Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Las afueras de una humilde aldea llamada Kushiro. Cuatro figuras distintas se encontraron allí, al anochecer, por una extraña broma del destino. Habían estado viajando hasta ese lugar dejado de la mano de dios, y resultó que llegaron a su destino justo cuando caía la noche, y justo al mismo tiempo.
El ambiente estaba tranquilo. O quizás una manera más adecuada de describirlo sería inmóvil. Antinaturalmente inmóvil. No se podía escuchar el sonido de un solo insecto nocturno u de otros animales. No obstante, habían faroles encendidos a lo largo de la calle principal -la única calle de la aldea, cabe decir-; alguien había tenido que prenderlos en algún momento. Más allá de eso no se observaba movimiento alguno en la aldea, ni en el exterior ni proveniente del interior de las varias casas que se presentaban enfiladas una tras otra a ambos extremos del camino que hacía de vía principal.
Cualquiera diría que se trataba de un tétrico villorrio abandonado. Aunque por otra parte, si uno se paraba a reflexionar sobre ello no era muy difícil alcanzar la conclusión de que no era tan extraño; después de todo, eran campesinos, los cuales se levantaban muy pronto y se acostaban tempranamente también. Era perfectamente posible que toda la aldea hubiera apagado las luces ya.
Los cuatro sujetos, cuatro jóvenes, tres chicos y una chica, estaban allí por un motivo que todos tenían en común: deseaban investigar los extraños rumores que circulaban últimamente respecto a Kushiro. ¿Por qué? Eso solo lo sabía cada uno de ellos. Quizás en tal de amasar fama, ganas de aventura o simple aburrimiento; quizás por algo completamente distinto.
Buena suerte a todos
El orden de turnos será por orden de llegada. Es decir, si postea primero Reika, luego Yota, Ashito y finalmente Toshio, los turnos se quedarían así: Masterización (yo), Reika, Yota, Ashito, Toshio. Esto es un ejemplo, claro.
Bueno, como ya he narrado en el post, sois cuatro personas que os habéis encontrado allí para lo mismo. Podéis aprovechar los primeros turnos para conoceros, narrar porqué os habéis decidido a investigar (si queréis, no pasa nada porque vuestro personaje se guarde sus motivos indefinidamente), poneros de acuerdo, etc. Tampoco tengo problema en que narréis que habéis viajado juntos desde el primer momento y ya os pusistéis de acuerdo previamente (especialmente los dos de Kusa, que tienen excusa para ello sin tener que calentarse mucho el tarro xD). En definitiva, haced lo que queráis antes de internaros en Kushiro.
Su camino a Kusagakure fue más largo de lo que creyó, no pensó que se tardaría tanto, pero así fue, después de cruzar la frontera entre el país del Remolino y el país de la Hierva continuo su camino hacia el noreste, como había leído, lo extraño fue que luego de una semana de camino, el relieve del terreno se modificó en gran manera, y su entorno cambio drásticamente, había montañas y ríos por todos lados.
Se detuvo en varios pueblos para conseguir alimentos, y cuanto más se adentraba en las montañas más escuchaba de ese rumor, no hablo con nadie para informarse mejor, pero si lo escucho varias veces sin querer, una mujer desnutrida y al borde de la locura que aseguraba que el pueblo había sido tomado por hombres de moños o algo parecido, no es que fuera un héroe o algo parecido, pero el pueblo se encontraba hacia el noreste y supuestamente Kusagakure también, le quedaba de paso.
Notsuba, era el lugar en donde ahora se encontraba, un lugar muy hermoso ubicado en la sima de un risco rodeado por un enorme valle verde, aparentemente era una ciudad dedicada al ocio.
<<Cuanto tiempo más tendré que caminar para llegar a Kusa, ya casi paso un mes desde que salí de Uzushio, el cartel decía que llegaría a Kusagakure yendo hacia el noreste desde el puente Kannabi, ahh…tendré que empezar a pedir indicaciones>>
Al adentrase en la ciudad, lo primero que hizo fue ir a comer, claro después de tanto camino tendría que reponer energía, entro en el primer local de comidas que encontró y arrasó con todo lo que le pusieron sobre la mesa, antes de retirarse decidió pedir indicaciones a la camarera que lo atendió, una mujer veinteañera no muy alta, pero con un uniforme muy sugerente que dejaba ver más de lo que Ashito había visto en su vida.
