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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#16
Para cuando Hayato llegó a donde estaba Hana y se puso a inspeccionar que estaba bien, pudo dejar caer un suspiro de alivio. Después de todo, con semejante golpe, lo raro es que esa chica estuviese aún de una pieza. Parecía estar aún consciente, lo cuál era todo un alivio. Quizás de ahí a un rato, el dolor de la contusión se le hiciese casi insoportable. La verdad, sería raro que no tuviese al menos una o dos costillas fracturadas, por no decir rotas.

«Casi se la carga...»

La chica preguntó entonces qué había pasado, como si su memoria se hubiese evaporado con el mismo golpe. Había sido como cuando reinicias la computadora, el sistema parecía haberse reiniciado para evadir el dolor del golpe.

No le ha hecho mucha gracia que vomitases encima suya... —Contestó no demasiado alto.

Entonces, volvió su mirada hacia el Shukaku, recibiendo respuesta a su inscripción. La bestia aún recordaba lo mal que lo pasó el chico en Amegakure, lo pésima que había sido su orientación fuera de su zona de confort. No le faltaba razón, lo mismo no regresaba a Uzu sin perderse un par de veces en el camino. Pero la verdad, eso importaba poco si buscaban una solución rápida, y eso era algo que a Hayato se le daba bien.

Señor shukaku, ¿usted conoce esa técnica de sellado que mencionó una vez Datsue?. Dijo que había desarrollado una técnica para comunicarse a distancia mucho mejor que los comunicadores shinobis. Si me la pusiese, podría avisar de lo que veo sin necesidad de regresar rápido... en caso de perderme, no se perdería la información.

Del botiquín sacó un par de pastillas, una de esas que al parecer aliviaban el dolor. Al menos ese parecía ser su cometido. Sin demora, se las daría a Hana.

Tómatelas cuando empiece a ser demasiado intenso el dolor. Puede... puede que tengas alguna fractura de costillas, y si no las tomas podría ponerse muy jodida la cosa.
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#17
Hayato se refería al Yūkan'na Kyōdai ai. No era el fūinjutsu favorito de su Hijo, pero desde luego era útil en casos como aquel.

Y si mueres en medio de la misión, seguirás pudiendo cumplirla. ¡Me gusta cómo piensas, chico!

Sin avisar, Shukaku desapareció en un sonoro pluff.

¡Chicas, cuidado! —avisó Datsue, a las dos Uchihas que un segundo antes estaban a un par de decenas de metros de altura sobre el hombro de Shukaku.

El Uchiha tenía los párpados cerrados. La sangre se había secado entre sus pestañas y había formado una película sólida que los mantenía pegados. Se llevó una mano a ellos, con ganas de darse un golpe en la espinilla para distraerse de aquel jodido dolor. Deambuló, con una mano alzada, como un ciego, en busca de Hayato y Hana.

Hana… Hana, ¿estás bien? —preguntó, terriblemente preocupado.
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¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado



Grupo 0:
Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80

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#18
No le ha hecho mucha gracia que vomitases encima suya...

Hana parpadeó varias veces sin apartar la mirada de Hayato. ¿Aquel golpe había sido el Shukaku? ¡¿Cómo se puede ser tan jodidamente descerebrado?! ¡Estaban en mitad de una misión importante! ¡Su villa estaba en peligro! ¡No había tiempo para lidiar con sus tonterias!

Hana… Hana, ¿estás bien?

La voz de su kage la sacó de su shock. Intentó levantarse de nuevo y un fuerte ataque de tos le recordó que estaba medio desecha por dentro, esputando algo de sangre. Poco a poco recuperaba toda su mobilidad, aunque el dolor seguía siendo el mismo. Se acabó por levantar para ir hacia Datsue.

¡Sí! No te preocupes, ha sido un golpe tonto. — con cada paso que daba se le escapaba una lagrima del dolor que sentía, pero consiguió camuflarlo en su voz para sonar mucho más serena de lo que estaba. — Hay que ir a una estación, ¿verdad? Vamos.

