Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
11/12/2016, 21:53 (Última modificación: 11/12/2016, 21:54 por Aiko.)
La chica caldeó el ambiente en un abrir y cerrar de ojos. Su cuerpo se volvió uno con un torrente de fuego que hasta había hecho desaparecer la nube de humo, tinta, o lo que fuese. Siendo ésta una técnica de lo mas peculiar, el domador de bestias no dudó en soltar un chiste referente a la temperatura. El hombretón, y sospechoso numero uno del incidente con su botella, sin embargo no pareció mermar en ánimos. De pronto, él también realizó una secuencia de sellos y su cuerpo hizo la misma simbiosis que el de la chica, pero con su elemento afín; la tierra. El cuerpo del gigante se cubrió con rocas, arena, y numerosos minerales. En ese mismo instante se jactó de su superioridad, siendo él quien aludía a sus propias palabras de no ser subestimado.
«¿Por qué sabe ninjutsu elemental un tarugo así? ¿Desde cuando los bandidos saben ninjutsu?»
No eran las palabras confusas que pasaban por su mente, pero a fin de cuentas eran esos sus pensamientos. La verdad, había algo ahí que no cuadraba para nada... Por otro lado, ésto solo empeoraba las cosas para la kunoichi, la tierra era un elemento muy resistente, y un elemento muy difícil de demoler. Aunque ella no era cualquier kunoichi, era la diosa del fuego, ni el elemento agua podía resistir sus katones. Sin duda alguna, no sería rival para ella. Al menos no en una situación diferente, mala suerte la de estar medio pedo...
Lentamente avanzó hacia el enorme montón de rocas con forma humanoide, dejando tras de ella una ligera senda de llamas que apenas flagelaban un par de veces antes de extinguirse lejos de su dueña. Curiosamente, la chica parecía estar esquivando ataques, o con alguna extraña estratagema de evasión... o simplemente era incapaz de ir en recto, lo cuál parecía ser lo mas probable. En ese mismo instante, su "compañero" de combate lanzó una replica y un montón de animalejos al ataque. La verdad, el sobrenombre de domador de bestias le venía que ni pintado.
—Capullio... —Alzó de nuevo la voz la chica, a la vez que alzaba su dedo acusador. —O pi-des perdion o te me q-quemo.
La chica lanzó lo que parecía un ultimátum al bandido envuelto en piedras, ante todo la chica parecía estar cabreada. Pero para posible sorpresa del individuo, que andaría a esquive o confrontación con las bestias de tinta así como con el clon del chico, la chica estaba realizando un sello con su otra mano en ese justo instante. —Aaah lamierda!! —Sin aviso previo, hinchó sus pulmones en una intensa inhalación, y la exhaló de golpe en un torrente de aire que tomó la forma de una esfera incandescente. La esfera de fuego recortó las distancias súbitamente, sin dar tiempo alguno a nada de lo que allí se encontraba, aunque lamentablemente no iba del todo encaminada hacia el hombre de roca, si no que se desvió hacia los pies de éste. Podía haber sido intencionado o no, pero posiblemente era consecuencia de la bebida.
—BOOOM!—
Si la vorágine que había cubierto a la chica había sido espectacular, ésto sin duda dejaba a lo anterior a la altura del betún. El fuego no se separó de los labios de la chica en ningún momento de su recorrido a modo de esfera, pero eso no era lo mas sombroso, lo realmente espectacular es que al chocar contra el suelo su adversario no quedaría impune del impacto... la zona de impacto se convirtió en una puerta al mismísimo infierno, y el hombre de roca era el principal invitado. Un pilar de fuego, rocas, y destrucción envolvieron todo hasta convertirse en una esfera de fuego de casi 5 metros a la redonda sobre el lugar del impacto.
La chica terminó la técnica cortando el chorro de fuego de sus labios con su propia mano, bajó el rostro un poco, y alzó la mirada en un torrente de fuego aún mas maquiavelico que el que acababa de provocar. Tras ello se echó hacia detrás el pelo, bueno, el fuego que hacía funciones de ser su larga cabellera.
—Técnica de la Llama Majestuosa —Decoró con palabras casi sobrias a su destacada técnica.
Estado de Katomi
Vida
130/130
–
0
–
Chakra
95/170
–
-15 -60
–
—Objetos:
Bandana ninja [Cintura]
Portaobjetos básico (4/10) [Muslo derecho]
Kunai (2) [Portaobjetos]
Makibono (2) [Portaobjetos]
* Ninguna AO *
¤ Kimi ga katon, imasugu desu! ¤ ¡A mí ya, elemento fuego! - Tipo: Apoyo - Rango: A - Requisitos: Sarutobi 40 - Gastos:
15 CK (divide regen. de chakra)
(Sarutobi 60) 20 CK (divide regen. de chakra)
(Sarutobi 80) 35 CK (pausa regen. de chakra)
- Daños: - - Efectos adicionales:
Recubre el cuerpo del usuario en puro fuego para otorgarle ciertas características.
(Sarutobi 40) Reduce un 25% el daño de Katon. Todo contacto físico causa 5 PV de daño por quemadura.
(Sarutobi 60) Reduce un 50% el daño de Katon. Todo contacto físico causa 5 PV de daño por quemadura.
(Sarutobi 80) Anula por completo el daño de Katon. Todo contacto físico causa 5 PV de daño por quemadura.