- Ehh, disculpe, ¿podría darme algunas indicaciones?- pregunto rascándose la cabeza en señal de vergüenza.
- Si, si, ¿a donde te diriges?- respondió la joven con una sonrisa dejando de recoger la excesiva cantidad de platos que había sobre su mesa.
- Me dirijo a Kusagakure, continúe hacia el noreste luego del puente Kannabi como decía el cartel pero…- antes de poder terminar de hablar fue interrumpido.
-¿Qué?, si no me equivoco luego del puente Kannabi había que dirigirse hacia el noroeste, no hacia el noreste, ehh, ahora estas en el país de la tierra, bastante lejos de Kusagakure- Ashito no podía creer, había estado caminando por semanas hacia el lado contrario.
Al recibir correctamente las indicaciones y luego de pagar lo que había comido, continuo su camino, pero no sin antes escuchar de “ese” pueblo, muchas personas en la calle hablaban sobre ello, el lugar se encontraba a unos pocos kilómetros de la ciudad, y sin más que agregar el Uzureño se decidió, partir a ese lugar, solo serían un par de días, y además, por la información que acababa de recibir, esta vez sí le quedaba de pasada a Kusa.
El pueblo de Kushiro, su llegada fue al anochecer, todo parecía tranquilo y silencioso, aunque se encontraba a las afueras del mismo, pudo ver que no había ningún problema aparentemente, no parecía haber sido tomado, ya que no tenía ningún indicio de que haya habido siquiera una pelea, talvez los rumores no eran ciertos.
Algo en el interior del ninja le dijo que no continuara, a pesar de que no parecía ser peligroso, el lugar era demasiado tenebroso, y el absoluto silencio no ayudaba en nada, pero no podía pasar la noche a la intemperie si en frente de él había una aldea, así que el veredicto que dicto su cerebro fue continuar.
La gente vive su vida ligada a lo que ellos mismos creen que es correcto y cierto, asi es como definen su realidad, pero, ¿que significa estar en lo correcto o en lo cierto?, son solo conceptos vagos, su realidad puede ser tan solo un espejismo.
La rubia, luego de hacer un recado para su madre en la zona comercial de Amegakure, escucho que varios comerciantes hablaban de una aldea pequeña, que se había enterado por medio de sus proveedores que hace un tiempo estaban teniendo fenómenos extraños, sobrenaturales quizá. A Reika le estaba picando cierta curiosidad de caza-fantasmas, hace un tiempo se hablaba de un edificio en Amegakure el cual supuestamente estaba plagado de apariciones y entidades cosa que resulto ser completamente mentira.
Vestida con su uniforme morado de toda la vida, tomo también una capa de color negro con capucha y partio caminando, de seguro que tardaría en llegar por esa razón cogió su mochila y cargo varias botellas de agua y algo de alimento para el viaje, no mucho, pero llevaba suficiente para llegar a la aldea de Kushiro y poder comprobar de que aquello también era otra mentira. El viaje, tal y como esperaba fue bastante largo desde el país de la tormenta hasta el país de la tierra hay de por medio unos cuantos kilómetros, pero de tanto en tanto la kunoichi se paraba a descansar para no llegar completamente agotada.
Cuando llego a Kushiro observo detenidamente el ambiente que pequeña aldea presentaba, había una única calle que separaba una fila de casa de la otra que estaba en frente, esta misma calle estaba pobremente iluminada con faroles a lo largo de la misma, pero lo que a la chica le llamaba poderosamente la atención era la falta de movimiento y mas aun de sonido alguno -Esto si que es raro...- se dijo así misma, antes de dar unos paso mas, aun sin internarse dentro de la calle de la aldea, estaba con la capa puesta y se retiro la capucha exhibiendo su cabello rubio el cual tapaba el símbolo de Amegakure pero no el resto de la bandana. Observo una vez mas con sus ojos claros la imagen -No muy alentadora- que le ofrecía Kushiro y aunque algo en su interior le decía que se fuera, habia caminado mucho para rendirse justo ahora.
