No había tenido la oportunidad de recorrer el lugar a profundidad, siempre que venia era solo para realizar uno de mis pasatiempos: observar. Sea lo que fuese, nada era especialmente relevante o de mi preferencia, un gato tratando de robar comida de un puesto, las personas caminando de un lado a otro, los detalles en los edificios cercanos. Quia para muchos parecería que estaba perdiendo el tiempo, pero un shinobi tenia que ser buen observador, claro que mi intención no era entrenar, que ese argumento me sirviera para continuar con mi pasatiempo si alguien preguntaba, era solo una feliz coincidencia "Aunque no me caería mal un entrenamiento físico"

Tenia entendido que algunos shinobi entrenaban en el lugar, pero nunca se me había ocurrido hacerlo, no me sentía muy cómodo practicando ninjutsu en dicho lugar, pero quizá algo de taijutsu no seria mala idea, por supuesto no era algo en lo que tenia un especial interés, mucho menos planeaba especializarme en ello ni de cerca, pero no estaba demás "No siempre podre usar esto" Pense sujetando el abanico detras de mi espalda por algunos instantes.

Tras pensarlo por algunos minutos decidí ir a ver alguna de las plazas exteriores, con suerte encontraría a algún compañero de mi nivel para practicar y con mas suerte seria a alguien a quien pudiese manejar "Qiza sea mala idea ir a buscar pelea si no estoy se humor" Probablemente lo era "Pero supongo que tendré que ponerme de humor luego del primer golpe"

En cuanto Aoshin llegó a una de las plazas, se pudo encontrar con un chico peliverde entrenando.

«Una. Vez. Más».

Los cansados brazos y piernas del boxeador empezaron a arder con color esmeralda sin previo aviso, revitalizando su cuerpo cansado de una manera que solo el chakra podía conseguir.

«Esta vez más rápido ¡VAMOS! ¡ICHI, NI, SAN, YON, G....!»

Enfrentando a un enemigo imaginario, el chico lanzó una rápida serie de golpes desde varias direcciones. Uno, dos, tres y hasta cuatro golpes fueron lanzados haciendo gala de un gran juego de manos en pies, pero antes de lanzar el quinto golpe aquel fuego verde lo abandonó y lo dejó tan solo con su velocidad normal y corriente que palidecía en comparación con la anterior.

—Demonios, todavía no soy suficientemente rápido... —se lamentó, jadeando.

De inmediato un chico de cabello verdes llamo mi atención, claro que mas que enfocarme en el color me concentre en lo alborotado que estaba su cabello "Quizá se le alboroto entrenando" al ver sus movimientos y su complexión, ademas de sus movimientos, me sentí un poco intimidado, ademas de que parecía ser un poco mayor que o, y probablemente eso indicaba que era mas experimentado, otra curiosidad fue su forma de golpear y esa llamativa aura que lo rodeaba, sin dudas no era un simple novato como probablemente si lo era yo.

-A mi me pareces bastante rápido- Mencione acercándome con calma, hasta quedar a varios metros frente al muchacho -¿Te gustaría probar tus movimientos con un oponente real?- Quizá era algo imprudente de mi parte, podría tratarse de alguien no muy amigable, violento, engreído, grosero, habían muchas malas posibilidades, por supuesto bien podría ser alguien amigable, de allí que hiciera lo que hice de buenas a primeras -¿Que te parece la idea?- Tome el abanico detrás de mi espalda y lo puse frente a mi, apoyándome levemente sobre el mismo con ambas manos.

—A mi me pareces bastante rápido.

—¿Eh?

Un chico apareció de pronto y se acercó con calma al peliverde.

—¿Te gustaría probar tus movimientos con un oponente real? —propuso—. ¿Que te parece la idea?.

Daigo sonrió de oreja a oreja, reconociendo por la bandana del chico que se trataba de un compañero.

—¡Claro! ¿Por qué no? —dijo, radiante—. Esto... me llamo Tsukiyama Daigo, un placer.

Su respuesta fue un poco diferente a la que esperaba, parecía ser una persona amigable y enérgica, aunque eso era mejor para mi -Mi nombre es Hamada Aoshin- Por mi mente solo cruzaba el como proceder a continuación, para un combate completo necesitaba el abanico, pero si solo me enfocaba en el taijutsu, como planeaba hacer, el abanico seria mas un estorbo, incluso si usábamos armas el abanico era grande, pesado y mi oponente era rápido.

