Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#1
Primera Flor, Primavera del año 218.


Akame miraba el vaso de sake que reposaba en la barra de madera frente a él, y el vaso le devolvía la mirada. Eran distintas; la del Uchiha, curiosamente indecisa. La del vaso de licor, tan pálida y serena como podría esperarse. No se inmutaba ante la tesitura que parecía carcomer a su dueño. El Uchiha se frotó las manos con aire nervioso y desvió la mirada a su alrededor, esperando no encontrarse a ningún parroquiano versado en las lides que a él se le escapaban, con ganas de reírse.

Los motivos que le habían llevado a Tanzaku eran bien simples. Les habían encargado una misión conjunta con Kusagakure no Sato —a él y a Datsue, claro— en una región menor de Hi no Kuni, por lo que los Hermanos del Desierto habían tenido que poner rumbo hacia el caluroso país interior. Por suerte el mal tiempo del Invierno iba quedando atrás, y durante el viaje sólo el cálido abrazo del Sol les hizo compañía. Ese día habían decidido parar en la capital, Tanzaku Gai, para comprar provisiones y descansar antes de empezar la misión.

Aquella mañana Akame había decidido escabullirse a escondidas de su compadre para intentar afrontar una asignatura pendiente que llevaba incomodándole desde hacía un tiempo. Y es que claro, con todo el lío del Examen de ascenso a chuunin y demás, el Uchiha se había esforzado por meter cabeza en los ambientes de los veteranos de Uzushio; eso incluía, fundamentalmente, bares y chiringuitos de la Aldea.

Y allí había aprendido que no había muchos chuunin o jōnin que no supieran beber como mujeres y hombres hechos y derechos —o tal vez fuese su sesgada percepción de adolescente—. Pero, de cualquier modo, aquella habilidad parecía importante y Akame era un condenado novato en ese terreno.

De modo que allí estaba, frente a un vaso de sake que el tabernero le había servido pese a su corta edad y a que no debían ser ni las doce del mediodía.
Diálogo - «Pensamiento» - Narración

Mangekyō utilizado por última vez: Flama, Verano de 220

¿Eres nuevo en el rol? ¡Echa un vistazo a mi Compendio de Buenas Prácticas!
Responder
#2
Era la segunda misión conjunta a la que le asignaban en menos de un mes. Sus superiores le dijeron que su diligencia al trabajar demostraba su lealtad hacia Kusagakure, que su rápida adquisición de habilidad y dedicación a su entrenamiento eran loables, motivos por los que consideraban conveniente ir depositando mayor confianza en él. Buenas noticias, sin lugar a dudas, pero al Uchiha la situación comenzaba a producirle angustia. Se veía atosigado por un claro caso de síndrome del impostor, por no mencionar que la vida que estaba viviendo no era la que él quería.

Su hermana no mostraba un solo indicio de mejoría. Sentía que su suerte le había abandonado desde el ataque a Uji, o peor todavía, que algo o alguien le había maldecido. La gente a su alrededor tendía a sufrir destinos terribles.

Por todo ello, aquejado de un ataque de ansiedad especialmente ruin, el muchacho optó por refugiarse en la bebida y tratar de olvidar sus penas. Así había querido el destino que se encontrase en la misma taberna seleccionada por Uchiha Akame, ya que él también se había desplazado hasta Tanzaku Gai —la ciudad más grande y cercana al punto de encuentro con los operativos de Uzugakure— para descansar y preparase antes de emprender el encargo.

Ralexion estaba sentado en una de las esquinas del local, en un rincón algo apartado del resto de muebles. Ya llevaba más de una hora allí, bebiendo como si no hubiese mañana, hasta finalmente sucumbir a la somnolencia. Ahora se le podía ver con el torso apoyado sobre la mesa, los brazos cruzados y la cabeza reposando sobre estos, durmiendo la mona; frente a él una botella de sake y un ochoko a juego. Todos los parroquianos le ignoraban, era una estampa típica, al fin y al cabo, aunque el protagonista de esta fuera un muchacho con el protector de Kusagakure en la frente.

Poco después el joven retornó al mundo de los vivos. Su visión era borrosa y sentía un ligero zumbido en su cabeza, pero al menos había podido olvidarlo todo durante un rato. Probablemente habría pedido otra botella de no ser porque tras un rápido escaneo de las inmediaciones —por hábito, más que nada— captó por el rabillo del ojo una figura que si pertenecía a quién creía que pertenecía, no podía ignorarla.

