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**Uchiha Akame** · 16/09/2018, 20:57

Ahí estaba, la pregunta irresoluble. O, al menos, para la que Akame no tenía respuesta; el origen de su frustración.

—No... No lo sé, joder —confesó al fin, con un bufido—. Pero tiene que haber algo que podamos hacer, ¿no? Tiene que haber alguna manera de que nos deje en paz, ese condenado...

«¿Quién podría saber? ¿Hanabi-sama? ¿Los sabios Uzumaki? Si tuvieran la solución a este problema, ¿no nos la habrían dado ya?»

El jōnin negó con la cabeza. No, si ninguna de aquellas eminencias en Uzushio les había dado otra solución más que la de atiborrarse de pastillas para dormir, es que probablemente no la tenían. Sin embargo, Akame oyó una vocecilla débil y tímida que provenía de algún rincon recóndito de su ser.

«¿O es que no quieren que... Controlemos este poder por nosotros mismos?»

Frunció el ceño.

—Tal vez deberíamos preguntar a Hanabi-sama... En otro momento, supongo.

Cuando cruzaron el puente, Akame tomó la dirección al hospital. ¿Sólo acompañaba a su compadre, o pediría también una dosis de tranquilizantes para él? Tenía unos cuantos minutos para decidirse.

**Uchiha Datsue** · 16/09/2018, 21:10

Datsue bajó la mirada, con los hombros caídos mientras arrastraba los pies en dirección al hospital.

—Pues no sabría el qué —confesó, tan frustrado como su Hermano. Era un tema al que le había dado demasiadas vueltas en el pasado, y no le quedaban energías suficientes aquel día como para pensar más en ello—. No tenemos nada que ofrecerle a cambio. Solo quiere salir y matarnos a todos. Y, por la fuerza… Por la fuerza él siempre tendrá las de ganar.

¿Las tendría? ¿Acaso no había parado él mismo una bijuudama con solo un ojo? ¿Acaso no había invocado a Susano’o? Quizá, ahí estaba la respuesta. En su sangre Uchiha.

—Definitivamente en otro momento —dijo, ante la sugerencia de Akame de preguntar a Hanabi. No era mala idea, ni mucho menos. Pero sí para aquel día—. Sabes, hoy me he dado cuenta de una cosa —añadiría al rato. El hospital ya se dibujaba al fondo—. Que juntos… Que juntos podemos lograr cualquier cosa que nos propongamos.

Le miró, serio.

—Cualquier cosa, Akame. —Sonrió, como si quisiese quitar dramatismo y seriedad a sus palabras. Pero aquella no era una de esas sobradas que el Uchiha acostumbraba a lanzar, y que era el primero en no creer. No. Aquella era distinta. Diferente...

**Uchiha Akame** · 16/09/2018, 21:40

Akame calló; sabía que Datsue tenía razón. Para poder negociar con alguien primero había que entender, aunque fuese mínimamente, qué motivos movían a esa otra parte. Con el Shukaku sólo se podía asumir que quería liberarse, como toda bestia cautiva, sin importar el costo. Lástima que esa meta implicaba como condición necesaria que ambos Hermanos del Desierto acabasen muertos.

Siguieron caminando por las solitarias calles nocturnas del Remolino, iluminadas aquí y allá con preciosas farolas incandescentes que parecían, de lejos, luciérnagas sobre el mar.

Entonces Datsue habló, y Akame levantó la vista.

—Cualquier cosa —respondió el mayor, tendiéndole el brazo a su compañero para que se lo estrechase a la altura del antebrazo. Un inequívoco símbolo de camaradería—. Cualquier cosa.