Como ya comenté en su momento, si pasan 48 horas sin postearse y nadie me da un motivo (cosa que no han hecho xD) se les salta turno. Si después de esta tanda de post no vuelven a postear, lo siento mucho pero los saco de la trama. Le toca a Ashito, luego a Reika y acto seguido a Toshio o a Yota, el primero que postee.
P.D: Siento la mierdipost pero como aún no habéis entrado a la aldea no tengo mucho que narrar xD
P.D.D: Estáis unos muy cerca de los otros. Os véis. Roleead en consecuencia.
Dos figuras asomaban a la entrada de la villa. A Kushiro debía de no importarle, pues todo se mantuvo igual de impávido. La única novedad fue que se escuchó alto y claro el aullido de un lobo, a pesar de que esa noche no había luna llena. Al contrario, estaba naciente, apenas una rendija en el cielo.
30/03/2017, 04:02 (Última modificación: 30/03/2017, 04:57 por Haru.)
El lugar se hacía más silencioso con cada paso que avanzaba-porque demonios todo es tan silencioso aquí-exclamo mientras miraba hacia todos lados, no confiaba mucho en ese silencio, como dice el dicho, siempre hay calma antes de la tormenta o algo asi, no muy lejos de él pudo notar una persona, o eso creía, solo se veía una sombra.
- Y aquí llego mi tormenta-Susurro para sí mismo.
Después de todo, quien se metería todo encapuchado y de noche, a un pueblo que había sido “tomado” recientemente según los rumores, sino el mismo que lo hizo, pensó aun creyendo que un grupo de personas habían tomado la aldea a la fuerza.
Rápidamente se ocultó entre los arbustos y lentamente fue avanzando en cuclillas hacia el misterioso encapuchado <<talvez no sea quien tira de los hilos pero supongo que tendrá información>> al llegar hasta la espalda del encapuchado, o encapuchada, ya que estando tan cerca se podía diferenciar la silueta femenina, ahora que prestaba atención también pudo notar que o su estatura era muy baja, o estaba frente a una adolescente, o un adolescente con silueta femenina.
- A las 3, ataco rápidamente, así no tendrá tiempo de evadirme- expreso en voz baja -1…2… ¡3!-
Ashito hubiera querido que no estuviera tan oscuro, tan silencioso, y por sobre todo que no hubiera escuchado ese maldito aullido que le erizo la piel, haciendo que su pie tropezara con una raíz aérea, dejando avanzar su cuerpo, y las leyes de la física hicieron lo suyo, al avanzar tan rápido, su boca termino sobre el suelo, detrás de la kunoichi de Amegakure, la cual habia retirado su capucha instantes antes de la accion del Uzureño.
La gente vive su vida ligada a lo que ellos mismos creen que es correcto y cierto, asi es como definen su realidad, pero, ¿que significa estar en lo correcto o en lo cierto?, son solo conceptos vagos, su realidad puede ser tan solo un espejismo.
Ashito, Reika es incluso mas alta que tu personaje ;-)
Detenida justo en la entrada de la aldea, la rubia seguía observando el entorno que Kushiro ofrecía en la noche, la cual era realmente oscura la luna en el cielo parecía tan solo un pequeño corte de luz plateada flotando en la bastedad del cielo.
En medio de la oscuridad, cuando la chica ninja intento internarse dentro de la aldea, escucho unos rápidos pasos detrás de ella y posteriormente el sonido de un cuerpo estrellándose contra el suelo, todo eso luego de escuchar un fuertemente aullido que parecía ser de un lobo. Al girarse vio un chico tendido de cara en el suelo, en principio no había visto su identificador metálico que lo mostraba como ninja de Uzugakure.
La chica se acercó lentamente, su cabello rubio ocultaba en gran medida su bandana y con semejante oscuridad no podría identificarla como kunoichi de Amegakure -Te encuentras bien? - preguntó al chico tumbado manteniendo las distintas y con la mano cerca de la empuñadura de su tanto -Eres de aquí?- representó la chica -He escuchado algunos rumores y venía a ver si eran ciertos - claramente si el chico era de Kushiro, sabría darse cuenta de que ella habla sobre los supuestos rumores de la posesión demoníaca.
