gennin esperando una explicación para su visita.

Nadie se opuso a su voluntad de golpear la puerta y llamar la atención de la persona que se encontraba dentro. Por el contrario, lo animaban en un tono no del todo serio a que se apresurara, advirtiendo que la temperatura era bastante baja en aquel lugar.

No hay necesidad de decirlo... estoy temblando...

Pensó al ver la mano con la que había llamado a la puerta segundos antes. ¿Era a causa del frió o eran los nervios? Fuese cualquiera la razón de su involuntario comportamiento, este desapareció en cuanto escucho la voz de la fémina en el interior de la habitación.

Pasa

Sin pensarlo y obedeciendo abrió la puerta, adentrándose en la sala con la iluminación justa y necesaria. Sus propios orbes cafés buscaron a su Kage, al encontrar a la mujer más importante de toda Amegakure no pudo evitar ser fiel a su usual comportamiento.

Buenos días, Arashikage-sama.

Pronunció acompañando sus palabras de una técnica y formal reverencia en señal de respeto, como había aprendido en algún momento de su vida que era lo correcta. Por fuera trataba de mostrarse tan calmo y profesional como su corta carrera como shinobi se lo permitiese pero por dentro estaba pasando un carrusel de emociones y el vagón donde marchaba el genin estaba pasando por la curva de la alegría.

Desde las afueras del despecho me encontraba con la expectativa de estar frente a Yui-Sama, un poco de nerviosismo se manifestó en mí, podía sentir latir mi corazón cada vez más rápido, sería la primera vez que me encontraría tan cerca, y era el motivo de mi ansiedad.

Después del llamado al despacho, una voz clara y fuerte se escuchó dándonos permiso a que accediéramos a aquella habitación, el primero en entrar fue Mogura, sin embargo, le seguí de cerca para ser el segundo; lo primero de que me percate fue la iluminación, estaba un poco oscuro para mi gusto pero podía llegar a definirse las siluetas de todo lo que se encontraba en el interior, luego la imponente presencia de la fémina, al escuchar las palabras de mi compañero y al ver su acción le imité.

-Buenos días.- Realicé una reverencia inclinando mi dorso hacia adelante y con mis brazos a los lados de mi cuerpo un tanto firmes.

Esperé unos segundos y vi de reojo sí el tercero se manifestaría, quien no debería faltar mucho. Después del saludo de Haze, me presenté. -Soy Inoue Keisuke, genin.- Expresé firme y con un tono de voz adecuado para que se me escuchase sin problemas.

Haze permitió al par que se adelantara a pesar del frio de cojones que comenzaba a hacer en el sitio, no presto mucha atención a los adornos del sitio pero si a la gran pila de cosas que tenía que ojear la kage, supuso que esa era la parte que no se menciona en la historias épicas sobre los kage, las horas y horas de ver papeles y cosas aburridas.

— Buen día, soy Hyuga Hazegawa, venimos a por una misión…los tres— Dijo haciendo una reverencia tras su hermano, para llevarse ambas manos tras la nuca a pesar del frio que hacía, observando a la kage y detallándola bien, en las revistas de la Jomp la han bocetado con mas…atributos, y mas epicidad pero supuso que lo real era lo real.

Tomo la iniciativa al decir aquello debido a que estaba relajado a pesar de estar en presencia de la persona más importante de toda la villa, había leído tanto sobre ella en los mangas de la ciudad que sentía que la conocía, pero no se precipitaba tampoco.

Miro a los demás de reojo, y espero una respuesta de la kage.

Buenos días, Arashikage-sama.

-Buenos días.-

— Buen día, soy Hyuga Hazegawa, venimos a por una misión…los tres

La Arashikage permaneció en silencio mientras iban entrando saludando y presentandose los tres chiquillos. Los conocía perfectamente, eran tres de los gennins que se habían graduado en la última promoción y ahora venían los tres juntos para pedir su primera misión. La única opción para que pasará eso que le cabía en la cabeza a Yui era que esperaran que ella les concediera una misión de rango C ya que eran tres.

