Nivel: 14
Exp: 25 puntos
Dinero: 50 ryō
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
Sonreí ante el agradecimiento de la chica mientras esperaba la respuesta a mi interrogante, tenía ansias de saber en dónde era y con un poco de suerte sería cerca, sin embargo, todo se vino abajo cuando la escuche decir el lugar.
«¿Amegakure? Está totalmente fuera de mi alcance» suspiré con cierto pesar y me olvidé de la idea de obtener un collar similar, aunque debía ser positiva, en otra ciudad venderían uno igual ¿no?
—Gracias, quizá vea me pase a ver los kimonos — sonreí nuevamente.
Lo que ocurrió a continuación fue un poco extraño, esta muchacha quien parecía haber estado ignorando al hombre de traje, se emocionó al escuchar lo de la velada y como sí se tratase de una ametralladora empezó a hacer múltiples preguntas sin descanso, pude ver la cara de agobio en el rubio y entonces en mi rostro se dibujó una sonrisa nerviosa, más similar una de vergüenza.
«¿Qué le pasa a esta chica?» dudé, ¿quería dar lastima o aprovecharse de la situación?
Como buen vendedor el muchacho mantuvo la compostura y aguantó la balacera enviada, claro no sin antes haber retrocedido por su propia seguridad, o eso hubiera hecho yo, una no sabía qué tenía en mente la gótica. Recuperó el aliento y explicó con lujos y detalles todo lo necesario para ambas, invitándonos nuevamente a participar en el evento.
«Me gusta la idea de hacerme con una prenda única, imagino que no tendré que participar en las apuestas, nada puede ser obligatorio»
—No lo sé— giré a ver a mi nueva compañera —. ¿Qué harás tú? — consulté ante e tomar una acción.
Hablo (Aquamarine)
«Pienso»
Akito (Teal)
Naoko (Lightcoral)
Avatar patrocinado por Rōga
El hombre iba explicando quien era, de donde era, y cual era su trabajo, haciéndo que Akasha se decepcionara con cada palabra que decía y reflejándolo en el rostro, con su expresión de aborrecida. Juegos de apuestas, subastas, sorteos, y sobretodo mucha, muchas personas era lo que le esperaba en ese lugar, y para empeorar las cosas, él no iba a pagar por la comida que le ofrecía. Ir a ese lugar sería sinónimo de perder lo poco que le quedaba. Para ella y en esos momentos las apuestas eran una mera pérdida de tiempo. ¿Podría apostar? Si. Si era necesario, realmente necesario, o si sabía que iba a sacar algo a cambio; Pero estar llendo a esos lugares por puro placer... No.
-...Hoy por inauguración tendremos un disfrute de bebidas y bocadillos gratuitos a todos aquellos que asistan y participen en el evento.
Claro, todo había sido un blablabla hasta que el tipo supo -por desgracia para ella- darle donde más dolía en esos momentos...
-...Hoy por inauguración tendremos un disfrute de bebidas y bocadillos gratuitos
-...bebidas y bocadillos gratuitos
-...bebidas y bocadillos gratuitos
—Sé qué dos damiselas cómo ustedes encontrarán algo de su agrado en nuestra magnífica fiesta nocturna—
-Resérvate las palabras engatuzadoras de tu trabajo. ¿Dónde están las bebidas y bocadillos gratuitos? - Le sonó la tripa mientras miraba a todos lados.
—No lo sé— giré a ver a mi nueva compañera —. ¿Qué harás tú?
-Yo, pues... Obvio. Voy a ir. No me interesan los sorteos ni las apuestas que tengan. ¡Quiero mi comida gratis! Y espero que no sea limitada por persona. - Por unos momentos miró al tipo desafiante, esperando que no hubieran trampas ahí. Luego miró a la chica y le sonrió. -Entonces ¿vas a ir? ¿O te vas por tu cuenta?
Claro que no había dicho nada sobre su plan maquiavélico: Llevarse la comida y bebida gratis dentro de la mochila. ¡Mwhahahaha!