Postearé como que vengo con Toshio, en caso de que no postee en el límite de tiempo acordado editaré para que esto tenga un poco de sentido xD
Si, los rumores se habían extendido como la pólvora, como una epidemia que avanzaba vertiginosamente y no había modo de parar aquel boca a boca. Finalmente llegó hasta mis oídos, de forma totalmente inesperada. fue mientras paseaba por Kusagakure. Oí a dos marujas hablar del tema, incrédulas, pero la curiosidad me mataba por dentro. Kushiro, demonios, una aldea maldita... ¿Y si era verdad?
— Eh, Toshio, ¿Has oído eso? Seguramente sea la típica leyenda urbana pero... ¿Y si es cierto? Yo digo que vayamos para allí y ver que se cuece en Kushiro
Fue lo único que le dije al pelirrojo con el que compartí la primera misión de todas nada más cruzarmelo por la calle. Obviamente, no pudo negarse, preparamos el viaje y partimos en dirección a Toshio, al oeste, siempre al oeste...
···
Pasaron varios días hasta que llegamos a nuestro destino y lo hicimos de noche. Estaba todo demasiado tranquilo. Tampoco era tan tarde como para que toda la aldea estuviese ya durmiendo. Curioso cuanto menos. En un primer momento pensé que quizás esos rumores pudiesen tener algo de veracidad.
— Ostias, tío, ¿Y si es verdad? Esto está demasiado tranquilo —le dije a mi compañero de aldea y ahora de aventuras.
— Bueno, y ahora... ¿Qué? ¿Por donde empezamos?
Las dudas asomaban y era un hecho que no esperaba encontrarme una Kushiro desierta. Se nos planteaba en nuestras narices un panorama previsiblemente demasiado tétrico, ¿O quizás eran paranoias mías?
Pude sentir un fuerte golpe en el pecho que me despertó de manera instantánea y me provocó tal sobresalto que acabé por pegarle tal cabezazo que ambos caímos boca arriba, ella por el tremendo choque y yo por la pedazo onda expansiva que se creó.
-¡AGH!-
Nos quedamos tumbados e inmóviles durante un momento hasta que decidí hacer el primer movimiento.
-¿Qué demonios quieres, Yuki?- Pregunté acariciando mi frente.
-Nada especial, solo que encontré algo de información que a lo mejor te interesaría...-
Al escuchar esto me interesé en seguida y me senté para escucharla con atención.
Yuki me contó un rumor con bastante interés, por lo visto se contaba que una aldea del país de la tierra había sido tomada por demonios y que una mujer había muerto despues de haberlos visto. Yo, como cualquier persona con dos dedos de frente hubiera hecho en mi lugar, decidí restarle importancia, pues no tenía sentido tomarse en serio un rumor como ese.
Pero... ¿Y si es cierto? ¡Si así fuera no podría permitirme dejarlos así!
La duda invadió mi mente hasta tal punto que no pude dejar de pensar en ello durante todo el día, hasta que de camino a las torres de ocio pude escuchar a dos señoras hablar sobre ello.
-Eh, Toshio, ¿Has oído eso? Seguramente sea la típica leyenda urbana pero... ¿Y si es cierto? Yo digo que vayamos para allí y ver que se cuece en Kushiro-
Aquél era Yota, el chico con quien realicé mi primera misión. En cualquier otra situación le habría dicho que eso solo era un tontería y que no deberíamos de darle mucha importancia, pero la curiosidad era demasiado para mi.
-Me has quitado las palabras de la boca, vamos allá- Respondí con mi típica sonrisa.
Luego de preparar toda mi indumentaria, partimos en un viaje de varios días hasta que llegamos a Kushiro por la noche.
-Ostias, tío, ¿Y si es verdad? Esto está demasiado tranquilo-
Comentó Yota cuando llegaron. El lugar entero estaba vacío, como si no hubiese ningún alma en ese lugar a parte de ellos y otras dos personas que se encontraban no demasiado lejos de ellos.
-Bueno, y ahora... ¿Qué? ¿Por donde empezamos?-
-A lo mejor deberíamos de empezar por preguntarle a...- Antes de que acabase de hablar pude escuchar un aullido y un golpe seco, por lo visto uno de los chicos que estaban allí se había caído, quizá el aullido lo había asustado.
