Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
No hubo respuesta. Se notaba que aquel tipo era alguien de pocas palabras, pero ciertamente parecía que se le habían acabado, en su lugar mostró algo que nunca antes había visto. Todo su cuerpo estaba envuelto en un chakra rojizo y violento, del cual en su superficie emergían unas burbujas extrañas. Aquel fue uno de aquellos momentos en los que uno sabe que está acorralado y jodido, mirando directamente a la muerte y sabiendo que no hay opción para triunfar.
De hecho, fue la propia muerte la que me dio un golpe en toda la frente, un golpe que no vi venir, el cual vino en forma de onda de choque.
— ¿Entiendes ahora tu error? No puedes pelear lo inevitable.
— ¿Mi error?
Yo no lo hubiese calificado de error, pero ciertamente estaba jodido y, pro si eso fuera poco, estaba herido. Pero cuando acorralas a un perro herido, a veces provocas un instinto de supervivencia, ese último aliento salvaje e indomable. A veces resulta en vano, otras no, pero lo cierto es que aquella sensación fue despertado en mi cuerpo. No tenía escapatoria y mi única baza de salir vivo era la de luchar y salir victorioso. Tuve mi oportunidad de dejarle escapar, pero ya era demasiado tarde para ello.
Sus ojos se clavaron en mí, pude percatarme. La decisión estaba tomada, ya solo quedaba rezarle a todos los dioses conocidos y por conocer para que todo saliera bien.
El sello del carnero y entonces, ¡pluf! desaparecí ante la vista ordinaria para aparecer a su lado, ninjato en mano, la cual chisporroteaba con violencia para lanzar un potente tajo directamente al cuello de aquel desgraciado.
— ¡¿Mi error?!
Estado de Yotita
• PV:
45/200
–
-35
–
• CK:
65/240
–
-26
–
Sunshin: 5/5 turnos
–
Fuerza: 40
Resistencia: 40
Aguante: 40
Agilidad: 60
Destreza: 50
Poder: 60
Inteligencia: 40
Carisma: 20
Voluntad: 40
Percepción: 50
Portaobjetos [Muslo derecho][9/10]
Hilo shinobi (30 metros)
Kemuridama x1
Hikaridama x1
Pack de 5 cascabeles
Sello explosivo clase C x1
Shuriken x2 (8 PV/corte superficial, 12 PV/corte e impacto directo)
Esposas supresoras de chakra
Juego de ganzúas
Kumo no Kaori
Fuuma Shuriken x0 25 PV/corte superficial, 40 PV/corte, 65 PV/impacto(En el cinto por el costado izquierdo)
Ninjato (15 PV/golpe con mango o vaina, 20 PV/corte superficial, 30 PV/corte, 40 PV/penetración)(en horizontal en la parte trasera del cinto)
¤ Shunshin no Jutsu ¤ Técnica del Parpadeo Corporal - Tipo: Apoyo - Rango: D - Requisitos:Ninjutsu 40 - Gastos: 14 CK/20 metros (multiplicable) - Daños: - - Efectos adicionales:
Esta técnica no podrá volver a ser utilizada en 5 turnos
(Aguante 80) Esta técnica no podrá volver a ser utilizada en 3 turnos
- Sellos: Carnero/una mano - Velocidad: Instantánea
Permite al usuario reforzar las capacidades corporales momentáneamente y realizar varios pasos e impulsos a velociades sobrehumanas. El ejecutor siempre se mueve en línea recta, ya sea por tierra o desde tierra hacia una elevación, siendo necesario en este último caso que haya un lugar donde apoyar los pies al final del recorrido. Como mínimo, el shinobi o kunoichi necesitará un apoyo por cada multiplicable. No pueden atravesarse técnicas ni otros obstáculos como armas o incluso otras personas. Si se utiliza para atacar por sorpresa, el oponente siempre sentirá al usuario antes de que aparezca debido a que la técnica mueve una gran cantidad de aire.