Nivel: 20
Exp: 35 puntos
Dinero: 50 ryōs
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
—¡Kkkkk!— Resopló ofendido cuando Akasha le dirigió la mirada.
Ya no encontraba la manera de razonar con aquellas dos mujeres, por lo que se dio la vuelta y se dispuso a seguir repartiendo volantes por otro lado. Rezaba a los dioses que aquella loca no causara un drama igual de grande en caso de ir a la fiesta. Era de vital importancia que todo ocurriese en perfecto orden, sin retrasos, sin escándalos. Era la noche definitiva. ¿Era una buena idea invitarlas? Ya lo averiguaría después.
Hablo || Pienso || Narro
~Ausente los fines de semana~
Nivel: 14
Exp: 25 puntos
Dinero: 50 ryō
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
—Pues...— dudé un poco más, aún recordaba que era un lugar de apuestas y posiblemente de muchos vicios más —. Me gustaría hacerme con alguna prenda, quizá expongan algo único, algo exótico— añadí, en mi mente se dibujaba una imagen semejante a la de un anillo dorado en forma de serpiente con ojos rubí, simplemente esperaba que fuese algo similar —. Tampoco quería ir sola, pero ahora que vas pues me animo también.
Volteé a ver la tienda de atrás —. Primero debo comprar un kimono, no puedo ir a la fiesta así— y no lo decía por la túnica, sino por la ropa que tenía abajo, ciertamente podrían confundirme con facilidad con una dama de compañía y yo no quería pasar por ese inconveniente —. Vamos, ayúdame a elegir algo— sin darle mucho chance a reaccionar comencé a caminar rápidamente a la tienda, según mis cálculos en unas horas debía empezar la fiesta.
«¿Por qué no me traje mi estuche de maquillaje?» lamenté internamente.
—Buenas!— saludé al entrar y me dispuse rápidamente a ver las prendas de vestir que tenían en exhibición —. Ahora que lo pienso, el sujeto que me dio el volante no vestía de forma tradicional, tenía uno de esos trajes modernos...— y las dudas comenzaron a llegarme, ¿debía comprar un kimono o algo más moderno? — Un vestido también podría servirme, pero entonces necesitaré una sandalias...
Ante la abrumadora idea de que debía arreglarme más de lo que pensaba comencé buscar por todo el lugar prendas y artículos que combinansen «Ay no, ay no, ay no... ¿Para qué dije que sí?»
Gran parte de la tarde se iría ahí en la tienda, después tocaría buscar un hostal en dónde hospedarnos y poder dejar nuestras pertenencias, cambiarnos con tranquilidad.
La luna reinaba en el firmamento anunciando de forma tardía la llegada de la oscuridad.
La figura de dos jóvenes muchachas destacaban por las calles de Tanzaku Gai.
—¿Dónde queda?— consulté a mi acompañante.
Hablo (Aquamarine)
«Pienso»
Akito (Teal)
Naoko (Lightcoral)
Avatar patrocinado por Rōga
Nivel: 20
Exp: 35 puntos
Dinero: 50 ryōs
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
La joven kunoichi tuvo varios problemas para elegir un atuendo adecuado de su closet, siendo que el tiempo se le fue volando completamente mientras se arreglaba y la noche le alcanzó rápidamente. Quién sabe a que hora habían acordado juntarse las dos extrañas muchachas, pero para cuando Mei acudió al lugar notaría que su compañera se atrasó en su cita, por lo que su pregunta no sería respondida por nadie. Quizás la muchacha de los ojos negros aún tuviese problemas con su guardarropa al igual que la Aburame y estuviese en medio de un dilema existencial sobre cuál tono de negro combinaba mejor con su cabello.
Fuese cómo fuese, la uzujin estaba sola por el momento. Era posible consultar el volante para encontrar la dirección, aunque quizás no iba a ser necesario.
