Daruu abrió las puertas del recinto especial de prácticas. Era un lugar muy amplio, de al menos cincuenta metros de largo y treinta de ancho. Un campo de entrenamiento en el séptimo piso del Torreón de la Academia que disponía de, cerca de las paredes de hormigón, un montón de muñecos de entrenamiento, dianas para practicar puntería con shuriken, y troncos de madera cortados. El espacio central era un ring de combate muy grande.

Era una de las clases donde entrenaban Taijutsu y combate con armas cuando estaban en la Academia. Daruu recordaba perfectamente esas sesiones de entrenamiento, donde no tardó en dejar de aprender de los sensei para pasar a sorprenderlos con el Juuken. Ahora hubiera deseado aprender mucho más de ellos, y, como si quisiera permearse de la experiencia acumulada en aquella sala, como cada día, se fortalecía allí.

Cuando cerró la puerta y se dio la vuelta, enseguida se dio cuenta de que no estaba sólo. A pocos metros de la entrada, un pelirrojo familiar le devolvió la mirada.

—¿Inoue-san? —De Keisuke, Daruu conocía más bien poco. Tuvo un pequeño encuentro con él, que acabó en una desafortunada diferencia de mentalidades con su hermano, un tal Hazegawa que presentaba bastante poco respeto por los demás. De éste no había vuelto a oír nada, pero con Keisuke sí que se encontró en otra ocasión, en el Torneo de los Dojos, donde también participó para dar honor a Amegakure.

"Uno!" Abaniqué mis manos para dejar escapar dos shuriken de cada una de ellas, las cuchillas recorrerían una distancia de quince metros de trayectoria buscando acercar en el centro de las dianas.

Inicié mi desplazamiento mientras me hacia con la misma cantidad de agujas metálicas y me preparaba para lanzarlas. "Dos!" Disparé los proyectiles a otro de los objetivos de entrenamiento para luego seguir moviendo mis pies a gran velocidad hacia los troncos de madera, al llegar aproveché el impulso para elevar mi pierna derecha y impactarla con aquel muñeco, un combo de puñetazos no se hizo esperar.

Tras unos escasos minutos de practicar mi taijutsu con aquel inanimado objeto, fui disminuyendo el ritmo hasta que finalmente me detuve; regresé lentamente hacia las dianas para ir recogiendo las armas y ver mis resultados. "Cada vez estoy más cerca de dar en todos los puntos, un poco más de precisión es lo que necesito."

Era el momento indicado para un pequeño descanso, fui al inicio de la sala y empecé a hidratarme.

—¿Inoue-san?

Me volteé a ver la persona que me llamaba, la botella yacía en mi boca mientras continuaba bebiendo. Cuando di con la figura de la persona entrecerré mis ojos y me puse a pensar... ¿Cómo era que se llamaba? —Hyuuga Daruu.— Dije con seguridad tras terminar de beber el agua, me acerqué lentamente mirando fijamente sus ojos.

—Creo que la última vez que te vi fue en las rondas del torneo de los dojos.— Expresé aún más seguro.

"¿No eran más claro sus ojos, son violetas, no se parecen en nada a los de su clan..."

—Amedama Daruu —corrigió el otro—. Mi abuela era del clan Hyuuga. Yo simplemente heredé el Byakugan. Y ahora ni siquiera tengo esos ojos, así que el clan Hyuuga me queda muy, muy lejos. —Se encogió de hombros, y se acercó un poco más a Keisuke—. Sí, nos vimos en el Torneo de los Dojos, aunque creo que no coincidimos ni fuera del estadio. Y mira que es difícil, dado que vivíamos todos en el mismo bloque —rio.

Daruu suspiró.

—Oye, lo siento por aquél día en el que me fui de improviso —concedió—. Pero no pude con la personalidad de Hazegawa. Creo que es tu hermano, así que lo siento. Supongo que no todo el mundo puede llevarse bien.

»¿Andas entrenando?

—Oh, cierto, es Amedama, mi error, lo siento.— Me disculpé rápidamente al escuchar la corrección del apellido, no obstante, las palabras que comentó Daruu lograron hacer que mi anterior pensamiento encajase. "Perdió sus ojos..." Aquello me asombró, sería un tema delicado del cual no tiraría para seguir la conversación.

—Sí, fue raro, supongo que el destino así lo quiso.— Completé al recordar que fuimos vecinos durante el torneo.

