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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#16
El historial de asistencia médica de Mogura parecía ir cada vez en aumento, no solo habría hecho un buen trabajo con la herida de la fémina sino que también habría reanimado a su viejo amigo.

—¿Me he desmayado, no?

El joven médico continuó echándole aire a pesar de que el muchacho ya tuviese la suficiente conciencia como para preguntar cosas sin sentido. Aún así se limitó a asentir con un gesto de la cabeza.

—¿Cómo es posible? No tiene siquiera la herida cosida... No hay casi marca. ¿Cómo lo has hecho?

¡Qué pregunta la del joven Daruu! Parecía que no recordaba quien era la persona que tenía al lado en ese momento.

¡Claramente parece que no recuerdas que estas en presencia del mejor médico de Amegakure, Daruu-san!

Dijo con una voz un tanto jocosa para luego dejar escapar una corta risa.

Lo importante es que esta mujer se encuentra fuera de peligro.

Agregaría en un tono un poco más serio, más normal en él.
Hablo - Pienso

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#17
—¡Claramente parece que no recuerdas que estás en presencia del mejor médico de Amegakure, Daruu-san!

Daruu miró a la herida de la mujer, casi totalmente curada, luego a Mogura, y de nuevo luego a la mujer. Volvió a mirar a Mogura y entrecerró los ojos con sospecha, como inquiriendo que había algo más detrás de la pronta recuperación de la chica.

—Lo importante es que esta mujer se encuentra fuera de peligro.

Daruu suspiró y se rascó la nuca. Se levantó.

—Sí, eso si es ver...

La mujer tosió y reincorporó el torso, apoyando ambas manos en tierra. Les dirigió una mirada asustada a ellos, y luego al camino entre los arbustos. Se llevó una mano a la cara y se la tocó. Chasqueó la lengua con fastidio y se levantó de un salto.

—¿Estás b-?

Daruu sintió un golpe en el estómago que lo derribó al suelo. Se agarró la tripa con ambas manos, gimiendo de dolor. La mujer caminó un paso hacia Mogura y le propinó una patada giratoria que lo derribó al suelo.

—Lo siento, y... gracias.

Realizó un par de sellos y una neblina envolvió a la mente de los dos jóvenes, que sintieron cómo sus párpados eran cada vez más y más pesados...


···


Mogura y Daruu despertaron en Nishinoya, sentados en un banco al lado del estanque. Daruu miró a un lado, a otro, vio a Mogura y pegó un pequeño respingo. Estaba somnoliento, era casi de noche ya y se ve que se había quedado dormido. ¿Pero cuando...?

—¿Mogura? ¿Qué haces aquí? ¿Tú también participas en el torneo...?

Daruu tenía la extraña sensación de que ya había hecho esa pregunta, pero no, era imposible. Él se había sentado un momento... Se había dormido... Y... Y...


Tú tampoco recuerdas nada.
[Imagen: K02XwLh.png]

No hay marcas de sangre registradas.
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#18
A pesar de poder ver muy bien, Daruu no podía percibir lo que realmente había hecho Mogura y no le quedaba otra que creer en sus palabras. Estaba a punto de admitir que el joven médico tenía razón cuando fue interrumido por la fémina.

La mirada del joven médico se dirigió hacía ella y fue justo a tiempo para verla darle un golpe a Daruu que lo dejaría totalmente fuera de acción. Los ojos del muchacho no podían abrirse más, no hubo chance para él para evitar la patada. El resto quedaría totalmente perdido en su memoria.

Mogura despertaría después en un banco, el lugar le costaría identificarlo al principio pues cuando él dormía, dormía en serio.

—¿Mogura? ¿Qué haces aquí? ¿Tú también participas en el torneo...?

Le sorprendió enormemente encontrarse justamente con ese muchacho en aquel lugar, entonces fue cuando terminó de entender donde estaba. Nishinoya, el hospedaje de la gente de Amegakure en el torneo.

¡Daruu-san! ¡Buenas...noches?

Hizo un intento de ponerse de pie y desperezarse y mirar a su alrededor.

Supongo que me desmaye por el calor que hace en este lugar.

Comentaría con un tono un tanto jocoso, no podría encontrar otra respuesta al por qué se había quedado dormido en ese lugar.

¡El País del Fuego es un lugar muy caluroso! ¿A quien se le ocurre organizar un torneo en un lugar como este?

Preguntaría para luego buscar su abanico en su cinturón. ¿Estaría todavía con él?


Por eso no hay que hablar con extraños :c
Hablo - Pienso

[Imagen: tumblr_n5t2e2FGOB1qdlh1io1_400.gif]
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#19
—¡Daruu-san! ¡Buenas...noches? Supongo que me desmaye por el calor que hace en este lugar. ¡El País del Fuego es un lugar muy caluroso! ¿A quien se le ocurre organizar un torneo en un lugar como este?

Daruu se levantó, confuso. Toda la escena le resultaba algo familiar.

—¡No estamos en el País del Fuego, Mogura-san! Estamos en el Valle de los Dojos —le corrigió—. Al parecer, este sitio se auto-gobierna. Un paraíso samurai en medio de un continente ninja, ¿eh?

Se rascó el hombro derecho.

—Pero sí, hace un calor que da asco. En Yachi hace sol muchas veces, pero la temperatura es muy distinta. —comentó. Seguramente Mogura no tendría ni idea de por qué mencionaba Yachi, pero no se había fijado en eso—. Oye... ¿no oyes algo?

Había oído un ruido extraño. Quedó callado, a la espera, prestando atención.

CROAC CROAC.

—¡Anda coño si hay ranas en el estanque! —rio, feliz—. Bueno, Mogura. Estoy un poco confuso. Me he quedado dormido ahí y la verdad, sigo teniendo sueño. Igual he entrenado demasiado... Será mejor que me vaya a dormir...

Caminó hacia el edificio de habitaciones para hombres, saludando a Mogura con la mano.

—¡Hasta mañana!
[Imagen: K02XwLh.png]

No hay marcas de sangre registradas.
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#20
—¡No estamos en el País del Fuego, Mogura-san! Estamos en el Valle de los Dojos. Al parecer, este sitio se auto-gobierna. Un paraíso samurai en medio de un continente ninja, ¿eh?

Por la forma en la que hablaba su compañero del Valle de los Dojos, no podía evitar recordar otro lugar del propio País de la Tormenta.

—Pero sí, hace un calor que da asco. En Yachi hace sol muchas veces, pero la temperatura es muy distinta.

Justamente, cerca de Yachi estaba el Valle Aodori, un remanso de paz en un mundo que en cualquier momento podría levantarse en armas y ponerse a guerrear.

Oye... ¿no oyes algo?

Se hizo silencio durante un par de segundos en el lugar y fue entonces que pudieron escuchar claramente.

CROAC CROAC.

—¡Anda coño si hay ranas en el estanque!

Y ambos rieron como si fuese el remate de un capitulo de una serie de los 80', en esos donde se escuchan además las risas de estudio de gente que probablemente ya estaba muerta hace mucho.

Bueno, Mogura. Estoy un poco confuso. Me he quedado dormido ahí y la verdad, sigo teniendo sueño. Igual he entrenado demasiado... Será mejor que me vaya a dormir...

El joven médico entonces le dedicaría una formal reverencia, permitiendole retirarse sin sentirme ofendido ni nada por el estilo.

Voy a tomar un poco más de aire fresco y después me iré a descansar. Buenas noches, Daruu-san.

Nuevamente cuando el muchacho le saludase, haría una segunda reverencia.
Hablo - Pienso

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