- Sellos: Serpiente → Tigre → Perro → Rata - Velocidad: Instantánea - Alcance y dimensiones: -
Esta técnica permite al miembro del clan Sarutobi reducir el daño recibido por ataques ígneos. Desde un simple pelo, hasta la piel y los músculos, todo el cuerpo pasa a estar en simbiosis con una capa de fuego. Esta técnica cuenta con un importante valor estratégico, pues permite al usuario de la técnica usar técnicas de fuego sin meditar, incluso viéndose él mismo en el rango de efecto.
Cuando el shinobi se desmaya teniendo esta técnica activada, o recibe un ataque bastante fuerte (80 PV), el fuego que rodea al usuario de la técnica desaparece. La técnica causa que la misma combustión del fuego permita al shinobi levitar levemente, a apenas 15 centímetros del suelo. La velocidad de movimiento del usuario pasa a estimarse por el atributo poder en vez del atributo agilidad. El fuego calienta el aire que se encuentra alrededor del usuario, el aire caliente asciende, y por ende hace que el shinobi se mantenga en el aire.
Alterador (Hadesu) La kunoichi es capaz de controlar por completo el fuego que la rodea a base de sentimientos o precisión. Ha aprendido a usar la técnica en puntos concretos de su cuerpo, así como a canalizar un mayor torrente de fuego. El daño y efecto sigue siendo el mismo, pero por ejemplo puede hacer arder su cabello flamígero cuando se enfada, o bien envolver solo sus puños en fuego.[/descripcion]
¤ Katon: Gōen no Jutsu ¤ Elemento Fuego: Técnica de la Llama Majestuosa - Tipo: Ofensivo - Rango: A - Requisitos: Sarutobi 50 - Gastos:
60 CK
(Sarutobi 100) (multiplicable x2)
- Daños: 100 PV - Efectos adicionales: Inmunidad a la ventaja con técnicas de agua - Sellos: Tigre - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones:
El chorro de llamas mide 1'5 metros de ancho y puede llegar a alcanzar los 20 metros de longitud. Al chocar contra el suelo, estalla en 5 metros a la redonda
El chorro de llamas mide 1'5 metros de ancho y puede llegar a alcanzar los 40 metros de longitud. Al chocar contra el suelo, estalla en 10 metros a la redonda
Técnica exclusiva del clan Sarutobi, transmitida de generación en generación. Se trata de un chorro de llamas puro y duro, que actúa como una bala flamígera con peso. Eso quiere decir que puede lanzarse en línea recta, como si fuera una bola de fuego normal, pero el chorro siempre permanece conectado a la boca del usuario. También puede lanzarse en parábolas realmente complicadas, e incluso hacia arriba con la intención de que aterrice en un punto al caer.
Por que cuando la técnica cae en un lugar, estalla en una nube de fuego y destrucción. El verdadero valor de esta técnica reside en su largo alcance. Es capaz de recorrer grandes distancias para causar estragos a varios enemigos en un área y por sorpresa.
El combate comenzó de forma violenta en el mismo momento que mis creaciones asaltaron al hombre de piedra que poco o nada podían hacer por atravesar su armadura pétrea, pero si que lograrían estorbar a nuestro adversario. Afortunadamente el líder bandido en ese estado era mucho, pero que mucho más lento que de forma habitual. Algo que me resultó verdaderamente positivo.
Por otro lado, La kunoichi de Ame tendría que cumplir su papel este peculiar combate, y siendo tan hábil como parecía ser con el elemento fuego, di por sentado que no sería problema para ella despachar al matón, más aún con mi ayuda. Envuelta en llamas, era difícil ver los rasgos de la dama de fuego, pero estaba claro que aún estaba molesta por su pequeña perdida, llegando a reclamar al bandido que se disculpara por algo tan banal.
—Capullio... —Alzó de nuevo la voz la chica, a la vez que alzaba su dedo acusador. —O pi-des perdion o te me q-quemo.
Al oír aquello, no pude evitar una mueca sonriente espontánea. Conocía un poco más al espécimen que teníamos delante, y ya me imaginaba que clase de respuesta daría. Cualquier cosa menos disculparse seguro.
-¡JA ja Ja! Di todas las gilipolleces que quieras mientras puedas pequeña estúpida. Que después llorarás, y llamarás a tu mami. Dijo con grosería con la intención de sacar de quicio, como era costumbre en él.
Estaba claro que esa respuesta no sería del agrado de la kunoichi, que en su estado, seguramente solo sirviera para hacerla enojar más aún.
—Aaah lamierda!! Y efectivamente, vaya que se enfadó. Tomó aire y exhaló un aliento flamígero como si se tratara del aliento de un dragón, que formó lo que sería una bola de puro fuego infernal, que solo hizo subir aún más la temperatura del lugar de forma súbita.
Joder...y me quejaba hace un rato del frío...
Toda esa exhibición de poder me hizo llegar a la conclusión de que aquella kunoichi era algo más que una simple genin, pues esa maestría con el elemento Katon estaba muy perfeccionado como para ser una mera principiante. Mientras tanto, aquella bola de fuego salió en busca del matón que al ver que la muchacha hinchaba sus pulmones ya se temió lo peor y ejecutó su siguiente jugada sin importarle mucho los roedores que correteaban por su insensible cuerpo envuelto en piedra.
-¡Doton!¡Doryūheki! Y levantó un muro de piedra sin ejecutar sello alguno justo delante de él, que se interpuso en la trayectoria del proyectil ígneo justo a tiempo.
Sorprendente...quizás en ese estado pétreo pueda ejecutar técnicas de Doton, sin necesidad de realizar sellos...Es realmente impresionante...
