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1050 ryōs

· Fecha de nacimiento: Caída del pétalo (primer Tsuchiyōbi) del año 204.
· Residencia: Kusagakure.
· Género: Hombre.

· Facultad personal: Kugutsu Butai
· Naturalezas del chakra: Elemento tierra (Doton )



· Física:

· Psicológica:



· Nivel: 3

• Fuerza: 20
• Resistencia: 20
• Aguante: 20
• Agilidad: 20
• Destreza: 20
• Poder: 40
• Inteligencia: 20
• Carisma: 20
• Voluntad: 20
• Percepción: 20

• PV: 100
• CK: 120



• Facultad personal: Kugutsu Butai 15 Puntos

• (Ninjutsu)
  • Ninjutsu elemental (Doton):
    
  • Fuuinjutsu: 15 Puntos
• Taijutsu: 10 Puntos
  
• Genjutsu:
  
• (Bukijutsu)
  • Shurikenjutsu: 10 Puntos
    
  • Kenjutsu:

• -Hitai-ate: Situada en el cuello, ligeramente holgada simulando un collar.

• -Portaobjetos básico: Situado al costado del muslo derecho, aproximadamente en el centro del mismo.
  • 3x Shuriken
    
  • 1x Chīsana Makimono (pequeño)

¿No puedo terminar antes el cigarro? ¿No? Que exigentes. Mi caótica y maravillosa vida comenzó por un aumento de salario de mi padre, nunca supe en que trabajaba, tal vez pastelero porque si algo recuerdo de él eran sus tortas, no es irónico, lo juro, tenía una técnica sublime, cuando cierro los ojos aún puedo ver como mandaba su zurda hacia atrás y como sus dedos creaban una parábola casi hipnótica, incluso podría jurar que en más de una ocasión escuché un pequeño silbido, como si su movimiento rompiera la barrera del sonido. Por otro lado mi madre era.... ¿Cómo se le llama a una chica que cobra por su cuerpo? ¿Señorita de compañía? No lo tengo muy claro, creo que simplemente le gustaban los hombres con dinero y coincidió que ese día Don Señor Pastelero había cobrado el mes en curso y algunos retrasos ¿Queréis más información de mi madre? Creo que provenía de una familia ancestral ninja, tenía un apellido que era muy reconocido, Sanji, Sonju, Sunji, Senja.... Ni idea, sonaba como un escupitajo, por mi parte ese "gran apellido" no me aportó técnicas secretas, ni un ojo que me hiciera ver a través de la falda de la nueva profesora de "Matemáticas aplicadas al lanzamiento de armas cortantes", ni una super técnica que transformara mi cuerpo en un dragón alado, que cojones, por no aportarme no me aportó ni una genética buena, seguro que con la suerte que he tenido no llego con pelo a los treinta.

Perdón, vuelvo a la historia.

A día de hoy no estoy seguro de que mi padre fuera mi padre, es un misterio que nunca descubriré y uno de los motivos por los que mis primeros seis años de vida se resumen en —¿Dónde está mi comida?— Torta —Tú, asqueroso crío ¿porqué naciste?— Torta —¿Te crees mejor que yo por un apellido de mierda?— Torta —Me han vuelto a bajar el sueldo ¿Cómo voy a manteneros si sois unos parásitos?— Torta —¿Café? ¿Por la mañana?— Torta. Un amor de señor. Voy directo a la conclusión de esos seis años, un día, no se muy bien la razón ni como sucedió, tras un buen golpe, desperté en otro lugar totalmente desconocido, el clima era diferente, la gente era diferente, el olor era diferente, todo era diferente ¿De dónde venía antes de eso? Ni idea, tampoco importa ¿No? No creo que once años después vengan mis padres a buscarme entre lágrimas, con un ramo de rosas y una caja de bombones de licor, aunque no rechazaría unos bombones.

Cuando desperté en este lugar una agradable señora me llevó a su casa para alimentarme, la dueña de una pequeña tienda de jarrones "Jarrones Nin", si quieres hacer un buen regalo deberías pasarte, cuando llega el fin de semana suelen hacer descuentos que rozan lo obsceno. De ahí me llevaron al orfanato más cercano, el increíble "Orfanato de la hierva pura", enserio ¿Nadie se dio cuenta de que el nombre era algo rarito? En aquel lugar conocí a muchas personas y bueno, viví muchas cosas, mi día favorito era el Lunes, ya que la señora Nin venía a traerme algunos muñecos de manera con los que me enseñaba un antiguo arte ninja que se fue desarrollando en su familia, también venía a darme algunas golosinas y yo, por salvarla la vida, le robaba cigarros del bolso. Al principio se los cogía por su bien, luego por costumbre y al final se los cogía por mi bienestar. Obviamente, como es fácil de deducir, adopté el apellido Nin por esta agradable mujer.

¿Mi cara? Ah si, claro, que no lo he explicado, resulta que en mi adolescencia me hice muy amigo, amigo, colega, conocido.... Bueno, siempre saludaba cuando me veía, de un chico bastante popular, tenía un grupo muy cerrado y, desde fuera, la hostia de molón, eran como los reyes del mambo, incluso había alguno que a esa edad tenía un control del chakra mejor que el que tengo yo actualmente. El caso es que una cosa llevo a la otra, quedamos en la despensa (que era una pequeña cabaña detrás del orfanato) y.... Bueno, se prendió fuego, a mi me provocó grandes quemaduras en la cara y en algunas zonas de mi cuerpo y en teoría todo ese grupo murió, se hizo cenizas, puuuf. Cuando me preguntaron la otra vez me hice un poco el loco ¿Qué podía decir? ¿Alguien me creería si dijera que ellos prendieron fuego a la despensa para fingir su muerte y desaparecer delante de ninjas de alto rango? Claramente no y no, no estoy diciendo que pasara eso, era solo una preguntita inocente.

Por culpa de ese accidente me incorporé a la academia ninja tarde, se juntó un poco todo realmente, primero teníais que investigarme para saber que no era un espía de la aldea oculta de los cutres, luego teníais que ver si me adaptaba a vuestras costumbres, a ver si no era un trastornado que quería ver la aldea arder, luego el accidente....Y eso. ¿Ya es suficiente? Menos mal, se me ha consumido el cigarro por esta entrevista ¿Podéis pasarme la hoja de reclamaciones?