Imprevistos en el valle

[Sayaka]

Tomoe ya se alejaba, a pesar de las quejas del chico. Cuando, este, pareció entrar en razón pues por primera vez en todo lo que llevaban el calvo decía algo coherente.

La pelinegra se detuvo para girarse levemente y dedicarle una leve mirada por encima de su hombro, no fue una mirada precisamente amable pero al menos volvía a hacerle caso

—¿No podías haber dicho eso desde el principio?— le recriminó fríamente la kunoichi de Amegakure mientras terminaba de darse la vuelta totalmente y volvía a caminar hacia el vendedor —¿Era tan difícil?— la chica se detuvo a unos pasos del lugar donde el chico se había detenido. Sacó un pequeño pergamino desde entre sus ropas —Coge esto— le tendió la mano para que lo recogiese —Es un salvoconducto para tí y los tuyos— le explicó fríamente, sin ni siquiera pestañear —Os permite comerciar libremente por estás tierra e incluso acudir a la capital— finalizó la chica que no apartaba su dura mirada de los ojos del calvo

"Debería de matarlo por hacerme perder el tiempo de esta manera...." se lamentaba Tomoe, que trataba de reprimir sus más crueles instintos

[Karamaru]

Al parecer la mujer había entendido la seriedad de Karamaru. Tras pararse en seco, volvió tras sus pasos para entablar nuevamente conversación con el pelado. Como no podía ser de otra manera, la morocha le tenía que recriminar algo y así fue.

«Si todos fuesemos así siempre la vida sería aburrida ¿No?» pensaba Karamaru mientras escuchaba la voz de la dama.

Prestó atención, no quería perderse un detalle, pero la explicación fue corta. Solo era un permiso para comerciar.

«¡Eso! ¡Salvoconducto! Al fin le entiendo el nombre, pero.... ¿No teniamos permiso ya? ¿Todo esto será ilegal? Bueno, teóricamente ya no, y si la mujer no me dice nada........ mejor pa` mi.»

El shinobi extendió su brazo y tomo el pergamino que guardó en su mochila. Se quedó mirando fijamente a la chica, ambas miradas daban miedo, eran serias y frías. Pero rápidamente, el calvo mostró una sonrisa para romper el momento incomodo.

Tu tambien te hiciste la dificil ¿eh? ¿Era necesario tanta amargura para darme un rollo de papel?- decía Karamaru mientras reía a mas no poder.

«Mejor me largo antes de que me pegue» y así el de Uzu corto rápidamente la risa y en tono serio continuó:

Bueno, mejor me voy yendo... ¿No?

Obviamente, sin esperar respuesta, se largo a correr en dirección al campamento pero no sin antes provocar a la dama.

Espero volver a verte, pero también espero que no tengas esa cara de orto para cuando nos veamos. ¡MALHUMORADA!

[Sayaka]

El calvo tomó el salvaconducto mientras contestaba de una manera un poco irritante, Tomoe aguantó el tipo, sabía que no debía de caer en provocaciones.

El chico pareció darse cuenta de que no estaba precisametne a salvo y decidió que era mejor poner tierra de por medio, de hecho se alejo corriendo unos cuantos metros hasta que se sentía lo suficientemente seguro como para dedicarle unas palabras bastante poco amables a la Uchiha que se limitó a apretar los puños

"Si vuelvo a verlo... juro que lo mataré"

Sin responder a las provocaciones, la chica se dió la vuelta y puso de nuevo rumbo hacia su aldea, era hora de seguir entrenado.