Abrió los ojos del todo. «¡Que me lleve Izanami ahora mismo si estoy viendo mal...!», se exclamó a sí mismo cuando comprobó que la información que su cerebro estaba recibiendo era, efectivamente, correcta.

Se alzó con relativa lentitud. Sus movimientos denotaban la cantidad de alcohol en sangre que portaba el kusajin, pero a pesar de su edad, complexión y la cantidad ingerida, el moreno todavía parecía estar en gran parte del pleno de sus capacidades psicomotrices. Avanzó con grandes zancadas al encuentro de su objetivo, entonces le dedicó una potente palmada en la espalda, como si fuese un buen amigo al que no veía desde hacía siglos.

¡Y yo que pensaba que estabas muerto! —vociferó, sonriente.
Responder
#3
El uzujin estaba tan sumido en sus lucha interna contra aquellas ideas concebidas sobre el alcohol que ni siquiera escuchó los sonoros pasos de una figura —visiblemente ebria— que se le acercaba por la espalda. Así, cuando recibió el potente manotazo, Akame tuvo que apoyarse con ambas manos sobre la madera de la barra para no terminar estampado y con la cara sobre la misma. A punto estuvo de volverse y enzarzarse a golpes con el responsable, pero una voz familiar que llegó a sus oídos lo impidió.

Ralexion-san —masculló, incorporándose.

Sus ojos escudriñaron la figura del ninja de la Hierba. Parecía que había visto días mejores. «Aunque supongo que, al menos, se le curó bien el hombro. Menudo golpetazo me ha dado, y a traición, el hideputa...» Akame se puuso en pie y le dedicó una leve inclinación de cabeza.

Y yo te dije que no pensaba dejarme matar —replicó, torciendo los labios en una suerte de sonrisa—. ¿Qué te trae por aquí?

El fuerte olor a sake invadió sus fosas nasales; provenía, indudablemente, del joven genin.

Joder, tienes una moña como un piano. ¿Qué hora es?
Diálogo - «Pensamiento» - Narración

Mangekyō utilizado por última vez: Flama, Verano de 220

¿Eres nuevo en el rol? ¡Echa un vistazo a mi Compendio de Buenas Prácticas!
Responder
#4
El muchacho esbozó una plácida sonrisa, testigo de todas las palabras que le dedicó Akame, en especial la última frase. Se encogió de hombros un par de veces, ajeno a todo ello.

¿Las once? —masculló en voz baja, casi para sí— Qué importa... ¡Como me alegro de verte!

A pesar de los malos tragos, el Uchiha consideraba que la odisea vivida con Akame había merecido la pena, a excepción del destino de Kurosaki Nue. Para él era como una especie de camarada, sin importarle el hecho de que no formaban parte de la misma villa. Un rostro amigo era justo lo que necesitaba ahora.

Igualmente, Akame-san... no entiendo porqué me juzgas a mí, si tú también estás bebiendo —el kusajin señaló el sake sobre la barra— Los novatos también tenemos derecho a un trago de vez en cuando...

Se rió entre dientes.
Responder
#5
Ralexion le quitó importancia al hecho de que estuviese borracho como un botijo antes del mediodía señalando, en una hábil maniobra dialéctica, la contradicción de que el propio Akame estuviera en ese mismo momento ante un vaso de sake. El del Remolino se rascó la nuca con gesto un tanto avergonzado, pero luego se recordó a sí mismo que él estaba allí precisamente para aprender a beber; no para emborracharse. Nunca había visto a ninguno de los veteranos de Uzu llegar a un estado de ebriedad avanzado a esas horas de la mañana. «O a casi ninguno...»

Sí, bueno —masculló el Uchiha, tratando de ocultar el hecho de que para él era muy extraño algo que a Ralexion parecía dársele de maravilla—. Yo también me alegro. Espero que no tuvieras problemas para volver a la Hierba.

Entonces recordó algo, y sonrió con interés.

Te llegaron mis libros, ¿verdad?
Diálogo - «Pensamiento» - Narración

Mangekyō utilizado por última vez: Flama, Verano de 220

¿Eres nuevo en el rol? ¡Echa un vistazo a mi Compendio de Buenas Prácticas!
Responder
#6
El joven se acarició el mentón con actitud más que satisfecha tras lograr devolverle la puya a Akame. A continuación el uzujin le preguntó sobre su retorno hasta la Hierba y la adquisición de los libros. El genin asintió repetidas veces con una sonrisa equitativa a la ajena.

