La risa burlesca del mucho inundo todo el lugar, seguramente algún viajero lo habría escuchado reír de estar cerca de allí. Akane sonrió ladina, mas que molestarse se divertia - Que chico mas loco - murmuro para si misma, urgando en su mochila y comiendo algunas golocinas, estaba recargándose de energías , iba a necesitarlas si deseaba callarle la boca al chiquillo que se jactaba pasos mas adelante.

La morena acabo unos cuantos dulces y vacío un par de pequeños paquetitos de frituras, aguardo unos segundos y tras eso recogió el desorden y lo guardo todo en la maleta. Fue cosa de segundos, se dio vuelta como estaba eh impulsandose hacia el frente, brinco sobre los escalones que la separaban del pelinegro y por ultimo avalazandose sobre el - ¡Yay! - chillo Akane, estirando los brazos para intentar atrapar al contrario y aplastarlo con su peso.

Si conseguía o no tumbarlo era algo que ni ella misma podía averiguar, sin embargo lo intentaría un par de veces mas.

La muchacha recuperó aires más rápido de lo estimado, ante lo cuál no puedo sino evitar chasquear la lengua, ya que no había logrado descansar lo suficiente. Debería de reincorporarse y continuar adelante, aunque en ninguno de sus planes contemplaba lo que estaba por suceder. "¿¡PERO QUÉ MIERDA!?" La kunoichi saltó, generando una sombra por encima del Yotsuki, amenazándole con aplastarle. "¡Ni de puta broma voy a dejar que eso pase!" Abrió la boca sorprendido mientras tiraba la mochila a un lado y él rodaba al otro, con tal de esquivar a la Akimichi.

—¿¡ACASO TE VOLVISTE LOCA!?— No entendía las acciones de la morena.

- ¿Donde quedo esa gran sonrisa? - le interrogo, enderezándose y poniendose en pie tras la caída - Veras, King - aparto la vista del chico y sus ojos buscaron la cima - Seamos sinceros - se cruzo de brazos- esta mas que claro que no ganare esta carrera - alzó los hombros- ¡pero si llegare ahí arriba de una u otra forma! - explico tranquilamente. Y es que la Akimichi nunca tuvo intenciones de competir, claramente no se tomaba el asunto con la misma seriedad que Roga. Se limpio la ropa, sacudiéndole el polvo y la tierra que pudiera averle quedado tras aterrizar en los escalones.

- ¿Realmente creiste que iba a reconocer que ahí...- lo señalo por completo con uno de sus dedos- habían músculos que alagar? -negó despacio, suspirando y fingiendo lastima - No, no, querido~ - una sonrisita se apodero de sus labios - a propósito, no creas que dejare de intentarlo~ - y corriendo nuevamente hacia el, intento envestirlo, tenia que conseguir que mordiera el polvo, literalmente.

Estaba aliviado y preocupado a la vez. Aliviado, de que no tendría que subir la montaña a toda velocidad. Preocupado, por la salud mental de la kunoichi, "¿Pero qué clase de incoherencias dice esta tipa? ¿Qué planea? Por el amor de Ame no Kami. Es más, ¿qué carajos se supone que haga ahora? Para colmo sigue insultándome... En serio, ¿EN SERIO?" Estaba preparado para cualquier cosa, menos para una niña gorda intentando aplastarlo. "Vamos lobo, esto no es nada. Te estás mortificando de más." Sin el peso de la mochila, pudo ponerse de pie y saltar un par metros para atrás y así esquivar por segunda vez a la muchacha.

—¡Así que al fin muestras tu verdadera cara, villana!— Le señaló con el dedo índice, enseñando los dientes de paso. —Necesitarás más que eso si quieres amedrentar a King Rōga— Giró sobre si mismo trescientos sesenta grados, para finalizar en una pose extendiendo el brazo derecho mientras daba un pisotón al suelo, levantando algo de polvo. —Tus palabras no me engatusarán, me subestimas. ¡Estos músculos han derrotado grandes enemigos!— La imagen de cierto peliverde se le vino a la cabeza, encendiendo el fuego en sus ojos. —¡Estás mal si crees que vas a atraparme!— Una vez más, la sonrisa volvió a sus labios.

¿Qué demonios estaba pasando con él? ¿Qué era aquella pantomima? ¿Un desafío entre shinobis? No. Aquello era mucho más simple de lo que aparentaba. Claro, si intentabas razonarlo desde la perspectiva de un adulto, no había explicación válida ni lógica. Pero a ojos ignorantes aquello pasó a algo que probablemente se le negó por mucho tiempo: Un juego de niños.