Dos luces en movimiento eran visibles en la altura de la noche, destacando entre todas las demás de ese sector de Tanzaku Gai. Sin duda aquellas eran las que señalaban la entrada del Constellation Royal Casino, cuyo acceso estaba precedido por una alfombra roja y pino aromático en sus orillas. Dos hombres con lentes oscuros y trajes de negro resguardaban la entrada, aunque no parecían estar solicitando ningún tipo de invitación para permitir el acceso. Ya sea en pareja o en solitario, jóvenes o ancianos, todos llevaban sus mejores galas para la fiesta. Desde kimonos de seda hasta vestidos de noche, no importaba media vez resaltase la belleza de sus portadoras. Casi parecía que estaban ahí para competir y no por los eventos que iban a realizarse.
¿Qué haría entonces la joven genin? ¿Entraría al lugar en solitario o se retractaría después de tanta preparación ante la ausencia de la persona que le convenció para ir? La decisión era de ella y de nadie más.
Hablo || Pienso || Narro
~Ausente los fines de semana~
Nivel: 14
Exp: 25 puntos
Dinero: 50 ryō
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
—No lo sé— respondió mi acompañante, que no era más que yo misma, después de todo Akasha me había dejado tirada a la final de todo el asunto, y por más que quisiera arrepentirme y no ir no podía perder toda una tarde y parte de la noche de trabajo invertido en mi atuendo, eso sí que no.
—¿Cómo que no sabes? Tú tienes el volante— volteé a verle, pero lo que encontré fue a mi con la manos totalmente vacías... Fruncí el ceño, ¿para qué le había dado el anuncio?
—No te pongas de mal humor, que se te arruga la cara y te pones vieja— el clon miró al cielo, era inevitable no notar los haz de luz que iluminaban el firmamento —. Además, no va a ser necesario, seguramente es por allá— su índice señaló el camino más probable y evidente.
Agradecí, pero ya había tomado la decisión de ir totalmente a solas... Puff, el clon se desvaneció y tomé el rumbo hacia el casino.
«Sí que ha venido gente, y todos muy bien arreglados, que bueno que me tome mi tiempo» me dije al llegar a la entrada, una gran alfombra roja me recibía, bueno a mi y a todos los invitados, el lugar se veía bastante concurrido y con seguridad, aparentemente, esperaba que en el interior hubiesen más hombres de esos con lentes oscuros.
Di unos tímidos pasos por la alfombre mientras me adentraba, no quería perderme ningún detalle.
«En el peor de los casos puedo marcharme »
Hablo (Aquamarine)
«Pienso»
Akito (Teal)
Naoko (Lightcoral)
Avatar patrocinado por Rōga
Nivel: 20
Exp: 35 puntos
Dinero: 50 ryōs
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
Cuando alguien más te falla, nunca puedes dejar de confiar en ti misma. Además, era una ventaja poder contar con un clon que sirviese de consuelo en situaciones como esta. Los hombres de seguridad dejaron pasar a la Aburame sin moverse de su lugar, parecían estatuas inamovibles ante su presencia. Cuando ella entrara la luz del interior le generaría un contraste bastante notorio respecto al exterior. Todo el sitio estaba perfectamente iluminado de arriba hasta abajo por candelabros de color de oro con algunos cristales colgando, bajo un techo pintado a manera de mural que imitaba un cielo nocturno estrellado. El piso era de azulejos de marfil encerado, los cuales resplandecían como espejos de todos aquellos que estaban presentes. Era posible apreciar una mesa larga con un mantel largo llena de platos con botanas, mientras varios camareros y meseras iban de aquí para allá con sus charolas llenas de copas y vasos de distintas bebidas.
En los alrededores de la estancia, distintos artículos se encontraban en exposición sobre pedestales de madera tallados. Cuadros pintados, armas decoradas, ropas de diseñador, artefactos tecnológicos antiguos. No parecía que existiese un limite entre lo que podía ser encontrado ahí, pero todo seguramente tenía un alto valor monetario.
