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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#46
Suspiro suavemente, se dio cuenta de que sus intentos no habían surtido efecto, sin embargo al final muchacho pareció sonreír “Vaya…” cerro los ojos por algunos segundos y sus labios se curvaron sutilmente, dibujándose en ellos una diminuta sonrisa – Claro, tengo razón –comento ella levantándose de su lugar y sacudiendo sus ropas. Tal parecía había tocado fibras sensibles, seria cuidadosa y no hablaría mas del tema. Continuo dándole palmaditas a sus pantalones y mientras lo hacía, pensaba en algo que pudiera subirle los ánimos al peli negro.

Guardo silencio, algo curioso considerando que hablaba lo suficiente para irritar a alguien. Pensaba seriamente en alguna solución para el "mal" del Uzureño sin embargo, no encontró una salida para su problema. Se encogió de hombros y dejo escapar otro suspiro.

Decidió entonces que era mejor volver al interior de la casa, no tenía ningún sentido seguir hablando de eso que había puesto tan melancólico al chico. Se giró y dando unos cuantos pasos, volviendo a la puerta – Entremos, seguramente el estofado estará lista en minutos – le comento mientras abría la puerta y entraba, esperando que el joven la siguiera.

De vuelta en el pasillo, el olor a estofado persistía aún más que antes, Nonoha olfateo un poco y se dejó embriagar con el delicioso aroma – ¡Eso es! –exclamo de pronto, como quien descubre algo increíble “La comida podría animarlo” y con esa pensamiento e mente, corrió por el corredor hasta llegar a la cocina.

¿Uh? –Aru la vio asomarse por la entrada y sonrió – Dile a los demás que ya pueden venir, la comida esta lista – La castaña asintió rápidamente y corrió veloz buscando a los don ancianos, mientras corría le dio aviso a Ashito de que podía ir y tomar asiento pues, el estofado estaba listo.
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#47
La jovencita parecía desanimada, al parecer había conseguido algo imposible de hacer, ya que ella siempre mantenía su sonrisa en cualquier situación, pero en ese momento solo podía mostrar una pequeña mueca casi imperceptible mientras sacudía sus ropas poniéndose de pie.

Él quería animarse, no quería ser la razón por la cual el ambiente estuviera tan tenso, el silencio lo incomodaba, y sabía que él era la razón del mismo, aunque por más que intentaba ser el despistado e impulsivo chico de siempre, no lograba mostrar esa faceta agradable con la que se encontraba minutos atrás, simplemente su cuerpo no le obedecía, al parecer necesitaba estar un tiempo en paz consigo mismo, necesitaba estar en un lugar donde se sintiera respaldado, de pronto le entraron unas enormes ganas de volver con su hermana, su familia, su única familia, aunque tendría que esperar un poco mas para eso.

Estuvieron un par de minutos en silencio, en los que se concentró en el cielo y nada más, quería disfrutar de ese silencio<< Me pregunto si algún día podré cumplir mi objetivo y estar en paz >> pensó recibiendo la brisa primaveral sobre su rostro y cerrando los ojos para disfrutarla al máximo, con un gran suspiro se puso de pie, olvidando la pequeña charla de hace un instante, aunque con sus ánimos aun un poco decaídos, para seguir a Nonoha quien comenzaba a dirigirse hacia adentro nuevamente, comentando que seguro ya estaría la comida.

Ashito estaba casi seguro de que lo que se cocinaba en la cocina ya estaba listo, pues el aroma se sentía ahora mucho más fuerte y delicioso que antes, de repente Nonoha exclamo algo, no sabía si no había escuchado la frase completa o si había asentido a un pensamiento, pero de la nada la muchacha comenzó a correr por el pasillo, dejando a un confundido niño detrás de ella que no sabía cómo reaccionar ante el repentino acto de la chica.

No paso mucho tiempo hasta que la joven regreso por el mismo lugar, al mismo ritmo, aunque un poco más despeinada debido a la carrera. La kunoichi le aviso que la comida estaba lista y que fuera a tomar asiento, suponía que ella se dirigía a buscar a los ancianos, Ashito no hizo más que asentir ante las palabras de Nonoha, quiso agradecer la noticia de la niña pero no tuvo ni el tiempo, debido a que ella paso corriendo, ni las palabras indicadas, su cuerpo parecía no haber vuelto a su forma impulsiva, por lo que se quedó con la boca abierta como quien iba a decir algo, pero de sus labios no salió ningún sonido<< Que demonios me pasa>> pensó sobándose la frente con su mano, mientras se disponía a seguir con lo que le había dicho Nonoha hasta que se dio cuenta- ¿A donde se supone que debo tomar asiento?
Verás

