Suzume es una chica de unos 169 centímetros, de cabellera roja y ondulada, y ojos son violeta suave, muy brillantes. Su piel es pálida, al verse siempre bajo las nubes de Amegakure. Es esbelta, y su carencia de musculatura se nota en sus brazos, aunque intenta mantenerse en forma y saludable.

Suzume prefiere un atuendo moderno, alejado de lo tradicional, aunque no le dice que no a un kimono lindo. Suele vestir blusas entalladas de manga larga, pero que dejan hombros al descubierto, con holanes y otros adornos de tela; una especie de falda que cae hacia atrás, con pantaloncillos debajo, y medias hasta el muslo. Lleva su portaobjetos en el muslo derecho, y su bandana a la cadera. Su cabello le llega a media espalda, y suele cambiar su peinado cada tanto, así como ponerse distintos tipos de adornos en él.

Suzume es una idealista. Quiere inspirar a la gente a ser su mejor versión, y cree en el trabajo en equipo. Es alegre y muy optimista, relativamente extrovertida, pero le dará espacio a quienes lo necesiten, pues no busca incomodar a nadie. Le suele costar tratar temas tristes, así que los intenta evitar, tratando a vece de desviar la conversación a puntos más brillantes.

La música es su pasión, y canta constantemente cada que puede. Quiere ser una ídolo musical de Ōnindo, volverse famosa y reconocida en todas partes. Y quiere usar tal influencia para ayudar a todos.

Gusta de la comida dulce y los perfumes. Toca la flauta y la lira. Es diestra.

¤ Bendición de Amenokami (gratis)

¤ Buena fama (coste de 1 punto)

¤ Adaptación social (coste de 1 punto)

¤ Atractivo natural (coste de 1 punto)

¤ Atributo notable (coste de 2 puntos)

¤ Atributo deficiente (otorga 2 puntos)

¤ No soy un ninja (otorga 4 puntos)

Suzume nació bajo una metafórica lluvia de estrellas. Era una niña preciosa, que sabía instintivamente cómo llevarse bien con todos. Desde pequeña demostró tener una voz maravillosa, con un enorme potencial. Vio cómo su canto alegraba a sus compañeros de escuela, y decidió que tenía que convertirse en una estrella, y llevar tal alegría a todas partes.

Sus padres, un mercader y una modista, vieron esto y la alentaron. Creció aprendiendo música y haciendo presentaciones dentro de la aldea. Si bien no era una superestrella, a muchos Amejin les encantó.

Cuanto más crecía, su fama crecía también de a poco dentro de la ciudad. Claro, apenas y llenaba un salón de eventos, pero para Suzume eso era un paso enorme. Al estar al borde exterior de la adolescencia, sintió que estaba viviendo un sueño, pero que le faltaba mucho por vivir.

Sin embargo, hubo una sombra que se vertió sobre Amegakure. La muerte de la Arashikage apagó muchos de los ánimos entre la gente, incluyendo los de Suzume. En un momento emocional ante el público, exhaló una nubecilla de vapor que descompuso el micrófono. Su madre le contaría después que ella descendía de ninjas con una línea de sangre poco común, el Futton, pero que en ella había sido una especie de gen recesivo, el cual despertaba ya en Suzume.

La cantante lo tomó como una señal y, ante sorpresa de su siguiente audiencia, y de sus padres, anunció que, además de su carrera como música, se dedicaría al oficio del shinobi.

—Como habitante de Amegakure me toca hacer mi parte. ¡Llenaré los corazones de la gente con mi voz, apoyaré a la aldea con mi labor! ¡Amigos! ¡Lucharemos juntos para que esta tormenta no amaine!

Su audiencia vitoreó. Muchos, incluidos sus padres, estaban preocupados, pero entendían su decisión. Con el corazón en la mano, dejaron que entrara a la Academia Ninja de Amegakure para comenzar su largo camino como kunoichi.