-Pareces buen peleador y tu estilo es interesante- Mencione mientras que con una mano en mi espalda desabrochaba la cadena que me unía al abanico, tarde un poco un hacerlo, luego la deje caer al suelo y avance, el abanico se mantenía de pie por si solo -Aunque debo advertirte...- Quizá por mi expresión que usualmente era fría parecería que estuviese por decir algo serio -El taijutsu no es mi especialidad- Pero no, too lo contrario a lo esperado.

—Mi nombre e Hamada Aoshin.

El chico parecía ser una persona bastante calmada y, sobre todo, ordenada. Muy al contrario que el peliverde quien, digamos... solía ser un poco más despreocupado.

—Pareces buen peleador y tu estilo es interesante —dijo—, aunque debo advertirte...

¿Advertirle? ¿Advertirle de qué? Por como hablaba, parecía tener algo muy importante que decir.

—El taijutsu no es mi especialidad.

—Oh, jajajajaja —no pudo evitar reírse un poco al verse aliviado, en verdad llegó a pensar que diría algo preocupante—. No te preocupes, no es nada que no arregle un poco de entrenamiento.

Parecería como si el hubiese creído que diría algo como: te advierto si que no sera mi culpa si te mato. Pero supongo que fue por mi cara. Al final me alegro un poco que no tuviese problemas con mi falta de habilidad, como bien había dicho el peliverde, nada que un poco de entrenamiento no arregle. Así que me puse en posición aun dejando un par de metros entre nosotros "Supongo que así estoy bien"

No tenia ninguna pose de preferencia para pelear, así que simplemente me puse de lado, con las piernas separadas y ambas manos a la altura de mi pecho, supuse que estaba bien para comenzar -Bueno, cuando gustes comenzamos-

Tan pronto como su compañero adoptó una posición de combate, Daigo hizo lo propio atrasando su pierna derecha y levantando ambos puños a la altura del mentón.

—Bueno, cuando gustes comenzamos.

—¡Muy bien, aquí voy! —exclamó justo antes de iniciar su carrera hacia Aoshin.

Una vez a rango, el boxeador lanzó un directo de derecha buscando la boca del estómago de su compañero, seguido de un paso al frente con el pie adelantado para recortar las distancias y facilitar el impacto de un uppercut con la zurda directo a su mentón.

Al verlo corre hacia mi solo pude pensar en un golpe directo o quizá una patada, aunque en su momento no fui mas allá de ese pensamiento, en mi opinión era mala idea pensar de mas en un combate, lo mejor era confiar en que el cuerpo respondería de la mejor forma posible. En mi caso mi cuerpo respondió de una forma que parecía ser un poco cobarde, juntándose un poco, en el caso de mis piernas, mi cuerpo estaba de costado en principio, pero pase a estar de frente al hacer eso ultimo y mis manos retrocedieron hasta estar frente a mi pecho, desde el exterior quizá parecería como si estuviese por retroceder, o como si me estuviese diciendo a mi mismo "que sea lo que dios quiera" mientras protegía mi cuerpo lo mejor posible.

Pero no, al estar cerca de mi oponente mi pierna derecha avanzo, di un giro de cadera y baje mi centro de gravedad, tal como si fuese a golpearlo directamente, pero mi mano estaba extendida y apuntaba hacia abajo, aquel giro era para desviar el golpe de mi adversario, ademas de acercarme a el para mi ataque, un codazo al pecho aprovechando aquella posición, ya que ambos formábamos una T evitaría sin saberlo el golpe de la surda de mi enemigo a mi mentón, por otro lado, tanto mi espalda, mis costillas o quiza mi hombro podrían ser victimas de aquel golpe.

En una inesperada maniobra ofensiva, Aoshin respondió atacando de forma preventiva mientras desviaba el primer puñetazo de Daigo.

—¡Ugh!

El impacto fue doloroso, lo suficiente para que el chico no lanzara su siguiente puñetazo, pero no conseguiría hacerlo retroceder.

El boxeador atrasó un poco la pierna derecha para plantarla firmemente en el suelo sin intención de retroceder y lanzó un gancho con el brazo paralelo al suelo directo al hígado de su rival.

Inmediatamente después, Daigo alejaría un poco su pierna izquierda hacia el costado mientras inclinaba todo el torso al mismo costado para levantarlo abruptamente en un uppercut con la zurda directo a su quijada, seguido de un directo de derecha que impactaría en su nariz.