Los ninjas de las Tres Grandes son capaces de añadir pequeños elementos decorativos para llamar la atención de un observador al tiempo que desaparece de su vista. En Uzushiogakure, el usuario deja tras de sí pétalos de cerezo. En Kusagakure, hojas mecidas por el viento. En Amegakure, una suave neblina.
¤ Raiton: Chakura Nagare no Jutsu ¤ Elemento Rayo: Técnica del Flujo del Chakra - Tipo: Apoyo - Rango: D - Requisitos:Raiton 15 - Gastos:
6 CK (divide regeneración de chakra)
(Raiton 30) (multiplicable x2)
- Daños: Daño del arma + 10 PV - Efectos adicionales:
Multiplicado, hace que un arma de filo cuerpo a cuerpo sea capaz de cortar a cualquier otra.
(Raiton 40) La versión sin multiplicar puede usarse con armas a distancia.
Una de las ventajas del elemento Raiton es que puede ser conducido a través de las espadas y demás armas cuerpo a cuerpo para aumentar su capacidad de corte. Aunque tarda un poco en hacer efecto, si durante un choque de armas el oponente no se aparta, el filo del arma del ejecutor de la técnica acabará cortando por la mitad al filo de su contrincante. Por cada golpe, para mantener activo el flujo de chakra, el usuario debe volver a pagar el coste.
De nuevo, de la forma más agresiva que se podía reaccionar fue como reaccionó el kusajin. Lanzándose de nuevo al ataque. Esta vez con una técnica de movimiento instantáneo, ni siquiera él, general de un dios, podía anticiparse al movimiento instantáneo y esquivar el ataque. Claro que, siendo el general de un dios, ¿para qué esquivar?
Marrow movió mano directa a la hoja de la espada de Yota, aún con el filo cubierto por electricidad. La Ninjato tuvo que atravesar un par de dagas de hueso y el chakra espeso de Kurama para llegar hasta Marrow, pero lo conseguiría y él la estaría esperando. La agarró, aceptando el corte y las chispitas que quedaban en ella.
— Tu falta de visión es tu condena.
Con su mano libre, agarró la mano de Yota que sujetaba la empuñadura de la espada.. El kusajin sentiría el calor del chakra del Kyubi antes de sentir el de su propia sangre. Dos dagas nacían de la mano de Marrow buscando el dedo corazón de Yota en sentidos opuestos, clavandose sin piedad y cercenando la carne sin apenas esfuerzo y llegando hasta su propio hueso.
Lo sentiría, lo sabría, cualquier movimiento brusco haría que el dedo no siguiese al resto del cuerpo, tal y como Marrow le tenía sujeto. Y justo entonces vería por encima del hombro del Kaguya, la cola rojiza y burbujeante del único y verdadero señor de Onindo, Kurama, acercarse a toda velocidad para rematarle.
Esa era la mano y él era la mosca a punto de ser aplastada.
40/270
–
-30
–
45/200
–
+10
–
155/200
–
-24
–
Daños causados: 12 PV por quemadura, 20 PV por dagas y 25 PV por coletazo.
Explicacion de daños recibidos: Último turno del veneno +10 PV + 50 PV corte de ninjato electrificada - 20 PV de las dagas - 10 PV de la capa de chakra.
¤ Yanagi no Mai ¤ Danza del Sauce - Tipo: Ofensivo (cortante) - Rango: S - Requisitos:Kaguya 10 - Gastos:
6 CK por hoja hueso (máximo 2) (divide regeneración de chakra)
(Kaguya 20) (máximo 4)
(Kaguya 30) (máximo 6)
(Kaguya 40) (máximo 8)
- Daños: 10 PV por hueso - Efectos adicionales: - - Carga: 1 - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones: Las hojas de hueso miden hasta 20 centímetros de largo
La primera de las cinco danzas del clan Kaguya. Para realizar esta técnica, el usuario hace crecer al mismo tiempo varias hojas de hueso afiladas desde cada una de las articulaciones de su cuerpo para utilizarlas como armas. Esta técnica recibe su nombre inspirado por un sauce sacudido por el viento, eludiendo y bloqueando los ataques para después contraatacar. Sin embargo, al contrario que los sauces,los huesos endurecidos apuñalan y dañan el cuerpo de la víctima.
