Koji se vio cegado momentáneamente y para cuando recobro la vista un kunai se le había clavado en el muslo, el dolor no era excesivo pero tampoco pasaba desapercibido. El Kaguya precedió a arrancarse el kunai y al igual que pasaba al desaparecer sus huesos la leve herida empezó a cerrarse sola.

—Joder, eso escuece.

Sin perder más tiempo Koji se abalanzó de nuevo contra su rival y trató de golpearle en el costado derecho con los huesos de sus palmas, para acto seguido, dirigir un rodillazo al estomago de Saori.

La táctica del joven funcionó a la perfección, el kunai se clavó en el muslo de su oponente y, a pesar de no ser una herida grave, al menos ayudaría a Saori limitando levemente la movilidad de su oponente, o eso pensaba él, que quedó perplejo cuando vio que la herida comenzaba a cerrarse casi intantáneamente.

« ¿Pero qué cojones...? »

Koji no perdió un instante y, como si su kunai hubiera fallado, se lanzó a por él, con toda la intención de darle un tajo con las cuchillas de sus palmas, que Saori esquivó dando rápidos saltos hacia detrás, alejándose de los golpes de su rival y, en el momento que el Kaguya lanzó su rodillazo, el genin de Uzushiogakure giró sobre su talón izquierdo para lanzar una patada giratoria con su pierna derecha a la altura de las rodillas del su rival.

El joven Sarutobi consiguió esquivar los golpes del Kaguya y se dispuso a contraatacar golpeando con una patada a la rodilla de su rival.

«Esta es mi oportunidad.»

El Kaguya, intentó anticipar el golpe y lo intentó bloquear con su antebrazo para, acto seguido, intentar sujetar la pierna de su rival entre su brazo y su torso, dando un tirón hacia arriba para desestabilizar al muchacho y conseguir que cayese al suelo.

Su golpe conectó, aunque no cómo hubiera querido, ya que el Kaguya pudo bloquear el golpe antes de recibirlo por completo y, como respuesta, agarró su pierna con fuerza, impidiéndole moverla y, posteriormente, le dio un fuerte tiró que le derribó sin demasiada dificultad.

En el momento en el que se encontraba cayendo, y aprovechando la inercia, Saori lanzó una patada frontal con su pierna libre al pecho de Koji, intentando ganar unos metros de distancia con él y, cuando cayó al suelo, dio una voltereta hacia detrás, para ponerse en pie rápidamente.

«Mientras tenga esos huesos... el cuerpo a cuerpo no es una opción.»

Les separaba una distancia de un par de metros y, rápidamente, Saori realizó una secuencia de sellos y de su boca expulsó una nube de humo negro que cubrió una amplia zona delante de él, tragándose a Koji en su interior.

Mientras el Sarutobi caía, intentó propinar otra patada al Kaguya, que pudo bloquear sin mayor problema, pero la cual el muchacho aprovecho para tomar distancia.

Rápidamente, Saori realizó una secuencia de sellos y Koji se vio envuelto en una nube de humo negro, el cual intento despejar rápidamente hacia la dirección de procedencia, volviendo a realizar la secuencia de los sellos del Perro, el Caballo y el Pájaro, y exhalando una vez más una bocanada de aire, la cual, si su rival no se había movido, iría directa hacia él, encubierta en la nube de humo que se iba despejando a su paso.

Koji aprovecho el camino libre que su técnica dejaba tras de si para salir al encuentro de su rival.

Saori se liberó del agarre que su contrincante tenía sobre su pierna y realizó la técnica propia de los Sarutobi con la cual envolvió en lo que parecía un simple humo a su rival que, rápidamente, y con una técnica de aire, devolvió la nube negra a su ejecutor, que, para Koji, quedaría dentro de la técnica.

El kuseño, entonces, se lanzó de nuevo al ataque, metiéndose dentro de la nube de humo para tratar de alcanzar a Saori que, dado que su rival no podía verle, había continuado tomando distancia hacia detrás, saliendo de su técnica y haciéndola explotar con su rival en el interior, provocándole todo el daño de la técnica.