Sí, ahí, dos shinobis de dos aldeas ocultas enemistadas por dilemas políticos, se habían olvidado de los problemas que azotaban el mundo y de las enseñanzas inculcadas, comportándose acorde a una inocencia que debían haber enterrado hace mucho. No lo quería admitir, pero se estaba divirtiendo.

Reposo ambas manos sobre su cintura, tras enderezarse - ¡JA! - levanto el rostro orgullosa y lo vio de reojo - Como puedes compararme con esos enemigos, que dices haber enfrentado? - abandono la postura que había tomado y con si diestra jugó con su cabello - No encontrarás chica mas encantadora que yo~ - aseguro completamente segura de sus palabras, como si estas fueran una verdad absoluta.

Estuvo por correr de nuevo pero... - Oh~ - una risita escapo de sus labios. Estiro los brazos y tomo la maleta que el otro había dejado de lado, para estar mas ligero - si husmeo un poco ¿que tipo de cosas puedo encontrar? - sacudió la mochila y la sonrisa socarrona de sus labios no se esfumo.

- ¿Que trajiste de comer? - agito la maleta intentando adivinar que había dentro, no iba a abrirla no de momento. Se preguntaba si cambiar de tema haría que el otro se distrajera lo suficiente para "atraparlo".

"Eso estuvo bien, pero quizás podrías mejorar tus frases lobo. Debes ser más poético y dramático la próxima vez, el héroe protagonista de las historias siempre debe tener la última palabra. Aunque quizás te pegue mejor un rol cómo anti-héroe. Sí, ese te va mejor... Bueno, ya voy a divagar luego al respecto." No estaba complacido con su última actuación, pero eso importaba poco cuando sus pertenencias estaban a punto de ser mancilladas por aquella kunoichi.

—¡Te estás pasando de la raya!— Le amenazó. —Trae eso aquí— Se acercó, con precaución. Quién sabe que sucias triquiñuelas tenía en mente ahora la morena, pero no podía darse el lujo de que husmeara en sus cosas.

¡"Se va a devorar todas mis provisiones! Y eso no podía permitirlo, por lo que intentaría arrebatarle la mochila tomándola de la correa, incluso si eso implicaba un forcejeo.

La kunoichi enarco una ceja, no se cansaba de ver las divertidas reacciones del de Ame - ¿La quieres de regreso? - meneo la mochila delante suyo, como quien tienta a un toro a dar una estocada. Se sonrió al ver que el otro se acercaba , cuidadosamente, claro - Me pregunto que habrá aquí adentro ~ -canturreo - que cosas tienes aquí, que no quieres que vea ¿eh? - no apartó la mochila y permitió que el muchacho se aferrara a ella desde una de las correas, así seria más fácil atraparlo, eso creyo.

- ¡Ven aquí! - halo de la maleta con fuerza en un intento por acercarse al otro - si te pongo las manos encima abre ganado~ - declaro la chica sin dejar de halar en ningún momento. Lo atraparía y le haría disculparse por lo que sea, ya se le ocurriría que, y luego volvería a su problema principal: subir la montaña.

—¿Ganar qué cosa?— Dijo mientras daba un tirón de la correa para contrarrestar la fuerza ejercida por la kunoichi. —Es más, ¿en qué momento he aceptado yo tal cosa? Tú fuiste la que tiró por la borda nuestro trato original y ahora vienes a imponer nuevas reglas a tu conveniencia. ¡Tramposa!— Usó la otra mano también para halar de la mochila.

Puede que ella no quisiera admitirlo, pero el genin de Amegakure sí que tenía algo de fuerza en los brazos, más de lo que aparentaba a simple vista. Sin embargo, no quería forcejear demasiado por dos simples razones: La primera es que no quería terminar rompiéndola sin querer. La segunda es que si en algún momento la muchacha soltaba su parte él terminaría siendo víctima de la propia inercia y lo dejaría en muy mala posición. "Vamos lobo, es hora de darle su merecido." Apretó los dientes en una sonrisa de confianza.

—¿Tanto te gusta husmear en las cosas de la gente?— Increpó sin soltar el equipaje. —Estás demente si crees que voy a dejar que me atrapes— Nuevamente tiró de la mochila, flexionando los codos aunque eso implicaba quedarse muy cerca de la morena.