Si se avanzaba al interior del recinto, muchas personas ya estaban dispuestas en las distintas mesas para jugar a las cartas y a los dados. Algunos reían y otros lloraban de frustración al ver sus inversiones irse, mientras era posible apreciar a algunos trabajadores al fondo del establecimiento preparar una tarima y sillas a manera de escenario para un evento que aún estaba por comenzar.
El ambiente era muy agradable, incluso si se trataba sólo de curiosear. Una mujer de vestido negro y cabellos cortos de tonalidades negras tocaba un arpa mientras un muchacho le acompañaba con el piano, amenizando la velada con su relajante música. No importaba a dónde fueras, siempre habría algo que ver. Claramente, no faltaban los guardias que tanto anhelaba la kunoichi, dispuestos alrededor de todo el salón.
Quizás, lo único que desentonaba en ese sitio, era cierta figura de cabellos tricolor que se paseaba con una copa en manos mientras escudriñaba a todos los presentes. "Vaya, acá todo mundo parecen unos socialités". Se burlaba altivamente el Yotsuki.
Vestía con una camisa y chaleco formal en tonalidad azul marino, pero obvió la parte de usar moño o corbata en el conjunto, dándole un aire un tanto desaliñado. Su pantalón y zapatos eran de color negro. Su cabello, pues, intentó domarlo con algo de gel, porque de otra forma esas hebras serían imposibles de mantener lacias en su lugar. No portaba saco puesto, pero lo llevaba doblado en el brazo izquierdo mientras bebía de su copa un jugo de uva a falta de edad para ingerir alcohol. "Dejaré que se junte un buen pozo antes de entrar al ruedo." Reflexionaba mientras rondaba cómo ave de rapiña la zona de juegos de azar.
Hablo || Pienso || Narro
~Ausente los fines de semana~
Nivel: 14
Exp: 25 puntos
Dinero: 50 ryō
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
Tras dar los primeros pasos que me aventuraron al interior de la estancia lo primero que pude percibir fue la gran iluminación que había en el lugar, el techo y las paredes tenían una variedad de candelabros ornamentales que iban desde aquellos bañados en color dorado como los que lucían un hermoso prisma por su estructura cristalizada, admití que tomé un par de segundos detallandolos.
«Que hermosos, están bastante trabajados» sonreí y seguí caminando por aquellas cerámicas de marfil pulido, incluso mis dientes se reflejaban en el piso, el lugar era realmente otro nivel, se podía sentir la presencia imponente de varios de los invitados, y más atrás estaría yo, pero alejé esos pensamientos y me relajé, caminé hacia el mesón y entonces me tomé mi tiempo para elegir algún abrebocas, me terminé decantando por algo dulce, una especie de trufa según yo, y luego tomé una copa de cristal llena de sidra.
La gran sala de abrió hacia mi con múltiples posibilidadades para curiosear, ¿sería casualidad o coincidencia? Lo cierto era que me sentía como niño en un parque o juguetearía, un lugar con miles de caminos nuevos para explorar y dejé que mis pies se encargasen de tomar el rumbo, evidentemente tomé la dirección hacia la demostraciones de las joyas y objetos que serían subastados.
«Que música tan relajante» pasé de largo de los artistas, pero podía sentir la armonía que transmitan con su melodía.
Al llegar a la exhibición me detuve en seco al toparme con un objeto que llamó totalmente mi atención, en la capsula de vidrio, sobre un pedestal y en una mano falta se encontraba una joya dorada, una pequeña serpiente que se enroscaba en el dedo, el trabajo era tan delicado que incluso se veían las escamas del reptil y en sus ojos destacaban dos pequeñas gemas brillantes de color negro.
Le dí un trago a la copa y disfruté del momento « Ese anillo tiene mi nombre, ¿cuánto costará?» me había enamorado y ahora debía pensar en sí mi bolsillo me daría para ese lujoso objeto.
Me quedé ahí un par de minutos bebiendo más sidra y soñando con los ojos abiertos en cómo me quedaría el anillo.