Como arma primaria se encuentran los dos huesos que salen desde las palmas de sus manos, pero, con una mayor maestría, el usuario también puede utilizar huesos secundarios que crecen desde sus rodillas, hombros y codos. Esta danza es increíblemente acrobática, usando giros, cargas y largos tajos profundos para hacer los golpes más efectivos y para evadir los ataques del oponente.
¤ Capa de Chakra (Versión 1) - Tipo: Apoyo, Ofensivo - Requisitos: Ninguno - Gastos: 21 CK por onda de chakra - Daños:
12 PV por quemadura
25 PV por coletazo
35 PV por onda de chakra
- Efectos adicionales:
El CK del bijuu accesible del usuario regenerará si no se usa chakra del bijuu
+12 a Fuerza, Resistencia, Aguante, Agilidad y Poder
Defensa de 10 PV
-10 PV/turno en caso de no controlar al bijū
- Velocidad: Muy rápida (onda de choque) - Alcance y dimensiones: -
La primera capa de chakra forma un denso velo de energía alrededor del jinchūriki. Esta capa, similar en apariencia a un líquido en ebullición, es burbujeante y de color rojo anaranjado y dota al jinchūriki de una cierta protección física. Los cambios físicos que son experimentados son más pronunciados que durante el Aspecto de Bijū, pero además se forman las orejas encima de su cabeza y de una hasta nueve colas tras el final de su espalda a partir de la capa de chakra y con las que son capaces de interactuar con el entorno.
Para los jinchūriki que no han aprendido a controlar a sus bijū, el chakra de la bestia tenderá a ser perjudicial: experimentará un proceso de corrosión en su propio cuerpo que finalmente podría terminar dañándolo con un uso prolongado. Esto también se aplica a aquellos que entren en contacto con ellos.
Esta capa de chakra suele adquirirse por un creciente estado de rabia, tensión, estrés o peligro, cuando el sello que contiene al bijū se debilita y en consecuencia deja al jinchūriki en un estado de menor control sobre su propio cuerpo con cada cola liberada. Aunque no se ha observado que los jinchūriki lleguen a perder por completo el control en este estado, sí es cierto que se vuelven más salvajes y agresivos.
En el caso del jinchuuriki del Kyuubi, si no ha controlado a su bijuu, normalmente este estado presenta de una a tres colas. La cuarta puede ir emergiendo poco a poco. Si llega a emerger por completo, alcanza lo que se conoce como Versión 2 y pierde el control.
23/07/2020, 11:24 (Última modificación: 23/07/2020, 11:25 por Sasagani Yota.
Razón: Error en gastos
)
No dejaba de golpearme con esa pared. De nuevo, todo parecía salir tal y como lo dibujé en mi mente. Pero aquel tipo era diferente a algo normal, ni siquiera mostró sorpresa cuando vio como el filo de mi ninjato iba directo a su cuerpo, en su lugar se interpuso, tratando de paliar sus efectos. Se me acababan las opciones de salir con vida, salir victorioso ya era una auténtica utopía.
Fue entonces cuando empezó la ofensiva del General de Kurama. Aquel chakra violento abrazo mi mano para luego clavar dos pues de hueso sobre mi dedo corazón, provocando un dolor importante, así como una sensación de quemadura intensa, ¿qué coño era ese chakra?
— ¡Aaah, mierda!
Pero por mucho que maldijera, la situación no iba a ser distinta. Aquel cabrón me había atado por el dedo y ahora me observaba como quien observa a un insecto molesto y, detrás de su cabeza se alzaba un brazo de chakra puro.
«No no no noooo»
Me negaba protagonizar aquel final, tenía que haber una salida, entonces miré el dedo una vez más. Solo había un modo de salir de allí con vida. Tenía que aceptar los caprichos del destino y realizar un sacrificio necesario para ganarme el don de la vida. Tome aire, suspiré, cerré los ojos una última vez y...
— AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH
Me moví con el máximo de fuerzas posibles y pude sentir como la carne del dedo se separaba, incluso pude sentir y oír el crujir de la falange que todavía unía aquella parte con el resto de mi cuerpo, la sangre brotar... Ahora debía ponerme a salvo lo antes posible, así que busqué rápidamente la salida hacia el exterior y rapidito.
«Necesito un puto médico, joder»
Estado de Yotita
• PV:
13/200
–
-32
–
• CK:
85/240
–
+20
–
Sunshin: 4/5 turnos restantes
–
Fuerza: 40
Resistencia: 40
Aguante: 40
Agilidad: 60
Destreza: 50
Poder: 60
Inteligencia: 40
Carisma: 20
Voluntad: 40
Percepción: 50
Portaobjetos [Muslo derecho][9/10]
Hilo shinobi (30 metros)
Kemuridama x1
Hikaridama x1
Pack de 5 cascabeles
Sello explosivo clase C x1
Shuriken x2 (8 PV/corte superficial, 12 PV/corte e impacto directo)
Esposas supresoras de chakra
Juego de ganzúas
Kumo no Kaori
Fuuma Shuriken x0 25 PV/corte superficial, 40 PV/corte, 65 PV/impacto(En el cinto por el costado izquierdo)
La puerta metalica se desencajó, cayendo sobre el cadaver del secretario con poca o ninguna delicadeza. Tras ella apareció un mastodonte de hombre que tuvo que agachar un centimetro la cabeza para caber por el hueco donde antes estaba la puerta.
— ¿¡Qué está pasando aquí!? ¡Yota-kun! — llamó preocupado mientras se acercaba al ahora civil dando enormes zancadas.
Marrow se había distraído por la intrusión y ahora su mosca estaba revoloteando libre, aunque con una pata menos. Mientras se guardaba el dedo amputado de Yota dentro de la capa, apuntaba con la otra a la espalda del shinobi que intentaba huir. Un total de cinco proyectiles salió de su mano, uno de la punta de cada dedo.
— ¡NO!
Un ninja más versado en el Ninjutsu podría haber hecho un muro de tierra tras Yota para protegerle, un ninja más fuerte podría haber cambiado su posición por la de Yota, un ninja más diestro podría haber interceptado los proyectiles con otros proyectiles. Senju Shiten no era nada de eso. No había sido diestro en su vida, el chakra era algo que se le escapaba, como tantas otras cosas. Entonces, ¿qué era Shiten? Era un cabezota de tomo y lomo. Una persona capaz de ir de frente a los problemas sin pensar, una persona que antes de sopesar las opciones ya ha actuado.
Solo ver a Yota herido corriendo hacia él, su cuerpo ya había empezado a moverse y en cuanto su shinobi, su hermano de armas, estuvo al alcance de su mano lo agarró y lo apartó para interponerse entre él y aquella extraña criatura de chakra. El pecho de Shiten recibió los proyectiles como si de piedrecitas se tratara, golpearon y cayeron, seguramente más adelante le dejarían un buen moratón. Ahora mismo, Marrow solo pudo chasquear la lengua molesto.
— Yota-kun. — repitió Marrow dedicandole una mirada al herido y ahora bruscamente apartado Yota.
En cuanto lo miró, una enorme pierna se interpuso entre sus ojos y su victima. Alzó la mirada para mirar al recien llegado. Senju Shiten, jounin retirado, la resistencia de una piedra y el poder... también de una piedra por lo que Marrow podía sentir. Ya sabía que iba a estar ahí y también sabía que podría haber acabado con él llegado a ese extremo. Pero ya no. Ahora ya no podía completar su misión, no podía derrotar a Shiten y aún menos sin que nadie se percatara de ello.
Sacó un shuriken y lo lanzó haciendo una parábola lateral, si Shiten no se movía, el shuriken le rodearía y se clavaría en el exgenin, puede que incluso rematandole. Obviamente, el jounin dio un paso lateral y alargó la mano para detener la estrella ninja con su brazo, pero aquello no era más que una distracción. Para cuando volviese a buscar a Marrow con la mirada, éste ya estaría en las enormes puertas por donde entraban los trenes, justo la que había abierto el clon de Yota para irse. Tras un último contacto visual con Shiten, Marrow desapareció.
