Tres formas de ver a los ninjas - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: País de la Tormenta (https://ninjaworld.es/foro-pais-de-la-tormenta) +--- Foro: Valle del Fin (https://ninjaworld.es/foro-valle-del-fin) +--- Tema: Tres formas de ver a los ninjas (/tema-tres-formas-de-ver-a-los-ninjas) |
Tres formas de ver a los ninjas - Hanamura Kazuma - 29/01/2017 “Este sitio es mucho más impresionante de lo que jamás hubiese imaginado”, pensó mientras observaba el agua caer velozmente por la cascada. Kōtetsu había leído muchas historias en las cuales se hacía referencia al Valle del Fin. Eran cuentos que lo describían como un lugar imponente y sobrecogedor, de carácter místico y legendario. Siempre creyó que cuando lo vieran algunos de los relatos demostraría ser verdaderamente exacto en lo referente a lo que se sentía el estar ahí. Pero lo cierto es que todas aquellas descripciones se quedaban groseramente cortas y faltas de detalles. Incluso aquellos que eran civiles no podían evitar el sentirse mágicamente conectados con toda la historia asentada en aquella ubicación. El tambien podia sentir algo en su interior, pero no supo decir qué era o si tenía que ver con ser un ninja. —Veamos a quién pertenece cada una de estas estatuas —se dijo mientras revisaba el pequeño folleto que le habían dado en una cercana tienda de turistas—. Este debe ser Uzumaki Shiomaru. La que está enfrente es Koichi Riona. Y esa de allá tiene que ser la de Sumizu Kouta. El Hakagurē se encontraba parado allí como un mero turista, aunque su intención original era estudiar aquel sitio. Le habían dicho que aquel lugar representaba muchas cosas para los que ahora compartían oficio con él, por lo que era frecuente que tanto shinobis como kunoichis de todas las aldeas peregrinaran hasta allí con la intención de encontrarse a sí mismo o de acercarse más a sus raíces. Tomando aquello como verdadero, la mejor forma de entender a los ninjas en general era acercarse a aquel sitio y buscar a algunos de sus similares para conversar sobre lo que aquella formación artificial les hacía sentir o pensar. “Vale… la parte fácil era venir, a pesar de lo agotadoramente largo del viaje. Ahora solo queda encontrar a alguien a quien preguntarle cosas —comenzó a caminar cerca del borde del acantilado, buscando con la vista a cualquier que pareciese un ninja—. Algo me dice que esta será la parte difícil; puedo saber quien es un soldado o un campesino, ¿pero cómo se supone que luce un ninja?” Bien podría acercarse a todo aquel que quisiera a ver si tenían alguna bandana, pero aquello se vería sospechoso y lo último que necesitaba era comenzar una pelea al invadir el espacio personal de alguien más. RE: Tres formas de ver a los ninjas - King Roga - 30/01/2017 La historia nos cuenta relatos, relatos de los grandes héroes del pasado, pasado glorioso para algunos y tortuoso para otros. A pesar de las distintas costumbres que poseían en cada aldea, sin duda todas compartían ese pasado dónde alguna vez tres pequeñas villas se alzaron contra la tiranía y potestad de los grandes. Sin embargo, aquello poco o nada interesaba al joven Isa, siendo que él lo veía simplemente como un medio más, nada por lo que enorgullecerse ni arrepentirse. Más su familia, que venía de una tradición shinobi muy antigua, el conocer su legado era importante. Así fue como le enviaron en un viaje, para que intentase descubrir la herencia que tenía. Eso o simplemente su padre ya no aguantaba su reciente actitud y prefería mandarlo lejos para descansar de él un rato. En vez de tomárselo a mal, lo vio como la oportunidad de safarse por un rato de las obligaciones y de los mandatos de su hermana, que si bien se esfuerza en complacerla eso no significa que no se canse al hacerlo. "¿Qué se supone que voy a aprender aquí? Las piedras no hablan." Aún así, le debía una promesa a su hermana. Y esa era la de enaltecer el nombre de la familia, ya que ella no podía. Caminó por el acantilado, ignorando todo lo que había a su alrededor, hasta que finalmente se sentó en uno de sus bordes. Suspiró. Pensándolo a conciencia, no estaba muy seguro si daría la talla para cubrir el lugar de su hermana. Ella ya estaba a punto de realizar el examen chunin cuando... Pasó lo que pasó. "Si ella quiere que lo sea, debo serlo." Aunque el no sentía la misma devoción que tenía Hangaku, se suponía que en aquel lugar podría encontrar una razón. Pero al igual que muchas otras cosas, no compartía el mismo sentimiento que los demás. RE: Tres formas de ver a los ninjas - Tsukiyama Daigo - 30/01/2017 Toshio ha estado esperando por