Hablo (Aquamarine)
«Pienso»
Akito (Teal)
Naoko (Lightcoral)
Avatar patrocinado por Rōga
Nivel: 20
Exp: 35 puntos
Dinero: 50 ryōs
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
—Qué buen ojo tienes, cariño~ Una voz femenina y melodiosa interrumpiría los pensamientos de la kunoichi mientras contemplaba el anillo.
Era una mujer que al verla cualquiera diría que no superaba los veintidós años. Portaba un vestido de gala en color negro con escote cruzado y encajes anaranjados, el cual permitía dejar expuesta su espalda. Cubria su brazo izquierdo con un mitón que iba desde el dedo medio de la mano hasta cubrir todo su antebrazo. A la mitad del muslo derecho, la falda se abría a media pierna, dejando expuesto un tatuaje que recordaba a una grulla pintada en tinta china que se dibujaba hasta su pantorrilla. Ella tenía unos ojos grandes color miel, resaltados por un intenso lápiz labial en color rojo. Sus cabellos lacios y negros cómo la noche bajaban hasta su nuca y un flequillo peinado a la derecha complementaba su redondo rostro.
—Todos los artículos que ves expuestos serán premios del bingo, ¿planeas entrar para conseguirlo? Por que de ser así aquí tienes a tu primera competidora— Sonrió mientras tomaba una bocada de una delgada pipa que remataba con la forma de una cabeza de dragón dorado, desprendiendo un humo aromático muy agradable al olfato comprado a lo que podría esperarse. —Puedes llamarme Kokona, ¿con quién tengo el gusto?~ Preguntó con tono cantado.
Mientras tanto en el rincón de las apuestas...
—¡Vamos hado, no me dejes abandonado ahora!— Rogó mientras los dados rodaban, sólo para ver un cinco y un uno en el tablero. —¡Mierda!
—Nadie ha atinado, pasamos a segunda ronda— Anunció el crupier mientras alcanzaba los dados con el palo.
—Venir...
No le estaba yendo bien, pero tampoco se podría decir que iba mal. Era cuidadoso y no iba a apostar más de la cuenta, pero se le estaba complicando el conseguir el anhelado efectivo.
Hablo || Pienso || Narro
~Ausente los fines de semana~
Nivel: 14
Exp: 25 puntos
Dinero: 50 ryō
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
—Qué buen ojo tienes, cariño~ interrumpió una voz con cierto deje meloso al final de la oración, la mujer me tomó por sorpresa y no puse evitar sentir un cosquilleo extraño entre la nuca y la espalda, sin dudarle volteé a verla.
En mis orbes se reflejó una figura femenina joven labios rojos que incitaban a la lujuria, cabellera negra y lacia que se extendía hasta su cuello y unos grandes luceros miel, lucía un vestido negro de un escote un tanto pronunciado y con encajes de color naranja, destacaba en su brazo izquierdo aquel mitón que recorría todo su miembro hasta terminar en el dedo medio, el vestido permitía, la prenda permitía demostrar parte de sus muslos al partirse en dos, proyectando el dibujo de la grulla que llegaba a su pantorrilla.
«Que estilo el suyo» fue mi primer pensamiento, ciertamente la mujer se veía bastante coqueta e imponente, tenía un no se qué... Podía sentirlo, ¿qué era? ¿sería su perfume?
—Todos los artículos que ves expuestos serán premios del bingo, ¿planeas entrar para conseguirlo? Por que de ser así aquí tienes a tu primera competidora— sonrió para luego dar una calada a su pipa dorada con fauces de dragón.
—No dejaré que te lo lleves tan fácilmente— respondí voraz, pero con un tono similar al de ella que iba dirigido a la competencia sana, o eso quería creer yo.
—Puedes llamarme Kokona, ¿con quién tengo el gusto?~
—Yo soy Mei, un gusto, Kokona— respondí con una sonrisa amable.
Mientras tanto en el rincón de las apuestas...
—¡Vamos hado, no me dejes abandonado ahora!—
«¿Hmm?» viré hacia dónde estaba el alboroto que se superponia a la música del lugar.