Se acercó y agarró a Datsue como pudo. Ambos serían conscientes en ese momento de que no iban a llegar muy lejos si tenían que depender de su fuerza, apenas era capaz de ayudar a Datsue en el sitio, no hablemos de caminar con su peso cargado. Se llevó las pastillas que le había dado Hayato a la boca y tragó sin más liquido que la sangre que había esputado y la poca saliva que le quedaba.


Avatar obra de Sagiso Ranko


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#19
Fast post para agilizar esto, que no quiero tener la trama de Eco más tiempo parada por nosotros

Al oír su voz, y al sentir su brazo en la espalda, Datsue agarró a Hana por uno de sus hombros. Hizo lo mismo con Hayato, juntándolos en una especie de abrazo. No sin esfuerzo, consiguió medio abrir uno de sus ojos. Vio sus caras cubiertas de rojo, como si los estuviese contemplando a través de un cristal carmesí.

No, escucha, Hana. Necesito que vayas con Hayato. Necesito que le acompañes para seguir el rastro dejado por el ejército de Kurama. —Sabía que le estaba pidiendo un mundo, y que si alguien tenía derecho a pedírselo, se suponía que eso era un Kage. Aún así, eso no evitó que se sintiese como una mierda al hacerlo—. No sabemos si se están replegando o avanzando hacia un nuevo ataque sorpresa. Averiguarlo a tiempo podría salvar cientos de vidas. Quizás hasta tengan consigo rehenes, como hicimos nosotros. Necesito… Necesito que acompañes a Hayato y los encontréis para avisarnos de dónde están. Necesito que lo hagáis para que mañana no haya más gente que se convierta en nombres que la gente anuncia —añadió, recordando las palabras de la kunoichi de hacía unas semanas.

La necesitaba a ella. Le necesitaba a él. No podía enviar a Suzaku. Ya se arrepentía de haberla traído con él a la guerra —aunque, visto lo visto, quizá estuviese más a salvo con ellos que en Uzu—, y no pensaba mandarla de nuevo al peligro cuando todavía luchaba por una mentira. Tampoco podía confiar en Umi: ella le había dejado claro en numerosas ocasiones que tan solo luchaba por su hermana y ella misma, no por Uzu. No por la Alianza.

¿Haréis eso por mí, chicos?

1 Acción Oculta
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#20
Quería que fuese a otro sitio que no era la villa. Eso se le hizo un mundo a Hana. La villa estaba en peligro, ella quería estar allí, ahora. Quería ver con sus ojos qué estaba pasando y hacer todo lo posible por detener a Kurama o a quien fuese que estuviese allí. En cambio, Datsue le estaba pidiendo algo totalmente distinto. Que fuese tras un ejercito que acababa de masacrar al de la Alianza a ver qué hacían.

Quería protestar. Cada fibra de su cuerpo estaba en contra de hacer eso. Y entonces se dio cuenta de cómo estaba el esquema de las cosas. ¿Quien era ella? Apenas un peón. No importaba realmente si iba a la aldea. Si estaba Kurama o Federico, ella solo sería una testigo, con suerte podría salvar un par de civiles, si es que quedaba alguno con vida. En cambio, saber el próximo movimiento del ejercito enemigo, podía salvar vidas cómo bien había dicho Datsue.

De todas formas, se veía más incapaz de decirle que no a Datsue que de ninguna otra cosa.

Sí, claro. Iremos... — carraspeó levemente — Iremos tras ellos. ¿Puedes... puedes tenerte en pie?

No había mucho más que decir. De hecho, no había nada más que decir. Eran dos genins a cambio de información de vital importancia. Era imposible rebatirlo. Aunque no quedase Uzushiogakure al final del día, quedaría Alianza. Datsue estaba tomando la decisión de un kage y ella tenía que acatar la orden como una soldado.