-Vamos a ver que tal- sugerí mientras me acercaba a los chicos con paso rápido -Hola, chicos ¿Sois de por aquí?- Les pregunté cuando estaba a pocos metros de distancia.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Entre que los recién llegados se orientaban, se escuchó un golpe seco, proveniente de un callejón entre dos edificios a unos 6 metros del cuarteto. Parecía que algo metálico se había estrellado contra otro objeto de similar dureza y propiedades.
Tumbado sobre el suelo podía escuchar como la joven se giró y se acercaba lentamente hacia él, aunque se frenó aun manteniendo las distancias entre ellos.
- ¿Te encuentras bien?- pregunto la misma.
Ashito rápidamente se puso nuevamente en pie en una posición defensiva - S-si- respondió algo inseguro el ninja del país del remolino.
- ¿Eres de aquí?- interrogo nuevamente la rubia- He escuchado algunos rumores y venía a ver si eran ciertos-.
El Uzureño un poco más tranquilo, al escuchar las razones de su adjunta se dispuso a responder, pero fue interrumpido por un joven que se incorporó a la conversación acompañado por otro joven de piel morena y cabello rubio.
- Hola, chicos ¿sois de por aquí?- pregunto faltándole aun un par de metros para llegar hasta la rubia que tenía en frente.
- No, yo soy de Uzushiogakure, me dirigía a Kusagakure, pero por algunos asuntos termine por aquí cerca- respondió riendo mientras rascaba su cabeza con una mano y sacudía su ropa con unos leves golpes con la otra- y ya que estaba de paso decidí venir a Kushiro, a ver si los rumores de que la aldea había sido tomada eran ciertos- acoto mirando hacia la joven, esperando una respuesta de su parte también, aunque él ya sabía el porqué de la presencia de la rubia en ese lugar, no iba a responder por ella.
De pronto un golpe seco y metálico se escuchó en un callejón a unos pocos metros de donde ellos se encontraban.
- ¿una pelea?- pregunto el peliazabache, aunque no esperaba una respuesta- Tal vez sean los que tomaron el lugar- expreso mientras avanzaba cerca del callejón por donde se escuchó el golpe.
La gente vive su vida ligada a lo que ellos mismos creen que es correcto y cierto, asi es como definen su realidad, pero, ¿que significa estar en lo correcto o en lo cierto?, son solo conceptos vagos, su realidad puede ser tan solo un espejismo.
El muchacho se incorporó rápidamente y respondió a la pregunta de la kunoichi mostrándose algo inseguro y manteniéndose a la defensiva, la chica debajo de su capa seguía con su mano cerca del mango de su tanto y estaba dispuesta a atacar al menor movimiento desubicado por parte de aquel muchacho.
El chico se estaba mostrando un poco mas tranquilo y estaba a punto de responder la pregunta de la rubia cuando un par de muchachos aparecen en la oscuridad que rodeaba Kushiro -Tampoco soy de aqui - respondió la kunoichi -Vengo desde Amegakure y me he enterado de algunas cosas que pasan aquí en Kushiro y fue como.... - La rubia no termino de terminar de decir su oración cuando se escuchó un golpe seco y metálico y el chico, que ahora sabía que es proveniente de Uzushiogakure, salió corriendo hacia el lugar, por su parte, la chica fue un tanto más despacio quería saber de dónde eran los dos muchachos que llegaron juntos, la oscuridad de la noche no le permitía reconocer sus bandanas.
Dios. Toshio era demasiado impulsivo. Y también era demasiado inocente. si los rumores eran ciertos aquello podría ser perfectamente una trampa, pero ni corto ni perezoso se fue acercando hasta aquellas dos siluetas a hacer la pregunta que todos estábamos pensando.
No lo pude evitar, mientras le seguía me llevé la mano a la sien en un golpe seco e indoloro cuando pude escuchar que el chico desconocido tenía previsto ir a Kusagakure.
*Qué cojones*
Incluso me cambió la expresión. De la faceta seria habíamos pasado a un rostro de sorpresa.
Le agarré del brazo antes de que se fuera a investigar.
— Es una opción, claro, pero... ¿Qué se te ha perdido a ti en Kusagakure, muchacho?