—¡Mierda!
—¿Qué hay por allá? — consulté a Kokona.
Hablo (Aquamarine)
«Pienso»
Akito (Teal)
Naoko (Lightcoral)
Avatar patrocinado por Rōga
Nivel: 20
Exp: 35 puntos
Dinero: 50 ryōs
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
—Presiento que vamos a llevarnos a llevarnos muy bien, Mei-chan~ Sonrío levemente mientras veía que la kunoichi se interesaba en el bullicioso grupo de hombres que se encontraban en las mesas. —¿No frecuentas esta clase de sitios verdad?— Parpadeó mientras le veía a los ojos. Dada la curiosidad y el desconocimiento de la jovencita no le fue difícil sacar la conclusión de que era la primera vez que visitaba un casino. —Déjame te explico: Esa es la mesa donde juegan "Craps", donde se apuesta con fichas que representan determinada suma de dinero. Consiste en lanzar un par de dados y ver quién logra adivinar el resultado— Se llevó la mano a la cintura mientras exhalaba más humo de su pipa. —Parece simple pero en realidad hay distintas formas de apostar a los resultados, por lo cual debes ser precavido a la hora de elegir el tipo de dados que saldrán en la tirada— Remató.
Mientras hablaban, empezaba la segunda ronda del juego, donde Rōga esperaba no seguir perdiendo más dinero de lo necesario.
—¡Once!— Anunció el crupier mientras tomaba de nuevo los dados. —Gana el niño y el señor del saco café— Retiró los dados entregándoselos nuevamente al lanzador designado.
—Puff— Aquello era tanto un suspiro de alivio cómo uno de decepción. "Apenas recuperé lo que ya había gastado y poco más..." Meditaba mientras recogía las recién atribuidas fichas.
—Juegas con demasiado miedo, novato— Dijo un hombre de semblante serio, de unos treinta años y cabellos castaños, vistiendo un traje totalmente gris.
—Gracias por le consejo, pero creo saber lo que hago— Respondió mordaz. La ausencia de bandana en su cuello causaba que todo mundo lo tratase cómo un niñato, exasperándose un poco, pero aguantando las ganas de contestarle.
De vuelta con las muchachas, Kokona caminó unos tres pasos en dirección a la zona de apuestas para luego frenarse y voltear a ver a Mei.
—¿Te animas? A veces es divertido observar a los hombres desesperarse por sus jueguitos~ Río maliciosamente. —Aún nos queda tiempo antes del bingo y la gran subasta.
Hablo || Pienso || Narro
~Ausente los fines de semana~
Nivel: 14
Exp: 25 puntos
Dinero: 50 ryō
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
Kokona aseguró que su intuición le decía que congeniaríamos muy bien, pero no podía sentirme muy a gusto, le acababa de conocer, y no solo eso, sino que el lugar en sí era el que más me causaba inquietud, en general todo se veía muy perfecto, demasiado...
—Sí, espero que así sea— respondí con una sonrisa tímida.
Por mi inexperiencia, la mujer se dio cuenta de que no frecuentaba este tipo de eventos, realmente era la primera vez que entraba a uno de ellos, y así se lo hice saber —. ¿Craps?— repetí, fue evidente que no sabía de qué se trataba por lo que una explicación no tardó en llegar —. Suena bastante difícil, no creo que pudiera adivinar que número podría salir de una tirada de dados...
—¿Cual crees que es el mejor juego para apostar?— pregunté viendo más allá de la mesa en dónde se tiraban los dados, seguramente habrían más juegos solo debía ir a aventurarme un poco.
—¡Once! Gana el niño y el señor del saco café— Retiró los dados entregándoselos nuevamente al lanzador designado.
—¿Niño?— musité para luego ver a Kokona —. ¿Pueden entrar niños?— cuestioné para luego ubicar al chamaco.
«Me parece conocido... ¿Dónde lo he visto?»