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#21
La idea de Hayato al parecer le había gustado al bijuu de una cola, cumpliese o no con las expectativas de la misión, podría cumplir el cometido, que a fin de cuentas es lo importante. Sin embargo, Shukaku desapareció y volvió Datsue. Sus ojos parecían dos puñaladas de sangre, como si llorase de color rojizo.

Hana parecía recuperarse un poco, aunque se movía con dificultades y hasta escupió sangre. La chica ni tan siquiera se había enterado de lo que le había dicho Siete sobre las pastillas para el dolor, y en cuanto Datsue reclamó su nombre ésta contestó sin titubear. Fue entonces que el kage reveló su propuesta, o más bien su petición: Que Hana acompañase a Hayato.

Siete miró por un instante a la chica, sabía que la sacudida del Shukaku le podría haber roto algo, y escupir sangre no era una buena señal. Pero lejos de recriminar algo, la decisión era de la chica, no podía retenerla.

Por mi parte, estoy de acuerdo.

Quizás mas tarde le recordase a la chica lo de las pastillas. De hecho, estaba casi seguro de que no aguantaría el viaje si no tomaba algo para el dolor.
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#22
Datsue asintió ante la pregunta de Hana. No eran las piernas las que le fallaban, sino su ojos. Le hubiesen venido bien unas pastillas para el dolor, como las que le dio Hayato a Hana. Pero eso quizá le nublaría la mente, y la necesitaba despejada.

Formó una tanda larga de sellos, y dirigió un dedo iluminado por un aura turquesa hacia el cuello de Hana. Con la yema, tocó la zona detrás de su oreja derecha. Surgió un kanji, a modo de tatuaje, que decía Hermandad —糸—. Escrito en pequeño al lado, el número cuatro.

Te lo pongo a ti, Hana. Ya sabes cómo funciona la Hermandad Intrépida. —No había tiempo para explicárselo a Hayato, y aquel fūinjutsu gastaba demasiado chakra como para ponérselo a los dos en un lapso corto de tiempo—. No dejéis que os capturen. Volved a Uzu vivos y de una pieza. Es una orden.

Les dedicó una última mirada con su ojo entreabierto. Luego, torció la cabeza hacia las hermanas Uchiha.

Umi, Suzaku… Luego hablaremos. Ahora es tiempo de correr.

Uno de sus brazos se volvió de arena, convirtiéndose en una garra gigantesca. El brazo de Shukaku al completo, una Transformación Parcial. Las agarró con toda la gentileza que pudo, elevándolas en el aire, y corrió hasta alejarse lo suficiente de Hayato y Hana. Lo suficiente como para que…

¡¡¡PLUUFFF!!!

Como para que Shukaku volviese a tomar el control en su forma original sin aplastarles. Sin decir nada, Shukaku acercó la mano a su hombro para soltar a las dos kunoichis. Y, entonces…

Agilidad 170

Entonces empezó a correr. Aunque para juzgar su velocidad punta, uno tenía que compararlo con un ferrocarril y no con un ninja. Porque desde luego, cualquiera podría preguntarse si no irían más rápido encima de Shukaku que montados en un tren. Su velocidad era, sencillamente, inalcanzable para un mero mortal.


¤ Yūkan'na Kyōdai ai
¤ Hermandad Intrépida
- Legado de: Uchiha Datsue en el año 219
- Tipo: Apoyo
- Rango: A
- Requisitos: Fūinjutsu 80
- Gastos: 80 CK sellar, 10 CK activar
- Daños: -
- Efectos adicionales: Permite la comunicación a distancia
- Sellos: Carnero → Jabalí → Liebre → Pájaro → Carnero → Tigre → Caballo → Serpiente (sellar)
- Velocidad: Instantánea
- Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo
Técnica desarrollada por Uchiha Datsue, quien decidió legarla a la Villa para que ningún uzujin, por muy lejos que se encontrase de casa, se sintiese solo. Consiste en un sello que se coloca cuerpo a cuerpo o sobre el cuerpo de uno mismo, que permanecerá activo durante (Poder/10) estaciones (tiempo real). Es perfectamente visible, tomando la forma de un kanji (糸, Hermandad), y un pequeño número a la derecha a modo de subíndice.