La gente vive su vida ligada a lo que ellos mismos creen que es correcto y cierto, asi es como definen su realidad, pero, ¿que significa estar en lo correcto o en lo cierto?, son solo conceptos vagos, su realidad puede ser tan solo un espejismo.
Victoria

- Hablo-

<<Pienso>>



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#48
Nonoha paso como un bólido cerca del muchacho y creyendo que el jovencito sobria a donde ir no dijo mucho más. Fue hacia el pequeño cuarto, donde antes todos habían estado reunidos y al no ver a nadie, recordó que los dos mayores habían subido a la segunda planta para tomar un baño. Volvió a correr y sus piecitos la llevaron a las escaleras, las subió de prisa saltándote escalones para llegar mucho más rápido. Una vez en la sima, camino despacio por el pequeño corredor, estaba agotada por la inútil carrera que acaba de dar - ¿Abuelo, señor Hiwata? - guardo silencio en espera de alguna respuesta, su andar ceso por algunos segundos pero lo retomo rápidamente al ver que nadie respondía.

Estuvo a punto de tocar la puerta del baño y la que estaba pasos más allá, pero tras dar el primer golpecito, la cabeza de su abuelo asomo tras la puerta del baño - ¿Qué sucede? – el viejo termino de salir, ya vestido y fresco por la ducha. De la habitación cercana salió Hiwata, ya con prendas limpias que su amigo amablemente le había facilitado.

- La comida esta lista, pueden pasar a la mesa ya – canturreo la castaña, alejándose de ellos tras girarse rápidamente. De pronto el cansancio se había ido, saber que comerían al fin le aliviaba y emocionaba lo suficiente para olvidarlo todo. bajo los escalones entre amplios saltos y camino rápidamente por el pasillo que los llevaba a la cocina, sin embargo en el camino se percató de algo…

¿Por qué sigues aquí? –le pregunto la kunoichi confundida al de cabellos oscuros que al no saber hacia dónde ir, se había quedado allí de pie - ¿No tienes hambre? –parpadeo curiosa y tras esperar paciente una respuesta, entendió el porqué de su presencia allí – Lo siento, pensé que había dicho a donde debías ir –sonrió torpemente y le indico que le siguiera. Aun lado de la cocina había una pequeña mesa redonda y sobre esta 5 platos con el delicioso estofado que Aru había preparado.

¡Espero tengan mucho apetito! - la mujer sonrió grande, juntando sus manos mientras les invitaba a seguir - ¡Hice suficiente, pueden repetir si quieren! – Nonoha fue la primera en ocupar su asiento, luego llegaron los demás: Ashito, Ren e Hiwata.

No fue capaz de esperar al resto así que fue la primera en dar el primer bocado.

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Off: Me disculpo por la demora, no pude avisar a tiempo que estaría fuera por este fin de semana u.u
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#49
¿Por qué sigues aquí?¿No tienes hambre?- pregunto la joven confundida de ver al Uzureño parado en el mismo lugar por donde ella había pasado hace unos minutos.

- ¿Qué? No, no, no, no es eso, claro que tengo hambre- respondió el joven rápidamente, como si fueran a negarle el sentarse a la mesa si no respondía rápido- Lo que pasa es que no se a donde debería ir a sentarme- acoto a la oración anterior moviendo sus manos hacia todos lados, excusando su presencia ahí.

La joven se disculpó por haber olvidado ese detalle, gran detalle para Ashito, ya que podría perderse la comida si no encontraba la mesa donde servirían la comida.

Después de la corta conversación de los dos niños, Nonoha, seguida por Ashito, se dirigió hacia una mesa a un lado de la cocina, donde había cinco platos esperando ser llenados por la razón del exquisito aroma que inundaba el lugar.

Aru dijo unas pocas palabras a las cuales Ashito asintió, si bien sentiría vergüenza por comer dos veces, probablemente el hambre superaría esa sensación de incomodidad, así que se dirigió a la silla más cercana que tenía, dispuesto a repetir si su estómago lo exigía, aunque Nonoha le gano y se sentó en el lugar en el cual pensaba sentarse, así que dando solo un par de pasos más se colocó en la silla que estaba junto a la de la kunoichi.

