Tras la muerte de la mayoría de Señores Feudales a manos de la banda de criminales Dragón Rojo en el Torneo de los Dojos, el mundo ha pegado un giro de 180 grados. Las sombras de un nuevo Daimyo en el País de la Espiral preocupan a Sarutobi Hanabi. En el País de la Tormenta, Amekoro Yui ha creado secretamente el cargo de Tormenta mientras hace creer al resto del mundo que es la nueva Señora. En el País del Bosque, el único Daimyo superviviente teme por su vida. Pero no sólo los Tres Grandes han visto el status quo totalmente quebrado.
En el País del Fuego se extendió el caos, y hace tiempo ya que el Jūchin del Valle de los Dojos lo conquistó, expulsando a unas mafias que todavía colean, buscadas por los sámurais. En el País del Viento hay una cruda guerra civil a varios bandos, y en el de la Tierra hay rumores de que una está a punto de llegar. El País del Agua, quizás, esté en el centro de todo. Y si no lo está, debería preocuparse por demostrarlo, pues las sospechas sobre Umigarasu crecen cada vez más. Las aldeas saben que algo planea, al principio con Dragón Rojo, ahora quizás al margen de Dragón Rojo, según las últimas informaciones.
Pero quizás estos asuntos no sean más que la punta del iceberg de las amenazas de los ninjas. Kurama, junto a sus Generales, asegura ser el próximo Emperador de Oonindo. Nadie lo dice abiertamente, pero todo el mundo sabe que algún día presentará la guerra a las puertas de cualquiera de nosotros.
Zhaoren Lyndis
(Genin de Kusa) Fecha de registro: 22/02/2021 Fecha de nacimiento: July 3 Estado:Sin conexión
47 mensajes y 10 temas Envíale un email o un MP
Nivel: 14 Exp: 0 puntos Dinero: 1500 ryō
Nivel
14
Exp
0 puntos
Dinero
1500 ryō
Ficha de personaje
Zhaoren Lyndis
Datos básicos
· Fecha de nacimiento:22 de Primera Flor de 202
· Residencia:Kusagakure
· Género:Femenino
· Facultad personal:Ikari
· Naturalezas del chakra:Raiton (雷)
Descripciones
· Física:
Lyndis es una chica de complexión atlética con brazos y piernas notablemente fuertes, su piel es de un color bastante bronceado y destaca en especial la zona de sus ojos, pues es de un color muy oscuro que da la sensación de manchas de suciedad como si de grasa de motores se tratase, pero no tiene ningún origen más allá de ser una especie de marca de nacimiento; el color de su piel junto a la parte más oscura cerca de sus ojos, recuerda algún simpático dibujo de un tanuki; sus ojos son de un color dorado intenso y además posee una cicatriz producida por algo cortante en su ojo izquierdo, pero no sobre su parpado. Tiene el pelo corto, ligeramente alborotado hacia un lado y de un color plateado grisáceo, con dos pequeños mechones a los lados de su rostro.
La ropa que porta en muy rara ocasión suele ser comprada, en su lugar es fabricada y confeccionada por su propia madre. Viste un nagagi especialmente largo por la parte posterior y anterior de color oscuro con detalles dorados, y sobre este, un haori que llega poco más de la cintura de mangas cortas; también oscuro y dorado. En el antebrazo izquierdo porta la bandana de Kusagakure con una cinta de color azul oscuro. A la altura de la cintura, lleva un pequeño cinturón del que cuelga un pequeño portaobjetos en el lateral derecho. Sus pantalones no son de un tono tan oscuro como las prendas superiores, y al igual que estos, son ligeramente anchos para ofrecer libertad de movimiento. Finalmente, lleva unas botas oscuras con espinillas hasta casi la altura de las rodillas.
· Psicológica:
Lyndis disfruta de los pequeños placeres más simples de la vida como comer o dormir, así como tener cierto sentido del humor. Pero en general mantiene un semblante serio con una media sonrisa, que muestra su determinación. En los fosos ha construido una personalidad dura y fuerte debido al ambiente del combate solitario, volviéndose confiada en sí misma y en sus habilidades rechazando de esta forma siempre que puede el trabajo en equipo, ya que piensa que si tiene que confiar en el resto, puede acabar volviéndose débil por querer delegar inconscientemente en la fuerza de sus compañeros. La muerte de Kenzou solo reafirmó en ella ese pensamiento cuando éste se sacrificó por proteger la aldea a la que ahora podía llamar hogar.
Pero eso no determina que los débiles deben perecer y solo permanecer los más fuertes, sino que estos últimos deben mantenerse como faros de esperanza para las generaciones futuras ya sea como un objetivo a superar o una fuente de inspiración. Bajo toda su fortaleza, permanece un pequeño sentimiento de terror que le asalta cuando se ve superada abismalmente en capacidades por sus rivales, al que suele responder con bravuconadas y fanfarronadas. Pero tanto su orgullo labrado como el hecho de que disfruta de las descargas de adrenalina durante los combates, le hace afrontar el peligro con una sonrisa de oreja a oreja dando el máximo en el combate.
- Bandana ninja de Kusagakure (En el antebrazo izquierdo, protege de 7 PV])
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Méritos y defectos
¤ La naturaleza te lo da (coste de 1 punto, gratis para Kusagakure)
Puedes caminar entre frondosas porciones de tierra y saltar entre árboles de selvas espesas más rápidamente que el resto. Te orientas mejor en un bosque que cualquier otro ninja. Los personajes de Kusagakure tienen desbloqueado este mérito de manera totalmente gratuita.
¤ Ambidiestro (coste de 1 punto)
El usuario es capaz de utilizar con la misma destreza los brazos y las piernas del lado izquierdo y derecho del cuerpo. Todo aquél que no disponga de este mérito deberá especificar cuáles son sus extremidades buenas.
¤ Defensor (coste de 1 punto)
El ver a un aliado, un amigo, un compañero, un familiar o un amor estar en un peligro real... Te llena de determinación. Puedes lanzarte a ayudar a alguien querido a pesar de tu baja Voluntad.
¤ Ventaja genética (coste de 3 puntos)
Puedes inventar una propiedad especial o Kekkei Genkai que tu personaje puede utilizar mediante evolutivas. A negociar en el Tribunal de Trámites como cualquier otra habilidad especial. Este mérito no sólo requiere prueba de rol, sino que si es denegado de forma consecutiva por ser problemático o sus evolutivas derivadas son problemáticas, puede revocarse.
¤ Oni no Ikari ¤ Ira demoniaca
A lo largo y ancho de Oonindo, existe un diverso folclore de distintas criaturas mitológicas, muchas de ellas son solo especulaciones o la forma de darle una explicación a determinados fenómenos; pero por el cuerpo de Lyndis no corre sangre imaginaria.
La joven es fruto de la unión entre una Oni y una humana, por lo que ha heredado parte de las capacidades sobre-humanas de dichos demonios, haciendo que su sangre hierva y dejándose llevar por sus instintos. Estos demonios también son capaces de usar chakra, como es bien sabido, se forma a partir de una combinación de energía tanto espiritual como física. Como en la parte espiritual pueden llegar a influir fuertes sentimientos, desencadenando ciertas habilidades especiales. Este Kekkai Genkai utiliza la Ira, Furia y Rabia como un combustible extra en la parte espiritual, la adrenalina y serotonina expulsada por el cerebro como alimento para parte física, para combinarlas con su sangre mestiza.
Por ello, los miembros suelen desarrollar cierto gusto por el frenesí de las peleas, y son capaces de entrar en un estado de combate que potencia sus habilidades más básicas.
¤ Colérico (otorga 1 punto)
Es muy fácil enfurecerte, a no ser que poseas una Voluntad alta, en cuyo caso podrías resistirte a las provocaciones siempre y cuando no sean muy graves.
¤ De la vieja escuela (coste de 1 punto)
El usuario sacrifica uno de sus alteradores. Debe seleccionar cuál.
Primer Alterador
¤ Exceso de confianza (otorga 1 punto)
Jamás dudas de tus capacidades, incluso cuando tienes todas las de perder. Esto podría suponer una ventaja, pero sobretodo un problema, si te enfrentas contra enemigos muchos más fuertes que tú. Este defecto indica que jamás huirás de una pelea, lo que en muchos casos podría llevarte a la muerte.
¤ Poco original (coste de 2 puntos)
El usuario sacrifica una de sus evolutivas. Debe seleccionar cuál.
