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**Sama-sama** · 9/08/2017, 20:11

Tras la primera ronda, los participantes se sometieron a los cuidados médicos de las Tres Grandes Aldeas, que consiguieron que se recuperaran a tiempo para la segunda parte del evento, que ocurriría dos semanas después. Algunos necesitaron apenas unos días para estar en forma, otros más de una semana, pero al final, no hubo que retrasarla.

Para esta segunda ronda, se supuso que los participantes ya conocían el procedimiento, de modo que no se les explicó nada, tan sólo se les recogió, de nuevo, uno a uno, y se les condujo a sus respectivos cubículos.

Y a su debido tiempo, cada uno escucharía su llamada. Las puertas volverían a abrirse, el clamor del público volvería a llegar a ellos...

...y de nuevo, sería hora de combatir.

**Aotsuki Ayame** · 14/08/2017, 13:34

Casi se podía decir que, de entre todos los participantes que quedaban del torneo, Ayame había sido de las más afortunadas. Ella no había sido herida en su anterior combate, por lo que no necesitó más asistencia médica ni periodo de recuperación que el simple descanso de su agotamiento físico. Pese a todo, y como el resto de participantes, pese a sus quejidos se vio obligada a pasar por todos los reconocimientos médicos pertinentes antes de su combate en la segunda ronda del torneo.

Ahora, el día había llegado. Y la kunoichi era muy consciente de que no podía confiarse por nada del mundo.

Mientras esperaba en su ya familiar cubículo, no podía dejar de darle vueltas a quién podría ser su próximo oponente. De los que habían pasado la primera ronda, conocía prácticamente a la mitad. Pero conocía muy poco de sus habilidades y tácticas de combate. Del que más sabía era de Daruu, su compañero de equipo y de aldea, pero, por razones sentimentales y dada la predisposición táctica del joven, también era una de las últimas personas a las que querría enfrentarse. Tampoco le gustaría enfrentarse a Kaido, pues un enfrentamiento así supondría la inevitable revelación de que ella era un Hōzuki como él, un hecho que llevaba bastante tiempo ocultándole. Sobre el resto de sus posibles oponentes, poco podía decir. No sabía casi nada sobre ellos. Tan sólo podía rezar porque no le tocara alguien que utilizara el elemento del rayo.

Sumergida en sus propios pensamientos, el chasquido de la puerta abriéndose frente a ella la sorprendió más pronto que tarde.

—¿Qué? ¿Ya? —preguntó, aunque nadie podía escucharla.

Con el corazón bombeando con fuerza, Ayame se levantó de su posición y echó a andar hacia la salida. La luz del exterior la cegó momentáneamente y la multitud la arropó de nuevo entre sus exclamaciones y vítores. La muchacha tragó saliva, abrumada. Por mucho que intentara olvidarlo, la sensación de tener tantos centenares de miradas clavadas sobre su cuerpo era verdaderamente avasallador.

«Concéntrate.» Se ordenó a sí misma, sacudiendo la cabeza. «Tienes que hacerlo. Tienes que demostrarle a papá que puedes valerte por ti misma. ¡Demuéstraselo!»

Decidida, pero con las piernas temblándole como un flan, se adelantó hasta situarse sobre su marca en el ring de combate. En última instancia, alzó la mirada hacia el palco de la Arashikage y le dedicó una pronunciada reverencia cargada de respeto.

Ya sólo quedaba que su oponente apareciera.

Riko · 14/08/2017, 18:16

El día había llegado, no sin antes tener que realizarse varias pruebas médicas para corroborar que si estado físico estaba a puntk para la segunda ronda del torneo, a pesar de no haber recibido daños considerables en su combate de la primera ronda, era cierto que se habia sentido muy cansado, probablemente más de lo que se había sentido en su vida, pero con un par de días de un buen sueño se había recuperado.

En aquella ocasión no les habían explicado el procedimiento a seguir, por lo que Riko daba por hecho que sería igual que la primera vez, y no se equivocaba, les habían vuelto a reunir a todos en la entrada y se les empezaron a llevar uno a uno a sus respectivos cubículos.

¿Con quien me tocará esta vez?

El Senju visualizó a todos sus posibles contendientes y todos tenían una pinta terrible, no tenía ningún favorito para que le tocase contra él, por lo que se limitó a tomar una buena bocanada de aire, y cerró los ojos hasta que fuera su turno de ir al cubículo.

Solo espero que no me toque contra alguien de Uzu...