—¿Te animas? A veces es divertido observar a los hombres desesperarse por sus jueguitos~ interrumpió mis pensamientos con aquella invitación acompañada de una risa maliciosa —. Aún nos queda tiempo antes del bingo y la gran subasta.
—Vale... ¿Hay que comprar las fichas o cómo?— estaba un poco pérdida porque nunca había jugado y tampoco es que tuviese mucho rato viéndole.
«¿Qué número debería decir?» me preguntaba desde ya.
Hablo (Aquamarine)
«Pienso»
Akito (Teal)
Naoko (Lightcoral)
Avatar patrocinado por Rōga
Nivel: 20
Exp: 35 puntos
Dinero: 50 ryōs
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
La kunoichi tenía muchas dudas y preguntas, pero la amigable Kokona fue paciente en responder a cada una de ellas.
—La verdad, creo que los dados son más fáciles que la ruleta o las cartas— Se llevó la mano a la boca para disimular su risa. Luego de ello, la Aburame le manifestó si inquietud al ver a cierto enano en un lugar cómo ese. —No deberían dejar pasar menores de edad, pero si los guardias no se lo han llevado es que debe ser hijo de algún cliente importante o...— La mujer entrecerró los ojos, cortándose en su explicación mientras clavaba la mirada en el Yotsuki, viéndolo de arriba para abajo como si buscase algún detalle en específico en su apariencia.
Una tercera interrogante le sacó de sus pensamientos, quitando lo serio de su rostro y volviendo a su faceta encantadora.
—Oh, sí, así es. Las rojas representan 50, las azules 100 y las amarillas 500 ryō respectivamente. Puedes pedírselas al crupier.-- Sonrió con delicadeza y señaló con su mano al hombre con la vara. —Por ahora el juego está en marcha, tendríamos que esperar a que se termine esta ronda para entrar. Ya que eres nueva en esto voy a echarte una mano. En la primera ronda se apuesta por Línea de Pase, que consiste en apostar por un siete o un once, pero si sale un dos, tres o doce, pierden automáticamente. Esos números son los craps. También puede jugarse una Barra de no pase, que es con estos mismos números pero a la inversa. Si no sale ninguna de esas dos opciones, el número que salió se convierte en el punto y se juega otra ronda. De ahí hay distintas apuestas, pero eso será mejor que te lo vaya explicando conforme juguemos para que entiendas mejor el concepto. En esta clase de cosas es mejor adquirir experiencia de forma empírica en la práctica—. Parecía muy segura de sí misma.
—El punto es 6, pasemos a otra ronda.
—Gabela a favor de diez— Salió de primero el joven de cabellos tricolor mientras colocaba otra ficha azul a al par de las dos rojas que ya había dejado en mesa.
—Pero qué desvergonzado... Mundial con con Horn al doce—. Continuó el hombre de gris.
—No venir— Dijo el señor de la corbata.
—Campo— Dijo el shooter al momento de lanzar los dados.
—El niño y el tirador empatan.— Dijo ala vez que recogía los dados para pasárselos al muchacho que hacía de tirador.
—Wuhahahahahaha— Río mientras jalaba tres fichas azules a su lado.
—Demasiada alegría para alguien que sólo juega a medias... Refunfuñó.
—¿Te diste cuenta de lo que ocurrió? Si no entiendes mucho, yo te asesoraré sobre qué apuestas o no puedes hacer, pero sólo te diré que si haces apuestas a los craps quizás te miren un poco mal. Se les suele llamar jugadores oscuros a aquellos que apuestan a la contraria, cómo el señor de la corbata café. Hay más posibilidades de ganar así, pero digamos que no se considera juego limpio. Aunque claro, supongo que es sólo algo de moral vacía y orgullo varonil. Nunca entenderé porque les importa tanto cuando hay una jugosa suma dinero de por medio—. Se encogió de hombros.
Hablo || Pienso || Narro
~Ausente los fines de semana~
Nivel: 14
Exp: 25 puntos
Dinero: 50 ryō
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
—Supongo que serán los dados entonces— sabiendo ahora que era el juego más fácil para ganar, ¿por qué no intentarlo? —. Sí, eso tiene sentido, a lo mejor es hijo o conocido de alguno de los organizadores.
