2/02/2020, 18:34
El desgraciadito que estaba allí tendido, vería como su salvoconducto, el instrumento con el que salvar a su amada, se esfumaba como un caramelo en la puerta de una academia. Tanto Uchiha Akame como Umikiba Kaido antes de irse me desearon suerte e, incluso, el de Amageakure quiso mandar un saludo a mis propios camaradas. Alcé el pulgar.
— ¡Cómo no! Buen viaje de regreso a Uzushiogakure y Amegakure, chicos
— ¡Nos vemos!
La araña que hacía un rato que no abría la boca desde su privilegiada posición, encima de mi cabeza, volvió a abrir sus fauces para despedirse también de aquellos dos tipos. Yo no tardaría tampoco en abandonar aquel lugar y regresar a casa. Pero antes me ocuparía de aquel chico y me aseguraría de que no fuese pidiendo por ahí según qué a shinobis extranjeros y menos aún si tenían la puta cara quemada.
— ¡Cómo no! Buen viaje de regreso a Uzushiogakure y Amegakure, chicos
— ¡Nos vemos!
La araña que hacía un rato que no abría la boca desde su privilegiada posición, encima de mi cabeza, volvió a abrir sus fauces para despedirse también de aquellos dos tipos. Yo no tardaría tampoco en abandonar aquel lugar y regresar a casa. Pero antes me ocuparía de aquel chico y me aseguraría de que no fuese pidiendo por ahí según qué a shinobis extranjeros y menos aún si tenían la puta cara quemada.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa