Los recuerdos de Takumi inician a sus 4 años de edad, en su retina logra ver a un hombre que, de una u otra manera, a simple vista, pareciera querer asesinarlo.

El recuerdo próximo, es a un hombre de edad que lo carga sobre su espalda por bosques y caminos salvajes en conjunto de otras gentes.

Y de aquí en adelante, comienza su historia.

Criado por una secta, sumido en la religión, desde sus 5 años de edad se dio en cuanto a lo que los seguidores de su fe profesan. Estudio los libros e intento vivir bajo las especificaciones de su comunidad religiosa.

La religión se denomina “Unmei usagi”, conejo del destino.

Se basa en las creencias antiguas que indican que el mismimo Rikudō-sennin creó una bestia con forma de conejo, con ojos rojos y pupilas con forma de estrella. Según la fe, se dice que esta bestia fue la respuesta de aquel hombre ante la malversaron de sus enseñanzas.

Según el libro sagrado del conejo negro, se dice que este se encuentra en una cueva, petrificado por los años, a espera de su despertar.

Si bien los rituales y creencias de sus seguidores tienen sus costumbres y maneras de coexistir con el mundo que los rodea, son personas que mantienen sus creencias en secreto. Eligiendo de primera mano a sus seguidores.

Desde pequeños son instruidos en los libros, alineados a la creencia de que todos los animales son sagrados, sea cual este sea y sus vidas están por sobre la de los humanos. Siendo estos últimos el problema del mundo.

A los 8 años se dividen a los jóvenes según sus características y prestaciones. Los grupos son, Clericós, orientados a continuar su aprendizaje en los libros antiguos y profesar la palabra ante la congregación. Susurradores, viajeros por naturaleza, viajan por todo Oonindo, dedicados a la búsqueda de nuevos prospectos y así también todo lo necesario para los rituales, conocen perfectamente la fe, con lo cual son guías espirituales de la religión, normalmente se logra obtener esta distinción o profesión con dedicación y a la edad de los 30 años. Los susurradores viajan en conjunto a nuestro siguiente grupo, la garra, estos son aquellos que fueron enseñados en las artes de la milicia, el combate, la crueldad, pruebas de supervivencia, aislados del mundo para dedicarse por completo a la religión y sus fines, iniciados a los 4 años edad y graduados si sobreviven a los 12. Este grupo normalmente esta compuesto por jóvenes entre los 12 y 21 años de edad, quienes, son infiltrados en países y aldeas donde el culto requiere el seguimiento de algo o alguien. Por último los proveedores, gentes, familias, que, de manera oculta, ayudan al culto con dinero, hospedaje, información, alimento, tierras y seguridad, a cambio de que se les profese la religión y que sus hijos puedan ser parte de esta, con la intención de criarlos bajo las profesiones internas.

A los 4 años de edad, Takumi fue asignado a la Garra, iniciando su entrenamiento militar y psicológico orientados al cuerpo a cuerpo y uso de su ecosistema. Moldeándolo con un carácter frio y calculador. Paso por diversas pruebas de supervivencia y combate, a sus 9 años despertó su Sharingan de un aspa y entre sus 6 y 10 años asesino más niño de su edad que los que se pueden ver en un pequeño pueblo. Enseñado en los libros antiguos, caligrafía y geometría, intentando que sean jóvenes de conocimientos generales, capaces de convivir con el mundo que se les privo por 6 años. Al graduarse, se realiza una prueba psicológica y se les realiza un tratamiento de sociedad y comunicación por dos meses, intentando guiarlos en la fe y a la vez en la conducta humana.

A sus 12 años y luego de hacerse pasar como un niño común y corriente en Minori, logro aprobar el examen psicológico y de adaptabilidad. Claro, no fue perfecto, pero, 7 sobre 10 es más que suficiente.

En minori, seria asignado al grupo de Akagi, un hombre entrado en años, susurrador de oficio. Experimentado y seguidor de la fe. Con 5 jóvenes bajo su tutela, Takumi sería el quinto.

Desde Minori, viajaron hasta un pueblito ubicado entre el valle del fin y el puente kannabi, donde realizaría su primera misión por su culto.

Luego de lo acontecido ese día en ese pequeño pueblo, Akagi entregaría indicaciones claras y concisas, Takumi tendría que hacerse pasar por victima con el fin de ser aceptado en la villa de Uzushiogakure, indicando a los ninjas que pasaban por el lugar que habían sido atacados y que aquellos muertos eran sus familiares, lo cual, la verdad, es que así era.

Fue este acontecimiento el que le permitió ser parte de Uzushiogakure y desde un inicio le trajo mala fama, pues muchos no creían su historia y debido a su carácter y personalidad, pensaban que en realidad aquella niña había matado a toda su familia. Sin pruebas, no son más que acusaciones sin precedentes, pero, que se dejan ver en el día a día.

Faltando aun para su decimotercer cumpleaños, inicio en la academia ninja, logrando graduarse al año después. A pocos meses de sus 14 años.