Bien lejos estaban de conseguirla con una estrategia así de tonta. Si venían a por su primera misión de tres en tres, se seguiran llevando una de rango D, una de rango D++. Y sabía perfectamente cual iba a ser.

— Muy bien. Una misión para tres Gennin. Aquí teneis

En apenas un instante Yui sacó un pequeño pergamino y lo depositó en el lado contrario del escritorio, es decir, donde se encontraba el trío de shinobis. Sin duda, a partir de ahora dejaría un encargado en recepción para repartir ese tipo de misiones. Ya era hora de mejorar el sistema.

Buenos días.

Buen día, soy Hyuga Hazegawa, venimos a por una misión…los tres

Finalmente todos los recién llegados se había presentado, la manda más había guardado completo silencio durante ese momento. Mogura por su parte decidió ahorrarse por completo su presentación, no por qué esperase que la Arashikage recordase su nombre sino porque tenía la humildad de pensar de que no hacía diferencia alguna como se llamara. No por una misión de rango D.

Muy bien. Una misión para tres Genin. Aquí tenéis

Seguidamente dejó al alcance del grupo el pergamino de la misión. Sin querer hacerle perder mayor tiempo del necesario y con toda la intención de hacer las cosas bien y rápido, Mogura dio un paso adelante y tomó el rollo para luego hacer una formal reverencia. Procedió a dar un paso que lo dejara nuevamente en su lugar inicial y abrió el pergamino para que los tres pudiesen leerlo.

Encontrar y capturar un gato perdido, no debería ser demasiado complicado si esa información y el material que nos proporcionen es de calidad.

Pensaba el joven médico al terminar de leer el texto del pergamino al cabo de unos segundos. Al cabo de un momento, cuando le hubiese dado tiempo suficiente a los otros dos que estaban con él para leer lo que había que hacer, cerraría el pergamino y lo guardaría en su portaobjetos.

Una vez nos encontramos todos frente a la líder, pude visualizar el silencio y la atención que nos demostró cuando nos presentamos, y de forma directa, precisa y concisa respondió a la solicitud del trío.

No pude evitar sonreír al ver que todo fue tan fácil, simple y sencillo, sentí cierto alivio y me pude relajar, observe el pergamino cambiar de posición y quedar mucho más cerca del grupo. Miré de reojo a mis homólogos para saber quién iría al escritorio a recoger el pergamino, me disponía a mover mi cuerpo y acercarme aún más a Yui-Sama, pero al momento de hacerlo me detuve por instinto al percatarme de que Mogura se había adelantado, así que esperé paciente a su retorno que sería en unos breves segundos.

Mogura abrió el pergamino poniéndose entre Hazegawa y mi persona, así pude leer desde una posición no del todo cómoda, pero la idea para recibir el mensaje. Hice una señal de afirmación con la cabeza para dar a entender que había terminado de procesar el contenido.

-Gracias por confiarnos esta labor, no la defraudaremos.- Comenté para luego hacer la reverencia correspondiente. Luego me dirigí a mis compañeros. -Vamos.- Manifesté mientras abandonaba el despacho de la Arashikage.

A diferencia de su hermano el cual se mostraba bastante contento y satisfecho por la misión, la relativa sencillez con la que nos la habían asignado, pero Haze se sintió un poco decepcionado cuando alcanzo a leer lo que decía le pergamino, tanto tiempo en la academia para terminar rescatando gatos y cosas por el estilo, si bien no era de su agrado no diría nada, no quería liarla y mucho menos con la arashikage ahí detrás.

—Ya, nos vamos…— dijo llevándose ambas manos a la nuca, atravesando el umbral de la entrada para salir del despacho de la arashikage, llegando hasta el ascensor sin mediar palabra con el par hasta estar dentro del mismo.

— Esto será fácil— Dijo en voz alta, una vez estuvieron los tres dentro y cerca como para que le escucharan, tenía pensado usar su byakugan para zanjar el asunto quizás el gato andaría cerca del sitio, bueno si es que estaba vivo.
— Ya tengo un plan, ya veréis— Argumento, confianzudo como siempre mientras esperaba para descender.

