Los metros que nos separaban finalmente se terminaron y el clon siguió encabezando la carrera con arma en mano, al llegar, mi falsa imagen buscaría realizar un golpe con el Kunai dirigio a su rostro, un golpe totalmente directo, sin fintas, sin trucos, sin buscar amagar ni nada similar.

Para cuando llegué, mi yo de agua habría estallado, quizá por algún golpe del mismisimo Daruu, o porque simplemente su función era esa... El agua del clon se movió sobrenaturalmente y terminaría encarcelando a mi rival, incluyendo su cabeza, todo su cuerpo estaría enjaulado, y mi diestra sería la extremidad que canalizaría aquella técnica.

----¿Podrás librarte de esto?— Cuestioné mientras aumentaba un poco la presión, lo suficiente como para que su prisionero sintiera la opresión, la molestia, el malestar, sintiera la desesperación de no poder respirar.

Estado de Combate

PV: –
CK: – – (Reg. dividida x2)

Off: Bueno, no sé, a mi se me ha dicho que no se puede modificar lo que hayas narrado ya... En este caso yo veo que no es un combo en cadena, o sea cancelar tu taijutsu no significa que no hubieras podido hacer el ninjutsu, lo que digo es que no corté una cadena de movimientos como tal, tus acciones iban por separado. Realmente no me importa, pero lo digo porque me lo dijeron y entonces a veces me confundo...

Inventario:
• Protector Ninja [Frente]
• Portaobjetos Avanzado [Región lumbar] [18/20]

• Shuriken [5 unidades]
  
• Paquete de 5 senbon [2 paquetes]
  
• Kunai [2 unidades] -1
  
• Hilo Shinobi [2 unidades - 20 metros]
  
• Bomba de Humo
  
• Kit Médico
  
• Antídoto
  
• Agua bendita
  
• Veneno genérico

Sin embargo, su rival no pensaba detenerse a charlar. Formulando un simple sello del Tigre, el pelirrojo había creado una copia de agua surgida del enorme resultado del choque de los dos Mizurappa al comienzo de la batalla. Avanzaban ambos hacia él, el clon con un kunai en mano, el original formulando una ristra de sellos.

«¡Trama algo! ¡Mierda, es muy rápido!»

Daruu intentaba seguir con los ojos a dos Keisuke que se volvieron un borrón y recortaron la posición que les separaba en apenas un instante. El muchacho formuló el sello del Tigre y apartó la cabeza justo a tiempo para que el kunai no le arañara el rostro. Un par de mechones de su cabello flotaron un instante en el aire que le pareció a cámara lenta: el instante en el que vio el brazo del Keisuke real echándosele encima.

«Bien hecho, Keisuke.»

La esfera de agua le envolvió sin remedio mientras sonreía. Pronto sintió la presión. Keisuke esperaba finalizar el combate haciéndole ahogarse.

Daruu, lentamente, hizo todo el esfuerzo que pudo y consiguió mover el brazo y los dedos de una mano. Levantó un pulgar en símbolo de aprobación.

Le mostró los dientes, sonriente. Vio a su propio Mizu Bunshin, detrás de su compañero.

Y entonces, Keisuke sintió la esfera acuática que le golpeó en la espalda.

El simple plan que había trazado en mi mente surgió efecto, no era que no lo esperase, es que realmente no lo esperaba... Sentí la victoria entre mis manos cuando noté la figura de Daruu envuelto totalmente por aquella prisión de agua. "Genial! No pensé que fuera así e fácil capturarle" Me dije animandome por utilizar la prisión de agua con éxito la primera vez en un combate real.

Poco después noté como Amedama daba su aprobatoria, mostró sus sonrió y alzó el pulgar, seguramente le costaba respirar y la presión le ahogaría si la mantenía a ese ritmo. —Creo que me estoy pasando con la presión, será mej...— ¡SPLASH! Una bala de cañón acuática golpeó de lleno mi espalda, mi cuerpo fue impulsado varios metros hacia adelante por la presión de la técnica; la prisión que encarcelaba a mi oponente se escurrió como la victoria por mis manos, tan cerca y a la vez tan lejos...

Mi cuerpo descansó sobre algún lugar de la sala, aquel golpe había sido garrafal para mi estado actual, tanto así que me dejó totalmente noqueado, sería cuestión de tiempo para que recuperase la consciencia.

Por la inercia del golpe, el cuerpo de Keisuke prácticamente se le echó encima. La esfera de agua se quebró en un potente estallido, y ambos rodaron por el suelo entrelazándose como dos cordones de zapatos. Finalmente, Keisuke cayó boca arriba a dos metros, y Daruu pasó por encima y rodó un poco más allá. Se apoyó en el suelo y se reincorporó, empapado y tosiendo agua.

—Qué cabrón, casi me... me tenía —masculló Daruu en voz alta entre tos y tos. Se acercó al cuerpo inconsciente de Keisuke y lo observò detenidamente. «Sólo está inconsciente. Despertará pronto.»