Sí, no puedo agradecértelo lo suficiente —Ralexion se cruzó de brazos—. Tomé la caravana como me dijiste, semanas más tarde retorné a Tane-Shigai y los recogí. ¡Una lectura excelente! Me disipó muchas dudas importantes sobre lo que significa ser Uchiha. Los he traído conmigo, en caso de que quieras que te los devuelva.

Sin pudor alguno el moreno se sentó en el taburete contiguo al que había sido el de Akame hasta el agraciado encuentro. Pensó en ordenar más bebida pero se decantó por controlarse ya que no estaba solo.

¿Y qué me trae por aquí? Una misión, ¿qué si no? Con gente de tu aldea, además.
Responder
#7
El de Uzu asintió fervientemente, con una inevitable sonrisa en el rostro, cuando Ralexion le dijo que no sólo los libros le habían llegado sin problemas, sino que además los tenía consigo. Akame tuvo que controlarse para preguntarle directamente dónde, cómo, a qué hora podía entregárselos. En lugar de ello, se limitó a volver a su asiento —del que se había levantado tras recibir el amistoso saludo de Ralexion en forma de palmetazo en el lomo— y cruzó las manos sobre la barra.

Pues... Sí, estaría bien. Si has acabado, claro, no es por meter prisa. Pero es que son volúmenes muy delicados, ya los habrás visto, en especial el más pequeño y viejo... —Akame hablaba de sus manuscritos como si fueran mascotas, o peor aun, hijos propios. Simplemente no podía evitarlo—. Me alegro de que los encontrases interesantes, por cierto. Hoy en día no es fácil culturizarse y acceder a los conocimientos antiguos de nuestra sangre... El clan Uchiha está lejos de ocupar el lugar que le pertenece por derecho histórico —añadió, con un deje de ambición y lúgubre resentimiento.

Sin embargo, cuando Ralexion le confesó que estaba allí para una misión —una conjunta con ninjas de Uzu, ni más ni menos—, Akame alzó una ceja inquisitivamente.

¿No jodas? ¿Pues no que resulta que yo estoy aquí por lo mismo? —miró a su alrededor y, tras asegurarse de que nadie les escuchaba, se inclinó sobre la barra para susurrar—. No será algo relacionado con un viejo noble a puntito de espicharla, ¿no?

«¿Puede ser tanta la coincidencia? Datsue-kun, Ralexion-san y yo juntos en una misión... No puede haber mayor casualidad. ¡Los tres Uchiha!», pensó, jocoso, acordándose de cierta novela de fantasía que relataba las aventuras de tres soldados y un amigo suyo.
Diálogo - «Pensamiento» - Narración

Mangekyō utilizado por última vez: Flama, Verano de 220

¿Eres nuevo en el rol? ¡Echa un vistazo a mi Compendio de Buenas Prácticas!
Responder
#8
Cada vez sospechaba más que Akame albergaba un gran orgullo hacia el hecho de ser parte del clan Uchiha, similar al de un compatriota que ama su país. No es que a Ralexion le importase, simplemente no alcanzaba a comprenderlo. Territorios, orígenes, tradiciones... el moreno solo los veía como ataduras que impedían, en ocasiones, la toma de decisiones adecuadas, al igual que la religión. Aunque debía admitir que formar parte de tan ilustre clan era agradable, por no mencionar el poder del Sharingan.

¡Sí, algo de eso era! —soltó un par de risotadas— Pues si te apetece, ahora me acompañas a donde me estoy alojando y te los devuelvo. Tranquilo, están en la misma condición en la que los enviaste.

Entonces el kusajin bajó la voz, adquiriendo un tono similar al de su colocutor.

Supongo que tú eres el operativo de Uzu con el que tenía que reunirme mañana, pero el pergamino hablaba de dos, ¿quién es el otro? —disparó con interés— A todo esto, ¿descubriste algo de nuestro amigo de las cicatrices y la joya?

Acto seguido el tono del muchacho adquirió unos tintes más serio, contrastados con su anterior semblante despreocupadamente ebrio. Agachó un poco la cabeza, susurrando todavía más.

Y no solo eso... tengo que preguntarte sobre algo que me dejó muy intrigado, algo que leí en uno de tus tomos...
Responder
#9
Ralexion le envió como respuesta una batería de palabras que el del Remolino tuvo que encajar como buenamente pudo. Todavía reclinado sobre la barra y sus ojos, vivaces, examinando los alrededores en busca de una mala señal —un silencio tenso, alguien que de repente pareciese interesarse más de la cuenta en ellos—, el Uchiha respondió como buenamente pudo a cada una de las interrogantes de su —ahora— compañero de misión.