Todos aquellos que posean el sello podrán activarlo con un pequeño gasto de chakra y comunicarse con otras personas que compartan el mismo número de subíndice. Con Inteligencia menor a 60, deberá hacerlo hablando a viva voz, y los receptores lo oirán como si les estuviesen hablando directamente desde el sello. Con Inteligencia 60 o mayor, podrá hacerlo mediante susurros, con el tono de voz adecuado para que solo se oiga a centímetros del sello. Con Inteligencia 80 o mayor, podrá elegir a qué persona concreta hablar (si hay varias personas que comparten el mismo número de subíndice).

Este jutsu sólo se romperá si otro usuario de Fūinjutsu con una maestría similar lo libera (mayor inteligencia y/o nivel de Fūinjutsu), o si el usuario decide cancelarlo.

¤ Transformación Parcial
- Tipo: Apoyo
- Requisitos: Control del Bijū
- Gastos: 24 CK, impide regeneración de CK
- Daños: 40 PV por golpe
- Efectos adicionales: (ver descripción)
- Velocidad: Instantánea
- Alcance y dimensiones: Las extremidades pueden extenderse hasta tres metros
En lugar de transformarse en la forma completa de sus respectivas bestias, el jinchūriki puede aislar la transformación a una de las partes de su cuerpo. En vez de aparecer una capa traslúcida de chakra, estas transformaciones parciales se asemejan por completo a las extremidades del bijū, con sus escamas, pelo, etc...

Por cada golpe asestado de esta manera, el usuario debe volver a pagar el coste de chakra si quiere mantener la transformación parcial activa.

¤ Modo Bijū
- Tipo: Apoyo, Ofensivo
- Requisitos: Control del Bijuu
- Gastos: 27 CK por disparo de arena
- Daños:
  • 70 PV por golpe con cola o puñetazos
  • 120 PV por placaje
  • 45 PV por disparo de arena
- Efectos adicionales:
  • Los usuarios pueden acceder a todo el chakra bijū
  • +100 a Fuerza, Resistencia, Aguante, Agilidad, y Poder
- Velocidad: Instantánea
- Alcance y dimensiones: -
En principio, todos los jinchūriki pueden transformarse completamente en los bijū que tienen en su interior cuando el sello se rompe y pierden el control por completo sobre su bestia. Sin embargo, hacer esto conlleva la muerte del jinchūriki si no lo controlaba. Subyugar a sus bijū o aprender a colaborar con él hace que pueda transformarse en una réplica a escala real del bijū, con un completo acceso a sus a su fuerza natural y sus habilidades. De hecho, pueden escoger pasar el control de esta forma a la bestia en sí.

Esta forma es devastadoramente poderosa y plantea un incalculable riesgo por daños colaterales, ya que el usuario podría incluso destruir su propia aldea sin ser siquiera consciente de ello.
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#23
La chica le había preguntado a Datsue si podía tenerse en pie, cosa a la que el kage asintió. No se le veía quizás en wu mejor momento, pero era por el enorme gasto de chakra que habria hecho para invocar al anterior ente de chakra con alas, ¿no?.

Tras una serie de sellos, Datsue iluminó su dedo con una técnica, y plantó un tatuaje en Hana. Resumió que ella sabía usarlo ya, y por ende no tenía que explicarle de más. Así pues, la chica tenía en sus manos, o en su cuello, la técnica por la que Hayato había preguntado.

El lider entonces ordenó que no se dejasen capturar, así como que regresaran de una pieza. Era una orden sencilla y fácil de entender, aunque cumplirla... eso tan solo el tiempo lo diría.