Segunda Evolutiva
Historia
Prologo
Tras abandonar su pequeño pueblo natal junto a su madre, y dejando hasta atrás su auténtico nombre, comenzaron una travesía desde la parte más norte y desolada del país del Rayo. Las heladas destrozaban las cosechas y su madre, Yua, sabía que en la parte más al sur del país las sequías también solían castigar los cultivos. En un principio decidieron marchar hasta la villa de la Lluvia, pero sabía que los recursos en aquel viaje serian pocos y limitados, apenas pudieron llenarse los bolsillos tras abandonar la casa de un par de monedas y un zurrón con frutas, carne seca y algo de queso.
Los bosques circundantes a Kusagakure sin embargo parecían estar repletos de alimentos dados por los árboles, por lo que cuando llegaron hasta ellos apenas dudaron en coger todo aquello que se veía apetecible y jugoso. No fue hasta un par de días donde se dieron cuenta de que no todos aquellos eran comestibles; la pequeña niña ahora apodada Lyndis Zhaoren, despertó con una terrible fiebre. Por suerte para su madre quien buscaba ayuda desesperadamente, consiguió encontrar dar con un par de ninjas de la aldea del Bosque que regresaban de una misión, escoltándola hasta llegar a la capital.
Todo acabó en un gran susto, pues la joven no había tomado demasiada cantidad y se recuperó a los días tras haberle suministrado un antídoto bastante común. Haberse cruzado con aquella gente y posteriormente, tanta amabilidad por parte de aquel lugar pensó que no era coincidencia, que los Dioses le habían mandado una señal de que ese era el sitio, que allí conseguirían hacer vida mejor.
Pero los comienzos, fueron muy similares a su vida anterior.
Capitulo 1
— ¿Qué tal te ha ido el día, cariño? — Preguntó con una débil voz Yua al escuchar los pasos de su hija adentrarse en la pequeña cocina.
— Bien, no tengo ningún problema en cuanto a las clases de combate… Aunque no termino de acostumbrarme a que me llamen por Lynn o Lyndis — dejó caer la mochila al lado de la mesa, tras entrar en la cocina y sentarse; comenzó entonces a enumerar con los dedos, intentando no olvidarse de nada. — Ninjutsu me cuesta un poco, pero avanzo. Dicen que es normal si no lo he practicado desde muy joven, Genjutsu me parece un tostonazo enorme... Hace que las clases de historia y otras sean de lo más divertidas en comparación.
Aquello le obligó a arrancarle una pequeña carcajada a su madre, aunque no quisiera, a lo que ella misma la acompañó con otra risa similar.
— ¿Qué hay de comer?
— Tenemos arroz, y un poco de pescado.
— ¡Suena genial! — "Arroz... Otra vez... Ya van dos semanas". Posó entonces un cuenco y un pequeño plato con un pescado frito bastante pequeño y después su madre se dirigió hasta el marco de la puerta directa al vacío salón. — ¿Tú no comes mama?
— Yo... Yo ya he comido. No te preocupes
"¿De verdad? ¿Has comido? ¿Como anoche, o ayer a la hora de comer también? ¿Vas a volver a engañar a tu estómago sorbiendo un trozo de tela?". Comió de muy mala gana cuando esta abandonó la estancia, tan descentrada que ni siquiera era capaz de distinguir en su paladar cuando comía de aquel pez o tomaba el arroz. Podía seguir intentar engañándola así, pero cuando no quedara comida para ninguna de las dos ¿qué haría? ¿qué excusa le pondría? Lynn, ya no era una cría, tenía ya dieciséis años y sabía perfectamente que es lo que ocurría a su alrededor.
Eran capaces de malvivir en aquella pequeña casa abandonada sin mucho problema, salvo un par de goteras que solventaron la casa estaba en un estado bastante aceptable. Mientras, Lyndis cursaba en la academia ninja con la esperanza de poder conseguir dinero cuando comenzara a ejercer como ninja y así pasar a tener una mejor vida. Pero no siempre podrían estar así, todavía le quedaba mucho tiempo por delante y necesitaba una solución de inmediato; no podían seguir viviendo de las sobras de los pequeños negocios eternamente, no quería seguir abusando de esa confianza, aunque ellos se lo ofrecieran tan desconsideradamente.
Aquella noche le costó demasiado conciliar el sueño, le resultaba imposible por más que se revolvía en aquel futón lleno de parches. Su madre dormía profundamente ante la falta de nutrientes, y ella necesitaba despejar las ideas, aunque fuera bajo las estrellas. Abandonó la casa en el silencio y oscuridad de la noche, caminando sin un rumbo fijo mientras buscaba en su mente una respuesta a sus problemas; un papel acabó llegando a sus piernas y se pegó a ella por varios metros, en otra ocasión lo hubiera dejado marchar junto al viento, pero aquel día les hizo una corta visita una de las encargadas del edificio del Kage; Yuna, una kunoichi que manejaba con soltura los papeles como si de peligrosas armas se tratase y que si te veía desaprovechar uno, te metería una buena reprimenda sin opción a queja.
— "¿Fosos de Combate?"
Capitulo 2
— ¿¡Pero cómo te has hecho semejante herida!?
— Se cayó una de las varas de hierro mientras trabajaban los operarios y..
— ¿¡Donde!? ¡Esto no puede quedar impune, casi pierdes un ojo! ¿¡Fue donde el ferrocarril, verdad!?
— NO, MAMA. PASO Y YA ESTA. ¿VALE? PODÍA HABER SIDO PEOR ASÍ QUE DEJALO ESTAR
Jamás antes le había levantado el tono de aquella forma, y las dos se dieron cuenta de ello; mantuvieron una mirada por varios segundos y tras ello, Lynn se levantó dirigiéndose a su cuarto.
— S-Solo... Solo quiero descansar ¿Vale? Cenaré un poco más tarde. Hoy no tengo que ir a ningún lado.
— Pero... ¿Cuántos trabajos siquiera tienes?...
— Son solo un par de horas; un día aquí, y otro allá, mama — Se acarició el ojo con la mano que no tenía vendada, notando todavía como palpitaba la herida. — Lo importante es que ahora podemos comer, y con el tiempo podrías abrir un pequeño negocio o...
— Lo importante, es que nos tenemos la una a la otra — dijo cogiéndola de la mano, y sonriéndola de aquella forma tan tierna, que resultaba contagiosa.
— Si... Gracias mama...
Despertó entonces de golpe y porrazo de aquel dulce recuerdo en el foso, tosiendo violentamente tirada en el suelo, girando con dificultad sobre si misma hasta colocarse boca abajo. El brazo fue una lesión menor, pero el corte en el rostro fue peor de lo esperado, ya que no era capaz de reconocer la distancias con facilidad con un solo ojo. Se levantó apoyándose en una de las paredes mientras los gritos de las gradas se alzaban en gesto de sorpresa.
Su rival, un hombre de una complexión similar y casi tan magullado como ella, sonreía al verla levantarse.
— Menudo aburrimiento de combate. Ni siquiera merece la pena apostar si estas de esa forma. ¿Por qué si quiera has aceptado el combate? Ni la campeona principal del foso, no tienes un título que defender ni nada por el estilo. Da gracias si al menos, no te mato tras este combate — recortó la distancia, crujiéndose los nudillos.
— Tsé. Inténtalo si puedes, gilipollas. Me basto con un solo golpe para acabar contigo.
— ¿Un golpe? ¡JAJAJAJA! ¡No me hagas reír, eso si que me gustaría verlo!
— ¿Apuestas? — Sonrió apartándose la sangre de la comisura de los labios con su único brazo bueno.
El bravucón, de poca paciencia, lo aceptó como la invitación a terminar aquel combate y no dudó en dirigir un fuerte puñetazo en el estómago de la chica, que le arrancó un fuerte quejido, obligándola a arrodillarse tras apenas haber acabado de incorporarse.
— Eres muy fanfarrona; te metes incluso lesionada dentro de los fosos y sigues manteniendo esa actitud tan chulesca. Nadie te echará en falta con esa actitud.
— M-Mi... M-Mi madre lo haría... — Respondió quejándose, haciendo un gran esfuerzo por volver a reincorporarse.
— Entonces no te preocupes, yo me “ocuparé” de tu madre — rio.
Aquel comentario fue la gota que colmó el vaso, la mirada de Lyndis se tornó entonces más afilada que el cuchillo que le rasgó el rostro, su único brazo bueno temblaba en sintonía con su cuerpo. Movida entonces por toda la furia y rabia que le produjeron aquellas palabras, así como todo el estrés y dolor en su cuerpo, respondió con un poderosísimo directo contra el hombre, que lo lanzó contra los muros del ring subterráneo. El hombre dejó la mirada en blanco al golpear la pared y cayó al suelo de inmediato, obligando a los médicos que estuvieron a punto de invadir el foso y parar el combate para asistirla, ir en la dirección contraria.