Noté como expulsaba un poco de aire y luego presentaba unas disculpas, de esas sinceras que vienen desde el fondo. —Tranquilo, casi ni lo recuerdo.— Sonreí relajado. —Lo que sí logro recordar es que me dijiste que hacías las mejores pizzas, ¿no?— Preguntaría para corroborar, después de todo había pasado un tiempo ya de esas palabras.

Aproveché para dar otro sorbo a la botella y asentí con la cabeza. —Parece ser que los nuevos estudiantes no frecuentan esta sala... A mi me gusta, es muy amplia, pero nadie viene a entrenar aquí...— Comenté con un poco de decepción al saber que se perdía el potencial de aquel lugar. —¿Y tú? ¿Qué te trae por aquí?

Daruu había asentido con orgullo cuando Keisuke ley recordó que había presumido, ya en el pasado, de que sus pizzas eran las mejores. «Sí, amigo mío», había pensado, «y ahora conozco una receta increíble: ¡la pizza de oso!», recordó. Aunque en realidad el mérito era de Hibagon, el abominable hombre de las nieves con quien, junto a Kaido, había compartido ya dos pequeñas aventuras.

Keisuke dio otro sorbo a su botella y asintió a modo de respuesta ante la pregunta de Daruu.

—Parece ser que los nuevos estudiantes no frecuentan esta sala... A mi me gusta, es muy amplia, pero nadie viene a entrenar aquí —dijo, decepcionado—. ¿Y tú? ¿Qué te trae por aquí?

Daruu se encogió de hombros y comenzó a caminar hacia el centro de la sala.

—¿En realidad? —dijo—. Lo mismo que a ti, Keisuke. Necesito entrenar un poco. Estoy... oxidado —«y con ojos nuevos».

—Ah, claro, es obvio, jeje.— Reí un poco apenado, ¿cual era la idea de ir a una sala de entrenamiento sí no era para entrenar?

Le seguí con la mirada hacia el centro de la habitación. —Pues sí te animas podemos tener un combate amistoso.— Sugerí con una sonrisa para luego dejar la botella de agua con mis pertenencias.

Caminé en dirección a Daruu, yo me encontraba listo para iniciar una batalla, pero... ¿él? —¿Estás listo?— Pregunté para posicionarme a una distancia de diez metros de diferencia.

Daruu se detuvo cuando escuchó la voz de Keisuke detrás, que le solicitaba una batalla de entrenamiento. Sintió un extraño cosquilleo en la punta de los dedos, y una punzada de terror en el pecho. Sería la primera vez que combatía con alguien que no fuera Ayame después de la pérdida de sus ojos. Aún no se había acostumbrado a combatir sin ellos. Y sin embargo, había entrenado mucho. Mucho... Aquella podía ser una oportunidad de probarse, de experimentar contra un rival real, también.

El muchacho se dio la vuelta y dio un salto hacia atrás, quedando a diez metros del que sería su oponente, y a cinco del centro del campo de batalla de la sala. Cerró los ojos, respiró muy hondo y cuando dejó salir el aire, relajó los músculos de brazos y piernas y flexionó el codo. Sus dedos se movieron formando el Sello de la Confrontación, tradición shinobi para duelos y combates de igual a igual.

—Lo estoy, Keisuke-san. ¡Adelante!

Uní mis manos para realizar el Sello de la Confrontación, al igual que Daruu; después de terminar el acto protocolar estabamos listos para iniciar el entrenamiento, incluso mi contrincante me lo hizo saber.

—Demos inicio entonces!— Comenté animado mientras sacaba un kunai con mi diestra y me acercaba rápidamente al ojimorado, ocho metros, seis metros, cuatro metros, y cuando llegué a esa distancia de diferencia lancé la cuchilla directamente al abdomen de él, a la par que me detenía y entonces unía mis manos para realizar una corta secuencia de sellos, cuando mi pecho se inflamó busque la dirección que habría tomado Amedama y luego dejé expulsar un potente chorro de agua en dirección a él, esperando a que la ola chocase de lleno con éste.