Haremos todo lo que esté en nuestras manos.

Ahora, era el momento de esa amarga despedida. Era el momento de que cada grupo se separase, cumpliendo con los cometidos que llevaban sobre los hombros.

Cuando estés lista, podemos marchar. —Inquirió a su compañera.
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#24
Hana, a diferencia de Hayato, solo asintió a las palabras de su kage. No sabía qué decirle, no sabía cómo se sentía al respecto, pero una orden era una orden y debía acatarla sin rechistar. Había tantos futuros nefastos delante suyo. Podía ser que los atrapasen y los matasen, lo cual era uno de los peores, pero el peor de todos, que Hana esperaba no tener que vivir, era que ellos cumpliesen y todo saliese bien por su lado, solo para volver y encontrarse que no había villa. Que no había absolutamente nadie.

Mientras su mente divagaba a futuros oscuros, su mirada estaba clavada en Datsue que se alzaba y se alejaba a la velocidad del sonido. No fue hasta que Hayato habló que volvió a la realidad, a que todo su costado vibrase de dolor.

Cuando estés lista, podemos marchar.

Claro, vamos. ¿Puedes correr? — le dedicó una rápida mirada para evaluar su condición.

De todos sus compañeros, no recordaba haber visto a Hayato en su combate. Seguramente se hubiese alejado para interceptar a alguien o estuviese justo al lado contrario, tan alejado que no reparó en él. Fuese como fuere, esperaría a la respuesta de Hayato para decidir cómo encarar su situación.


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#25
Datsue se alejó a una velocidad impresionante. Había visto a ninjas veloces, a atletas que casi competían con shinobis, pero jamás había visto o imaginado a una persona moviéndose asi de veloz. Casi era como la brisa vespertina, casi era como un fugaz cometa. Un abrir y cerrar de ojos bastaba para verlo en la otra esquina de Onindo.

Siete había dado la iniciativa, y su compañera acepto el ponerse en movimiento. Parecía un hueso duro de roer. Incluso preguntó si estaba bien como para correr. El chico asintió, pues estaba bastante bien dentro de lo que cabía. Habia luchado contra una capulla del copo, había cruzado un mar de lo más revuelto, había escalado un acantilado, habia sobrevolado a lomos de una deidad Uchiha varios kilómetros, y por supuesto había tenido un aterrizaje de lo más improvisado. Nada podía detenerlo ya.

Al menos así se sentía, aunque a veces le invadía un temor por todo lo que pudiere suceder. Ese maldito kyuubi era una espinilla en la frente en el día de tu boda. Ese maldito kyuubi era una patada en los testículos por parte de un hijo que no desea hermanos. Ese maldito kyuubi era como una cagalera el día que sales de fiesta con tus compañeros de trabajo...

Si, estoy bien. Me preocupa más tu condición... ¿Crees que podrás correr?.

Si Hana afirmaba, no se contendría en comenzar la carrera. Siete no era precisamente veloz, pero tenía un buen aguante y ganas. Sobretodo de lo segundo.

El camino, como ya bien habían dicho, estaba marcado por los cuervos y los buitres. El camino estaba marcado por demasiados cadáveres.
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#26
Si, estoy bien. Me preocupa más tu condición... ¿Crees que podrás correr?.

Sí, claro. — ahora que el dolor empezaba a ser soportable, sí. — Deberíamos ir hacia el norte, tal vez noroeste. Si han hecho un campamento, no lo habrán hecho cerca de Uzushiogakure ni de la Villa que acaban de perder. En cuanto dejemos de ver cadaveres, baja el ritmo y tendremos que seguir el rastro de su ejercito. Espero que lo encontremos pronto.

