Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
—Por fin, Hana, pensaba que lo había puesto mal. Estás en tu casa, ¿no? Eso quiere decir que se escucha bien
— Sí. — ¿donde iba a estar sino? — Bueno, ¿al final querrás ir al festival conmigo? No pasa nada si decides no hacerlo.
No quería presionarla diciendole que ya se había comprado un kimono precioso y le hacía bastante ilusión volver a ir al festival. Esperaba que fuese como una amiga y no como su sensei, aunque no sabía hasta que punto Eri era capaz de verla como una persona y no como un niña dependiente y necesitada.
Eri suspiró de forma silenciosa, queriendo dejar salir todo aquello que la atormentaba a veces al tener a Hana de pupila.
— Bueno, ¿al final querrás ir al festival conmigo? No pasa nada si decides no hacerlo.
—Sí —fue su turno de afirmar—. El día del festival quedamos cerca de la entrada y allí podremos ver qué hacer, la verdad es que nunca viene mal desconectar, y el Festival es muy bonito.
Entró a su casa y cerró la puerta tras de sí. Por fin tenía algo de tranquilidad.
—Así que ya sabes, ese mismo día, sobre el atardecer, quedamos cerca de la entrada —recordó, llevándose una mano al rostro—. Hay un pequeño banco con una flor de cerezo pintada, ahí quedamos mejor —su memoria acababa de acudir en su ayuda para acordar el lugar—. Probablemente nos encontremos a mis hermanos, así que prepárate por si Hotaru sigue cabreada. —Bromeó.
Se quitó las sandalias y se tiró al sofá, claramente cansada por aquel día y eso que en realidad no había hecho más que observar y cargar con dos cuerpos.
—Nos veremos allí, ¿vale? Si necesitas algo, vuelve a ponerte en contacto conmigo, pero solo si es importante.
—Grupo 5: Eri, Daigo, (Invierno, 220), Poder 60
—Grupo 10: Eri, Daruu y Yota, (Otoño, 220), Poder 60
—Grupo ???: Eri, Datsue, Reiji y Hanabi, (Invierno, 220), Poder 100
—Nos veremos allí, ¿vale? Si necesitas algo, vuelve a ponerte en contacto conmigo, pero solo si es importante.
— Muy bien, entonces. Nos vemos allí. — acortó Hana acostumbrándose a que su sensei fuese más imprecisa con el cuando quedaban que un reloj estropeado.
No había mucho más que decir, desactivó el sello y empezó a plantearse si comer o echarse un rato. Solo esperaba que Eri se relajase un poco el día del festival, porque estaba demasiado tensa cuando estaba con ella, a veces le daba la sensación de que estaba más pendiente de mantener su actitud de sensei que de respirar.
Suspiró, tirada sobre su cama. Aún tenía que pensar en cómo arreglarse para el festival. Aunque tampoco es que necesitase ir hecha un pincel, se recogería el pelo, se pondría el kimono y santas pascuas. Empezó a desvariar sobre como recogerse la melena cuando se quedó totalmente traspuesta.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)