— Te lo dije, capullo. Un solo golpe — sonrió y acto seguido, cayó de rodillas para volver a toser, apoyándose en su único brazo bueno.
— ¡¡Y en un impresionante giro de los acontecimientos; Raiden, la Diosa de los Truenos y los Rayos le ha dado la vuelta al combate con un impresionante golpe!! — replicaban algunos megáfonos. — ¡¿Habíais apostado en su contra?! ¡Pues espero que no sepa que lo habéis hecho porque acabaréis como un trapo usado!
Las gradas gritaron entonces de la emoción; el poco dinero que había a su favor en aquella apuesta, haría que los pocos que apostaron por ella consiguieran un buen dinero a cambio de muy poco. Lyndis siempre apostaba por ella misma, pero siempre lo hacía con muy poco; al principio porque apenas tenía dinero, pero después era simplemente porque no quería más. Mientras pudiera mantener una vida humilde, era más que suficiente.
Aquella vida clandestina, en unos oscuros y recónditos Fosos de Combate perdidos en los densos bosques cercanos a Kusagakure, le dio la oportunidad de conseguir dinero de forma rápida y fácil; porque partirle los dientes a la gente era algo bastante sencillo para ella. No se quedó por mucho, pero mientras siguiera en la academia le serviría para mantener una vida decente, además debido a su edad podía hacer malabares con los horarios a la hora de asistir; allí nadie preguntaba ni de donde venías ni quien eras: Si tenías tiempo para hablar, seguro que tenías tiempo para un buen par de golpes bien dados o para soltar un par de billetes en las improvisadas taquillas de apuestas.
Los críos pueden ser crueles, y no tienen conocimiento de hasta donde pueden llegar, por lo que una persona que les sacaba bastantes años y que estaba cursando por las mañanas en conocimientos básicos para niños de seis o siete años, era un fácil objetivo de burla. No solo para aquellos mismos niños, si no para gente de la edad de Lyndis. La famosa atención personalizada de Kusagakure, fue la que le permitió desenvolverse combatiendo en los fosos, y es que durante los entrenamientos de taijutsu, parte del profesorado puso especial atención al campo que destacaba, y como cambiaba tanto su ritmo de combate cuando simplemente peleaba y cuando lo hacía ciega de ira por las burlas.
Capitulo 3
— Waai... Digo, Lyndis ¿has terminado con el Cheongsam de flores de la señora Ashada? — Se escuchó el sonido de una puerta cerrarse tras ella.
La pequeña salita que hacía tanto de entrada como de la propia tienda, apenas media unos cuatro de ancho y de largo unos dos metros aproximadamente. Un par de pasos más adelante de la puerta corredera, había un descanso ligeramente alto sobre el que yacía sentada su hija, con un precioso vestido de colores rojizos entre sus manos, mientras pasaba una aguja lentamente con dificultad.
— Todavía me queda un poco. ¿Por qué? — Dijo sin apartar la mirada de la ropa.
— ¡Me han pedido que haga un par de uniformes nuevos para un restaurante! Resulta que quieren darle un nuevo aire, y quieren renovar todo el vestuario, algunas cortinas, etc
Rin sonrió, dejando escapar el aire por la nariz.
— Bueno, tendré que entonces darme prisa en acabar esto.
— ¡No te sobre esfuerces! ¡Te lo he dicho cientos de veces! ¡¿Y si luego te llaman para una misión?! ¡Deberías estar lista! — Se sentó a su lado, con el ceño ligeramente fruncido, pero sin poder contener la emoción. — Ayyy… Quien iba a decir que hoy estaríamos así… Ahora esta pequeña casa es nuestra; incluso hemos podido hacer este pequeño negocio...
— Si… Tras tanto tiempo… La tormenta ha pasado… — Apoyó la cabeza con ligereza en el hombro de su madre, aunque le sacase a esta una cabeza de altura.
— Bueno, si estuvieramos en Amegakure, jamás hubiera cesado — y ambas rieron ante aquel tonto comentario. Yua le acarició un par de mechones de su frente, para luego besársela. — Y todo gracias a ti, mi dulce niña… Te lo debo todo, pequeña.
— Si te siguen pidiendo tantos encargos y quieres que siga siendo una kunoichi, vas a necesitar más manos — añadió con una suave carcajada.
— Lo sé, por eso estoy pensando en abrir una tienda algo más grande. Vengo de ver un pequeño local.
