Su agresora hizo oídos sordos, no hubo respuesta alguna a su petición. En vez de eso parecía que el ataque continuaba, fue advertido por su compañero de aldea sobre el lugar de donde provenía el ataque. Saltando entonces en la dirección contraria para evadir la masa de agua. Estaba en alerta máxima, pero su camarada en cambio parecía relajado por el hecho de poder ver venir los ataques y saber la posición de su rival. Sí, era una gran ventaja, pero a Kagetsuna no le agradaba que fuera a cantarlo a los cuatro vientos.

—Imbécil— Soltó a la nada, sin esperar que entendiera el por qué de ello.

"Será animal. Acaba de revelarle al oponente una de las pocas cartas que tenemos en esta partida. Es probable que ahora cambie su plan de ataque al saber esto, maldita sea"

Kagetsuna seguía con el kunai levantado al frente, a la expectativa de recibir un ataque cercano o algo. Su vista de por sí era limitada por el flanco derecho, debía cuidar ese detalle. Dependía más que nada de sus otros sentidos, tratando de escuchar cuando se formaba el tentáculo y así saber de donde provenía, no podía depender de alguien que le dice sus propias estrategias a un enemigo.

—Dije que te identificaras, estás tratando con shinobis de Amegakure— Increpó de nuevo.

"Veamos, su técnica se forma desde el agua. No sé si podrá ejecutarla en caso de adentrarnos más a tierra. Además se ve que tiene experiencia, puede que solo nos esté tanteando antes de ponerse a pelear en serio."

Estaban en un lugar demasiado expuesto, era muy extraño que nadie más se hubiese percatado del incidente en curso. No iba a tomar riesgos innecesarios, lo más seguro era jugar a la defensiva.

Hazegawa ya estaba listo con una gran determinación, confiado como siempre no esperaba aun en el peor de los pronósticos perder o verse en la necesidad de huir, su orgullo era demasiado grande como para permitirle aquello, mientras kagetsuna trataba de parlamentar con la figura Haze ya estaba armando una estrategia para llegarle o al menos tratarle.

Sus manos se juntaron en busca de hacer los sellos correspondientes para hacer unos cuantos clones, su estrategia sería la de ir a por ella en un aparente ataque de frente con clones obligándole a centrar su atención en el, pero al parecer sus palabras habían surtido algún efecto en la atacante, a pesar de que kagetsuna le había tachado de idiota.

Se hizo un silencio bastante inquietante en el sitio tras las palabras de kagetsuna, y luego algo cayó en el agua, no muy lejos de ellos era rápido y esférico, quizás un tentáculo más grande pero este cayó sobre la atacante, la onda provoco que el agua terminara de empapar a los presentes lo cual comenzó a disipar la niebla lentamente.

Haze sintió como algo palmo su hombro y no tuvo que girar a observar para saber que era Dayuu-sama el que le palmeaba el hombro con gesto serio, a la par que tres ninjas de la aldea con las bandanas en sus frentes y los chalecos azules pasaron corriendo en dirección a la atacante, tras el golpe en el agua, hasta él le había perdido de vista.

— Dayuu-sensei, ¿que-que hace aquí? — Espeto, girándose a mirarle el rostro como era costumbre. — Esa….nos ataco, nos llamo pescadores furtivos. — Le dijo tras exprimirse el mechón ahora empapado de cabello que le caía por el rostro.

— Otro extremista…habéis hecho un buen trabajo al manteneros a la defensiva, ambos, nosotros nos encargaremos.— Dijo asintiendo tras mirar Kagetsuna.

Silencio, ruido, chapuzón. Alguien había acudido a su rescate en el momento más oportuno, con la eficiencia requerida para casos de esto tipo y más en la zona que se hallaban.

"Ya era hora"

Refunfuñaba mentalmente, no le cuadraba para nada que se dieran ese tipo de ataques dentro de una aldea oculta. El agua terminó por despeinarle, y él, irónicamente, no se lo sabía arreglar. Total, el ir así con plantas de niña era capricho de su hermana, por lo que no se molesto siquiera en acomodárselo un poco. En vez de eso se centró en las palabras del hombre que les salvó el pellejo, quien aparentemente era maestro de Hazegawa.

—¿Extremistas?— Preguntó sin siquiera saludar o dar las gracias. Pensaba que era la obligación de los guardias mantener el orden en estos casos —Me sorprende que exista gente capaz de llegar a esto con los precedentes de rudeza que tiene la Arashikage, más aún por una nimiedad como la pesca ilegal. Es completamente absurdo— Sentenció mientras se cruzaba de brazos mirando al jounin.

A esas alturas no sabía ni porqué se sorprendía, muchos causaban estragos a sus anchas, aunque no de forma tan pública como esa extraña mujer enmascarada. Él mismo fue testigo que incluso dentro de Amegakure existía gente podrida que no necesariamente estaba involucrada con los asuntos políticos que rodeaban a Amekoro Yui. Quién sabe cuantas cosas más se mantenían en secreto con tal de no alterar a la población.

