Este foro utiliza cookies

**Uchiha Datsue** · 4/03/2020, 17:39

1 de Ceniza del 219

¡Ey! Poco que contarte de estos diez días, la verdad.

Estuve yendo a clases para saber manejar los distintos barcos, reconocer sus motores, las distintas anclas, cuando y cómo subir una vela… Mucha teoría, por el momento. Aunque ayer y hoy ya hicimos algo de práctica. El instructor dice que estoy hecho para esto. Jeje. ¡Pues claro que lo estoy!

¡Por cierto! Hoy reuní el valor de leer esa entrada que escribí… ejem, un tanto bebido. Y, ¡se me había olvidado! ¡Que Hanabi tiene que pedirle una cita a Yui! ¡JAAAAAJAJAJAJAJAJA!

¡JAAAAAAAAAAAAAAAAAAAÁ!

Sí, a ver, déjame que te explique. Yo y él nos hicimos una apuesta, ¿vale? Quien perdiese el combate tendría que pedirle una cita a Yui. ¡Y ya sabes cómo acabó la historia, compañero! ¡Así que le toca pringar JAJA!

Madre mía, tío. Buah, pagaría por verlo. En serio, pagaría CANTIDADES INSANAS por verlo.

«El dinero es importante, pero hay cosas en esta vida que valen más. Esta es una de esas pocas»

**Uchiha Datsue** · 4/03/2020, 18:47

2 de Ceniza del 219

Hola. Hoy Urami se va de fiesta con sus compañeros del curro, y yo tengo más tiempo de lo normal para mí. Para pensar en mis cosas. Para pensar en el Gran Shukaku. Sobre nuestra relación, más bien.

¿Es un poco injusta, no crees? Al principio, el odio era mutuo. Nada malo ahí. Yo le jodía aprisionándole, él me jodía aprisionándome a mí en sus pesadillas. Todo legal, nada que decir. Cada uno hacía lo que le tocaba hacer. Llegó un momento, no obstante, a finales del año pasado, que algo cambió: él dejó de causarme pesadillas; yo seguía encerrándole.

Y ahora la cosa sigue a más. Él me ayuda a destruir un General —honestamente, no hubiese podido hacer una mierda sin su chakra—, y a cambio, yo… Bueno, sigo encerrándole. ¿Ves por dónde voy? Ha dejado de ser una relación de mierda, pero equilibrada al menos, a ser… Creo que la palabra es tóxica. Sí, una relación tóxica.

Pero claro, ¿cuál es la opción, hmm? ¿Darle la Llave? ¿Imitar a Ayame? Ella tiene… no diré suerte, pero lo suyo es distinto. Kokuō es una pacifista la mayor parte del tiempo, y además sabe lo que le conviene. Sabe que ahí afuera no durará ni dos semanas. Shukaku, en cambio… Bueno, pacifista no es, eso desde luego. Ni alguien que sepa controlar sus impulsos. Y es orgulloso. ¿De verdad puedo creer que sabría controlarse ante Hanabi, o mis amigos, o cualquiera?

Dioses… ¿Ves cómo hablo? Tú también te has dado cuenta, ¿no? ¡Si es que ya estoy dando por sentado que no me mataría nada más quitarle los anillos que le sujetan! ¿No será que cogí el síndrome ese? Ya sabes, el que a veces tienen las personas que pasaron mucho tiempo con sus secuestradores. Que es como que intentan justificarles, como si les hubiesen cogido cariño, vaya. Podríamos llamarle el Síndrome amejin, sí. Aunque pensándolo bien, dada nuestra situación, sería Shukaku quien sufriese dicho síndrome y no yo, por que soy yo quien le mantiene secuestrado…

¡¡¡Aaaaggghhh!!! ¡Qué puto lío, joder!

«¡Qué lección voy a darte, si ni me aclaro yo! No, ¡espera! Se me ocurre una. A veces…

¡A veces las lecciones tienes que dártelas tú mismo, hostia!»

**Uchiha Datsue** · 4/03/2020, 19:28

3 de Ceniza del 219

Hoy he seguido pensando en lo de ayer. Profundizando. Filosofando incluso, podríamos decir.

He estado pensando en Kokuō. He estado pensando en Kurama. Y en el Gran Shukaku. En sus relaciones. En cómo interaccionan. ¿Sabes?, creo que yo y el Gran Shukaku no somos tan distintos. Fíjate, ¡los dos nos ponemos apodos! Nos gusta dar la nota, ninguno lo puede negar. Y hacer travesuras. A distintos niveles, quizá. Pero travesuras al fin y al cabo, ¿no?

Que sí, que sí. Que al Gran Shukaku aparte le gusta destripar a sus enemigos, y para él es como si toda la humanidad lo fuese. Pero, ¿qué esperas? ¿No has oído a Kokuō, en mi Cronología, o en este mismo diario? ¡Los usamos como animales de caza! Peor que eso, ¡como putas herramientas! ¿Qué harías tú, en su situación? ¿Regalarles flores a cambio y pintarrajear un arco iris en el cielo? ¡Venga ya! Si a mí me hubiesen hecho eso, sabe Susano’o que solo la muerte se interpondría entre yo y mi venganza. Quiero decir, ¡ya viste cómo me puse con Ayame en el pasado! ¿Y cuando creí que Hanabi había asesinado a Akame? ¿Ahí qué? ¿Sabes cómo a punto estuvo de írseme la olla completamente? Qué coño, ¿sabes lo que estaba a punto de hacer a Amegakure si Akame no me llega a detener en el Valle del Fin?