este día durante meses, o años, o quizá toda su vida ha estado destinado a esto. Pero lo cierto es que desde el momento de entrar a la academia ninja se le prometió que podría viajar una vez consiguiera graduarse como genin. Ese día ha llegado hace mucho tiempo. Luego de semanas planeando los destinos de su viaje. Primera parada: valle del fin. Luego de preparar todas sus herramientas y despedirse de su familia y amigos, partió en un viaje de 5 días hacia el valle del fin. Había escogido el destino debido a lo que representaba: tres grandes héroes que dieron su vida a cambio de la del resto. Esa clase de héroe era justo lo que quería ser Toshio. Probablemente sin la parte de morir. Poco antes de llegar se acercó a una tienda de turistas, estaba cansado así que compró una bebida y tomó uno de los folletos que repartían. -Mmm.. esto es asombroso, casi puedo sentir su chakra desde el otro mundo- Dijo para si mismo impresionado por el ambiente y se apresuró a acercarse más a las estatuas de los héroes. Quería sentir un poco más de cerca su genialidad. -Oh, esta tiene que ser Morikage-Sama- Comentó para si cual enano emocionado antes de hacerle una reverencia a la estatua -Y estos tienen que ser Uzumaki y Sumizu-Sama- Intentaba no hablar con voz excesivamente alta, pero por su emoción evidente cualquier persona cercana podría escucharlo. Caminó un poco buscando un lugar cerca del agua en el que poder meditar tranquilamente, a lo mejor así se le pegaba algo de los héroes. RE: Tres formas de ver a los ninjas - Hanamura Kazuma - 31/01/2017 Kōtetsu seguía caminando sin un rumbo fijo, limitándose a seguir el irregular borde del acantilado que se abría frente a él. Era de los pocos que se atrevía a hacer aquello, pues en las inmediaciones había gran cantidad de viejos letreros que advertían sobre los frecuente rocas húmedas que habían enviado a más de un incauto a hacer compañía a los espíritus de los difuntos que yacían en el sitio a donde descendían las aguas. Pero tal cosa sólo representaba un peligro para los civiles; cualquier ninja tendría el suficiente sentido común como para utilizar un poco de chakra para mantener sus pies firmemente unidos al suelo. “Es curioso, pero se siente como si las estatuas sólo quisieran que se acercaran aquellos dignos de llamarse ninjas”, pensó mientras distribuía cuidadosamente el chakra a través de sus plantas. Una tenue sonrisa se manifestó en su rostro cuando se encontró a sí mismo pensando en lo hilarante que era el hecho de que se le considerara un ninja solo por saber usar el chakra. Continuo caminando, tratando de divisar algún lugar tranquilo en donde la vista prometiese ser aún más espectacular que la que ya tenía. En el borde más alejado del precipicio donde se encontraba, divisó un lugar ideal para sus fines de observación: Se trataba de una enorme roca que sobresalía de entre las aguas. Su superficie era completamente plana y se encontraba en la posición ideal para apreciar el paisaje sin llegar a mojarse, similar a las piedras en que las criaturas de rio utilizan para tomar el sol mientras descansan. Solo que esta piedra era idónea e irresistible para los de su oficio. “Veamos, bajo por aquí, saltó aquel borde y desciendo por aquella pared…” Estaba tratando de trazar un camino para llegar a tan codiciado lugar, pues su ubicación resultaba ser un tanto problemática, lo suficiente como para que solo un ninja pudiese llegar hasta ella. Luego de unos minutos de maniobras delicadas, logró llegar sin ningún percance al sitio que tanto deseaba. El ambiente ahí resultaba mejor de lo que había imaginado; cálido, solitario y con una vista sólo comprensible por quienes hubiesen estado allí antes que él. “Ahora solo queda esperar cuál pescador —se dijo mientras se sentaba en el borde de la roca, con sus pies colgando hacia el vacío, como si estuviese pescando—. Es un lugar un poco apartado, pero creo que algún ninja deberá de asomarse por aquí. Puede que incluso sea el lugar especial de alguno. Si eso es cierto, podría hacerme con la ocasión ideal para hablar un poco” Sabía que debía de ser así, pues la atmósfera tenía algo solemne y cautivante, lo suficiente como para hacer que las palabras brotarán desde el más cerrado de los corazones. Antes de darse cuenta, se encontraba con el mentón apoyado sobre las palmas, embelesado con el tenue arcoíris que formaba el roció de la cascada mientras que las aves que había espantado con su llegada volvían a posarse a su alrededor. Y ahí se quedó, de espaldas, esperando la llegada de gente a la que no conocía para conversar sobre cosas que no