Buen golpe, pero no supe que hacer por breves instantes, hasta que lo recordé, debía continuar aquella combinación, tenia que volver a girar mi torso para lanzar un rodillazo con la izquierda, la pierna que había dejado un poco atrás.

-Agh mi hígado...- Si tan solo hubiese reaccionado antes quizá hubiese podido esquivar aquel golpe o quizá no lo hubiese recibido de lleno, pero no era momento para pensar en eso, vi un segundo dirigido a mi quijada que con suerte pude detener "Hijo de.." Debido al reciente codazo que había dado, mi mano estaba lo bastante cerca como para protegerme de ese segundo golpe, pero no por completo.

Estaba siendo acorralado o así se sentía, por eso retrocedí rápidamente, también alcance a poner mi mano izquierda en medio del tercer golpe de mi rival, de nuevo con poco efecto, ya que sentí mi propia mano golpeando mi boca por impulso del ataque de mi oponente "Al menos no fue en la nariz" Ya a una distancia relativamente segura retome mi postura inicial mientras mi respiración se agitaba, había dado un golpe directo, pero había recibido un golpe directo también, ademas de dos golpes indirectos -Un estilo algo raro pero bastante efectivo- Mencione tras sacudir un poco la cabeza.

Cada uno de los tres golpes consiguieron impactar en Aoshin con mayor o menor efectividad, conectando en su hígado o en sus brazos hasta hacerlo retroceder.

—Un estilo algo raro pero bastante efectivo.

Daigo sonrió.

—¡Gracias! Tú tampoco te mueves mal —dijo—. ¿Listo? ¡Aquí voy!

El boxeador volvió a impulsarse rápidamente hacia adelante, separando el brazo derecho para golpear a su oponente con una especie de gancho muy abierto que llevaba todo el peso de su cuerpo detrás.

Pero esperando que su rival presentara los mismos reflejos que anteriormente, Daigo dio un paso hacia el costado con su pie izquierdo y pivotó sobre el mismo hacia la derecha, fintando el puñetazo y, con algo de suerte, flanqueándolo para lanzar una rápida combinación de jab-directo hacia su rostro.

Ya había tomado mas o menos el ritmo, o al menos sabia un poco del estilo de mi rival, era ágil y rápido, ademas de que podía lanzar varios ataques en cadena, tenia que pensar en que no debía lidiar con solo un ataque o varios directos y rígidos.

-Adelante-

Parecía que se disponía a lanzar otro golpe al hígado o algo similar, así que me prepare para responder, esta vez con un golpe directo de mi mano derecha, sin embargo "Rayos..." Si, justo cuando pensé que lo tenia se impulso hacia un costado, sin embargo ya había lanzado golpes directos seguidos de uno de costado, esta vez solo se salto el primer paso "Y aun así..." Pese a que lo veía venir, el golpe se estampo directamente contra mi rostro, claro que no lo dejaría irse ileso, sujetaría su mano y muñeca con mis manos, dejaría caer mi cuerpo, usaría el impulso de mi caída para acostarme, levantar a mi oponente con mi pierna/patada y arrojarlo a mis espaldas, con suerte eso lo sorprendería.

Para la sorpresa del peliverde, apenas su primer Jab impactó en el rostro de Aoshin, este atrapó su muñeca izquierda con ambas manos e intentó lanzarlo por encima suyo con el pie del mismo costado.

Pero por suerte todavía tenía la mano derecha completamente libre para apoyarla en el suelo e impulsarse junto con la fuerza de la pierna de su rival, haciendo una especie de rueda con una mano para quedar de pie y alejarse con un pequeño salto hacia atrás, recuperando su mano de un tirón para volver a adoptar su guardia.

Tan pronto finalice la maniobra me puse de pie y volví a colocarme en guardia, de nuevo mi oponente demostraba su habilidad superior en combate, aunque el lanzarlo había sido mas una apuesta me decepciono un poco que no resultara "No hay tiempo para pensar en eso, esta vez es mi turno de atacar"

Avance con prudencia hacia mi oponente manteniendo mi guardia y la mirada fija en su pecho, tenia que pensar en una forma de superar su guardia sin arriesgarme demasiado, ya estaba a una distancia peligrosa, tenia que hacer algo antes de que el lo hiciera "Bueno, que mas da..." Lance tres ataques, un golpe directo a la cara y una patada a la canilla ambos a la vez, terminaría con un golpe de palma al pecho y de poder hacerlo regresaría a mi postura inicial.