El traidor de Akame, quiero decir.

Pues te respondo: que me hubiese llevado a Aiko por las buenas, O POR LAS BRAVAS. ¡Y lo que hicieron al Gran Shukaku fue mucho peor! No sé, yo creo que Kokuō no le comprende. Quizá ya tenía cierta vena antes de que la humanidad le destrozase, pero yo pienso que en el fondo no hubiese llegado a tanto de no ser por eso.

Joder, lo sé, lo sé. ¡Que lo sé, coño! Que le estoy justificando, usando los mismos putos argumentos empleados por Kokuō cuando ella se defendía de mis ataques verbales. Porque sí, recuerdo perfectamente que cuando ella me soltaba todo esto, yo le recordaba a los niños muertos que había matado, a las viudas que había dejado, a los huérfanos… Y yo ahora como un hipócrita repitiendo sus palabras como si nada.

¡Qué asco! ¡Qué puta mierda, me cago en todo!

«Si quieres tener un día alegre, ¡ni se te ocurra filosofar! Esto de intentar ahondar en las razones de fondo, en empatizar, y en ponerte en el lugar de otro… ¡es una puta basura! ¡Así de claro te lo digo!»

**Uchiha Datsue** · 4/03/2020, 21:55

5 de Ceniza del 219

Padre.

Creo que hacía años que no escribía esa palabra. Padre. Shukaku se hace llamar a sí mismo como el Padre del Desierto, ¿sabías? Y yo el Hijo del Desierto. Eso nos hace padre e hijo. Hmm. Es una sensación extraña, esta. Yo… Cómo explicarlo. Es que yo nunca conocí a mi padre, ¿sabes?

No, claro que no lo sabes. Porque nunca hablo de esto. Porque es un puto rollo, un coñazo que no le interesa a nadie. Pero, qué coño, si has leído hasta aquí, digo yo que podré arriesgarme a soltarte algo de tostón. Los fans están para eso, ¿no? Para lo bueno y para lo malo, incluido el relleno absurdo. Y si resulta que eres mi yo del futuro, pues… Te jodes.

El caso, no, nunca conocí a mi padre. A mi padre biológico, quiero decir. Te lo resumo rápido. Un día entro a casa cuando se supone que no debo estar y… ¡Tachán! ¡Mi madre está follándose a un ribereño del Sur! Y, eh, ¡doble sorpresa! ¡Despierto el Sharingan al verlo!

Qué problema habrá, te podrás preguntar. Bueno, pues que mi madre no es Uchiha, y el que pensaba era mi padre desde luego que tampoco. Por aquel entonces estaba un poco idiota, pero sabía sumar dos y dos. Así que ya me puedes imaginar, llorando desconsolado en la puta ribera, sin saber qué coño hacer.

“Ey, hola, papá. ¿Qué tal el día en el curro? ¿Bien? Pues que sepas que mamá mientras tanto estaba pasándoselo en grande. Oh, y por cierto, no soy tu hijo.”

Esa hubiese sido una opción, pero considerando que mi padre ya tuvo un susto con el corazón, no una viable. Intenté hacer como si nada, como si no hubiese visto nada. Aguanté un día. Al siguiente me fugué y…

Y aquí estoy. Intenté ir a visitarlos en muchas ocasiones. Pero siempre surgía algo. Siempre hacía que surgiese algo. ¿Qué si quiero verlos? Claro que sí. Los… Los añoro, coño. Quiero verles y darles un abrazo y saber cómo están. Pero… No sé, siento una presión muy fuerte en el pecho cada vez que me acerco al pueblo. Me cuesta respirar. Me bloqueo.

¿Por qué no he ido a visitarles en todos estos años? ¿Por qué no les envié cartas, al menos? ¿Por qué no les dije dónde estaba? Preguntas que me harían que no sabría responder. ¿Por qué te fuiste? Supongo que esa es a la que más miedo le tengo. No existe mentira en el mundo que pueda justificarlo, y seguramente ni siquiera la verdad. Soy una vergüenza de hijo. Mírame, me paso el día dando lecciones a la gente, ¡soy tan creído que incluso me doy el lujo de dártelas a ti, en cada entrada! Y en verdad no sé ni ser buen hijo. Coño, que eso no hace falta aprenderlo. ¡Se supone que sale solo!

¿Y por qué empecé a contarte todo esto? Ah, ya. Porque soy el Hijo del Desierto. ¿No lo ves? ¡Si es que hasta con él soy un mierdas! ¿Qué tipo de hijo mantiene a su padre encerrado en una jaula?

Solo de un tipo.