Tenia su estrategia pensada y solo le quedaba que le llamaran, por lo que espero paciente, con los ojos cerrados y la espalda en la pared, hasta que porfin llegó el momento y la puerta hizo un sonido inconfundible, se estaba abriendo, había llegado la hora.

Vamos tío, al menos da un buen papel, va

Y se avalanzó al estadio a la carrera, frenando bruscamente cuando la luz del sol le atizó en la cara y los gritos del público le ensordecieron por un instante. Cuando se recompuso inició la marcha hacia la marca que le estaba designada en el ring, donde ya le esperaba su oponente. Una vez ahí, volteó todo su cuerpo en dirección a su kage, Uzumaki Gouna, y realizó una leve reverencia.

— Mi nombre es Senju Riko, encantado. — Se presentó el joven con una sonrisa en el rostro. — Hagamos que sea un buen combate, y que gane el mejor. — Y tras estas palabras realizó el sello de la confrontación frente a su boca.

2 AO

**Aotsuki Ayame** · (Última modificación: 15/08/2017, 17:04 por Aotsuki Ayame.)

—Ahí está —murmuró Ayame para sí, al distinguir la silueta de su oponente remarcarse en la puerta de salida a la arena, en la otra parte del estadio.

Se acercó al ring y, tal y como había hecho ella, le dedicó una reverencia a su líder justo antes de colocarse sobre su marca y encararla. Debía de tener más o menos su misma edad y, en cuanto a su altura y complexión, tampoco destacaba. Sus cabellos eran blancos como la nieve, aunque el sol conseguía arrancarle algunos destellos azulados y en su cuello lucía con orgullo la banana que le identificaba como shinobi de Uzushiogakure.

—Mi nombre es Senju Riko, encantado —Se presentó, y Ayame no pudo evitar sonrojarse cuando fijó en ella sus curiosos ojos violáceos y le dedicó una sonrisa.

«<<¿¡Qué haces, idiota!? ¡Concéntrate en lo importante!>>» Se regañó a sí misma. ¡No podía dejar que una cara bonita la distrajera!

—E... el gusto es mío. Yo soy Aotsuki Ayame.

—Hagamos que sea un buen combate, y que gane el mejor.

—Lo mismo digo, Riko-san. Que gane el mejor...

Su oponente alzó la mano, y Ayame sonrió con aprobación cuando le vio formar el ceremonial Sello de la Confrontación. Ella le devolvió el gesto, formulando el mismo gesto frente a su pecho.

Y aquel fue el gong de salida.

«<<Como me temía... No conozco nada sobre él. ¿Hasta qué punto debo arriesgarme?>>» Se preguntaba, mientras flexionaba ligeramente las rodillas.

Pero no podía pasarse el combate pensando, el tiempo corría en su contra. Por eso, se llevó la mano derecha al portaobjetos...

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Riko · 17/08/2017, 11:30

—E... el gusto es mío. Yo soy Aotsuki Ayame. Lo mismo digo, Riko-san. Que gane el mejor...

La joven, que parecía tener una edad similar al Senju, se veía algo nerviosa, al fin y al cabo, siendo tan jóvenes como eran, no era fácil estar delante de tanta gente como si tal cosa, Riko por ejemplo estaba tremendamente asustado de hacer el ridículo en aquel combate, igual que en el anterior, no quería ser recordado como el que perdió en un movimiento, y esos pensamientos le atormentaban.

Su oponente realizó el sello de la confrontación justo después que él, lo que significaba que el combate había comenzado, y, como prueba de ello, Ayame se llevó la mano al portaobjetos.

Esta vez iré yo primero.

Y rápidamente se lanzó a la carrera directa contra su oponente, sacando un kunai y empuñándolo con la diestra, dispuesto a hundirlo en alguna parte del cuerpo de su contrincante, tratando de acabar con aquello lo más rápido posible.

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**Aotsuki Ayame** · 17/08/2017, 12:21

Fue su oponente el que tomó la iniciativa y el público bramó, ensalzado por el comienzo del combate. Riko sacó un kunai, lo empuñó con firmeza y se lanzó a la carrera contra ella, dispuesto a recortar los diez metros que le separaban y entablar un combate cuerpo a cuerpo.

««Es bastante rápido.»» Apreció Ayame, que había entrecerrado los ojos ligeramente. Aunque creía poder ser más rápida que él.