Bien, me alegro de contar con otro Uchiha en el equipo —terció, dándole una pista al kusajin sobre las características del tercer integrante del operativo—. Nuestro colega Datsue será el tercer miembro del equipo. Inteligente, diestro en combate y con las palabras por igual, sabe mucho de Fuuinjutsu... Un gran shinobi.

A Akame no le gustaba halagar por halagar, pero hablando de su Hermano delante de un ninja de otra Aldea no pudo evitar que las palabras se le salieran por los poros. Datsue era, probablemente, más astuto y poderoso que cualquier otro ninja de su edad en Uzushiogakure.

Y sí, estaría encantado. Podemos recoger esos tomos luego.

Sea como fuere, la conversación finalmente acabó tomando otros derroteros. Cuando Ralexion quiso saber qué había pasado en Tane-Shigai después de que él se fuera en mitad de la noche, Akame bajó la mirada y le cominó a hablar más bajo. El Uchiha se había vuelto notablemente paranoico con todo aquel asunto, y no fue hasta que el tabernero —por mero azar— se dio media vuelta para empezar a limpiar una jarra de cristal, que el ninja de Uzu habló.

Nada. El rastro ya estaba frío... Supongo que tardé demasiado —masculló con cierto resentimiento. Luego, en un intento por cambiar de tema, agregó—. ¿Qué era eso de lo que querías hablar?
Diálogo - «Pensamiento» - Narración

Mangekyō utilizado por última vez: Flama, Verano de 220

¿Eres nuevo en el rol? ¡Echa un vistazo a mi Compendio de Buenas Prácticas!
Responder
#10
¿Ohh? —necesitó exhalar frente a la revelación del contrario.

Parecía que el último miembro del equipo también era un Uchiha. De nombre Datsue, aparte de compartir sangre con el dúo, Akame aseguraba que era diestro en el uso del Fūinjutsu, un hecho que solía denotar habilidad, ya que junto al Genjutsu, eran las dos ramas de facultad que más dificultad entrañaban a la hora de dominarlas.

Suena a un tipo en el que se puede confiar. Espero que nos llevemos bien.

El uzujin mostró el visto bueno a recoger los tomos más tarde. Ralexion asintió.

Finalmente, el de la nariz torcida le indicó, haciendo gala de su habitual sequedad, que no había logrado dar con un nuevo rastro en la turbia trama de la joya. El pelinegro suspiró, pero no dejó escapar comentario alguno. Fue entonces que se dispuso a saciar la comprensible curiosidad de Akame.

Uno de los tomos hablaba sobre una cuarta forma del Sharingan... ¿tú sabes algo de eso? Supuestamente es una leyenda, pero el autor del libro estaba empeñado en que no —sus facciones se vieron marcadas por una pronunciada mueca de confusión.
Responder
#11
Cuando el kusajin valoró la información que había obtenido sobre Datsue de aquella manera, Akame no pudo sino soltar una carcajada breve pero sincera. «Claro que puedes confiar en él, salvo si estás hablando de dinero, o de chicas, o de...» Claro, no verbalizó aquellos pensamientos porque —primero— no quería socavar el buen ambiente de trabajo y era consciente de que Ralexion no vería con los mismos ojos a su compadre si hablaba mal de él, y —segundo— porque al fin y al cabo, era su Hermano. Su Hermano del Desierto.

Le confiaría mi vida si fuera necesario —dijo finalmente el del Remolino. Y no era mentira.

Habiendo abandonado ya el tema de conversación que rondaba en torno a una misteriosa joya ancestral, un shinobi renegado con la cara llena de cicatrices y un pobre mercenario cuyos jóvenes restos yacían calcinados en un edificio abandonado de Tane-Shigai, Akame se relajó visiblemente. Volvió a erguirse en su asiento mientras cruzaba los brazos y escuchaba la pregunta de su interlocutor.

«Vaya vaya, Ralexion-san, así que eso es lo que te interesa», pensó Akame, sonriendo para sus adentros. Al fin y al cabo, aquel muchacho no era distinto de cualquier otro Uchiha. ¿Acaso podía culparle? Cuando te ponían el poder delante de tus narices, alargar la mano para cogerlo era un reflejo de lo más instintivo.