- Eh…, muchas gracias por su amabilidad- expreso el Uzureño poniéndose de pie y haciendo una pequeña reverencia, aprovechando, que todos los de la casa estaban presentes. Al parecer esa mezcla de emociones que sentía ya había desaparecido, por lo que ya no sentía un pesar al mostrar sus dientes en una sonrisa para luego tomar asiento nuevamente, esperando lo que comerían en instantes.

- Huele muy bien- exclamo el peliazabache en un volumen que pudiera ser escuchado por Aru, ya que su objetivo, era alagar el seguramente delicioso estofado.


No hay problema Risa, también estuve fuera el de semana así que no pasa nada.
Verás

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Victoria

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#50
¡No es nada! –la mujer movió sus manos con despreocupación invitándolo a comer. Nonoha di un par de bocados más, feliz por al fin saciar sus ganas de comida- ¡Esta delicioso! – se saboreó la castaña feliz, mientras los dos ancianos, y sentados en sus lugares también alagaban el espléndido trabajo de la mujer.

- ¡Querida, cocinas maravillosamente bien! –le alago Hiwata que se saboreaba sin más, llevándose otra cucharada del estofado a la boca. Nonoha cuchareo por algunos minutos, sin poner mucha conversa tenia demasiada hambre como para distraerse n conversaciones.

Come más despacio – sugirió su madre un poco alarmada, preocupada porque pudiera atrancarse por la forma tan rápida en la que comía, parecía que tragaba cada bocado sin masticar y eso le hizo estirar una mano y sostener la más pequeña de la menor – ¡Come con cuidado!- Nonoha le observo con la boca llena y asintió despacio, un poco sobresaltada por el repentino accionar de su madre. Mastico y trago despacio lo que tenía en la boca y ya teniendo su mano libre volvió a llevarse una cucharada del alimento a los labios.

Ren, que era el único en silencio, solo se dedicó a observar y comer con tranquilidad observo de vez en cuando al pelinegro - ¿Cómo estás? –le pregunto el mayor, mientras degustaba de su comida.

-¿Te gusta la comida? – pregunto nuevamente, observándolo de reojo.
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#51
Bueno, había llegado el momento que estaba esperando hace bastante tiempo, bajo ninguna circunstancia lo desaprovecharía, ni un solo aliento salía de su boca sin estar previamente planificado por el Uzureño, quería poder llenar lo más que pueda, y para eso debía regular bien su cuerpo, si había algo en lo era realmente bueno, eso era comer, el plato con lo que se llevaría a la boca ya estaba frente a él y ya había recibido la autorización para comenzar.

Aru cuidaba que Nonoha no se atragantara con la comida, por lo que en más de una ocasión tubo que recomendarle a su hija que coma despacio, Ashito tampoco se quedaba atrás, el estofado estaba exquisito y comía tan rápido como sus mandíbulas se lo permitían, pero a diferencia de Nonoha, él había logrado dominar una técnica que le permitía comer velozmente sin llamar la atención, había necesitado años de práctica para dominarla, pero ya estaba perfeccionada.

En cuestión de minutos, el plato del Uzureño se encontraba vacío, y aunque quería un poco más, su vergüenza le impedía pedir una repetición, por lo que solo se dispuso a esperar en silencio, aunque el mismo no duraría mucho, ya que Ren llamo su atención dirigiéndole la palabra.

- Estoy bien, gracias- respondió el Uzureño a la cuestión propuesta por el Kusareño sin mucho más que agregar, ya que no se le ocurría ninguna otra cosa más que agregar, sin duda alguna, un anciano un niño no han de tener muchos temas de conversación, aunque el mayor pareció encontrar un tema para sacarle las palabras al ninja.

- Si, me encanta, me recuerda mucho a las comidas que hacia mi madre- respondió sin pensar en lo que dijo, por lo que no tuvo ninguna repercusión en sus pensamientos.

- Y a usted ¿le gusto?- indago el Uzureño mirando fijamente al anciano mientras esperaba su respuesta.
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Victoria

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#52
¡Claro, claro! -respondió el viejo sonriendo feliz, comiendo despacio y calmado a diferencia de los demás - Aru siempre nos cocina cosas deliciosas - agrego llevándose un bocado a la boca que degusto con tranquilidad. Vio el plato vacio del jovencito y se sonrió, dejo la cuchara que sostenía a un lado de su plato y estirando un brazo se tomo el atrevimiento de levantar el ya vacío recipiente que estaba frente al uzureño - sírvele un poco más querida - comento el anciano a la mujer, que tras asentir rápidamente con una sonrisa se levantó de su silla y camino hasta el mesón y la olla.