Ayame terminó por sacar también un kunai, y cuando su oponente había recorrido más o menos la mitad del camino, lo arrojó directo hacia el centro de su pecho. Después, flexionó ligeramente las rodillas, a la espera de la reacción de Riko con los brazos doblados y las manos muy cerca.

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Riko · 17/08/2017, 12:44

El público parecía completamente entregado, gritos y vítores se hicieron presentes en cuanto el peliblanco inició su carrera hacia su contrincante, que esperó paciente a que éste recortara distancias para, en un momento dado, lanzar un kunai que, si no lo esquivaba, le impactaría de lleno en el centro del pecho. Rápidamente, el uzunés lanzó su kunai también, a la altura de la cabeza de la kunoichi, evitando que ambos kunais impactasen y esquivando el de Ayame con un reverso hacia su izquierda, continuando su carrera.

Quiere pillarme con alguna técnica, no puedo dejarla.

Los brazos de la amenia se encontraban doblados, con las manos dispuestas a realizar sellos, o eso pensaba Riko, por lo que, antes de que sus manos se juntaran del todo, estando a un par de metros de ella, torció su carrera hacia la izquierda, queriendo pillar a Ayame por el flanco.

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**Aotsuki Ayame** · (Última modificación: 17/08/2017, 13:07 por Aotsuki Ayame.)

Su oponente tampoco estaba dispuesto a perder el tiempo. Lanzó el kunai por encima del suyo, evitando que las dos armas colisionaran entre sí y se repelieran y buscando impactar contra ella. Sin embargo, al estar avanzando hacia ella a aquella velocidad, fue el arma de Ayame la primera en llegar a su objetivo. Riko giró el cuerpo para esquivarla, pero las manos de la kunoichi, quien ya se había agachado en previsión de esquivar el kunai de su oponente, ya se habían unido en el sello de la serpiente y no le iba a permitir irse más lejos.

El sello explosivo que había pegado al mango del kunai antes de salir a combatir brilló justo antes del estallar con violencia.

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1 AO revelada

– Sello explosivo pegado al kunai

Riko · (Última modificación: 17/08/2017, 16:12 por Riko.)

El kunai de Riko consiguió pasar por encima del de su contrincante, dirigiéndose directo hacia ella que, según pudo ver el peliblanco, había conseguido agacharse con antelación, esquivando de sobra el kunai que el Senju la había lanzado, y por lo que pudo ver, sus manos formaban un sello único, tras lo cual, el kunai que el uzunés acababa de esquivar se iluminó momentáneamente y de repente...

PUUUUUUUUUM

Una explosión justo al lado del peliblanco que hizo que se descubriera parte de su estratagema, pues, cuando el sello explosivo hizo su papel, el Riko que se encontraba esquivándolo reventó en un estallido de agua.

¡AHORA!

El kunai que el clon había lanzado, que se encontraba ya a la espalda de Ayame, se deshizo en una pequeña nube de humo, desde la que apareció el verdadero Senju Riko, realizando una rápida secuencia de sellos, tras la cual un enorme pez espada salió de su boca, saliendo disparado hacia la amenia a gran velocidad. Tras esto, el uzunés sintió un mareo enorme, se quedó parado por completo, con la vista nublada y con un cansancio que apenas le permitía respirar con normalidad.

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2 AO reveladas: El Riko que había salido se trataba de un clon de agua, mientras el verdadero Riko estaba transformado en un kunai que el clon llevaba consigo

**Aotsuki Ayame** · (Última modificación: 17/08/2017, 20:56 por Aotsuki Ayame.)

El sello del kunai explotó, y Ayame asintió para sí, con satisfacción, al comprobar que su oponente era arrasado...

Y estallaba súbitamente en agua.

—¡¿Qué...?! —aulló, estupefacta.

El Riko que se había presentado ante ella no había sido más que un clon de agua. ¡Y ella se lo había creído por completo! A la vista de que su oponente no estaba al frente, giró sobre sus talones justo a tiempo para ver cómo un colosal pez espada se abalanzaba sobre ella. Ayame apenas tuvo tiempo de cruzar los brazos por delante del cuerpo en un acto reflejo, y cuando el animal embistió contra ella todo su cuerpo explotó en un violento estallido de agua.

Fue como si la hubiesen aplastado con un martillo gigante. Aturdida, y profundamente dolorida, el charco en el que se había transformado Ayame fue recuperando su forma corpórea poco a poco. Jadeando por un dolor que le hacía ver las estrellas casi de manera literal, la muchacha alzó la cabeza hacia Riko. Afortunadamente para ella, parecía que aquel despliegue estratégico había sido un arma de doble filo para él, y ahora el muchacho jadeaba exhausto.