El propio Akame había estado investigando últimamente sobre aquella extraordinaria capacidad del Sharingan, y sobre lo que le había ocurrido cuando —junto a Datsue— les sellaran el Ichibi en contra de su voluntad. «¿Acaso yo...?»

No es una leyenda, eso puedo confirmártelo —replicó, tajante. El Caledoscopio era sumamente real—. Su nombre es Mangekyō Sharingan, es la forma más poderosa y evolucionada de nuestro Kekkei Genkai... Y antes de que me preguntes. No, no poseo tal clase de ojos, y tampoco sé cómo obtenerlos.

»¿Es eso lo que te interesa? ¿El poder?
Diálogo - «Pensamiento» - Narración

Mangekyō utilizado por última vez: Flama, Verano de 220

¿Eres nuevo en el rol? ¡Echa un vistazo a mi Compendio de Buenas Prácticas!
Responder
#12
Le confiaría mi vida si fuera necesario.

«Entonces no será un pelele, eso está claro...».

El muchacho prestó atención con sumo interés. La firmeza de su rostro testificaba que iba librándose de la influencia del alcohol o al menos lograba disimularla mejor que hacía apenas unos diez minutos. Una pena que no pudiese hacer nada respecto al olor o sus pronunciadas ojeras, producto de un par de inquietas noches recientes.

Una afirmación así proveniente de Akame le aportaba más seguridad que las indagaciones de un autor anónimo, pero a pesar de todo ello el joven aseguraba que ni disponía de esa cuarta forma ni conocía la manera de obtenerla. A efectos prácticos, Ralexion quedaba igual de ignorante, pero si su interlocutor también creía en la existencia de ese poder latente del Sharingan, quizás no eran pamplinas, después de todo.

Mangekyō Sharingan... —el kusajin saboreó el nombre, repitiéndolo de forma solemne, su mirada perdida. La indiscreta pregunta de Akame le hizo volver a la realidad— ¿El poder? Bueno, en primer lugar lo que me motiva es la curiosidad. Después de todo, eres tú el que me dijo que necesitaba conocer más sobre mi linaje, a lo que estoy de acuerdo.

»¿Pero el poder? Eh, nunca está de más. El poder te puede salvar la vida, o permitirte salvar la de otros. Prefiero pensar que nuestro trabajo no se limita solo a matar, a pesar de tus horribles lecciones. Y aunque no sé qué demonios hace ese Mangekyō Sharingan, si su poder es tan fantástico como indicaba el libro, algún uso podría darle...

Pensó en su hermana. ¿Sería una habilidad así capaz de devolverle lo que le habían arrebatado? Ralexion sentía que no perdía nada por barajarlo, por poco probable que fuese.
Responder
#13
Si el anterior comentario de Ralexion —el que se refería a Datsue— había arrancado una breve carcajada al uzujin, el último le hizo desternillarse de risa, incluso golpeando la barra con la palma de la mano derecha extendida. Por suerte en aquella taberna había poca gente a esas horas del mediodía, y los clientes que les acompañaban no parecieron molestarse por el repentino ataque de risa de Akame.

Pasados unos minutos, el Uchiha paró, esbozando una sonrisa.

"Nunca está de más"... Ya lo creo, compañero, ya lo creo —concedió, con un tono indescifrable, entre la burla y la complicidad—. El poder de vencer a todos tus enemigos, el poder de unificar a varios señores bajo tu mando, el de aplastar toda oposición, el de establecer la justicia y hacerla respetar. Ese es el poder del que estamos hablando, Ralexion-san. El poder que esgrimieron nuestros antepasados para colocar al linaje Uchiha en la cima de la cadena.

«Otra vez me he dejado llevar», se lamentó, de repente, Akame. Le ocurría normalmente, sobre todo cuando alguien le daba cuerda. Carraspeó y su rostro trató de recuperar aquella mueca formal que la caracterizaba. Se irguió en su asiento y clavó la mirada en el frente...

... encontrándose, sin quererlo, con su asignatura pendiente de aquel día. Ese vaso de sake color claro que le devolvía la mirada con un estoicismo admirable. No se había movido ni un centímetro.

Entonces Akame cayó en la cuenta de que podía tener a su lado al maestro perfecto.

Oye, Ralexion-san... Ejem, bueno, verás —carraspeó varias veces—. ¿Le harías un favor a un camarada? A un hermano de sangre, claro, sí, eh...

El uzujin parecía cómicamente nervioso, y aquella impresión se acentuó cuando señaló el vaso de licor con ambas manos.