Ambos sabían que si se arriesgaba a seguirle, podían acabar tanto él como Yota muertos. Tras unos segundos de confirmación, Shiten se giró a su subordinado. No era el momento de hablar. No mientras no paraba de salir sangre de donde antes salía el dedo del exgenin.
— ¡Vamos! Hay un profesional de primeros auxilios en la estación, no sabe ninjutsu médico pero podrá estabilizarte.
Intentaría ayudarle a moverse sin ser demasiado brusco, bastante lo había sido al apartarle ya. Por suerte para todos, Yota tenía las piernas sin un rasguño, perfectas para andar. Tenía un corte que le cubría el pecho en diagonal, varias costillas rotas como si hubiese recibido un cañonazo y le faltaba un dedo de la mano, pero las piernas intactas.
Tras la puerta que acababa de ser derribada acababa de aparecer mi conductor hasta la vida, ni más ni menos que Senju Shiten. Nada podía hacerme más feliz que contra con el apoyo de aquel fortachón en aquellos momentos.
— Oh, joder, Shiten...
Ni siquiera pude darle las gracias que ya me había tomado de la mano y me arrojó. Tuve que mirar hacía atrás para ver el por qué, aunque era de imaginar. El puto general ese seguía allí, buscando el modo de acabar conmigo, pero como le dije antes era un hijo de puta difícil de roer, más aún si contaba con el inestimable apoyo de Shiten, quién detuvo los proyectiles que había lanzado aquel tipo con su cuerpo.
«Joder»
Una nueva mirada de aquel cabrón me fulminó cuando nuestras miradas se cruzaron una nueva ocasión. Volvió a atacar, aprovechando que estaba indefenso en el suelo.
— ¡NO!
De nuevo, Shiten usó su cuerpo para detener el avance de aquel shuriken.
— Yota-kun.
Para cuando quisimos darnos cuenta, el agresor ya se había largado.
— Joder, gracias. te debo una, Shiten —dije, todavía desde el suelo y entre quejidos.— Al menos he conseguido joderle su misión
Se me escapó una risa, como si me autootorgase la victoria momentanea, pero entonces, después del bajón de adrenalina y del propio movimiento de la risa, las costillas me dieron unas dolorosas punzadas que hicieron que los quejidos volvieran. Estaban rotas y, ahora que veía mi mano, el cabrón se llevó el dedo.
— ¡Vamos! Hay un profesional de primeros auxilios en la estación, no sabe ninjutsu médico pero podrá estabilizarte.
Aunque me jodiese reconocerlo, necesitaba de atención médica urgente. Ya no por las costillas, sino porque había que tratar el hueco que había dejado la amputación de dedo. Así que me levanté a duras penas mientras seguía dándole vueltas a una cosa.
— Escucha, ¿qué cojones buscaría ese hijo de puta aquí? ¿acaso hay algo de gran valor aquí, escondido?
— Joder, gracias. te debo una, Shiten. Al menos he conseguido joderle su misión
— Creo que todos te debemos una a ti, Yota-kun. ¿Cual era su misión? ¿Qué quería?
Le preguntó mientras recorrían los pasillos de la estación en busca de la enfermería. Shiten dedicaba una de cada dos miradas al cuerpo del rubio, al dedo que le faltaba y al resto de heridas que tenía, con preocupación y rabia.
— Escucha, ¿qué cojones buscaría ese hijo de puta aquí? ¿acaso hay algo de gran valor aquí, escondido?
— ¿De valor? ¿Aquí? Si te ha dicho que buscaba algo de valor, te ha mentido como un bellaco, Yota-kun. Esto es una estación de trenes. Hay trenes.