Meterse en aldea ajena... Se me ocurrían mil estupideces por hacer pero aquella sin duda era como una condena de muerte.
Toshio me ha informado de que estará ausente hasta el sábado y me ha pedido que le salte el turno. Hacemos como que su personaje se mantiene en silencio, observando lo que ocurre.
Los ninja interactuaban entre ellos, y aunque Ashito estaba dispuesto a investigar el origen del sonido, Yota se lo impidió. A la par que los jóvenes hablaban entre sí, inseguros de las intenciones del otro, una figura se acercó silenciosamente al cuarteto. No obstante, no es que esta pretendiera ocultarse, las luces de la calle la iluminaban perfectamente, con que cualquiera mirara hacia la única vía de Kushiro podría verla aproximarse.
Se trataba de un anciano que apenas llegaba al metro y medio de altura. Caminaba encorbado con las manos a la espalda, lo cual le hacía parecer todavía más un enano. Su cabello no era más que una maraña agonizante de color grisáceo. Vestía con un kimono de color verde apagado. Su rostro estaba surcado de arrugas y sus ojos eran remarcablemente pequeños.
—¿Qué es todo ese jaleo a estas horas? —interrogó a los forasteros— ¿Qué hacéis por aquí, jovenzuelos?
Al salir corriendo, tras escuchar el sonido metálico, ni siquiera le importo la procedencia de los dos recién llegados, solo le importo detener la posible batalla que podía estar llevándose a cabo, pero una mano sujetando su brazo lo detuvo antes de que pudiera siquiera entrar en la aldea provocando un desequilibrio en sus pies que casi resulta en una nueva caída.
- Que mier…- exclamo el peliazabache, tratando de mantener el equilibrio para que la inercia no los llevara a ambos al piso.
- Es una opción, claro, pero… ¿Qué se te ha perdido a ti en Kusagakure, muchacho?-
La pegunta tomo por sorpresa al Uzureño, no se esperaba un interrogatorio, aunque tampoco esperaba encontrarse a otras personas merodeando por los alrededores de Kushiro, ni esperaba que alguien lo tomara por el brazo, y sin duda no esperaba que alguien lo detuviera para hacerle una pregunta así, cuando quizá otras personas podrían estarse matando a solo un par de metros.
Con algo de brusquedad el ninja del remolino se liberó del agarre del Kusareño para así continuar hacia el callejón.
- Lo siento, luego hablaremos, pero primero debo ver qué sucede allí- exclamo el joven, restándole importancia al rubio y continuando su camino, el mismo se dirigió por detrás del edificio donde se escuchó el golpe, tapando por completo su visión de la calle principal por lo que no pudo ver al anciano que se aproximaba, aunque lo escucho hablar, no podía responder desde ese lugar, tal vez pensarían que es un ladrón, por lo que prefirió callar y quedarse oculto en la sombra provocada por la construcción.
La gente vive su vida ligada a lo que ellos mismos creen que es correcto y cierto, asi es como definen su realidad, pero, ¿que significa estar en lo correcto o en lo cierto?, son solo conceptos vagos, su realidad puede ser tan solo un espejismo.
Luego de aquel sonido en medio de la oscura noche de Kushiro, los cuatro Ninjas reaccionaron de diferentes maneras, el de Uzushiogakure quería salir disparado para ver que sucedía sin ningún sentido de auto-preservación, pero fue detenido en seco por uno de los chicos, que al parecer eran de Kusagakure, y cuestionado acerca de porque se dirigía hacia su aldea, por tanto, el otro muchacho se mantuvo en silencio.
La chica había dado tan solo un par de pasos y luego de decir unas cuantas palabras el chico de Uzushiogakure paso rápidamente al lado de la rubia internándose en la oscuridad -Alguien se acerca- dijo la rubia a los dos que habían quedado, la kunoichi deseo por un momento no ser daltonica y poder discernir entre colores pero al menos podía ver que se trataba de una persona mayor, un hombre de baja estatura y entrado en años -Buenas noches señor- dijo la chica al anciano -señor, hemos llegado desde distintos lugares de Oonindo, para dar ayuda con...Lo que esta pasando- dijo al final la chica, quizá alguno de los shinobis de Kusagakure querían agregar algo más a lo dicho por la kunoichi