El proyectil fue un poco desviado, o quizás fuera la intención de la kunoichi de Ame desde un primer momento. Pues el proyectil impactó en la base de aquel muro de forma violenta para después estallar dando paso a un ernorme estruendo y consecuente onda expansiva que arrasó todo a su paso.
—BOOOM!—
Apenas pude llevarme los brazos a la cara para protegerme por aquel estruendo, la túnica comenzó a bailar violentamente por aquellas fuerzas que se desataron a causa de la explosión. Intenté clavar las piernas al suelo para no salir despedido por aquella violenta vorágine de destrucción que aún así fue capaz de arrastrarme unos pocos metros.
¡Joder...!
Se levantó una nube de polvo y ceniza que tardó uno rato en posarse de nuevo en el suelo baldío, lo que antes era pradera se había convertido en un pequeño cráter dando paso a un improvisado erial calcinado. Finalmente se pudo ver el resultado del ataque de fuego de la Kunoichi de Ame. La bola de fuego rebasó las defensas del líder bandido, destruyendo por completo el muro de piedra y alcanzándolo en menor medida a él. Sin duda el muro que no pudo contener el ataque, si que pudo amortiguar parte del daño de este.
Al líder bandido se le desprendió parte de su armadura pétrea y algunos trozos de su armadura estaban en llamas. Por mi parte, aproveché la confusión para atacar con mi león de tinta que impactó de lleno sobre el líder bandido omitiendo su muro de piedra, algo que también contribuyó a mermar el poder defensivo de su armadura en alguna medida.
Y claro está, no hacía falta decir lo jodidamente mosqueado que estaba nuestro oponente que hacía un esfuerzo por contenerse. Su respiración estaba acelerada y apretó la mandibula tanto, que parecía que estaba a punto de perder su dentadura.
-Malditos mocosos...Os voy a descuartizar a los dos...¡Ahora es mi turno! Exclamó el líder bandido que estallando en cólera salió disparado hacía la Kunoichi de Ame mientras su armadura se resquebrajaba por cada paso que daba, volviendo así a su estado original.
Su velocidad era tremenda, aún si cabe más por su estado emocional. Puso la pierna por delante y exclamó a los cuatro vientos.
¡Dynamic Entry! Dándole una patada a la Kunoichi de Ame ignorando sus llamas que la envolvían y dándole de lleno en toda la cara. Obviamente, la pierna del líder bandido comenzó a arder. Pero parecía que su ira hacía obviar aquel detalle, por lo menos de momento.
Estado de Zaibatsu Yoshimitsu
• PV:
100/100
–
• CK:
65/65
–
• PV clon:
100/100
–
• CK clon:
61/65
–
Daño de león de tinta resta a la armadura de piedra -60 PV
Estado del líder bandido
• PV: ? / ?
• CK: ? / ? -48 CK -24CK
¤ Doton: Doryūheki ¤ Elemento Tierra: Muro de Estilo Tierra - Tipo: Defensa - Rango: B - Requisitos: Doton 20 - Gastos:
24 CK
(Doton 40) (multiplicable x2)
(Doton 60) (multiplicable x3)
(Doton 80) (multiplicable x4)
(Doton 100) (multiplicable x5)
- Daños: - - Efectos adicionales: Defiende 40 PV - Sellos: Tigre → Liebre → Jabalí → Perro - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones: La barrera mide 2 metros de ancho y 3 de alto (aumenta con la multiplicación)
El usuario crea una pared sólida de tierra como forma de defensa. El ejecutor de la técnica puede convertir su chakra en tierra dentro del cuerpo y escupirlo para formar la barrera, o manipular la tierra frente a él con el mismo objetivo. Entonces, la tierra se levanta y se endurece de forma casi instantánea, protegiéndolo. Dadas las propiedades especiales de la tierra, la pared es altamente resistente al agua, pero es débil a ataques de elemento rayo. Los usuarios pueden personalizar la apariencia de la barrera, a efectos totalmente interpretativos.
¤ Dynamic Entry ¤ Entrada Dinámica - Tipo: Ofensivo - Rango: D - Requisitos: Taijutsu 20 - Gastos: 24 CK - Daños: 40 PV - Efectos adicionales: - - Sellos: - - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones: El impulso de velocidad en el aire puede hacerse desde 10 metros.
—Esta técnica consiste básicamente en que el usuario atice una patada voladora en la cara del oponente, a una velocidad considerable y desde cierta distancia, en ocasiones haciendo acto de aparición en escena y pillándolo por sorpresa. Normalmente, se suele usar un kunai como distracción para aprovechar el momento de despiste del adversario y asestar el golpe. Para aumentar la sorpresa de la técnica, el usuario puede gritar su nombre dramáticamente mientras la ejecuta.
La Bola de fuego consume el muro de piedra atravesándolo e impacta sobre la armadura de piedra restando -20 PV. La armadura de piedra acaba destruida.
El bandido asesta un Dinamic Entry a Katomi que le hace -40 PV. El bandido por contra, recibe -5 PV a causa de las quemaduras de "Kimi ga katon, imasugu desu!" de Katomi
Pese a la amenaza de la chica, el orangután símil a una estatua del susodicho animal pasó del tema. No tuvo otra genial idea mas alejada que dar un nuevo golpe de chulería, presumiendo de nuevo de su confianza. Pero la chica no demoró demasiado en mandar a la mierda las formalidades. En un abrir y cerrar de ojos lanzó una llamarada, la mas potente de su clan. Las ideas no eran darle segundas oportunidades, o dejarle huir de buenas... Ni hablar, había roto su botella.
