Sadao no es un chico que destaque precisamente en proporciones. Unos centímetros de más le sitúan en el montón de los chicos larguiruchos de clase. Su buena zurda (refiriéndome al brazo que más utiliza) le ha permitido ganarse puntos en algunas actividades escolares. Le suelen ver con el flequillo hacia delante, cubriendo su frente de ojos curiosos, pues la marca de los Kaguya no es que sea precisamente discreta.

Si pudiéramos resaltar alguna cualidad física de Sadao, esa sería la velocidad. No resalta a simple vista un cuerpo trabajado, pero sus piernas dan mucho de que hablar cuando se trata de desplazarse.

Cabe destacar sus flamantes ojos pardos (un tono intermedio entre marrón y verde) grandes y curiosos que no dejan de desplazarse ante la mínima mota de polvo que cae. Su tez, algo pálida, hace que aun resalten más, añadiendo un pelo largo y liso de color negro azabache, el cual siempre lo lleva recogido en forma de coleta.

Utiliza ropa con colores neutros o fríos, escogiendo el gris la mayoría de las veces. Los atuendos, como su chaqueta, suelen ser, aunque en apariencia abultados, ligeros y bastante útiles para la humedad, el agua y las bajas temperaturas.

Sadao, a pesar de como pueda ser definido por la sociedad de Amegakure, es un Kaguya, pero uno de los menos malos. Durante muchas generaciones, su Kekkei Genkai ha ido acompañado de la palabra barbarie. Es la verdad.

Aunque el chico no tiene esa condición tan marcada cómo puedan tenerla otras ramas consideradas nómadas. ¿Por que? Por simples razones de supervivencia. Una rama de su clan, de hecho, una de las pocas que quedan ya para ser honestos, tuvo que rendir las armas a la villa y jurar servirla. Con esto podemos entrever quien ganó a quien. Independientemente de este hecho, su familia ha tratado de adaptarse, medio fingiendo y medio poniendo un poco de su parte. Por lo tanto, el joven tiene un cierto grado de autocontrol. Es cierto que el pronto de la agresividad está latente en él, pero a día de hoy, puede decirse que no resulta un peligro para nadie, mientras no metas el dedito en la llaga.

Suele preferir la soledad la mayoría de las veces, pues lo que la gente opine, no es algo que le interese demasiado. Es fácil decirlo ahora, pero años atrás era uno de sus estigmas más presentes y que más pesar sentía: el rechazo. A simples vistas puede inspirarte confianza, pero tampoco te pases. No es muy hablador, aunque no te despreciara y puede que hasta te ceda un asiento y todo.

Entrenar y pelear es algo que le motiva mucho. No te dirá que no a cualquier reto porque eso le enciende y siempre busca mejorar. Puede ser un cabezota de cuidado e ir más allá de intentar corregirle no servirá de mucho. Hasta que él mismo no se de cuenta, no te dirá lo contrario. Eso le ha ayudado a ser algo más avispado y menos inocente, pero hay pocos que de verdad le aguanten cuando se pone así de tonto.

De los que perdonan, pero nunca olvidan.

Sadao tiene las cosas claras, y no es un chico que se líe a la hora de hablar. Es directo y morderse la lengua es algo que no hace aunque muchas veces, eso le ayudaría a ser más aceptado por la gente. Intimar es algo que le cuesta barbaridades, pero una vez coge... ¿cariño? Bueno, pues que no se despega, es una lapa. Eso deja entrever que puede llegar a ser un amigo, cansino, pero un amigo, la perfección no existe.

Es un maniático del orden, y romper el orden es romper a Sadao y todos los esfuerzos por ser un civil ejemplar se van al traste, la lía parda y el Sadao Zen se pierde para siempre. Fin.

¤ Bendición de Amenokami (gratuito)

Pues eso, que el agua mola.

¤ Ambidiestro (coste de 1 punto)

El profesorado conoce mi puntería con la zurda, lo que pocos saben es que soy bueno con ambos brazos.

¤ Poco escrupuloso (coste de 1 punto)

¡Ala! Que sangre más peculiar ¿no?

¤ Reloj interno (coste de 1 punto)

Perder al piedra, papel o tijeras dañó mi autoestima cuando era pequeño. Era menester ser un campeón en esa disciplina olímpica...

¤ Exceso de confianza (otorga 1 punto)

Confío mucho en mis capacidades. ¿Acaso es un pecado?

¤ Colérico (otorga 1 punto)

Si no quieres conocer al Sadao Killer, mejor no te entrometas en mis asuntos.

¤ La curiosidad mató al gato (otorga 1 punto)

Ichiya dice - ¡¡Sadao!! ¿Pero quien te manda tocar eso? - exclama de pavor.

- ¡Ups!