Por suerte, su mente seguía funcionando. Ahora estaban en un circulo de destrucción, lleno de sangre, cadaveres y simple destrucción. Era completamente imposible seguir un rastro concreto si no salían de aquel circulo. Si salían por el lado equivocado y no había rastro, tendrían que reseguir el borde hasta hallarlo. Y ya iban tarde. Muy tarde.

Cuando Hayato se pusiese en marcha, Hana lo igualaría. Ya con un primer vistazo había visto que el shinobi tenía menos músculo que un caldo de verduras. No le sorprendió que corriese bastante menos que ella, pero ahora no contaba la velocidad punta sino cuanto pudiese mantenerlo.


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#27
Antes de iniciar la marcha, Hana expuso su opinión acerca de por dónde debían comenzar a rastrear. La chica dedujo que deberían estar entre el norte y el noroeste, pues era la zona donde menor riesgo tendrían las tropas de Kurama. Parecía saber qué se decía, parecía tener una buena capacidad de deducción, o al menos la mente bien avispada para haber sacado esos datos en caliente. Así pues, Hayato afirmó con la cabeza.

Si, creo que estás en lo cierto. Probemos si es así. —Contestó.

Y sin más demora, comenzaría a correr en dirección norte. Por el momento, habían tomado esa dirección, buscando dejar de lado parcialmente el caos. Parcialmente, pues iban en busca del enemigo, y eso no es precisamente dejar de buscar un altercado en la paz. Pensándolo bien, en realidad de paz ya había poco, por no decir nada.

En fin, correrían a un buen ritmo, al menos para Siete. Y así se mantendrían hasta dar con algún rastro, el cuál poder seguir.
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#28
Si, creo que estás en lo cierto. Probemos si es así.

Por un momento, pensó que le discutiría. Era una de las primeras veces que había mandado a alguien nada. Seguía siendo Genin, cómo él, así que no tenía más autoridad que tener el sello de comunicación. Sin embargo, Hayato pareció estar de acuerdo con ella y empezaron su travesía hacia el norte.

Tardaron relativamente poco en llegar a donde ya no había un suelo completamente rojizo, sino barro removido y algún que otro cuerpo, o partes de cuerpo. El paso de Hayato era más bien lento incluso cuando parecía estar esforzandose al máximo. Si se alejaban demasiado del epicentro de la guerra sería más complicado encontrar ningún rastro.

Vale, ahora hay que rodear para no salirnos demasiado. Algo encontraremos.

No haber encontrado el rastro directamente hizo que la confianza de Hana bajase levemente. ¿Y si se equivocaba? ¿Y si habían seguido avanzando? No, tenían que estar reagrupandose o huyendo, eran las opciones que Datsue había barajado. Aún era de noche cuando encontraron un enorme rastro saliendo del circulo. Marcas de ruedas y pisadas a tutiplen. No eran cuatro gatos. Definitivamente era por lo menos un cuarto del ejercito.

Bien, bien. Vamos a seguir el rastro pero con cuidado. Solo hay que descubrir si se reagrupan o vuelven a su casa. Si nos detectan... — tragó saliva. — Mejor que no nos detecten y ya.

Sabía que ella podría huir. ¿Hayato? Tenía sus dudas. Y no se veía capaz de dejarlo atrás sin más. Quedaban un par de horas para el amanecer. Por suerte, para ellos no había tanta prisa como para tener que correr. Si llegaban y no había nadie, era que se habían ido. A menos que el rastro indicase que iban hacia la Villa de las Aguas Termales. Sin Datsue y con un general... ¿cómo los iban a detener?

Negó con la cabeza. Debían hacer lo que podían hacer, ni más ni menos.

Vamos. — empezó a andar rápido por el lateral del rastro, atenta a posibles enemigos al frente.


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#29
Tras un curioso lapso de tiempo, llegaron a lo que pudiese calificarse como la periferia del baño de sangre. Al menos en esa zona no parecía haber tanta sangre, aunque sí que había algún que otro charco, y algún que otro miembro amputado. Todo un paisaje paradisiaco, vamos. Pero en realidad, no había rastro de lo que pudiese considerarse una retirada, o un alejamiento en pos de reagruparse, o algo por el estilo. Fue entonces que Hana dijo de rodear por ese tramo, por esa distancia, buscando así la ruta de retirada enemiga.