La andanada de fuego y furia arrasó con todo a su paso, envolviendo en llamas todo a su camino. Hasta la misma humedad del aire dejó un socavón de tibia neblina, y que terminó dando lugar a un enorme cráter. El hombre, en un último intento por evadir el daño, elevó una gigantesca pared de roca. Ni tan siquiera tuvo que realizar sellos, lo cuál no dejaba de sorprender en tan tremendo masa de músculo sin cerebro. La verdad, no había opción alguna a que se tratase de un simple genin retirado, sus habilidades físicas y del elemento dotón eran dignas de como mínimo un chunin en retiro. Para su sorpresa, y desagrado, ni tan siquiera la pared de roca y su armadura pudieron desviar por completo la tempestad de fuego. Su pared quedó hecha añicos, al igual que su preciada armadura.
De pronto, su ira no se vio mas que engrandecida. Estalló en gritos, de nuevo, y deshizo del todo la armadura que bien le protegió del daño. Sin titubeo alguno, comenzó una carrera atroz dirección a la kunoichi de Amegakure, a grito pelado obviamente. Entre vaivenes, la chica quiso alzar la guardia para afrontar la embestida, pero ni en sueños hubiese pensado que esa masa de grasa y músculos pudiese correr tantísimo. Con las mismas, alzó vuelo y se dispuso a golpear con la planta del pie a la chica en pleno rostro.
—Aaaahhg! —Un gemido de dolor surgió de lo mas profundo de su ser, sacando gran parte de su embriaguez a la vez que la transportaba al dulce y brusco mundo del dolor. Su cuerpo salió despedido unos cuantos metros, pareciendo que el hombre golpeaba una bola de fuego y ésta salía despedida. Rebotó unas cuantas veces con el suelo, y terminó creando un ligero socavón de fuego y arenisca, entre hierba y quizás un poco de agua.
Por unos instantes, la chica permaneció quieta, meditando qué diantres estaba pasando. Acababa de recibir una violenta y brutal patada en plena jeta, no era para menos.
—D-dios... que golpe... —Se quejó mientras llevaba ambas manos a cubrir su cara.
Pero no había tiempo para quejarse o convalecerse, estaba en mitad de una refriega. Arraigó fuerzas, y se estabilizó un poco sentándose antes de levantarse. Su cuerpo comenzó de nuevo a levitar poco a poco, acto del calor elevando su ligero cuerpo. Tras apenas un segundo, su cabellera alzó el vuelo a modo de remolinos violentos de llamas, parecía Hades enfadado. Sin mas, y con los puños bien apretados, terminó de levantarse.
—A una princesa no se le golpea, pedazo de cacho de trozo de cerdo en miniatura! —Acompaño en amenaza junto a su fuego.
De pronto, tomó una guardia que no demostraba para nada aptitud en Taiutsu, pero que sin duda era legítima de expertos en el uso del ninjutsu. Ambas manos quedaban a la misma altura, las piernas flexionadas dando frente al oponente, y su mirada hincada en éste para no perderlo de vista. Poco a poco sus puños comenzaron a arder con mas fuerza, así como lo hacía su cabellera, sus hombros comenzaron a igualar el proceso, y la mayor parte de las llamas que blandía se agitaban estrepitosamente. El área ígnea de la chica casi parecía físico, puro fuego acumulándose para una poderosa e inminente descarga.
Estado de Katomi
Vida
90/130
–
-40
–
Chakra
105/170
–
+10
–
—Objetos:
Bandana ninja [Cintura]
Portaobjetos básico (4/10) [Muslo derecho]
Kunai (2) [Portaobjetos]
Makibono (2) [Portaobjetos]
* Ninguna AO *
¤ Kimi ga katon, imasugu desu! ¤ ¡A mí ya, elemento fuego! - Tipo: Apoyo - Rango: A - Requisitos: Sarutobi 40 - Gastos:
15 CK (divide regen. de chakra)
(Sarutobi 60) 20 CK (divide regen. de chakra)
(Sarutobi 80) 35 CK (pausa regen. de chakra)
- Daños: - - Efectos adicionales:
Recubre el cuerpo del usuario en puro fuego para otorgarle ciertas características.
(Sarutobi 40) Reduce un 25% el daño de Katon. Todo contacto físico causa 5 PV de daño por quemadura.
(Sarutobi 60) Reduce un 50% el daño de Katon. Todo contacto físico causa 5 PV de daño por quemadura.
(Sarutobi 80) Anula por completo el daño de Katon. Todo contacto físico causa 5 PV de daño por quemadura.
- Sellos: Serpiente → Tigre → Perro → Rata - Velocidad: Instantánea - Alcance y dimensiones: -
Esta técnica permite al miembro del clan Sarutobi reducir el daño recibido por ataques ígneos. Desde un simple pelo, hasta la piel y los músculos, todo el cuerpo pasa a estar en simbiosis con una capa de fuego. Esta técnica cuenta con un importante valor estratégico, pues permite al usuario de la técnica usar técnicas de fuego sin meditar, incluso viéndose él mismo en el rango de efecto.
Cuando el shinobi se desmaya teniendo esta técnica activada, o recibe un ataque bastante fuerte (80 PV), el fuego que rodea al usuario de la técnica desaparece. La técnica causa que la misma combustión del fuego permita al shinobi levitar levemente, a apenas 15 centímetros del suelo. La velocidad de movimiento del usuario pasa a estimarse por el atributo poder en vez del atributo agilidad. El fuego calienta el aire que se encuentra alrededor del usuario, el aire caliente asciende, y por ende hace que el shinobi se mantenga en el aire.