(No tengo nada que añadir)

La misión no era nada espectacular, no iban a salvar el país ni rescatar a la Princesa dragón de las garras de su terrible padrastro, nada de eso. Iban a buscar un gato raro en las calles de la aldea, a ojos de Mogura eso sonaba perfecto. Se supone que de algún lado se empieza a crear una carrera como shinobi, a veces tienes que barrer las calles, otras veces puede que te envíen a limpiar una piscina, lo que sea.

Realizó una formal reverencia antes de dejar el despacho sin decir mucho más, para luego seguir a sus compañeros de misión.

Esto será fácil. Ya tengo un plan, ya veréis.

Comentó con bastante confianza el muchacho de ojos pálidos. En aquel instante el joven médico no tenía exactamente un as bajo la manga para encontrar un animal perdido en las calles de Amegakure, se le ocurrían cosas como buscar en lugares relativamente pequeños donde un gato pudiese refugiarse pero poco más, quería tener las instrucciones primero.

Hyuuga-san.

Llamó al sujeto en cuestión con un tono bastante calmado pero firme a la vez. Si todos estaban en el ascensor, presionaría entonces el botón para bajar a la recepción.

No me gusta dejar cabos sueltos, mucho menos en la primer misión que voy a realizar. ¿Podrías decirnos qué es lo que tienes en mente?

Pidió de la forma más amable que pudo en aquel momento y considerando el contexto, expresando su postura con respecto a la misión que iban a hacer. Ocultar algún detalle útil sería entorpecer el relativamente sencillo proceso de acción que había que ejecutar.

” A los gatos no les gusta el agua, así que no deben haber muchos lugares en donde se pueda esconder…” Pensé primeramente mientras me dirigía al ascensor.

Mi hermano se manifestó diciendo que tenía un plan y pude imaginar un poco por donde iban los tiros, le conocía y también su byakugan, teníamos bastante ventaja, bueno él, porque sí fuese una misión solo quizá no estaría tan aventajado…

Una vez dentro del ascensor Mogura apretó el botón adecuado y las puertas cerraron y el elevador comenzó a descender, di un último vistazo a las puertas de oro que eran muy llamativas y esperé paciente a que bajáramos, no obstante, el de ojos café se manifestó preguntando por aquel plan, así que dejé Haze le explicase, más que todo era para saber sí mi suposición era acertada, aunque estaba casi seguro de lo mismo.

-Mogura-san, a todas estas ahora que somos un equipo deberíamos conocer con qué tipo de habilidades contamos, ¿no?- Pregunté dirigiéndome al ojiblanco para buscar su apoyo.

-Yo por mi parte me especializo en iryoninjutsu, es en donde destaco más, por decirlo así, pienso que las habilidades que conozco no serán muy útiles en esta misión, pero ya veremos cuál es el lado positivo.- Expresé para que no tuviese que ser él quien comenzara. - Mi hermano pertenece al clan Hyuuga, no sé sí le conoces. Me tome la atribución de hablar un poco sobre Haze, sin embargo, no explique del todo sus habilidades, así como las mías.

- ¿Y tú?- Pregunté ya de forma directa, pondría atención para saber un poco más de él.

Cuando el ascensor volvió a abrir sus puertas fue el primero en salir y dirigirme a un paso no tan rápido a salida, no era mi intención dejarlos atrás sino más bien avanzar en grupo. -Por cierto, no conozco esa tienda, ustedes la han visto antes?-

Tras hacer una reverencia a la Kage marcho de vuelta al elevador por el que habían llegado, preguntándose cuantas veces tendría que venir a pedir misiones poco riesgosas como esa para que le asignaran algo de envergadura, pero por ahora se conformaba y camino hacia el elevador sin mayor problema.

Al llegar se fue al fondo, y de brazos cruzados escucho lo que tenía que decirle el otro sujeto con el cual conformaba equipo, le miro mientras este le comentaba su inquietud y asintió como muestra de que lo había escuchado.