Estado de Combate

PV: –
CK: – – (Reg. dividida)

Inventario:
• Protector Ninja [Frente]
• Portaobjetos Avanzado [Región lumbar] [18/20]

• Shuriken [5 unidades]
  
• Paquete de 5 senbon [2 paquetes]
  
• Kunai [2 unidades] -1
  
• Hilo Shinobi [2 unidades - 20 metros]
  
• Bomba de Humo
  
• Kit Médico
  
• Antídoto
  
• Agua bendita
  
• Veneno genérico

Tras el anuncio en voz alta del que sería el inicio del combate, Keisuke se lanzó en carrera hacia Amedama Daruu, kunai en ristre con la diestra. Daruu flexionó las piernas y juntó las manos, sin que llegaran a tocarse, preparado para reaccionar a la ofensiva del pelirrojo. Cuando les separaban apenas unos metros, Keisuke lanzó el kunai hacia Daruu, quien se vio obligado a dar un paso a la derecha mientras ladeaba su cuerpo. El pelirrojo entonces había juntado las manos para hacer sellos, pero Daruu también lo había hecho, y no estaba dispuesto siquiera a dejar que el contrincante lanzase su técnica.

—¡Suiton: Teppoudama! —Considerablemente más rápido que éste, había juntado las manos en un único sello, el del Tigre, y ahora una bala de agua se dirigía a toda velocidad hacia el torso de Keisuke, recorriendo los escasos cuatro metros que les separaban como un tren que no era capaz de frenar antes de chocar contra un despreocupado e inconsciente pastor que cruza las vías.

El proyectil fue esquivado con facilidad, como lo veía venir, lo que no esperaba es que Daruu formase el sello del tigre justo cuando viese que iniciaba mi secuencia, fue por ello que pudo lanzar su ataque un poco ante del mío, una bala de cañón se acercaba inminentemente, sin embargo, encontró una fuente que hizo resistencia a su poder, pero esta no fue suficiente y terminó rompiendo aquel flujo y llevándome a mi un par de metros más atrás...

Rodé por el suelo de la sala y tras terminar el impulso de su técnica me puse de pie. —Coff coff.— Quité el exceso de agua de mi rostro y noté que nos separaban alrededor de seis metros. —Tienes buenos reflejos.— Elogié mientras recuperaba un poco el aliento.

Estado de Combate

PV: – –
CK: – –(Reg. dividida)

Inventario:
• Protector Ninja [Frente]
• Portaobjetos Avanzado [Región lumbar] [18/20]

• Shuriken [5 unidades]
  
• Paquete de 5 senbon [2 paquetes]
  
• Kunai [2 unidades] -1
  
• Hilo Shinobi [2 unidades - 20 metros]
  
• Bomba de Humo
  
• Kit Médico
  
• Antídoto
  
• Agua bendita
  
• Veneno genérico

La bala de cañón acuática se dirigió a toda velocidad a Keisuke, quien aún consiguió a duras penas lanzar su Mizurappa. La esfera luchó contra el torrente de agua durante unos segundos, y finalmente lo rompió en dos, estallándole al médico en el centro del pecho. El muchacho salió disparado hacia atrás, rodó por el suelo y tosió, escupiendo agua. Finalmente se levantó y le dedicó un pequeño halago a Daruu.

—Muchas gracias, Keisuke-san —dijo, inclinando levemente la cabeza—. Vestigios de mi época como Hyuuga, supongo. Ese Mizurappa tampoco ha estado nada mal. Empiezas fuerte.

Daruu tomó aire y lo dejó escapar, lento. Flexionó los brazos y las piernas y se colocó en posición de combate.

—No tan fuerte como un teppoudama.— Agregué a la oración de Daruu, éste se mostró audaz, no bajó la guardia en ningún momento, un punto acertado. —Tengo entendido que los Hyuuga son muy buenos en taijutsu...— Comenté mientras daba pasos directo en linea recta hacia él, mi mensaje era bastante evidente.

No dilaté más la situación y acorté los pocos metros que nos separaban, cuando nos encontrasemos frente a frente lancé un puñetazo con mi siniestra directo a su mejilla, con la diestra seguiría otro puño directo a su boca del estómago, luego me agaché usando mi zurda como apoyo para lanzar una directa con mi pierna derecha a su pierna izquierda, al finalizar el combo buscaría mantener el margen y la guardia en alto para responder a su contraataque.

Estado de Combate

PV: –
CK: – –(Reg. dividida)

Duda: ¿Por qué te sumas +25 a CK? ¿no sería +20?