Alterador (Hadesu) La kunoichi es capaz de controlar por completo el fuego que la rodea a base de sentimientos o precisión. Ha aprendido a usar la técnica en puntos concretos de su cuerpo, así como a canalizar un mayor torrente de fuego. El daño y efecto sigue siendo el mismo, pero por ejemplo puede hacer arder su cabello flamígero cuando se enfada, o bien envolver solo sus puños en fuego.
Sin comerlo ni beberlo para la pobre Kunoichi de Amegakure, se había metido de lleno en un enfrentamiento del que seguro, no era consciente de la envergadura del mismo. Pues el "bandido" no tenía tanto de bandido y si de otras muchas cosas, cosas que rozaban o incluso sobrepasaban nuestros limites.
Joder... Pensé angustiado cuando veía impotente como el matón legendario asestaba un Dinamic Entry a la kunoichi en un abrir y cerrar de ojos. Un usuario avanzado del elemento Doton, casi tan rápido como un maestro de Raiton... La mezcla se me hacía un tanto explosiva, más incluso que la dama de fuego de Amegakure, pero no había que quitarle merito, sin lugar a dudas.
También me llamó la atención que la Kunoichi de Amegakure comenzara el combate con aquel alarde de poder, se notaba que no era una ninja que se guardara ases en la manga, le gustaba salir a por todas desde el comienzo, se me antojaba algo bastante abrumador, pero que decir, la verdad que con su poder se lo podía permitir. En un combate contra mí, sin duda me hubiera rendido antes que acabar calcinado. Sin embargo y aun exhibiendo toda su fuerza, como dije antes, jamás se hubiera imaginado un matón tan "especial". Ahora seguro que entendería el por qué de tanta prisa...por las malas.
Combates así eran los que daban pie a las leyendas, las llamas contra la roca, la dama de fuego contra el monstruo de piedra, y en medio, el tonto mediocre de la tinta. Por lo menos sería yo quien inmortalizaría el momento para la posteridad.
-No tengas prisa, cuando acabe con él, me entretendré contigo... Dijo el matón como si nada en el mismo instante que su ataque tuvo éxito.
Tras la patada recibida en toda la cara, la kunoichi salió despedida en dirección opuesta violentamente, rebotando contra el suelo unas cuantas veces, una estampa bastante dolorosa de ver, pues me sentía doblemente culpable, por mi culpa estaba recibiendo la del pulpo. La osada patada del matón provocó que su pierna se tornara en llamas, algo natural cuando se golpeaba al fuego, pero el matón no tenía ni un pelo de tonto, pues supo reaccionar de inmediato, mientras que la ninja de Ame terminaba de volar y de incorporarse, el matón se sumergió dentro del suelo, haciendo alarde de su control sobre la tierra al igual que que adversaria con el fuego, obviamente las llamas de su pierna se extinguieron en el proceso.
—A una princesa no se le golpea, pedazo de cacho de trozo de cerdo en miniatura! —Acompaño en amenaza junto a su fuego. Exclamó la Kunoichi de Ame con las fuerzas renovadas tras el golpe, pero allí no había nadie, nadie excepto Yoshimitsu, que se temía lo peor.
De repente, el matón salió de la tierra como un torpedo de debajo de Yoshimitsu entre carcajadas, y lo agarró del cuello en el acto con tanta fuerza, que lo estaba estrangulando, pues el físico trabajado del matón le daba para eso y mucho más, comparado con el escuchimizado semblante de Yoshimitsu este quedó levantado un palmo del suelo, y todos los esfuerzos por liberarse eran en vano. Y cada vez, entre ridículos esfuerzos por tomar aire sucedían unos gemidos de desesperación.
-Acabaré contigo primero, eres como un puñetero grano en el culo. No cometeré el error de anoche...cucaracha... Decía con satisfacción el matón, interponiendo el cuerpo de Yoshimitsu delante de la kunoichi de Ame como protección.
¡Maldita sea! No puedo respirar...Pensaba angustiado entre gemidos al tratar de respirar.
Shhh!! Shhh!!! Shhh!!! Tranquilo, tranquilo, dentro de poco dejarás de sufrir...¡JAjajaja! Se regocijaba el matón ante su magistral trabajo de matón.
Sin embargo, el matón al mirar de frente a la Kunoichi de Ame, dio la espalda al clon de tinta de Yoshimitsu, que este en silencio y sin perder el tiempo, gracias al pincel que blandía en su mano, comenzó a dibujar algo en su makimono, algo que que Yoshimitsu rezaba que funcionara para salir del problema en el que se encontraba.
Estado de Zaibatsu Yoshimitsu
• PV:
100/100
– -20PV
• CK:
65/65
–
• PV clon:
100/100
–
• CK clon:
65/65
–
AO clon
Estado del líder bandido
• PV: ? / ? -5PV
• CK: ? / ? -48 CK -24CK +20CK -26CK
¤ Doton: Moguragakure no Jutsu ¤ Elemento Tierra: Técnica del Escondite del Topo - Tipo: Apoyo - Rango: C - Requisitos: Doton 30 - Gastos: 26 CK (divide regeneración del chakra) - Daños: - - Efectos adicionales: Permite el escondite y la total movilidad bajo tierra en un amplio radio - Sellos: Perro - Velocidad: Moderada - Alcance y dimensiones: El usuario puede moverse en un rango de 10 metros a la redonda.