Le quité importancia a la presencia del muchacho en el casino y presté atención a la explicación, al saber el precio de las fichas me di cuenta lo costoso que eran, miré la cantidad de fichas multicolores que descansaban en la mesa y saqué cuentas, entonces supe que se estaba jugando con bastante dinero, en ese momento agradecí que mi padre me hubiese dado un poco más de ryous, evidentemente no me quedaba mucho después de la tarde de compras, pero algo podría desperdicia en aquellas tiradas de dados —. De acuerdo, esperaré entonces.
Posterior a ello Kokona inició otra explicación referente a la forma de apostar, algo sobre una línea de pase e iniciar con los números siete y once, algo sobre perder sí aparecían dos, tres y doce, y espués jugar una barra de no pase, para ese punto ya me había vuelto un ocho —Sí, eres muy amable, aunque no he entendido mucho— comenté con un poco de pena tras el esfuerzo de la mujer —Será cuestión de practicar como dices.
La ronda terminó con un punto al número seis, ¿significaba que no salió? luego se unieron otros comentarios al bullicio de la zona, hablaban en terminología del juego por lo que algunas cosas no las llegaba a entender del todo. En ese momento me sentía como pescado en nevera. Traté de prestar la atención necesaria, los dados fueron lanzados y quedaron con el número diez a la vista, logrando un empate entre el tirador y el niño.
—¿Te diste cuenta de lo que ocurrió? Si no entiendes mucho, yo te asesoraré sobre qué apuestas o no puedes hacer, pero sólo te diré que si haces apuestas a los craps quizás te miren un poco mal. Se les suele llamar jugadores oscuros a aquellos que apuestan a la contraria, cómo el señor de la corbata café. Hay más posibilidades de ganar así, pero digamos que no se considera juego limpio. Aunque claro, supongo que es sólo algo de moral vacía y orgullo varonil. Nunca entenderé porque les importa tanto cuando hay una jugosa suma dinero de por medio.
—Sinceramente... No he entendido mucho, agradezco la ayuda que puedas brindar— busqué entre mis ropas el dinero que había llevado —¿Es el momento de comprar las fichas?— pregunté mientras contaba cuantos ryous debía comprar en fichas, de ser el momento indicado pediría cuatro rojas y tres azules.
Hablo (Aquamarine)
«Pienso»
Akito (Teal)
Naoko (Lightcoral)
Avatar patrocinado por Rōga
Nivel: 20
Exp: 35 puntos
Dinero: 50 ryōs
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
—Lo siento, creo que es culpa mía por tratar de darte muchos conceptos en tan poco tiempo— Sonrío nerviosa mientras una gotita de sudor resbalaba por su sien. —Correcto, pide las fichas que quieras al crupier y empezaremos con la apuesta. Recuerda en la primera ronda decir si vas por la línea de pase o la barra de no pase, coloca tus fichas en el tablero según la apuesta indicada.
—¿Cuantas desea señorita?— El encargado le mostró una cajita de madera con adornos metálicos plateados, dentro de la cual había filas de monedas con los distintos colores.
El Yotsuki desvió la mirada ante las dos bellezas que se asomaron ante sus ojos, aunque por un instante creyó reconocer el cabello tintado en color azulado de una. "Ay no puede ser, ¿por qué tenía que venir justamente aquí?" Lo último que necesitaba era un reencuentro incómodo y que le reclamara algo enfrente de todos, aunque aparentemente la Aburame optó por aplicarle la ley del hielo y no dirigirle. Nunca se le pasó por la cabeza que no le reconociera, ¿quién en su sano juicio iba a borrar de su memoria tan única y espléndida presencia? "Ya tengo otro motivo para no perder".
El lanzador y los otros participantes estaban a la expectativa de que la muchacha se les uniera en el juego.
Hablo || Pienso || Narro
~Ausente los fines de semana~
|