Tomo un cucharon y revolvió el estofado un par de veces para luego servir un poco en el plato, hasta que este estuvo lleno - Si querías un poco más, solo tenías que hablar~ -canturreo Aru feliz, acercándose a la mesa y dejando suavemente el volt frente a el otra vez. Volvió a acomodarse en su silla y se dispuso a comer.

Ren, habia vivido rodeado de niños tanto tiempo que, podía decir abiertamente que sabía lo que pensaban con solo verlos; aunque claramente aquello solo era una suposición –Un niño como tu debe alimentarse bien – dijo, llevándose otra cucharada a la boca mientras con la mirada le invitaba a seguir comiendo.

Nonoha termino su plato y quedo absolutamente llena, era una glotona pero su pequeño estomago le impedía comer tanto que le hubiera gustado. Apoyo una mejilla sobre la mesa y se quedó en silencio, esperando al que resto terminara, divagaba un poco mientras sus piececitos se mecían de aquí para allá inquietos al no poder tocar el suelo con estos.

En cuanto todos hubieran terminado, Aru recogería los platos y se dispondría a limpiar, despachándolos de ahí para que fuesen a algún otro lugar de la casa a conversar o bien, si el muchacho así lo deseaba, marcharse pues, ya había comentado que estaba allí en busca de alguien y no deseaban retrasarlo mas.
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#53
- Muchas gracias- expreso el chico con una gran sonrisa mientras recibía el plato ahora lleno de comida nuevamente, la mujer era muy amable, pero a pesar de que dijera eso, no sería para nada sencillo hacer lo que le había dicho, ya habían hecho demasiado por él y se sentía ya bastante incomodo por solo aceptar el primer plato, por lo que nunca se habría animado a pedir un segundo.

A pesar de la velocidad con la que Nonoha había comido, parecía haber quedado saciada con muy poco, quizá no tenía un estomago muy grande, o talvez, al haber comido tan rápido se había llenado, la joven se quedó en la mesa solo por pura educación, ya que ella ya había acabado, con su cabeza sobre la mesa y sus pies tambaleándose alternadamente sin tocar el piso, la muchacha espero a que todos acabaran, Ashito no tardó mucho en quedar en la misma situación, solo un par de minutos después de que le sirvieran ya había vaciado otra vez el plato, a pesar de que no había quedado completamente saciado, esta vez, sin pensarlo dos veces rechazaría otro ofrecimiento, su conciencia no lo dejaría aceptar.

***

Ya habían acabado de comer y Aru ya se había encargado de ordenar y limpiar todo lo que se había ensuciado, Ashito quiso ofrecerse a ayudar a la mujer en la limpieza, ya que después de todo, estaba en deuda con ellos, sabía que eso no quedaría saldado solo con ayudar en la limpieza, pero, peor es nada, aunque seguramente la madre de Nonoha habría declinado la oferta, por lo que solo agradeció y se despidió de la mujer, ya que probablemente no volvería a verla, no muy pronto al menos.

Después de cambiarse de ropa y devolver la que le prestaron, poniéndose la suya que ya estaba casi completamente seca, Ashito llamo a Nonoha y se dirigió por donde había llegado al comedor pero en dirección contraria, llegando a la puerta de la casa.

- Eh, Nonoha ¡Muchas gracias por todo!- exclamo el chico inclinado su torso hacia adelante- No sé qué habría hecho si no me hubieran ayudado, talvez aun ni siquiera estaría cerca de Kusagakure- agrego volviendo a su posición original- Ahora, tengo que seguir con mi objetivo, así que tengo que irme, pero me gustaría volver a visitarte si estás de acuerdo, talvez te presente a mi hermana la próxima- una sonrisa acompañaba cada una de las palabras del Uzureño, de verdad estaba agradecido con la kunoichi.

-¡Adiós, espero que volvamos a ver pronto!- agitaba su mano al pronunciar las palabras, mientras comenzaba a alejarse de casa.

Sin duda había sido una gran experiencia para el ninja de Uzu, no solo había tenido su primera situación de peligro y victoria en batalla, sino que había ganado una nueva amistad, su primera amistad de hecho, ahora solo debía buscar información para poder cumplir su objetivo y regresar a su villa, a su hogar, con su familia.


Ya no es necesario el tema de no nombrar Kusa, la trama que me complicaba la cronología se canceló por lo que ya no importa.
Ashito Out, gracias por el rol Risa
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