Esta técnica convierte la técnica en arena muy fina canalizando chakra a través de ella, permitiendo al usuario introducirse como un topo en el subsuelo, y moverse a través de él. El usuario puede saber exactamente donde se encuentra, él y sus adversarios, a pesar de encontrarse bajo tierra, mediante la medición de fuerzas magnéticas. El usuario puede salir por sorpresa de la tierra (aunque no a una velocidad muy elevada) para atacar a sus oponentes. También puede cavar de forma profunda para esconderse de sus enemigos y dar la sensación de que ha escapado del campo de batalla. Después de excavar o de surgir de la superficie, la tierra vuelve a su estado original, por lo que esta treta no deja rastros de las acciones del ejecutor.
El bandido hace -20 PV/turno a Yoshimitsu por estrangulamiento
Perdona por la tardanza Katomi, pero es que este mes se me está haciendo un poco cuesta arriba. Para enero seguro que podré responder a diario.
El gigante de roca se torció realmente hábil, no parecía en absoluto que un desdichado matón del tres al cuarto con unos harapos que casi ni cubrían su varonilidades pudiese ser así de diestro en combate; pero bien siempre se ha dicho, no te dejes influenciar por las apariencias, porque éstas engañan. Bajo toda esa capa de grasa, carácter de cerdo, toneladas de sudor y ese olor corporal capaz de alzar a los muertos, había un duro entrenamiento. Ese hombre había de haber pasado varias decenas de años elaborando esa fuerza, así como entrenando esas técnicas. Lamentable era el hecho de que ahora no era mas que un deshecho de la sociedad, el cuál alardeaba justo de esa deshonrosa condición. Ironías de la vida...
Tras el golpe asestado a la kunoichi, dejó claro que su superioridad no era meramente muscular, además de músculos sabía moverse a una velocidad asombrosa. Por un momento, dejó de lado a la chica, y se centró en su objetivo inicial, el domador de bestias. Se abalanzó sobre éste como un león sobre una indefensa gacela, lo tomó del cuello, y lo levantó al menos una cuarta del nivel del suelo como quien levanta una cajita de lapices.
Entre quejidos de dolor y forzada respiración, el chico trataba de zafarse sin éxito de la presa, ante los criminales ojos de su agresor. Pataleaba sin éxito, y casi parecía destinado a sucumbir ante la superioridad del gigante de roca. Sin embargo, la chica no permitía que eso sucediese con tanta facilidad... ese asqueroso acababa de golpearle sin tapujos, y en plena cara, no había perdón para ese cabronazo. Su ira era mas que visualizable, el fuego que la rodeaba ardía como un leño en mitad del tercer infierno. No era poco, no. Los latigazos de llamas golpeaba violentamente el contorno de ésta, mientras que su cabellera parecía el epicentro de una tormenta de fuego; un pilar flamígero inquebrantable.
De pronto, la chica se deslizó rápidamente dirección al gorila y su presa. Sabía que sus posibilidades en el cuerpo a cuerpo eran casi nulas, pero tenía otras cosas en mente. Su único inconveniente era el hecho de ese rehén... tampoco quería herir a un inocente sin venir a cuento, por mas que quisiera devolverle el golpe recibido.
—Esto es ahora entre tú y YO!! —Inquirió al grandullón conforme recortó las distancias. En los límites de su carrera, cargó toda su ira en el puño, haciendo éste claramente algo mas visible, y lo lanzó sin reparos hacia la parte superior derecha de su rostro, justo en plena sien. Sin duda, su objetivo no era otro que reiterar con su golpe, pese a su falta de fuerza. Ante todo, un shinobi debía tener más que claro donde se debe golpear, antes aún de tener la fuerza suficiente como para matar a su enemigo. Sin preámbulos, no esperaría a que éste se pudiese reír de su fuerza, aprovechó el poco flanco que había tomado para asestar de buenas una patada lateral girando levemente su base de apoyo, usando para golpear su zurda; justo la contraria que había golpeado con mano en el rostro. Deliberadamente decidida, se apoyaría en su patada de izquierda para tomar el impulso necesario y rotar en la dirección contraria, dando una segunda patada con la pierna que anteriormente le había servido de apoyo, la diestra. Un combo de tres golpes, que buscaban llamar descaradamente la atención del gigante. Tras ello, obviamente no demasiado carente de sentido común, intentaría retornar sobre sus pasos levemente, intentando mantener un poco de distancia, la justa y necesaria.
Estado de Katomi
Vida
90/130
–
--
–
Chakra
110/170
–
+5
–
—Objetos:
Bandana ninja [Cintura]
Portaobjetos básico (4/10) [Muslo derecho]
Kunai (2) [Portaobjetos]
Makibono (2) [Portaobjetos]
* Ninguna AO *
¤ Kimi ga katon, imasugu desu! ¤ ¡A mí ya, elemento fuego! - Tipo: Apoyo - Rango: A - Requisitos: Sarutobi 40 - Gastos:
15 CK (divide regen. de chakra)
(Sarutobi 60) 20 CK (divide regen. de chakra)
(Sarutobi 80) 35 CK (pausa regen. de chakra)
- Daños: - - Efectos adicionales:
Recubre el cuerpo del usuario en puro fuego para otorgarle ciertas características.
(Sarutobi 40) Reduce un 25% el daño de Katon. Todo contacto físico causa 5 PV de daño por quemadura.
(Sarutobi 60) Reduce un 50% el daño de Katon. Todo contacto físico causa 5 PV de daño por quemadura.
(Sarutobi 80) Anula por completo el daño de Katon. Todo contacto físico causa 5 PV de daño por quemadura.