No podía dejar pasar aquella oportunidad.

Se revolvió sobre sí misma, y entonces, en un rápido movimiento, cerró los ojos y lanzó con fuerza lo que había cogido de su portaobjetos contra el suelo, a pocos metros de ella. La canica estalló en un repentino destello que cegaría la visión de Riko y Ayame, tras ponerse en pie tambaleante, decidió aprovechar la oportunidad y echó a correr a toda la velocidad que le permitía su dolorido cuerpo mientras sus manos se entrelazaban en una corta secuencia de sellos y comenzaba a moldear chakra en su pecho.

—¡Suiton: Mizurappa!

El torrente de agua a presión que brotó desde sus labios tras tomar aire se abalanzó como un enfurecido torrente salvaje contra el shinobi de Uzushiogakure. Pero aquello no había sido todo, pues justo después de haber efectuado la primera técnica, volvió a entrelazar las manos.

—¡Suiton: Mizuame Nabara!

Ayame expelió un nuevo torrente de agua. Pero esta vez iba dirigido al suelo, y la masa viscosa en la que se había convertido gracias a las propiedades de su chakra se extendió rápidamente para atrapar en su seno al shinobi que debería haber sido derribado con la anterior técnica...

Y en aquella ocasión fue su turno de detenerse momentáneamente a retomar el aliento. Había hecho un gasto de chakra excesivo, pero aún podía seguir moviéndose.

«No puedo caer... Se lo prometí... A papá... Si caigo ahora todo será en vano...»

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Riko · (Última modificación: 17/08/2017, 22:32 por Riko.)

Su estrategia había funcionado a las mil maravillas, obviando el ligero detalle de que se encontraba bastante cansado para acabar de haber empezado el combate, pero Ayame había recibido un golpe tremendo, o eso es lo que Riko pensaba hasta que vio que, cuando su pez espada colisionó con el cuerpo de la kunoichi explotó de forma similar a la que lo hacían los clones de agua.

¿QUÉEEEEEEEEEEE? ¿Me ha hecho lo mismo que yo a ella?

El peliblanco se quedó perplejo, pero esta suposición se vio rápidamente descartada cuando vio como Ayame se empezaba a recomponer a base de agua.

¿PERO QUÉEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?

Aquello le pilló completamente por sorpresa, era indestructible, ¿cómo narices iba a ganar aquel combate si se estaba enfrentando a una maldita inmortal? Su rival pasó a la ofensiva, lanzando una especie de canica entre los dos que nada más entrar en contacto con el suelo explotó en un potente flashazo que cegó al de los ojos violáceos durante unos segundos, tiempo que la kunoichi aprovechó para seguir con su ofensiva.

Mientras el Senju recuperaba la visión, fue capaz de escuchar unas palabras que, desde luego, no le auguraban nada bueno.

—¡Suiton: Mizurappa!

Riko se limitó a poner sus brazos en cruz a la altura de su cara, tratando de protegerse lo máximo posible mientras que un potente chorro de agua lo arrollaba sin piedad alguna, y por si esto fuera poco, una segunda técnica se le venía encima, una técnica que, por lo que pudo escuchar, la conocía bastante bien por lo que, cuando cayó de espaldas en el ring, cubrió todo su cuerpo de una fina capa de chakra, tratando de evitar quedar adherido al suelo, ya que sería su perdición. Ya algo menos exhausto, aunque bastante dolorido por el golpe que acababa de recibir, se puso en pie, teniendo el máximo cuidado de no apoyar ninguna parte que no estuviera protegida por una capa de chakra que evitara quedarse pegado.

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**Aotsuki Ayame** · (Última modificación: 20/08/2017, 15:46 por Aotsuki Ayame.)

La técnica de Ayame arrolló a Riko como una salvaje riada, enviándolo varios metros hacia atrás y derribándole. Ayame siguió su recorrido, con las manos entrelazadas para realizar una nueva técnica que debería dejar a su oponente inmovilizado contra el suelo durante un tiempo muy valioso. Sin embargo, enseguida comprobó con fastidio que el de Uzushiogakure se levantaba sin ningún tipo de problema.

<<Claro, utiliza el suiton. Debe de conocer esa técnica. ¡Tonta!>> Ayame chasqueó la lengua. Había gastado energía en vano.