Es esto. Esta mierda, me está volviendo loco. ¿Cómo... Cómo demonios se supone que debo beberlo? ¿Caliente? ¿Frío? ¿De un trago? ¿Saboreando? —enumeró, visiblemente desesperado—. Todo el mundo parece ya saber algo que yo ignoro.
Diálogo - «Pensamiento» - Narración

Mangekyō utilizado por última vez: Flama, Verano de 220

¿Eres nuevo en el rol? ¡Echa un vistazo a mi Compendio de Buenas Prácticas!
Responder
#14
El repentino ataque de risa del uzujin tomó por sorpresa a Ralexion, que lo observó con una mezcla de incredulidad e irritación. «¿He dicho algo gracioso?», se preguntó de manera genuina el rapaz. Finalmente, cuando su pariente logró apaciguar su alborozo, demostró estar de acuerdo con el pelinegro, el cual relajó sus facciones.

Suena guay —se limitó a responder Ralexion frente a tal discurso por parte de su acompañante.

Sí, definitivamente Akame amaba sus raíces hasta la médula. El kusajin había observado que un fuego especial ardía en los ojos del referido cuando empezaba a hablar de los Uchiha. Como ya se dijo antes, Ralexion lo respetaba, pero era incapaz de compartirlo.

Acto seguido el tema derivó a otros derroteros que el pelinegro no esperaba. Akame adquirió una actitud impropia de él, digna de un novato que acaba de salir de la academia y se ve, por mala fortuna, inmerso en su primer combate real. ¿El quid de la cuestión? La bebida, algo a lo que el escuálido individuo quería aficionarse pero no parecía conseguirlo.

Esta vez fue él quien quiso carcajearse, pero lo contuvo en el interior de su boca. En cualquier caso, su divertida mirada lo decía todo. Ralexion tomó una copiosa bocanada de aire y la dejó ir con lentitud, queriendo calmarse y ser bondadoso con el ninja de Uzugakure.

No tiene mucha historia —le garantizó—. La gran mayoría de bebidas alcohólicas son un sabor adquirido, ya sabes, al principio no te agradan pero cuanto más bebes más le agarras el gustillo al sabor. En cualquier caso, ¿quieres beber para disfrutarlo o para emborracharte? Porque si es lo segundo, cosa que puedo entender, te vale con tragarlo de golpe y porrazo, así te emborracha más, de hecho, y no necesitas saborearlo. El sake se puede tomar frío o caliente, yo lo prefiero frío.

Se encogió de hombros.

Podrías empezar pegándole un trago, digo yo —sonrió de oreja a oreja—. ¿Pero para qué quieres beber si no te gusta?
Responder
#15
Akame escuchó con la atención de un alumno aplicado en la clase en la que el profesor comienza una nueva y apasionante lección. Ralexion no escatimó en detalles y resolvió, para gozo del uzujin, todas las dudas que éste había puesto sobre la mesa —o sobre la barra, en este caso—. «Ajá, así que "sabor adquirido"... Y se puede beber frío o caliente... y...» En ese momento el Uchiha deseó tener a mano una libreta. No porque fuese demasiada información para su bien entrenado intelecto, sino por acto reflejo. Se sentía más cómodo con un lápiz entre los dedos.

Acabada la explicación, el del Remolino se encogió de hombros. La pregunta de su pariente lejano tenía todo el sentido del mundo.

Todos los ninjas veteranos de Uzushiogakure lo hacen. Bueno, la mayoría —se corrigió—. Bueno, algunos —se volvió a corregir—. Bueno, en realidad, al único que realmente he visto beber sake es a Raito-sensei y... —sacudió la cabeza—. ¡Como sea! No puedo permitir que este desafío me supere.

Tomó el vaso de sake y, con visible indecisión, se lo llevó a los labios. Tomó un sorbo y luego lo dejó sobre la barra con un súbito gesto.

¡Blerg! ¡Está asqueroso, joder!

El tabernero alzó la cabeza como un conejo que ha escuchado el silbido de una flecha pasar demasiado cerca de su menudo cuerpo. Sus ojos, pequeños y centrados en su rostro escuálido, buscaron rápidamente el origen de aquel insulto contra su preciado sake.

Akame agachó la cabeza y bajó la mirada.
Diálogo - «Pensamiento» - Narración

Mangekyō utilizado por última vez: Flama, Verano de 220

¿Eres nuevo en el rol? ¡Echa un vistazo a mi Compendio de Buenas Prácticas!
Responder



This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.