- Sellos: Serpiente → Tigre → Perro → Rata - Velocidad: Instantánea - Alcance y dimensiones: -
Esta técnica permite al miembro del clan Sarutobi reducir el daño recibido por ataques ígneos. Desde un simple pelo, hasta la piel y los músculos, todo el cuerpo pasa a estar en simbiosis con una capa de fuego. Esta técnica cuenta con un importante valor estratégico, pues permite al usuario de la técnica usar técnicas de fuego sin meditar, incluso viéndose él mismo en el rango de efecto.
Cuando el shinobi se desmaya teniendo esta técnica activada, o recibe un ataque bastante fuerte (80 PV), el fuego que rodea al usuario de la técnica desaparece. La técnica causa que la misma combustión del fuego permita al shinobi levitar levemente, a apenas 15 centímetros del suelo. La velocidad de movimiento del usuario pasa a estimarse por el atributo poder en vez del atributo agilidad. El fuego calienta el aire que se encuentra alrededor del usuario, el aire caliente asciende, y por ende hace que el shinobi se mantenga en el aire.
Alterador (Hadesu) La kunoichi es capaz de controlar por completo el fuego que la rodea a base de sentimientos o precisión. Ha aprendido a usar la técnica en puntos concretos de su cuerpo, así como a canalizar un mayor torrente de fuego. El daño y efecto sigue siendo el mismo, pero por ejemplo puede hacer arder su cabello flamígero cuando se enfada, o bien envolver solo sus puños en fuego.
No me importaba ser socorrido por una mujer, no era ese tipo de shinobi que menospreciaba a las chicas por considerar que fueran inferiores ni nada por el estilo. Es más, pensaba justo con lo contrario, las mujeres añadían aquello que hacía que las cosas se hicieran con más énfasis, con más tesón. Y eso era sin duda el sentimiento, la pasión. Si además añadíamos la competitividad podía resultar de aquello una auténtica bomba de relojería. Yo como buen artista que era sabía de lo que hablaba, pues tenía un poco de aquello, vamos que hablaba desde la experiencia. Aunque en mi caso, que era un poco vago y renegaba de todo lo que tuviera que ver con el esfuerzo físico, me veía en una encruzijada de difícil solución.
Vamos un poco más...y seré libre...
—Esto es ahora entre tú y YO!! —
Mi poco elaborada y desesperada estratagema estaba llegando a su culmen, aprovechando los delirios de grandeza de nuestro oponente, que daba por sentado que apenas me quedaría medio aliento para desfallecer, y la distracción que me brindó la kunoichi de la Tormenta. Mi clon pudo disfrutar de todavía más intimidad, pues la reacción del líder bandido fue usarme de parapeto con la intención de protegerse de la nueva embestida de la dama de fuego.
-Eso es, muy bien, ayudame a terminar con mi trabajo. Así podré centrarme en ti Respondió el matón una una maquiavélica sonrisa dibujada en su rostro, mostrando su amplia dentadura como si en un depredador se tratara.
Mi clon no era tonto, y sabía que el tiempo era algo que corría en nuestra contra. Realizó unos trazos y seguidamente una nueva entidad nació del papel gracias a la tinta impregnada de chakra. Parecía otro clon pero no lo era, era algo distinto, algo que pasaba desapercibido por el matón que estaba de espaldas, pero no fue lo mismo para la kunoichi de Amegakure. Se trataba de una especie de samurai grotesco, hecho enteramente de tinta, parecía una especie de cadáver viviente por sus bruscos pero eficaces movimientos. El clon, realizó el sello del carnero con una mano y de repente, de las manos del samurai se coaguló la tinta y se materializó un inmenso arco de tinta. A continuación el samurai introdujo su mano en su efímero cuerpo y extrajo un considerable proyectil para su recién adquirido arco que preparó y tensó, marcando como objetivo al matón.
No había mucho tiempo para hacer filigranas, tan pronto se tensó aquel arco, el samurai de tinta disparó el proyectil que salió en busca de su tan ansiado objetivo. Un golpe certero que aunque el matón intuyó gracias al silbido del proyectil al cortar el aire lo que estaba a punto de suceder, poco pudo hacer más que recibir en sus carnes aquel doloroso desenlace.
¡¡¡AHHH!!! Gimió de inmenso dolor. Cuando el proyectil atravesó de lado a lado el hombro del brazo con el que me sostenía, dejándome caer en el acto y llevándose la otra mano de forma automática en su grave herida. El proyectil, tan pronto alcanzó a su objetivo, se disolvió en una nube de tinta, provocando una espontánea y aparatosa hemorragia al quedar el orificio libre de este.
La guardia del matón se vino abajo por completo, quedando completamente a merced de la kunoichi de la Tormenta, mientras que yo trataba de recuperar todo el aliento perdido. Desde mi nueva posición, que yacía en el suelo, la sangre del líder de los bandidos manchó mis ropajes. Todo sucedió de forma casi simultánea, mientras el matón recibió el proyectil por parte del samurai, por parte de la dama de fuego recibió una sucesión de golpes. Primero fue un puñetazo ígneo que fue directo a la sien y que provocó que se tambaleara un poco, después asestó una patada lateral girando su base de apayo y aprovechando toda la inercia posible, volvió a asestar una nueva patada, esta vez con la diestra. Por cada golpe impregnado en llamas se tambaleó más y más el matón de los bandidos, que con todas las heridas recibidas por su exceso de confianza, acabó cayendo al suelo como una gran losa, chamuscado y ensangrentado.
