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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#16
Genial, ahora Ritsuko se sentía mal por lo inútil que era.

En cuanto la Sarutobi escuchó las quejas de la pelirroja no dudó en arrebatarle todo de las manos y demostrarle que realmente podría haber llevado a cabo el trabajo por sí misma sin ayuda de nadie. Pero no dijo nada, simplemente infló las mejillas con aire y siguió a la contraria hasta detrás del tronco, abrazándose a su bolsa de bollos de carne.

Se mantuvo en silencio, tomó asiento usando el tronco de respaldo y esperó pacientemente a que se diga algo u ocurra algo en lo que ella se comía uno de los múltiples bollos de carne que tenía.

Hasta que un gatito se le comenzó a acercar, parecía interesado… probablemente en el bollo.

—¿Prefieres la carne? —le preguntó al minino, ignorando que podría tratarse justamente del animal al que habían estado buscando.

La pelirroja estiró una mano con la intención de acariciar al animal, pero una voz proveniente de arriba la asustó tanto a ella como a Rika y al propio gato, este último salió corriendo.

Ritsuko no supo cómo reaccionar más que dando un pequeño respingo en su lugar, incluso reventó el bollo en su mano al apretarlo.

—Joo… —protestó olvidándose de siquiera comprobar lo que ocurría a su alrededor.
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#17
El gato se le acercó sin dudarlo cuando olió el bollo de carne. No era justamente el que andaban buscando, pero si uno de tantos otros que podían andar por la zona y que justamente en ese instante tuviera un poco de hambre. La interrupción de Nemu asustó tanto a Ritsuko que había comprobado que no solo el pescado era la comida predilecta de los gatos, como al gato, que salió corriendo.

- ¡Nemu! ¿Qué haces tú ahí? – Le replicó la joven.

El peliblanco, sin mediar más palabras, enseñó que tenía entre sus manos. Era nada más y nada menos que el gato del sensei, él lo había atrapado, y ahora, este parecía tenerle un especial cariño pues se sentía cómodo en los brazos del shinobi.

- Estaba por la zona cuando lo ví correr y subirse a un árbol. Parecía que alguien lo había asustado. Sería bueno devolvérselo a su dueño – Comentó. – ¿Y esas sardinas para qué son?

Rika se giró y le hizo un gesto a Ritsuko para que se mantuviera callada. Aunque ella, parecía estar más a otro asunto, pues el pequeño gato estaba regresando lentamente, para intentar que la joven le diera un trozo de aquel bollo.

- Nada, era un juego. – Maldecía por dentro.

Nemu descendió del árbol andando por él gracias al chakra. Se acercó hasta donde estaban las dos chicas y miró a la que no conocía de ellas.

- Por cierto, me llamo Nemu, y soy un genin de esta villa. – Dijo, como si estuviera bien orgulloso de ello.
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#18
Aquel que les había hablado resultaba ser un conocido de Rika, que por lo visto estaba en la misma tarea que aquellas dos genins pero seguramente tendría mejor trato con los animales y alguna experiencia que ellas no tenían, de lo contrario no podría haber atrapado al gato ni este se quedaría tan cómodo entre sus brazos.

Pero no importa, Ritsuko a partir de ese instante era libre, aunque todavía le daban algunas indicaciones como la de callarse ante lo cual sencillamente asintió y siguió en lo suyo, con una expresión más que deprimente. Se sentía además de estúpida como una especie de estorbo en ese preciso instante.

Aunque aquel chico tuvo la decencia de presentarse ante la pelirroja, la cual alzó la vista levemente para mirarle a la cara.

—Ritsuko, genin también —respondió—. Un gusto.

Con las presentaciones hechas, la joven genin extendió la mano con la que había reventado el bollo de carne en dirección al minino, permitiéndole que comiera de allí o tomase lo que le pareciera adecuado. ¿Qué otra cosa iba a hacer? Mejor dejaba que aquellos dos se pusieran al tanto y regresaran al animal con su dueño.
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#19
El joven ya se había presentado a la chica, que ahora estaba intentando darle de comer al otro gato. El minino se acercó a la chica para degustar el bollo de carne tranquilamente. Rika escuchó que Ritsuko también era genin. No era algo que le había preguntado, ni tampoco ninguna de las dos lo había dicho.

- Anda, vayamos a devolver el gato. – Espetó una vez más. – Aunque lo encontré yo, podemos decir que lo atrapamos entre los tres. ¿O queréis quedaros jugando?

Tras escuchar que la pelirroja era genin, y tiendo la amplia explanada, Rika pensó en practicar allí mismo, pero sabía lo que Nemu iba a decir, además él no era muy asiduo a los combates, no solía practicar con gente.

- Está bien. – Aceptó la peliverde. – ¿Qué dices tú Ritsuko? El dojo está cerca, ¿Te vienes? ¡Con suerte podremos tener el dojo solo para nosotras!

Si, había dicho nosotras porque no contó con que Nemu se quedase con ellas.
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#20
Ella ya había terminado su trabajo allí, aunque en realidad siquiera lo inició, pero no importaba, ya no tenía motivos para permanecer en ese lugar o seguir con Rika y Nemu. Incluso el gato que estaba comiendo de su mano resultaba algo más importante para ella.

—¿Y para qué queremos el dojo? —cuestionó sin siquiera alzar la vista. No se le había ocurrido la posibilidad de que lo quisiera para entrenar o algo similar.

Además que alguien más seguro que iba a poder ofrecerle un reto mayor que ella misma, que es bastante inútil en prácticamente todas las disciplinas habidas y por haber. Así que mejor se quedaba alimentando gatos, esos no suponían un riesgo para su salud, por ahora.