— Si; además he hablado con algunas personas que no tienen trabajo, puedo enseñarles a coser y con el tiempo ampliar más pedidos. No será fácil, pero quiero devolverle algo de tanta amabilidad que nos han dado. — Yua se alzó, dirigiéndose al interior de la casa. — [color=cyan]Se que no tienes muchas ganas, pero queda todavía algo de arroz de ayer. Deberíamos terminarlo, aunque sea con algo de carne; creo que queda pollo y algunos huevos.
— Hagas lo que hagas mama, estará delicioso — se volvió a erguir, para volver a coser algo más cómoda, con una sonrisa tan llena de satisfacción y felicidad por ver a su madre marcharse al interior tarareando felizmente.
Ya no necesitaba esa clandestinidad, por fin se había acabado; ahora tenían una humilde casa, un modesto trabajo y unos afables beneficios. La felicidad de su madre era lo único que le importaba y mientras la tuviera, el resto poco le importaría.
Epilogo
Gracias a aquellos combates, Lyndis ganó suficiente experiencia en combate para graduarse a pasos agigantados en la academia. En parte debido a estos, se labró una gran confianza en si misma y en su propia fuerza, rechazando el trabajo en equipo, justificando que podría acabar confiando demasiado en que sus compañeros pensando que ellos pudieran ocuparse y posteriormente fallar incluso más estrepitosamente donde ella había caído. El asesinato de Kenzou solo reafirmo esa teoría.
"Si Kenzou no hubiera llegado a ser tan poderoso, Kusagakure ahora mismo solo sería un enorme cráter. Solo consiguió a llegar a donde estaba confiando en el mismo, y apoyándose lo más mínimo en el resto."
Gracias al hecho de que el cuerpo humano está en su inmensa mayoría compuesta por líquidos, el usuario de la técnica es capaz de provocar una fuerte y continua corriente eléctrica por las extremidades de su cuerpo, potenciando así los golpes de su taijutsu básico mediante descargas eléctricas.
El usuario solo puede utilizar esta técnica en el tren superior o inferior de su cuerpo y debe mencionar al ejecutar la técnica en cuál se utiliza; pero un mayor control y capacidad sobre el elemento rayo, puede permitir usarlo en ambas a la vez. Por cada golpe, para mantener activo el flujo de chakra, el usuario debe volver a pagar el coste.
"Un rayo puede no caer dos veces en un mismo lugar, pero yo puedo cruzarte la cara dos veces en el mismo sitio"
Código:
[b][color=yellow]¤ Raiton: Karada No Nagare[/color][/b]
[b][i][color=yellow]¤ Elemento Rayo: Técnica del Flujo de Chakra Corporal[/color][/i][/b]
[b]- Tipo:[/b] Apoyo
[b]- Rango:[/b] D
[b]- Requisitos:[/b] [color=yellow]Raiton[/color] 15
[b]- Gastos:[/b] [list][*]6 [CK] (divide regeneración de chakra)
[*][color=yellow](Raiton 30)[/color] (multiplicable x2)[/list]
[b]- Daños:[/b] Taijutsu básico + 10 [PV]
[b]- Efectos adicionales:[/b][list]
[*]Si toca un arma metálica, quien la porte recibirá el daño de la técnica.
[*][color=yellow](Raiton 40)[/color] La técnica se extiende a todo el cuerpo
[*][color=yellow](Raiton 80)[/color] Atraviesa técnicas de Doton[/list]
[b]- Carga:[/b] 2
[b]- Velocidad:[/b] Instantánea
[b]- Alcance y dimensiones:[/b] -
[descripcion]Gracias al hecho de que el cuerpo humano está en su inmensa mayoría compuesta por líquidos, el usuario de la técnica es capaz de provocar una fuerte y continua corriente eléctrica por las extremidades de su cuerpo, potenciando así los golpes de su taijutsu básico mediante descargas eléctricas.
El usuario solo puede utilizar esta técnica en el tren superior o inferior de su cuerpo y debe mencionar al ejecutar la técnica en cuál se utiliza; pero un mayor control y capacidad sobre el elemento rayo, puede permitir usarlo en ambas a la vez. Por cada golpe, para mantener activo el flujo de chakra, el usuario debe volver a pagar el coste.
[color=gold]"Un rayo puede no caer dos veces en un mismo lugar, pero yo puedo cruzarte la cara dos veces en el mismo sitio"[/color][/descripcion]