- Pfff - estallo ennrisa la morena repentinamente - ¿Disculpa? - afilo la mirada sin dejar de forcejear- ¿Cuando dije yo que aceptaba tales terminos? - una sonrisa ladina se apodero de sus labios una mirada pícara hizo aparición - deje en claro que no aceptaría que allí - observó los brazos ajenos - había masa muscular - y no mentia, realmente ella solo acepto competir mas nunca tuvo la mas remota intención de aceptar tales cosas. El tema de los músculos y la buena figura, era la excusa perfecta para mantenerlo "encendido" y que no fuese a irse sin más. Akane dio un gran tiron de la mochila, los "débiles" brazos de su contrincante poseían la fuerza suficiente para obligarla a tirar con más fuerza, cuidando siempre que si el otro soltaba la maleta, por una u otra razón ella no saliera volando quien sabe a donde.

- Creeme, si hubiera querido husmear dentro de tu equipaje lo hubiese hecho cuando tuve oportunidad~ - afirmo sus pies en la tierra y sonrió satisfecha al ver una oportunidad, intento mantener el agarre con una de sus manos únicamente, mientras que con la ahora libre se disponía a intentar alcanzar al pelinegro.

- Dime - estaba lo suficientemente cerca como para lanzar un zarpado y tomarlo de las mangas de su ropa - ¿hay algo en esta mochila que no deba ser visto? - cuestión la de ojos ámbar viéndose ganadora aunque aun no lo hubiera rozado siiquiera.

—¡Eres una...!— Sonreía, aunque en su frente se marcaba una vena por la rabia. Pocas cosas o personas eran capaces de hacerle perder los estribos, pero aquella muchacha le sacaba de quicio cómo nadie más podía. Aquello era básicamente un logro por el cuál alardear, pero no por ello el Yotsuki iba a dejar que se saliese con la suya. —¡Ja!— Bufó mientras empezaba a dar pasos a los lados, usando como eje a la kunoichi para evitar que la mano libre de la chica le apresara. —Lo único que hago es proteger mi almuerzo de ti— Contestó mientras la rodeaba.

A los ojos del de cabellos tricolor, la kunoichi dejó una brecha abierta al intentar mantener el agarre sólo con una mano. Rōga empezó a halar con más fuerza mientras caminaba por el lateral de la Akimichi, trazando una circunferencia a su alrededor en un intento de forzarla a soltar el equipaje. "Si no la suelta voy a obligarla a dar vueltas hasta que se maree." Era un plan un tanto excéntrico... Perfecto para él.

—¡Es mía!— Cantó victoria mientras daba un fuerte tirón durante el descuido de la muchacha.

Su plan había dado resultado, solo había que apreciar ese gesto en el rostro contrario para darse cuenta. Por desgracia, el movimiento desenfrenado del otro comenzó avhacer mella minutos después, pero no por ello iba a darse por vencida - ¡Ja! - la morena ensancho la sonrisa en sus labios - Dudo mucho que haya algo delicioso aquí adentro - movió la maleta, aun dando vueltas por culpa de Roga - ¿Que no eras tu el que se saboreaba hace un momento, maravillado por el inigualable de las frituras? - hubiese soltado alguna carcajada, pero estaba muy concentrada en los movimientos ajenos y en los propios, comenzaba a marearse.

2, 3, 5 vueltas mas tarde, Akane, comenzo a sentirse mal pero se negaba a soltar el maletin. Recogió el brazo que en algún momento quizo usar para atrapar a Roga e intento aferrarse , nuevamente, de la maleta. La morena apretó los ojos de pronto, una vez comenzó a ver doble y el piso comenzó a moverse, le fue imposible mantenerse de pie con firmeza - ¡R-Rayos! - gruño, antes de perder el equilibrio y caer estrepitosamente al suelo. Pese a desplomarse uso la maleta como apoyo y no la soltó, así que quedo sujeta a ella con una mano, ignorando si el otro se había caído con ella o si había logrado mantenerse en pie.

- Ouch... - chillo la niña, dándose vuelta y quedando bocarriba - ya veras cuando me levante - amenazo, claramente en son de broma o eso parecía.

Su plan funcionó, si es que a eso podía llamársele plan. Fuese cómo fuese, la muchacha presentó poca resistencia a las vueltas y cayó rendida a sus pies... Lo cuál representaba un problema para él puesto que la muchacha en ningún momento soltó la bolsa y amenazaba con arrastrarlo al piso junto a ella. "¡Verga!" Rōga pegó una pequeña carrera mientras Akane caía, siendo que él también se vino abajo, aunque logró poner el antebrazo derecho para amortiguar el golpe y quedar de rodillas aún sujetando la mochila con la zurda.

—No habrá otra oportunidad—. Inmediatamente se incorporó y volvió a tomar la correa de la mochila con las dos manos. —¡Esto se termina aquí!— Entonó en tono dramático, haciendo eco su grito en la montaña cómo si se tratase de una épica batalla... Nada más lejos de la realidad.