Estiró los brazos y se sentó al lado del pelirrojo, acariciándose la zona lastimada por la patada del médico.

Mi percepción del tiempo había escapado, abrí los ojos lentamente y me topé con el techo de la sala, me mantuve ahí acostado, no solo mi orgullo estaba adolorido, sino también casi todo mi cuerpo, todos sus ataques dieron de lleno en mi, en cambio los míos apenas y lograron acercar... ¿Qué estaba haciendo mal?

Ni siquiera podía recordar la última vez que salía victorioso en un combate, desde la batalla en el torneo de los dojos en la primera ronda fui derrotado por Yota, luego la batalla con Akame, más tarde Datsue y ahora Daruu... Todas ellas derrotas, y las últimas tres con una gran apertura en los resultados. Suspiré con resignación, hasta respirar dolía en ese momento."Parece que tanto entrenar no me sirve de nada" Me dije desmoralizado, ¿de qué me servía encerrar a mi enemigo con el suirou no jutsu sí no lograba mantenerle ahí? Sí no lograba terminar la batalla con ello.

Me incorporé apoyándome con mis manos, fue un esfuerzo que hizo que todos mis músculos dolieran al unísono, rodeado de fatiga física y mental, y ahora con un autoestima disminuyendo rápidamente... ¿Qué debía hacer? Los rumores decían que pronto vendrían los exámenes chuunin.

Tensé mi mandíbula y luego boté el aire mis pulmones por la boca.

¿Debía presentar mi solicitud? ¿O no?

En ese momento mis orbes ni siquiera se percataron de que no me encontraba solo; me encontraba sumido en mis pensamientos...

Daruu llevaba un rato esperando, con la mirada clavada en el infinito, en la desenfocada pared de hormigón de la sala de entrenamiento. Por eso le dio un sobresalto cuando Keisuke se levantó y bufó con apatía.

—Hey, Keisuke-san —dijo con una sonrisa afable—. ¿Estás bien?

Los segundos parecían pasar lentamente en el interior de mi mente, todo transcurría así hasta que Daruu rompió el silencio y la burbuja que me encerraba, miré instintivamente hacia él. "Pensé que se habría marchado"

—Sí, es solo que mi entrenamiento no parece dar buenos resultaos...— Comenté con tono desanimado para luego incorporarme. —Buen combate, no te vi hacer el clon.— Agregué una vez estaba de pie y le miraba. —Es hora de que descanse un poco...

Daruu arrugó la nariz y se levantó. Tendió una mano amable para ayudarle a reincorporarse del suelo. Se rascó la nuca aceptando el cumplido con una sonrisa y contestó a su compañero:

—Bueno, Keisuke-san, yo creo que el truco está en no rendirse y seguir mejorando. Siempre habrá alguien que sea más fuerte que tú. Lo importante es vencer a tu yo del pasado. —Desvió la mirada avergonzado. Había sonado más filosófico de lo que pretendía—. Bueno, Kei. ¿Qué te parece si luchamos otro día de nuevo? Así podemos seguir midiéndonos.

»Aunque por lo pronto lo que me apetece es dormir un poco, sí —rio.

Daruu acercó su palma brindándome un punto de apoyo para incorporarme, propuesta que acepté; y no sólo con eso, sino que también agregó un comentario alentador, uno que buscaría aumentar mi autoestima, la pregunta era... ¿Era más fuerte ahora que antes? La respuesta era evidente, estaba más que claro que ahora era mucho más fuerte que antes, pero ser más fuerte que antes no demostraba gran diferencia en los resultados de las mismas pruebas...

—Me parece bien, nos enfrentaremos nuevamente y veremos cuánto hemos mejorado.— Acepté su invitación e incluso soné decidido a ganar la próxima batalla. —Además, debemos dar lo mejor de nosotros para presentar el examen chuunin.— Añadí recordando la meta que estaba más cerca.

—Me retiro, descansa.— No había ningún otro motivo para quedarme más tiempo, había terminado de entrenar, estaba cansado y aunque Amedama buscaba consolarme de algún modo no había logrado calar del todo. Recogí mis cosas y me marché del torreón, directo a casa.

Daruu observó al taciturno Keisuke, que se alejaba hacia el fondo de la sala. Torció la boca, y la cabeza, sin saber muy bien cómo animarlo un poco más. A pesar de que había contestado amablemente, se notaba que el pelirrojo no estaba conforme con los resultados del entrenamiento. Había visto esa mirada caída muchísimas veces: en Ayame, quien una y otra vez sentía que sus objetivos se alejaban a una velocidad más grande que ella.

Irónicamente, sólo estas dos personas habían conseguido aparecer como un borrón ante sus ojos. ¿Eran tan rápidos porque querían alcanzarlos?

Daruu sonrió y cerró el puño como si aquél pensamiento elocuente hubiera sido recibido con halagos por un gran público. Se sintió un poco idiota, sacudió la cabeza y volvió a casa.