entendía. RE: Tres formas de ver a los ninjas - King Roga - 31/01/2017 Para quién ha olvidado la alegría de las cosas pequeñas de la vida, ni la magnificencia del recuerdo plasmado en roca de una tragedia heroica podía generarle alguna emoción. He de ahí que no miraba nada, no encontraba el significado escondido tras aquello que sus ojos veían. El ver todo, sin observar nada. Suspiró. El viaje había sido en vano, por mucho que quisiera, era una de las pocas cosas en las que no podría cumplirle su palabra a su hermana. Tanto así, que sería incluso más fácil si le dijera que se matase, a que él lograra mostrar el más mínimo ápice de sentimientos. En otros tiempos, quizás hubiera estado emocionado, extasiado por la maravilla del lugar. Pero los sueños del niño que fue murieron hace ya dos años. Ni él mismo se entendía, no captaba en que momento pasó, en que momento la tristeza era la única razón por la que no se consideraba muerto, al menos no físicamente, porque sus ojos reflejaban lo contrario. Se levantó de golpe, y se frotó violentamente la cara con el antebrazo, tratando de eliminar cualquier rastro de la tímida lágrima que quería escaparse de su único ojo. No quería saber nada más, decidió ir a buscar un lugar apartado y solitario. Quién sabe a qué, quizás solo para echarse una siesta y que el sueño consolara la pena y el aburrimiento. Más cuando creyó encontrar un sitio ideal, se topó que alguien ya se encontraba ahí sentado patas al aire con los pies al abismo. Lo divisó de lejos, pero su idea era buscar paz, así que si nada se lo impedía, simplemente se giraría sobre sus talones para darse la vuelta y buscar otro rumbo. RE: Tres formas de ver a los ninjas - Hanamura Kazuma - 4/02/2017 De pronto, mientras se encontraba sumido en sus pensamientos, un grupo de aves levantó el vuelo desde la pared del acantilado que yacía detrás de él. Se levantó rápidamente, sorprendido por tan súbito alboroto. Sabía que algo debía de haber espantado a aquellas criaturas que yacían tan plácidas hasta hacia unos segundos. Paseo su vista por la cornisa y el muro, hasta que divisó un movimiento extraño. «¡Ahí está!» Antes de darse cuenta, y más por instinto que por lógica, se dirigió hacia aquel borde entre carreras y saltos. Al final del camino dio un gran brinco y aterrizó de forma ruidosa frente a un chico con una oscura cabellera de un tono purpúreo. Se quedo viéndolo fijamente, como si se tratara de alguna presa o algo similar. Cuando la tormenta de adrenalina comenzó a disiparse, se hizo consciente de que se estaba comportando como un maníaco. —La... Lamento el susto —fue lo único que logró articular con su voz—. ¿Tú eres un ninja, cierto? —preguntó en cuanto recobró un poco más de aliento. RE: Tres formas de ver a los ninjas - King Roga - 5/02/2017 Casi, casi se iba. A su paso, unas aves alzaron el vuelo espantadas por su presencia, lo cual era normal. Lo que definitivamente no era normal fue que el tipo que poco antes había visto sentado en el filo del abismo saltó para cortarle el paso. Kagetsuna alzó la ceja, sorprendido. Lo miró de arriba para abajo, buscando algún indicio de bandana, pero no encontró ninguna. Le generaba desconfianza, pues los brincos que pegaba definitivamente no eran de un civil, pero no portaba el símbolo de alguna aldea como para identificarle. La pregunta del muchacho peliblanco le generó aún más extrañeza, no se le notaba sólo porque la ceja no se le podía arquear más. —No fíjate, traigo esto para estar al último grito de la moda— Jaló y soltó de nuevo la placa de su bandana. No cambiaba su cara seria ni siquiera para ser sarcástico, aunque esto último lo hacía de forma involuntaria. Le parecía una pregunta demasiado obvia, si llevaba la bandana era por algo. Lo único que faltaba era que aquel extraño moreno se la creyese. Se puso a la defensiva, ser cortante era una muestra de cuando él estaba en alerta. —¿Y tú qué?— Dijo cruzándose de brazos mientras observaba de arriba para abajo a su interlocutor, como si lo estuviera escaneando —¿Para que quieres saber eso? Además, estás portando un arma y no veo algún símbolo de aldea para identificarte. "Está claro que es shinobi, si no, ni siquiera hubiese podido haber llegado hasta esta parte tan alejada. Pero se le ve demasiado calmado y hace preguntas tontas." RE: Tres formas de ver a los ninjas - Hanamura Kazuma - 5/02/2017 —Mi nombre es Hakagurē Kōtetsu —aseguro con tono cordial y calmado, mientras que de entre sus ropas extraía su bandana para enseñarla como una especie de documento—. Soy un ninja de Uzushiogakure. Aquel muchacho tenía apariencia