Solo de un tipo…

**Uchiha Datsue** · 4/03/2020, 22:13

7 de Ceniza del 219

Hoy me he reencontrado con Reiji.

El tío… Mira, ¡el tío es un capullo! Sí, sí. ¡Así de claro te lo digo! Su familia son herreros, así que prácticamente se consigue las armas gratis. Vive en una mansión. Con criados. Se ahoga en su propia pasta. Así de millonario es. Que oye, yo me alegro por él. O me alegraba, porque es que lo que hizo ya pasa de castaño oscuro. O sea, no va el tío y…

…¡y se consigue un puto barco GRATIS! Y no cualquier barco, no. UN SEÑOR BARCAZO. Ale, así, ¡de la puta nada! A ver, de la nada tampoco. Asesinaron a toda la tripulación del barco. Bueno, no Reiji, no me malinterpretes. Unos ninjas de Kurama. Sí, sí. Ya te contaré de Kurama y lo que descubrió. ¡Pero hablemos de lo importante aquí! O sea… O SEA. ¡¿Se puede tener más suerte?!

En serio, como vuelva a tener dudas de si ser shinobi o no… ¡le mando a la mierda! ¡Hombre ya!

Y, recuerda,

«El amor no es como en las películas. ¿Te acuerdas lo que te conté meses atrás? ¿Que no creía que Reiji y Sakura durasen para toda la vida? Pues mira, no quiero echarme flores, pero… Pero Reiji volvió con otra novia de su misión. La hija de la líder de los samuráis, nada menos. En fin, espero que a Sakura le vayan bien. Es una buena tía. Y bueno, a Reiji y su nueva novia también. Creo que hacen buena pareja. Si es que hasta para eso tiene suerte, el bandido.»

**Uchiha Datsue** · 4/03/2020, 22:36

8 de Ceniza del 219

Ayer no quería pensar mucho en el tema, pero sí. Kurama está preparándose su propio ejército. Mató al líder de los samuráis, Hagane, y a Gyūki. Bueno, en verdad este se hizo el seppuku para no ser usado. Como en los putos cuentos, tío. Como en los putos cuentos. Por si no lo sabes, Gyūki es el nombre del Ocho Colas. Resulta que Hagane era su jinchūriki, y también su amigo. Pero revivió al poco de morir, se cruzó con Reiji y le dio parte de su poder para dar un mensaje a sus hermanos.

Debíamos luchar todos juntos, bijūs y humanos, para derrotar al gran mal que acecha Ōnindo. Una profecía que el mismísimo Rikudō-senin realizó. Y Gyūki cree que dicho mal no se trata de otro que del propio Kurama.

Luchar juntos… Juntos.

Cada vez tengo más claro lo que debo hacer. Lo que tengo que hacer. No voy a mentirte, estoy acojonado. Creo que es lo más peligroso que haría nunca. Y créeme, he hecho cosas jodidamente suicidas. Clavarme una espada en el pecho incluido.

Pero no puedo vivir más con esta culpa en mí.

He de hacerlo.

He de hacerlo.

**Uchiha Datsue** · 4/03/2020, 23:06

9 de Ceniza del 219

Hoy he quedado con Eri y con Nabi. Les he dicho que les quiero. Les he dicho que son los mejores amigos que he tenido nunca. Creo que nunca se lo había dicho. Ninguna de las dos cosas.

Lógicamente, me preguntaron qué coño me pasaba. Nada, les dije. No me pasa nada. Creo que no me creyeron. No importa. Si no vuelvo, al menos ya lo sabrán. Porque tienen que saberlo. Por mucho que pasásemos épocas enfadados. O rachas largas sin hablarnos. Tienen que saber que yo…

… que yo les admiro. Y que son las mejores personas que han pasado por mi vida.

**Uchiha Datsue** · 4/03/2020, 23:33

12 de Ceniza del 219

Anteayer me he despedido de Urami. Le he dicho que me iba de misión.

Fue una pequeña mentira piadosa, que podríamos disfrazar de verdad. Sí, porque lo cierto es que tengo una misión que realizar. Pero ninguna encargada por mi villa, sino por mí mismo. Si la cumplo con éxito, la recompensa no será monetaria, sino espiritual. No salvaré a nadie, sino a mí mismo. Si, en vez de eso, la fallo…

Bueno. Supongo que entonces no volverás a oír hablar de mí.

**Uchiha Datsue** · 4/03/2020, 23:46

13 de Ceniza del 219

Me hallo en las dunas del Viento. El Río de Oro a mi izquierda, el Oasis de la Luna al frente. Dicen que es precioso. La cosa más bella que nos ha regalado la naturaleza. Quiero verlo con mis ojos. Quiero verlo con mis ojos antes de…

En fin, ya sabes.

Y por eso, me veo en la obligación de despedirme también de ti, querido lector. Dioses, ¿cuántas entradas llevo? ¿Cuántos meses? Si me has acompañado hasta aquí, es que de verdad te he transmitido algo. Bueno o malo, no importa. Has estado conmigo, me has acompañado en todo este largo viaje. Y por eso, solo me queda por decirte una cosa:

Gracias.