18/05/2020, 02:28
El golpe de cara al suelo dejó al Uchiha confuso por un instante, tiempo que el Inuzuka aprovechó para darle un abrazo de manera rápida y eficaz. El mismo hecho del abrazo, o quizás el contacto piel con piel, despertó un enreversado y famélico instinto en el de orbes rojizos, y terminó por morderle la orea al Inuzuka.
Si.
Acababa de morderle la puta oreja.
Como si fuese una hiena o algo.
A un Inuzuka.
Ésto no tenía ni pies ni cabeza, era el mundo al revés. Tan solo faltaba que se sacase la churra y mease en público, o quizás en una caja de arena, como un gato... ese Uchiha era un puto animal, más bien sacado de un zoo abandonado que de una academia militar. Era incomprensible que ostentase encima el rango de jönin. Viendo cómo era... ¿qué clase de líder tenían?
Uzushioakure debía ser un puto circo, con payasos de todos los colores.
—¡TSK! —chasqueó la lengua el Inuzuka en lo que trataba de aguantar.
Pero aguantar una mierda, si se creía que podía permitirse el lujo de morder a un Inuzuka, debía estar soñando despierto. Con las mismas, en lo que trataba de levantar a Datsue, le propinó un mordisco que jamás olvidaría. Le haría gritar, pero no solo eso, si no que también le dejaría una marca en el cuello que difícilmente borraría. Quizás sus ojos molasen más que los de cualquier otra persona, pero los dientes de un Inuzuka tenían el mismo privilegio en la misma cuestión.
«¡A TU PADRE VAS A MORDER! ¡SOPLA...»
Pero ni llegó a terminar sus pensamientos, sin haberse dado cuenta de ese punto flaco, el Uchiha había aprovechado el forcejeo para elaborar algún tipo de estratagema. Lo único que el Inuzuka pudo sentir fue una gran presión entre el costado y la espalda, como si un globo se estallase contra él y liberase una dantesca presión...
Todo se volvió oscuro...
Más oscuro que el culo de un Nara...
Si.
Acababa de morderle la puta oreja.
Como si fuese una hiena o algo.
A un Inuzuka.
Ésto no tenía ni pies ni cabeza, era el mundo al revés. Tan solo faltaba que se sacase la churra y mease en público, o quizás en una caja de arena, como un gato... ese Uchiha era un puto animal, más bien sacado de un zoo abandonado que de una academia militar. Era incomprensible que ostentase encima el rango de jönin. Viendo cómo era... ¿qué clase de líder tenían?
Uzushioakure debía ser un puto circo, con payasos de todos los colores.
—¡TSK! —chasqueó la lengua el Inuzuka en lo que trataba de aguantar.
Pero aguantar una mierda, si se creía que podía permitirse el lujo de morder a un Inuzuka, debía estar soñando despierto. Con las mismas, en lo que trataba de levantar a Datsue, le propinó un mordisco que jamás olvidaría. Le haría gritar, pero no solo eso, si no que también le dejaría una marca en el cuello que difícilmente borraría. Quizás sus ojos molasen más que los de cualquier otra persona, pero los dientes de un Inuzuka tenían el mismo privilegio en la misma cuestión.
«¡A TU PADRE VAS A MORDER! ¡SOPLA...»
Pero ni llegó a terminar sus pensamientos, sin haberse dado cuenta de ese punto flaco, el Uchiha había aprovechado el forcejeo para elaborar algún tipo de estratagema. Lo único que el Inuzuka pudo sentir fue una gran presión entre el costado y la espalda, como si un globo se estallase contra él y liberase una dantesca presión...
Todo se volvió oscuro...
Más oscuro que el culo de un Nara...
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~