La lógica apoyaba a Shiten. No tardarían en llegar a la enfermería, sobre todo porque el jounin iba apretando la marcha cada vez que podía, prácticamente llevando a Yota en volandas si fuese necesario. Shiten abrió la puerta como había abierto la del almacen, sin controlarse.
Sin embargo, al otro lado no había ningún general de Kurama, si no una mujer agachada sobre el tobillo de un niño, mientras lo vendaba. Ambos botaron al oír la puerta abrirse de golpe. La médica iba embutida en su bata blanca habitual, con el cabello negro recogido en dos moños, uno a cada lado de la cabeza. Era bajita y regordeta. Sus ojos de un azul eléctrico miraron a Shiten de mala manera, sin duda, no deseándole una larga vida.
— ¡¿Se puede saber que co... — miró de reojo al niño rubio que estaba sobre la camilla de la enfermeria. — colinas te pasa?! ¡¿Puedes probar a abrir las puertas como un ser humano?!
— ¡Naoki-chan! Necesit...
— Ni Naoki-chan ni host... — volvió a mirar de reojo al niño. — hostales. Disculpate y luego ya hablamos.
Se acercó sin amilanarse a Shiten, que si no hubiese sido una situación de máxima urgencia, incluso hubiese tenido que recular ante la actitud de la mujer. Le clavó un dedo en el pecho desnudo de Shiten, sin amilanarse ni un poco.
— ¿No habrás venido por estos moratones de nada? ¡No te vas a morir, Shiten! No seas flojo.
Solo entonces se percató de la presencia de Yota, y de la no presencia del dedo del joven.
— ¿¡Pero qué co... colorines!? ¡Tú, me estás sangrando todo el suelo! Ves a la camilla. Shiten, coge al niño y llevatelo fuera, su madre ha ido al baño, creo que más por dejar de oirle lloriquear que por necesidad. Esperaos en la puerta. Joder, ¡¿cómo coño has perdido un dedo entero?!
A tomar por culo el ambiente libre de palabras mal sonantes. La mujer cogió a Yota, que no estaba para resistirse, y lo llevó a la camilla, mientras con la otra mano quitaba al niño de la camilla, ya con el tobillo vendado y se lo pasaba a Shiten.
La habitación era enana. Una pared entera eran estanterias y cajones hasta arriba de cosas de médicos, la contraria era donde estaba la camilla, cubierta por un papel especial para que no se manchase de sangre. La pared del fondo, entre estanterias y camilla, había un pequeño escritorio y una silla para la médica.
— Tumbate y dame la mano, después te miraré el pecho. Te diría que no te durmieses, pero voy a tener que lavar y desinfectar el boquete donde debería haber un dedo, así que, te va a doler. — informó sonriente, como si fuese navidad.
La puerta se cerró y Shiten se quedó fuera con el niño llorica y medio cojo. Mientras que Yota se quedaba dentro de la enfermeria con esa mujer que disfrutaba lavando y desinfectando la herida del rubio.
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24/07/2020, 19:13 (Última modificación: 24/07/2020, 19:30 por Sasagani Yota. Editado 1 vez en total.)
— Creo que todos te debemos una a ti, Yota-kun. ¿Cual era su misión? ¿Qué quería?
Sonreí, pero entonces recibí otra punzada en las costillas. A medida que pasaba el tiempo e iba entrando en un estado de reposo, el dolor aumentaba.
— ¿De valor? ¿Aquí? Si te ha dicho que buscaba algo de valor, te ha mentido como un bellaco, Yota-kun. Esto es una estación de trenes. Hay trenes.
— Solo hice lo que habría hecho cualquier kusajin, Shiten. Sobre las intenciones del tipo, no sé lo que buscaba, no me lo dijo, por eso te he preguntado si había algo de valor. Tampoco es que sepamos qué buscan los bijūs, así que... Solo sé que se cargó a ese tipo a sangre fría y se quedó su dedo
Poco después optó por quedarse con el mío, pero esa parte ya se la sabía el bueno de Shiten. Y yo lo que necesitaba era un poco de descanso, por eso estábamos cruzando aquel pasillo en busca de la ayuda médica que tanto necesitaba.
Al llegar, el Senju arrojó la puerta como el que le da una patada a una piedra para apartarla del camino, derribandola y desvelando la figura de una mujer rechoncha y un niño que había tenido algún problema con uno de sus tobillos. Empezó un juego de reproches entre Shiten y aquella mujer que parecía tener un temperamento a tener en cuenta. Yo, por mi parte, empezaba a sentir como si las cosas se movieran por si solas, quizás era por toda la sangre perdida.
— ¿¡Pero qué co... colorines!? ¡Tú, me estás sangrando todo el suelo! Ves a la camilla. Shiten, coge al niño y llevatelo fuera, su madre ha ido al baño, creo que más por dejar de oirle lloriquear que por necesidad. Esperaos en la puerta. Joder, ¡¿cómo coño has perdido un dedo entero?!
— ¿Qué le ha pasado al niño? — dije con cierta curiosidad.
Tras ello, hice caso y empecé a moverme hasta la camilla, sentí como la mujer me ayudaba con aquella tarea. Y emnos mal, porque con tanto tambalearme, dudaba que pudiese llegar hasta ella por mi propio pie.
— Tumbate y dame la mano, después te miraré el pecho. Te diría que no te durmieses, pero voy a tener que lavar y desinfectar el boquete donde debería haber un dedo, así que, te va a doler.
— No por mucho si no arreglamos esto. — apoyó con cautela la mano sobre una pequeña mesilla metálica, se alejó un par de segundos para volver con un montón de cachivaches. — Intenta estarte quietecito.
Y no importaba si Yota lo intentaba o no. En cuanto la médica empezara su tratamiento, fuese cual fuese, el rubio lloraría. Había tenido muchas heridas a lo largo de su vida shinobi, y se había curado varias veces en hospitales o enfermerias. Pero pronto entendería que era un pelin diferente un corte en el brazo que la amputación de un dedo. El dolor le dejaría totalmente fuera de sí. Más que fuera de sí, le dejaría fuera de todo el País del Bosque, le llevaría directo al infierno.
Cuando volviese en sí, para él habían sido unos minutos, pero habían pasado horas. Seguiría sobre la misma camilla, con su misma camiseta hecha trizas por el combate, sin embargo, no se sentiría tan hecho mierda. Tenía la mano vendada, especialmente la zona donde debería estar su dedo, lo mismo para el pecho, justo donde le había dado el hueso con forma de bala de cañon. El corte apenas era visible.
Shiten, que estaba al lado de su camilla y era la causa de que se hubiese despertado, le contó que habían mandado un ninja médico de la villa de inmediato y que las noticias de su encuentro ya habían llegado a Kusagakure y probablemente a Kintsugi en el valle. El Senju lo acompañaría a la villa y sus nuevas ordenes para Yota eran descansar hasta que la Morikage volviese y reclamase su presencia.
Shiten le pasó la información que le había dado el ninja médico antes de volver a la villa. Le había dicho que era posible reconectarle el dedo, si tuvieran el dedo. Pero como no lo tenían no había nada que él pudiese hacer ahora. Quedaba en las manos de Yota buscar una solución satisfactoria.
En cuanto el rubio estuviese preparado, emprenderían el camino de vuelta.
¤ Dedo corazón de la mano izquierda mutilado (otorga 1 punto)
El poseedor de este defecto ha perdido un dedo importante de su mano hábil. La principal desventaja es que el ninja pierde la capacidad de realizar sellos a dos manos hasta que no pasen seis meses desde la adquisición del defecto y tenga una Destreza igual o superior a 60 y a una mano con la mano afectada con una Destreza igual o superior a 80.
Además, también se ve afectada la capacidad del usuario para empuñar armas. Todos los requisitos a una mano con la mano afectada aumentan en 10 para todos los atributos que requiera el arma. Cualquier comparativa de Destreza resultante en empate será considerada derrota para el usuario si la mano afectada está involucrada.
Este defecto se invalida si se encuentra un sustituto aceptable y funcional para el dedo perdido.
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