Tenía que andarse con mucho cuidado. Por lo menos sabía que su oponente también utilizaba el elemento agua como ella, por lo que podía dejar de tener miedo a una técnica eléctrica. Sin embargo, no sabía qué otro tipo de técnicas podía dominar Riko, y él ya había demostrado ser alguien bastante inteligente para elaborar estrategias.

Respiró hondo. Debía tomárselo con calma. No podía permitirse más fallos como el del principio o si no caería.

Y entonces...

—Qué descortés eso de presentarte con un clon —le dijo, alzando la voz lo suficiente para que pudiera escucharla, y después sonrió—: Sin embargo, debo concederle que ha sido una estrategia muy buena. Felicidades.

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Riko · 21/08/2017, 13:21

Por suerte, Ayame usaba el elemento Suiton por lo que aquella técnica era de sobra conocida por el Senju, que fue capaz de evitar quedar atrapado por ella fácilmente, y que en cuanto pudo, se incorporó, mirando fijamente a su rival y viendo como trataba de mantener la calma.

—Qué descortés eso de presentarte con un clon. Sin embargo, debo concederle que ha sido una estrategia muy buena. Felicidades.

El Senju arrugó un poco la nariz con la primera parte de la frase, claro que era descortés, al fin y al cabo era un torneo en el que, en principio, todos querían ganar, por lo que la cortesía quedaba un poco de lado, pero, con la continuación de la frase, se le escapó una pequeña sonrisa.

— Muchas gracias, Ayame-san. — Empezó para realizar una ligera reverencia hacia su contrincante, una reverencia en la que, aprovechando la postura, echó mano de su portaobjetos y rápidamente lanzó una pequeña canica entre ambos.

PUUUUUUUUUFFFFFF.

Una gran cortina de humo les separó a ambos, sabía que no era elegante, pero quería pasar de ronda e iba a intentarlo hasta el final, por lo que rápidamente dos Rikos atravesaron el humo, uno por la derecha y otro por la izquierda, a la carrera, cada uno con un kunai en su mano derecha y tratando de pillar a su rival sin que pudiera defenderse.

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**Aotsuki Ayame** · (Última modificación: 22/08/2017, 11:36 por Aotsuki Ayame.)

—Muchas gracias, Ayame-san —respondió el peliblanco, con una elegante reverencia.

Sin embargo, aquel gesto de consideración escondía una nueva y desagradable sorpresa. El genin de Uzushiogakure aprovechó su postura para tomar algo de su portaobjetos y lanzarlo entre ambos. Ante el contacto con el suelo, la canica estalló, liberando una densa cortina de humo que apenas tardó unos segundos en envolverlos a ambos. Con un gemido ahogado, Ayame cruzó los brazos sobre el rostro y tomó aire justo antes de que se viera envuelta en aquella espesa niebla. Aunque enseguida se vio obligada a cerrar los ojos...

«¡Maldita sea!» Maldijo para sus adentros.

La cortina de humo cubrió seis metros de diámetro del ring, prácticamente un quinto del área de combate. El público se agitó inquieto en sus asientos, expectantes sobre lo que podría pasar a continuación. Y entonces dos Rikos salieron de la nube, cada uno por un lado, enarbolando un kunai en sus manos. Buscaban a Ayame...

Pero la muchacha parecía haber desaparecido del lugar. No había rastro de ella.

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Riko · 22/08/2017, 12:00

La canica cumplió su función a las mil maravillas y en apenas unos segundos, una densa nube de humo hizo su aparición, cubriendo una gran superficie del ring. Riko pudo escuchar un grito ahogado de su rival, probablemente provocado por la sorpresa y aquello le hizo esbozar una ligera sonrisa.

Los dos peliblancos entonces trataron de recortar distancias con Ayame, cada uno por un flanco, y a sabiendas de que no podían verlos estaban bastante confiados, cada uno con su respectivo kunai corrieron hacia la posición en la que debería estar la kunoichi, pero cuando llegaron...

— ¡Joder, no está aquí! — Exclamó el que había tomado el camino derecho. — ¿Y dónde narices se ha metido? No bajes la guardia. — Recordó el otro, y, con el kunai en alto, sendos Riko comenzaron a moverse con toda la velocidad de la que disponían, sabían que quedarse quietos no era la mejor de las ideas, por lo que corrieron en zig-zag, tratando de esquivar cualquier posible proyectil que tratara de alcanzarles.

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