Nioi destaca por su altura respecto a otros jóvenes de su edad. Por eso y por su delgadez, aunque su complexión delgada es engañosa a la vista y fruto del ejercicio excesivo y la pésima alimentación a la que los gladiadores eran sometidos.
Su piel ligeramente morena destaca en un lugar con pocos días de sol. Su pelo es rubio, corto, despeinado y siempre revuelto. Sus ojos de color marrón muy claro, casi como caramelo, acompañados casi siempre de una sonrisa. Tiene una pequeña marca en su ceja izquierda. una cicatriz producto de algún golpe que no recuerda con detalle, pero que lo acompaña desde pequeño.

Viste un pantalón largo oscuro y cómodo, que le permite moverse con facilidad, pero para cubrir su largo le queda algo ancho. Unas sandalias geka de madera que han visto días mejores. Una camiseta de tirantes blanca que a todas luces no es su talla, y una cazadora desgastada con capucha que le protege de la lluvia continua y un pañuelo que su hermana tejió para él, que anuda en su cintura y le sirve para ceñir la camiseta. Anudada a la manga de la chaqueta, la placa de Amegakure.

Desde que tiene memoria tanto su hermana como él, han estado juntos y solos. Esto hace que en muchas situaciones no sepa cómo comportarse aún. Es un muchacho callado, que no habla casi con nadie si no se dirigen directamente a él. Su libertad fue quebrada desde la infancia, y poco a poco esta habituándose a relacionarse con otras personas y a expresar sus pensamientos en voz alta. Este comportamiento es a menudo confundido con timidez, pero no es así. Pese a todo, está habituado a trabajar junto a otros, aunque quizás no de manera tan organizada.

Pese a este comportamiento algo distante, es cariñoso a su manera y se preocupa por el bienestar de sus conocidos, aunque le cuesta encariñarse con alguien que no sea su hermana. Por desgracia ha visto morir a muchos y sus manos también están teñidas de sangre.

Al pasar casí 8 años en cautiverio y alejado del mundo, solo conoce lo que los otros gladiadores le han contado o enseñado y que aunque no es poco, dista mucho de ser suficiente. Le gusta leer y aprender, y envidia a aquellos que pudieron tener una infancia tranquila, normal, asistieron a la escuela y se licenciaron a su edad correspondiente. También ha pasado parte de su vida sin tener experiencias tan reconfortantes como comerse un guiso recién hecho. Hay tantas cosas por probar que se le hace la boca agua.

Está profundamente agradecido a la aldea, tanto por salvarlos de el laberinto como por darles un lugar al que poder llamar hogar. Por ello está dispuesto a ofrecer su vida a cambio de poder mantener a su hermana a salvo. Cierto es que ella está enferma y depende de él, pero Nioi se niega a abandonarla. Le da igual tener que comer pan rancio y vestir harapos si es lo que tiene que hacer.

Pese a todo lo que ha cambiado en su vida sigue sin saber cómo vivir alejado del combate. Tras tantos años viviendo por y para sobrevivir, le cuesta mucho pensar en otra forma de ganarse la vida, y cierto es que aún no tiene otras habilidades, pero incluso teniéndolas le sería difícil abandonar. En cierta manera se siente vivo cuando lucha y cuando sobrevive un día más, y una parte de él quiere seguir creciendo como guerrero para enfrentarse a adversarios cada vez mejores.

¤ Bendición de Amenokami (coste de 0 puntos)


¤ A contracorriente (coste de 1 punto)

¤ Ambidiestro (coste de 1 punto)

¤ Fresco como una rosa (coste de 1 punto)


¤ Especialidad en Ninjutsu (coste de 2 puntos)

¤ Incomunicado (otorga 1 punto)

¤ Responsabilidad económica (otorga 4 puntos)