»¡¡¡¡¡¡¡¡MÍAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!— Tiró con toda la fuerza posible. Ella sólo la sujetaba con una mano y en el suelo no tenía forma de ejercer tracción. Él estaba convencido de que su fuerza era superior a la de ella y jaló mientras usaba todo su cuerpo de contrapeso con el fin de arrancar finalmente su equipaje de las manos de la kunoichi.

"¡Lobo siempre mantiene su orgullo en alto!"

Akane hizo lo que pudo por mantener su agarre, pero cambio de opinion al ver al chico alar de la misma con todas sus fuerzas - como quieras~ - solto la maleta rápidamente, solo esperaba que se cayera y comiera algo de tierra en el proceso - Que chico mas engreido y grosero - comento la morena panza arriba, agotada por tanto ajetreo y sin gana alguna de levantarse. Aaaah aun ni siquiera estaban en la mitad del recorrido a la cima, su idea de hacer mas "amena" la caminata, simplemente habia resultado ser un desastre "estoy mas cansada que antes..." chillo para sus adentros, dando un gran suspiro y extendiendo los brazos hacia los costados.

Subir no seria tarea facil, al menos no para ella. Cerro los ojos por algunos minutos, disfrutando de la suave brisa que pronto se hizo presente, el viento agito sus cabellos con gentileza y acaricio su rostro - ¡Que agradable! - canturreo feliz, extendiendo un poco mas los brazos dejando que el viento la refrescara.

- Oye... ¿Estas ahí? - su vocesilla se dejo oir una vez mas - si sigues vivo, y no rodaste escaleras abajo, ven y ayudame a levantar- agrego, levantando una mano como si lo llamase.

La fuerza de la inercia hizo efecto en él y terminó cayendo de trasero en las gradas, rodando un par de escalones abajo. "¡Pero valió la pena!" Jactose aún con el dolor de espalda que tenía encima, el cual no recordaba haber sentido nunca antes en su vida. Aún con todo esto, miraba al cielo con una enorme sonrisa de victoria al recuperar sus pertenencias. Le llegaban a importar un pepino las acusaciones de la Akimichi, para él, sólo era un berrinche por no poder ganar aquel enfrentamiento psicológico.

—¡Ahora dilo sin llorar, mala perdedora!— Se río estruendosamente, entrecortándose levemente por quejidos de dolor mientras trataba de darse la vuelta para ponerse en pie.

Pasaron unos instantes antes de pararse de nuevo, pues tanto jugueteo le hizo fatigarse. "Quién lo diría..." Negó con la cabeza mientras escuchaba a la morena pedirle ayuda para incorporarse.

—Ah, ¿qué ahora necesitas mi ayuda? Como cambian las cosas, ¿eh?— Dijo socarrón mientras se echaba la mochila al hombro y caminaba a donde la chica para tenderle una mano. —Más te vale que no me salgas con otra jugarreta para abusar de mi amabilidad— Dijo extendiendo su brazo.

Si todo seguía su curso normal, cuando ambos estuvieran nuevamente de frente el Yotsuki se cruzaría de brazos y voltearía la cara mientras inflaba los cachetes... "¿En que maldita situación te has metido lobo?" Se le notaba incómodo, pues quería decirle algo pero en su lugar se contenía y movía el pie con desesperación. "Vamos mocosa, di algo tú primero...."

- Si, si - se río la muchacha mientras se levantaba del suelo con la ayuda del joven. Se sacudió la ropa y suspiro hondamente, estirándose y buscando con la vista su mochila, que quien sabe en donde había hido a parar con tanto forcejeo correteria. La de cabellos verduscos le dedico una mirada juguetona a su compañero - Gracias, por su amabilidad caballero~ - hizo un ademán con sus manos, inclinándose un poco y luego se sonrió.

Una vez encontró su maleta se la tercio en el hombro y volvio a dedicarle un vistazo al de cabellos oscuros ¿se habria molestado? Akane enarco una ceja y precavida se le hacerco - Owww - pico con su dedo indice una de las mejillas ajenas - Mi mi ¿Que, estas molesto? - pico el rostro de nuevo - jujujuju - continuo molestándolo un poco mas, pero entonces recordó que tenia hambre. Dejo al de Ame en paz, de momento , y busco en su mochila alguna cosa que aun le quedase para comer.

Ya no quedaban frituras, solo golosinas y muchas de ellas. Tomo dos y dejo su mochila colgar de su hombro una vez mas - Ten, endulsate y deja se hacer pucheros~ - canturreo, tras lanzarle uno del los dulces. La cima tendría que esperar.