Estado de Zaibatsu Yoshimitsu
• PV:
100/100
– -20PV -20PV
• CK:
65/65
–
• PV clon:
100/100
–
• CK clon:
65/65
– -15 CK -18 CK
¤ Bijutsu hin: Sumi Teikoku Rikugun ¤ Obra de arte: Ejercito imperial de tinta - Tipo: Ofensivo - Rango: B - Requisitos: Sumijutsu 40 - Gastos:
15 CK por samurai + 18 CK por ataque efectuado (máximo dos samurais, divide regen. de chakra)
(Sumijutsu 60) (máximo cuatro samurais, divide regen. de chakra)
(Sumijutsu 90) (máximo seis samurais, divide regen. de chakra)
- Daños: 30 PV por impacto (Ver descripción) - Efectos adicionales: Los samurais son capaces de mantenerse en contacto con otras invocaciones de tinta, y con el usuario. - Sellos: Carnero (Ver descripción) - Velocidad: Rápida - Alcance y dimensiones: Los samurais tienen la misma estatura que el usuario y no podrán alejarse más de 10 metros.
La técnica más característica de la especialidad del Sumijutsu. El ninja infunde chakra rápidamente a la tinta con la que dibuja diversos samurais terroríficos armados en sus pergaminos. En el momento en el que se retira el pincel, los dibujos saltan desde el pergamino, crecen en tamaño y actúan de acuerdo a la voluntad del usuario. Aunque estén constituidos por tinta, Los samurais pueden aguantar hasta un total de 20 PV de daño antes de disolverse en tinta. Controlar varios samurais supondrá un nivel de concentración alto provocando que manipular más de dos sea un reto, haciendo que su atención se centre en su control y dificultando así el control sobre ellos, e incluso sobre sí mismo. Esta variante de la técnica diseñada exclusivamente por Yoshimitsu, combina sutilmente los clones de tinta con el resto de invocaciones Chōjū Giga. Permitiendo crear samurais formados enteramente de tinta y armados con arcos (Yumi) y espadas (Katana) que pueden blandir y usar contra el adversario. Una vez el arma o proyectil empleado alcance al objetivo, estallará en una nube de tinta. Los samurais podrán rearmarse nuevamente, si el usuario paga de nuevo el coste de chakra del arma en cuestión mientras realiza el sello del carnero.
La chica se vio sumida en puro fuego, tanto que jamás en vida recordaba estar en éste punto de control de las llamas. Sin embargo, puede que fuese por el haber dejado circular sus sentimientos así como su chakra en la realización de la técnica. Hacía no demasiado que había aprendido a usarla, y no había día que descubriese algo nuevo de esa potente y exclusiva habilidad. Casi podía sentir el fuego como parte de su cuerpo, era un solo ente, ella y las llamas.
A su frente, un idiota engreído que pensaba que podía hacer frente a dos shinobis. Sin duda, por muy fuerte que fuese, no se puede hacer frente a dos personas cuyo entrenamiento aborda al arte del asesinato. Por no hablar de que se entrenaban para estar pensando en estrategias a la vez que combatían, y eran adiestrados para buscar cualquier punto flaco y exprimirlo hasta alcanzar la victoria... no se trataba de un enfrentamiento con cualquier otro mendigo o ratero, se había metido con enemigos demasiado peligrosos. Aunque quizás saco algo las cosas de contexto, pues al menos por parte de la kunoichi no había un solo cadáver como resultado de alguna trifulca. Aunque bien deseaba cambiar esa cifra, su padrastro bien lo merecía.
El gigante de roca se jactó de su presa, y hasta la usó de escudo humano frente a la carrera de la peliblanca. Se burló una vez mas, y ésta sin duda fue la última. Tras él, una elaborada técnica había resultado en otra, y como resultado final había un arquero a sus espaldas. El agraciado final para su grotesca sonrisa se vio precipitado, una flecha le atravesó la piel con singular facilidad, y éste terminó por soltar al chico.
Un quejido mucho mas burlesco que el de la chica surgió de su boca.
La flecha desapareció, y la hemorragia se hizo claramente visible. El color carmín comenzó a brotar de su hombro, pero ahí no había acabado la cosa. Fugaz y contundente, la chica se abalanzó sin pensarlo sobre éste, y le asestó un total de tres golpes. Un puñetazo y dos patadas, un combo que terminó de desestabilizarlo y hacerle morder el polvo.
—Tsk! —Masculló con ira. —Cuanto mas grande, mas ruido hacen al caer...
Pero no, ahí no había acabado todo, no señor. La chica aún sentía el corazón latir en su rostro, casi lo sentí inflamar segundo a segundo. Cargada de ira, y aún envuelta en la tempestad de fuego, alzó la rodilla hasta casi tocar su propio pecho. Con toda su ira en el golpe, arrojó la pierna directa y sin contemplaciones hasta los genitales del derribado. No contenta con el súbito golpe mortal, retorció de un lado a otro el pie, abrasando por completo el miembro y a los dos amigos.
—Ésto por golpear a una chica en la cara! gilipollas!
Dejó caer un suspiro, quitó del sitio el pie, y al fin respiró algo mas relajada. Poco a poco, las llamas que cubrían su cuerpo desaparecieron como una brisa de verano. Retrocedió un par de pasos, y quedó expectante ante la posibilidad de una nueva reprimenda por parte de esa mole... nunca se debía dar la espalda a un rival, estaba escrito en la primera página del manual genin.
—Buena técnica... bien hecho. —Alcanzó a halagar a su improvisado compañero de equipo.