¡Vayamos!.

Aún era de noche cuando consiguieron encontrar un rastro interesante. Habían marcas de ruedas, múltiples pisadas, algún que otro reguero de sangre, cuervos, e incluso algún que otro buitre aprovechando los restos. Sin duda, parecía la ruta de escape de lo que había quedado del ejercito enemigo. Quizás habían más rastros como ese por otras direcciones, buscando confundir al ejercito de la Alianza, o simplemente por dividir frentes. Pero Hana sentenció que debían seguir ese rastro, para averiguar si volvían a casa o se reagrupaban más adelante. Así mismo, sugirió que mejor que no les detectasen. La verdad, eso no había ni que sugerirlo... Si les pillaban, eran genins muertos.

Vale, sigamos entonces éste rastro. Se reagrupen o vuelvan a casa, toda información será muy valiosa.

»Y si, mejor que no nos pillen... Pelee contra una kunoichi del copo, y no son moco de pavo. Si nos encontramos con un general... no creo que lo contemos...

Ante todo, la sinceridad. ¿Para que engañarse?.

Hana inquirió que continuasen siguiendo el rastro, y así pues se dispondrían continuar. No podían permitirse el lujo de perder demasiado tiempo, aunque ahora debían de ser cautelosos. Como bien habían dicho, si les detectaban por ser demasiado cafres, huir sería una opción bastante complicada.
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#30
»Y si, mejor que no nos pillen... Pelee contra una kunoichi del copo, y no son moco de pavo. Si nos encontramos con un general... no creo que lo contemos...

Hana asintió. Le alegraba saber que Hayato era consciente del peligro. Sin embargo, su alegría no duró demasiado. Escuchó algo en la lejanía. Fue apenas un murmullo, pero le puso el brazo delante a Hayato de inmediato. En el silencio pudo discernir que eran voces... acompañadas de pasos en su dirección.

¡Viene alguien! Quitate del camino y al suelo, vamos. — le susurró alarmada, corriendo a uno de los laterales del camino y tumbandose bocarriba.

Seguía con la mirada puesta en el horizonte pero apenas se veían unas siluetas cuando las voces empezaron a oirse con más nitidez. Aún era de noche, aunque no quedaba mucho para el amanecer. Por ahora la oscuridad les ocultaría, pero era cuestión de tiempo que la luz les revelase. ¿Qué podían hacer si seguían caminando? ¿Pasarían antes de que les viesen? ¿Debían atacarles cuando estuviesen cerca? ¿Qué probabilidades tenían de noquearlos antes de que pidiesen refuerzos?

Todas las posibilidades se le acumularon en la mente a Hana mientras los ninjas de Kurama paseaban y hablaban.

No es para tanto, solo han pasado cinco minutos. Ayudame a buscar y volveremos antes.

Cinco de ida y ahora otros cincos de vuelta. Como se entere Ruhara nos va a matar.

Le diremos que estabamos patrullando.

Ah, ya veo, quieres que nos corte los huevos antes de matarnos.

Me dijiste que me ayudarías a buscarlo, no que estarias cagandote encima mientras yo lo busco.

Sí, te lo dije, ¡porque pensaba que lo habías perdido entre tus cosas! No a cinco kilometros del campamento.

Se me tuvo que caer cerca, fue cuando uno de los prisioneros casi se cae del carro. Es una pulsera de plata, si la pierdo mi mujer me dejara y mis hijos tendrán que crecer sin padre.

Aún estaban bastante lejos, pero a diferencia de ellos, hablaban libremente en el silencio de los arrozales, así que se les oía sin problema desde donde estaban. ¿Qué iban a hacer?


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