Pero había algo sumamente importante que tenían que hablar, algo muy serio y que no podría esperar. Tan pero tan importante que incluso la expresión depresiva de Ritsuko se esfumó en lo que formulaba la frase.

—Las sardinas son tuyos —afirmó con absoluta seriedad.

Tras lo cual, volvió a mostrarse deprimida como siempre.
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#21
- Para entrenar. – Contestó ella. – Porque hoy me salté la clase….
Ahora Rika pensaba en recuperar el tiempo perdido, en que quizá no había sido una buena decisión el saltarse hoy aquella clase. De hecho, pensaba que no hubiera ocurrido nada relacionado con gato si no se la hubiera saltado. Pero por otro, lado no hubiera conocido a la pelirroja.

- Ah…puedes dejarlas en el suelo. O Quedártelas. Lo que desees. – Le contestó. Rika no tenía ningún interés en llevarse el pescado encima, había gastado ryos en ellos, si, pero de perdidos al río. No podía lamentarse por ello.

Nemu empezó a caminar hacia el dojo del sensei, que no estaba muy lejos un par de calles al lado. Indicó con una mano para que las chicas lo siguieran, aunque no sabía si las dos lo harían, seguramente Rika sí, puesto que ella quería ir, pero no sabía si Ritsuko compartía la misma opinión.

- ¿Vienes? – Le preguntó Rika. – No creo que entrenemos ahora, como mucho, nos hace fregar el suelo. – Bromeó, con una sonrisa, no creía que el cense no era tan mala persona como para hacer eso, aunque peores castigos se habían impartido.
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#22
Entrenar, eso fue lo que dijo Rika, y de no ser porque Ritsuko no era un gato ahora mismo tendría todo su pelaje erizado, en su lugar, le ocurrió el equivalente, se le puso la piel de gallina.

—¿Por qué yo? —cuestionó mirándole con una cara deprimente.

«¿Le molestó que no me quiera llevar las sardinas? »se preguntaba en un intento por entender por qué aquella chica quería entrenar con ella, es decir, físicamente hablando no era la gran cosa, una chica más que tal vez esté algo falta de carne incluso para el trabajo que tiene, pero a pesar de ello, la Sarutobi quería llevársela.

Curiosamente, Nemu sin pronunciar una sola palabra comenzó a caminar, seguramente para llevar al animal con su dueño. Hablando de animales, el gato que estaba comiendo de la mano de la pelirroja decidió que ya había sido suficiente y sencillamente se retiró.

Ya sin propósito alguno, la chica se limpió la mano en la hierba y se puso de pie quedando enfrentada a la de gafas.

—Seguro tienes compañeros que te ofrecerían un mejor reto que yo —afirmó tratando de disuadir a la chica.

Además, lo único que Ritsuko podía ofrecer eran prácticas de taijutsu básico, después de todo, lo que mejor maneja es el genjutsu y no es muy productivo en un combate uno contra uno con un rival alerta.
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#23
- ¿Por qué tú? Eres una genin, ¿no? Es lo que hacen los shinobis. ¿No emprendiste este camino para ello? – Le replicó. No es que Rika fuera mejor o peor, tampoco tenía muy seguro hasta donde llevaba su camino del ninja, incluso, las responsabilidades no le eran muy agradables. Pero era lo que había elegido, y debía hacerse idea a ello.

La pelirroja estaba excusándose por no querer ir al dojo. Así lo pensó Rika. No es que no le gustase, sino que no quería en aquel momento e incluso, no estaba segura de proporcionar un reto para la sarutobi. Rika giró su cabeza, negando aquello.

- No hace falta que nos enfrentemos. – Dijo. Dándole una alternativa a la chica. – Podemos practicar, hay sacos y muñecos de entrenamiento. No tiene que ser entre nosotras. – Tampoco quería presionar más a la chica después de haberle dicho lo anterior. Ritsuko parecía frágil, eso pensaba Rika.

Por su parte, Nemu ya había desaparecido de la vista de las dos muchachas. Él había tomado su camino hacia su objetivo, completar el encargo de devolver el gato a su dueño. Rika se dio cuenta de ello, y se exaltó.

- ¡Oye espéranos! ¡Vamos! – Gritó, mientras echó a correr en la misma dirección que su compañero había tomado.
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#24
Rika definitivamente tenía una definición de shinobi muy distinta a la de Ritsuko, ella decía que los ninjas tenían que entrenar y pelear por lo visto, mientras que la pelirroja pensaba más bien que estaban para otras cosas también, de lo contrario no habrían encargos para encontrar animales perdidos y similares.

Además, si entrenaban entre sí, seguramente terminaría llevándose una paliza, rostizada, empapada o puede que incluso enterrada, por eso y mucho más prefería no llevar a cabo ese tipo de prácticas, además que el genjutsu tal y como lo manejaba no era muy eficaz, mucho menos sería posible utilizarlo repetidas veces en alguien.

—No sé —respondió no muy convencida de lo que le decían.

No tenía demasiado sentido para ella lo de entrenar con sacos y muñecos 'juntas'. Pero Rika al final se fue buscando a Nemu, por lo que la pelirroja terminó por quedarse atrás.

Simplemente miró como ambos shinobis se alejaban, no la habían convencido y por ende, en lugar de seguirles sencillamente murmuró.

—Suerte.

Tras soltar aquello, Ritsuko simplemente se dio media vuelta y se fue en la dirección contraria a la que habían ido los otros dos.
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