Inventario:
• Protector Ninja [Frente]
• Portaobjetos Avanzado [Región lumbar] [18/20]

• Shuriken [5 unidades]
  
• Paquete de 5 senbon [2 paquetes]
  
• Kunai [2 unidades] -1
  
• Hilo Shinobi [2 unidades - 20 metros]
  
• Bomba de Humo
  
• Kit Médico
  
• Antídoto
  
• Agua bendita
  
• Veneno genérico

Keisuke elogió la fuerza de su Teppoudama, o al menos comentó que su técnica no había sido capaz de sobrepasarla, y afirmó un pensamiento en voz alta: que había llegado a sus oídos que los Hyuuga eran muy buenos en Taijutsu.

—Lo soy. Pero no soy un Hyuuga. —Daruu sonrió.

El pelirrojo dio unos pasos hacia adelante y en nada se plantó delante de un Daruu que tuvo que reconocer que se había movido con la suficiente agilidad como para pillarlo medio de sorpresa. Desafortunadamente para él, en las cortas distancias Daruu era mucho más diestro y más fuerte. El muchacho agarró la mano izquierda de su contrincante cuando éste trató de golpearle la mejilla, bloqueando su ataque. Entonces sucedió algo inesperado para Keisuke: una ráfaga de agua a presión salió de la palma de la mano del ex-Hyuuga, abrasando sus nudillos.

Inmediatamente, Daruu movió la siniestra y propinó un gancho a Keisuke en la barbilla. Esta vez el estallido de agua fue mucho más fuerte, tanto que elevaría a Keisuke una altura de cinco metros hacia arriba.

Daruu formuló unos rápidos sellos que culminaron en una trompeta de agua como la que el muchacho le había lanzado al principio del combate.

—¡Suiton: Mizurappa!

Mi puño fue interceptado por su mano y lo que sucedió luego sí que me tomó por sorpresa, de la mano de mi rival surgió un una presión hídrica que terminaría por enrojecer mis nudillos, la ofensiva se Daruu no terminaba ahí, buscó golpear mi mandíbula con su mano libre, golpe que evadí moviendo mi cabeza hacia el lado opuesto de su ataque, sin embargo, esa nueva corriente de agua surgió besando mi piel, liberé mi siniestra de su agarre y entonces me dejé caer para usar la misma como apoyo y mandar una patada directa a su pierna izquierda.

Luego de mi ataque me separé rápidamente al ver como sus manos se unían en un sello que yo conocía bastante bien, esta vez no habría enfrentamiento, directamente evadiría la trompeta de agua que se acercaba, me desplacé hacia la derecha lo que fuera necesario para evadir totalmente el ataque y sin salir con ninguna lesión más.

Uní mis manos en un único sello, el del tigre, y de los restos del mizurappa surgió una masa amorfa que en un par de segundos tomó la misma consistencia e imagen que la mía, le cedí un kunai de verdad y entonces el falso yo se acercó lentamente a él, más atrás iría yo, repentinamente ambos aumentaríamos el acercamiento, no tan directamente sino en zig-zag para evitar el facilismo en su ofensiva; no obstante, el clon iría siempre en la vanguardia y más atrás iría el verdadero haciendo una secuencia de sellos.

Estado de Combate

PV: – –
CK: – – (Reg. dividida)

Clon:
PV: 10/10
CK: 35/35

Inventario:
• Protector Ninja [Frente]
• Portaobjetos Avanzado [Región lumbar] [18/20]

• Shuriken [5 unidades]
  
• Paquete de 5 senbon [2 paquetes]
  
• Kunai [2 unidades] -1
  
• Hilo Shinobi [2 unidades - 20 metros]
  
• Bomba de Humo
  
• Kit Médico
  
• Antídoto
  
• Agua bendita
  
• Veneno genérico

Pero Keisuke desvió la cabeza hacia un lado evitando el gancho, no así el potente estallido de agua a presión que laceró su mejilla. El pelirrojo le soltó la mano a Daruu y se dejó caer al suelo. Pateó la pierna de Amedama, que fue derribado con un quejido molesto clavando una rodilla al suelo. Daruu chasqueó la lengua mientras observaba como Keisuke se alejaba de él rápidamente.

Con su combinación cercenada por la mitad por Keisuke, Daruu no había lanzado su Mizurappa. Sonrió a Keisuke y se levantó, acariciándose la espinilla dolorida.

—Buena esa. Te has librado por muy poco —le concedió.