— Pues es muy fácil, Mogura-san…— Dijo confianzudo, indicando con su dedo índice su ojo derecho— Usando mi Dojutsu, podremos encontrar a ese gato…lo que tengo planeado es usarlo, y que vosotros dos, vayáis tanteando los sitios que yo os indique, y será pan comido. — Dijo bajando la mano y metiéndola en el bolsillo.

Tras responder a mogura, observo a su hermano y negó con la cabeza— No, de hecho…ni siquiera sabía que existía tal tienda— Argumento esperando que abriera el elevador para echarse a caminar hacia la tienda, o al menos seguir a Keisuke que al tomar la delantera parecía saber donde estaba la tienda.

Seguid, no tengo nada que añadir.

Al final de vuestro próximo turno asumiré que ya estais viendo la tienda.

Mogura-san, a todas estas ahora que somos un equipo deberíamos conocer con qué tipo de habilidades contamos, ¿no?

Propuso Keisuke, seguidamente de que él lanzase su interrogante al Hyuuga para saber que clase de plan tenía en mente. Parecía que en aquel momento, el chico tenía mejor tacto para las cosas que Mogura.

Yo por mi parte me especializo en iryoninjutsu, es en donde destaco más, por decirlo así, pienso que las habilidades que conozco no serán muy útiles en esta misión, pero ya veremos cuál es el lado positivo. Mi hermano pertenece al clan Hyuuga, no sé sí le conoces.

De todas las posibles combinaciones de compañeros de equipo, le fueron a tocar un ninja especializado en el mismo campo que él y su pariente directo.

Curiosa coincidencia Inoue-san, también he dedicado gran parte de mi tiempo a estudiar Iryo-nin. Puede que las habilidades de un shinobi médico sean precisas para dar primeros auxilios al gato que buscamos.

Hizo una pequeña pausa y repasó en su mente lo que conocía de los Hyuuga.

Creo haber leído algo por ahí sobre su buena visión, poco más.

Contestó con sinceridad.

Seguidamente Hazegawa explico lo que tenía pensado hacer echando mano a los poderes particulares de los ojso de su clan. El joven médico de cabello azabache no pudo evitar sentir cierta curiosidad por ver la demostración de las habilidades del chico.

Puede que la misión este terminada antes de comenzar entonces.

Dijo en respuesta a las palabras del Hyuuga. Ante la pregunta de Keisuke simplemente se limitó a negar con un gesto de su cabeza. Nunca había pasado por ese lugar.

Eventualmente el ascensor llegaría a la recepción y el grupo de genin podría avanzar en dirección a su destino. Mogura por su parte se mantendría en silencio a menos que surgiese la ocasión de hacer algún comentario o tuviese que responder alguna pregunta del improvisado grupo.

¿Casualidad?¿Coincidencia? Quizás sí, quizás no, el punto era que ambos shinobis se especializaban en la misma rama y podría ser beneficioso desde cierto de punto de vista, por lo menos mi persona ya estaba pensando en tener una mejor relación con el castaño, después de todo podrían fundar unos buenos lazos de amistad y hasta entrenar juntos.

-Espero que encontremos al gato en óptimas condiciones y no malograrlo mientras lo capturamos, sino bueno tocará curarlo…- Mencioné para ambos.

Pude escuchar la respuesta breve de mi homologo, quien al parecer sabía poco sobre el clan Hyuuga, sería ya cuestión de mi hermano si le decía un poco más sobre sus habilidades o no, después de todo ellos son muy celosos con la información sobre sus técnicas.

-No cantemos victoria antes de tiempo, no es bueno subestimar al rival.- Respondí al comentario de Mogura. Los felinos eran bastante hábiles, aunque podría ser que este estuviera un poco pasado de peso y facilitarnos el trabajo, era cuestión de esperar.

Sin mucho que decir salí del edificio y me dirigí al distrito comercial, una vez ahí sería cuestión de preguntar el punto exacto a llegar.

- Oye Mogura, tú y yo podríamos entrenar juntos, ya sabes sobre el iryonin.- Tome la iniciativa y lance mi propuesta mientras caminábamos hacia nuestro destino.