Koji seguía de cerca a la nube de humo, por el camino despejado que su técnica abría, mientras volvía a su origen, cuando vio como esta explotaba delante de él, a escasa distancia pero la suficiente como para poder evadir el daño, causándole tan solo unas quemaduras en su ropa.

Tras esto decidió detenerse en seco y esperar a que el humo procedente de la explosión se desvaneciera para saltar de nuevo contra su rival, acortando las distancias lo máximo posible.

«Con esa ultima técnica te has pasado un poco compañero, y encima no llevo ropa limpia encima.»

Cuando la nube de humo empezó a desvanecerse, Koji no perdió ni un solo momento y valiéndose de su esplendida vista, pudo divisar a su rival antes de que el humo se desvaneciese por completo lo que le sirvió para saltar hacia él, situándose a escasos centímetros e intentar propinarle cuatro tajos , dos con los huesos de sus palmas al descender y otros dos con los de sus codos al ascender.

Saori vio la explosión que provocó su técnica con emoción, como siempre que la realizaba, y quedó expectante de ver qué había pasado con su rival, durante unos segundos en los cuales el humo se fue disipando y que el joven aprovechó para retomar un poco el aliento.

Con el humo casi desaparecido, el Sarutobi ubicó a su rival, que se lanzó directo a por él, con sus filos óseos preparados para propinarle un par de tajos, uno descendente con sus palmas de las manos, que esquivó echándose para atrás, y otro con sus codos de forma ascendente, para el cual se desplazó a su izquierda, tratando de evitarlo, aunque no pudo hacerlo por completo y se llevó un corte en su hombro izquierdo.

Aunque, aprovechando la corta distancia que los separaba y la posición indefensa de Koji tras el ataque, lanzó un puñetazo directo al mentón del kuseño con su mano diestra para, posteriormente, ganar un par de metros de distancia nuevamente

Koji vio como su rival esquivaba por poco el golpe, pero no fue lo suficientemente rápido y su hombro sufrió las consecuencias.

Tras desplazarse a la izquierda del Kaguya, Saori lanzo un puñetazo contra el mentón de este, el cual Koji esquivo elevando su cabeza, no demasiado, pero si lo suficiente como para que los nudillos del muchacho acariciasen su mentón.

Viendo que su rival se disponía a saltar hacia atrás, el peliblanco decidió aprovechar su posición que le otorgaba un centro de gravedad bajo y atacó usando de nuevo los huesos de sus palmas, buscando golpear a su rival y desestabilizarle para después lanzarse sobre él, intentando rodearlo con sus brazos a la altura de su estomago para luego tumbarlo y situarse encima suya.

Tras haber derribado a su rival, el Kaguya se dispuso a bloquear sus extremidades para evitar el forcejeo, pero antes siquiera de ponerse sobre él, Koji se percato de que el muchacho estaba inconsciente. Al ser derribado, Saori se dio un golpe en la cabeza que lo dejo fuera de combate, Koji procedió a recoger al muchacho y cargarlo a sus espaldas para salir corriendo hacia la zona cercana al puente en donde se habían conocido.

«Seguramente en aquella zona haya algún tipo de clínica o puesto de atención sanitaria donde le puedan atender.»

Al llegar a la zona, Koji vio como cerca de del restaurante donde habían almorzado, se alzaba lo que parecía un pequeño puesto de información donde le dieron indicaciones para llegar a un puesto donde algunos ninjas médicos trataban a los ninjas que llegaban heridos y a los residentes de la zona.

Tras explicar lo sucedido a uno de los médicos, estos hicieron un chequeo rápido al Sarutobi y le dieron un diagnóstico favorable al peliblanco. Este pidio un trozo de papel, un boli, y escribio una nota para que la leyese al despertar.


Tras dejar la nota al lado de la camilla en la que reposaba su nuevo amigo, se encamino a la puerta y tras despedirse de los presentes, partió de nuevo, rumbo a reportar el resultado de la misión a Kusagakure.