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Tetsuya · 20/01/2018, 12:37

El shinobi se dio cuenta de que había hablado demasiado y dicho demasiadas ideas. - En resumen, con mia ataque quería que te cayeras por el barranco y te mataras. Dijo el ninja siendo más breve que antes, al ver al león bloqueado. Tras eso escuchó la explicación del león, la cual no le cuadraba mucho, pues nunca se había cruzado con un animal parlante que no fuese de algún clan, sin embargo no le dio mayor importancia.

Una vez terminó el león de hablar, le dio paso a una nueva pregunta, que el chico decidió no desaprovechar. - Ella era obvio que no te conocía... ¿quién te envía a buscarla? ¿es fuerte?. Preguntó el shinobi de ojos plateados sin poder ocultar su curiosidad y su interés en la posibilidad de conocer a un ninja poderoso de otra aldea.

Después de hablar con el león y antes de que este se arrancara a hablar, Jiren, reparó en la kunoichi de cabellos rojizos y se dirigió a ella. - Lamento haberte dejado sola con un león persiguiendo, mi intención no fue abandonarte. Dicho eso, estuvo un instante en silencio y lanzó una nueva pregunta... - A todo esto... creo que no nos hemos presentado... mi nombre es Jiren, ¿tú como te llamas? Dijo el chico, consciente de que era muy probable que las despedidas llegasen pronto.

21/01/2018, 20:27

—Tiene sentido para mí —respondió con absoluta seguridad. Otra historia era que no haya funcionado.

El animal no parecía guardar rencores sobre el intento de asesinato, seguramente porque era consciente de lo que su simple presencia puede significarle a cualquier otra persona así no atacase a nadie.

De igual manera, el de Amegakure aprovechó el momento para preguntar sobre la persona que le mandó a buscar a la pelirroja, aquel que lo había invocado que… técnicamente no tendría que proporcionar su nombre ni demasiados datos por lo que respondería de una forma un tanto vaga que probablemente no convencería al joven, pero era su tarea.

—Es un chuunin, si es fuerte o no tendrías que averiguarlo tú mismo —afirmó muy tranquilo.

Luego de aquello, ya cuando el shinobi decidió pasar de él y centrarse en la fémina que tenía montada sobre el lomo, el animal decidió que se había tomado demasiado tiempo para regresar y se puso de pie de golpe, logrando así que la chica rebotase sobre él y tal vez callase.

—Si me disculpas, me la llevo —afirmó antes de irse escaleras abajo a paso ligero. Nunca se sintió tan seguro bajando escaleras como para empezar a correr, y poco le importaba si la kunoichi no llegaba a responder.

Claro que a la pelirroja no le agradaba la idea de irse sin decir absolutamente nada, más a alguien que había intentado ayudarla de alguna manera así que, a pesar de que montar a un león no era lo más cómodo que hubiese hecho en su vida, se volteó aún sobre él y con un grito respondería la pregunta.

—¡Me llamo Ritsuko! —afirmó lo mejor que pudo considerando que a lomos del león iba dando algunos saltos muy molestos.

Al poco tiempo, ya habrían bajado la escalinata y se dirigirían al país del bosque por donde el de Amegakure había indicado anteriormente, lo que quería decir que había acertado.