Hazegawa alterno la mirada entre su sensei y el otro enanejo que tenia rato ya acompañándole y ante lo último que dijo, quiso decirle algo pero trato de suavizarlo todo lo que pudo — Nunca lo entenderías…la lógica embrutece a las personas, solo alguien igual de apasionado podría entenderle. . — Dijo llevándose ambas manos tras la nuca, a pesar de la lluvia su cabello ahora húmedo seguía estando en la misma forma, inmutable.

— Aunque Dayuu-sama y sus shinobi nos han quitado toda la diversión.— Dijo confianzudo, y luego señalo a kagetsuna con la cabeza, claramente hacia su sensei el cual le detallo por unos instantes y asintió, aunque no dijo nada se encamino hacia el lago, caminando sobre el mismo para desaparecer haciéndole un gesto con la mano a ambos a modo de despedida.

— Volved a la aldea.— Se escucho decir cuando termino de mezclarse con la niebla del lago.

— Meh, me han dejado tirado…no creo que venga nadie, ¿donde es que queda el dojo? Quizás me pase por ahí ahora que no estoy haciendo nada. .— Dijo acercándose al enanejo, con su tono habitual como si aquella Kunoichi nunca los hubiera atacado, su paz era inmutable.

A pesar de que Kagetsuna se había dirigido al jounin, el Hyuga parecía tener muchas ganas de hablar. Además, no sabía si estaba tratando de lanzar una ofensa o algo, pero entre aquellas líneas hubo tres palabras que le resultaron de lo más irrisorias. Tanto, que de haber podido, se hubiera reído, pero hace ya mucho tiempo que había perdido ese sentimiento. Eso no le quitaba lo humorístico al comentario, y no le faltaron las ganas de fastidiar al de ojos blancos.

—Le hablé al dueño del circo, no a los payasos. Aunque madera para los comentarios hilarantes si que tienes— Dijo tomando el kunai para morder la anilla levemente, ya hacía rato que no le salía el vicio —Yo diría que es todo lo contrario, sólo quien se deja llevar por la euforia y el apego a algo cometería esta clase de insensateces, para muestra un botón— Ladeó la cabeza buscando mirar al intento de terrorista ambiental.

Siguió mascando el kunai como si fuera lo más normal del mundo, tras aquel alboroto el aburrimiento y el tedio le invadieron de nuevo.

"Es muy confianzudo, demasiado. Aunque bueno, sí algún día termina muerto al menos estará feliz que sea en una pelea."

Sus planes ahora eran los de largarse, el jounin no tenía ninguna necesidad de decírselo, pero al parecer el mentado Hazegawa tenía otra cosa en mente ahora que lo habían dejado vendido, y esa era ver si se aferraba a su idea de visitar el dojo de la familia Isa. Cosa que en nada le agradaba al tuerto, sí se suponía que venía huyendo de ahí lo último que quería hacer era regresar sólo porque el ojiblanco se lo pedía.

—¿Después de todo lo que ha pasado piensas que te voy a decir dónde es? No es mi culpa si tus supuestos amigos te hicieron una jugarreta. Tú estarás relajado, pero yo no. Me voy— Dijo para llevarse el kunai al diente de nuevo, dándole la espalda al Hyuga, dispuesto a irse.

Tras todo el altercado, escucho a Kagetsuna llevándose ambas manos a los bolsillos, cambiando su opinión sobre el tipo que había sido su compañero en años pasados, mirándole marcharse a tan pocos pasos, una oración broto de sus labios quizás solo por instinto, justo antes de que las pisadas en la tierra y en el agua ocuparan sus oídos. — No me imagino como a alguien puede agradarle un sujeto así…Meh— Dijo soltando un suspiro, girándose y viendo llegar al trió de jóvenes con paraguas.

— ¡Haze-kun! Perdona la demora…Chiho-chan, perdió su monedero y tuvimos que regresarnos. — Espeto el del medio de los tres, un joven de piel blanca y aspecto rechoncho de cabellos oscuros, la joven a su lado, de cabellos rosados un poco mas bajita que el promedio, y de busto prominente bajo un poco la cabeza, sonrojada.

— ¿Pero ya que estamos…listos para el paseo en bote? — Expreso el joven regordete, mientras Haze se llevaba una mano al cogote, tras todo lo ocurrido no era muy sensato hacer tal cosa, pero tampoco quería alarmarlos.

— Ehm, solo si vamos a por algo de comer primero. — Espeto sonriente el ojiblanco, a lo que el grupo accedió y mas su colega, echándose a caminar mientras se colocaba al lado de Chiho-chan, para aprovechar el paraguas lo máximo que pudiera.