de tener pocos amigos y un aire que resultaba un tanto agresivo. Aunque no llegaba a provocar temor alguno en el peliblanco, aquel parche sobre el ojo lo hacía lucir como el típico chico problemático. Además, su media mirada dejaba entrever que era de los que desconfían de casi todos, o al menos eso era lo que llego a deducir. “Al fin he dado con un ninja. Son tan precavidos como me imaginaba… Ahora solo queda hacer las cosas bien para que no se marche y pueda ayudarme con mi cometido” —Dime, ¿Cuál es tu nombre? —preguntó cordialmente, pero sin moverse ni un poco de donde estaba parado. RE: Tres formas de ver a los ninjas - King Roga - 5/02/2017 El peliblanco rápidamente se identificó como un shinobi de la Espiral, pero seguía sin responder a la principal interrogante que le había planteado el de los ojos aguamarina. La calma del Uzureño no le parecía normal, por alguna razón, tenía más aire de extranjero curioso que de un shinobi como tal, más no por eso iba a bajar la guardia. No le agradaba soltar información así como así, así que planeó la forma de desviar la conversación para que fuese él quien interrogara. —Antes que nada, me has importunado, y no has respondido a la pregunta que te hice anteriormente— Ni siquiera parpadeaba al hablar —¿Y ahora quieres que te diga quién soy?— El aire sopló, provocando que su cabello ondeara levemente. Aquella distracción al menos había provocado que se olvidase de la depresión que le había atacado hace rato, podía lidiar más fácilmente con el tedio que con la tristeza. "Espero que tenga un buen motivo para todo esto" —Te lo voy a repetir: Si soy shinobi, ¿para qué quieres saberlo?— Se sacudió la cabeza de un tirón con tal de acomodarse el cabello en su lugar —Dime que buscas de mí y tal vez me anime a decirte quién soy. RE: Tres formas de ver a los ninjas - Hanamura Kazuma - 5/02/2017 —Entiendo, así que podemos tomarnos las cosas con calma —sugirió mientras levantaba las manos en gesto conciliador. Kōtetsu no estaba seguro de cómo responder a tal magnitud de desconfianza. Ya sabía que era algo natural, el ser precavido y cuidarse de otros que pudiesen hacerle daño. En esa cuestión, las cosas era muy diferente al dojo en donde había crecido; En su escuela solo había una rivalidad sana entre los guerreros, jamás una amenaza o peligro real. En cambio, con los ninjas era todo lo contrario, pues parecía que ningún ninja pudiese confiar en otro. —Veras… —Sabía que iba a decir la verdad, aunque no quisiera hacerlo—. Estoy buscando a un ninja de otra aldea para poder hablar con él y aprender algo útil. Hace poco me convertí en shinobi, pero es muy escaso lo que sé sobre este estilo de vida y sobre las personas que lo llevan. »Por eso me han enviado aquí, para estudiar y aprender sobre el punto de vista de otros que, como yo, se están iniciando en este camino. RE: Tres formas de ver a los ninjas - King Roga - 5/02/2017 De todas las respuestas que le pudieron haber dado, aquella era la más inverosímil. Se quedó un rato callado, meditándolo. "¿De verdad ha hecho esto por tal nimiedad? Lo dice con tanta naturalidad que me resulta aún más difícil creerle. Pero si lo que dice es cierto, eso en parte explicaría la forma inocente en la que se está comportando. De hecho, ha dicho un par de cosas muy, muy interesantes" La coartada parecía coherente, era bastante normal que los ninja peregrinaran al Valle del Fin en busca de conocimiento, pero eso no era lo que le molestaba al pelimorado. Su expresión no cambió, pero su mirada demostraba que le picaba la curiosidad. —Dices que te acabas de convertir en shinobi, pero que no conoces la forma de vivir de uno. ¿Cómo es eso posible?— Empezó a caminar lentamente alrededor del Hakagurē, dando vueltas en círculos mientras seguía hablando —Supongamos que te creo, entonces, ¿por qué tendrías que aprender de los ninja de otras villas, en lugar de la tuya? Era una mala costumbre el buscar dobles intenciones en las palabras de los demás, aunque este no era el caso. Además, las aldeas mantenían un pacto de alianza entre ellas, por lo que teóricamente no había riesgo que se diese un conflicto. Eso sí, de platicar levemente a socializar como tal había mucho trecho de por medio. Podría servirle a él para conocer las costumbres de la gente que no habita en el País de la Tormenta, algo beneficioso para ambos, pero hasta ahí nomas. —Como veo que eres colaborador, cumpliré lo dicho— Se frenó de pronto y rápidamente clavó su único ojo en el espadachín de la Espiral —Mi nombre es Isa Kagetsuna. Dependiendo de que quieras saber, puedo decirte algunas cosas y otras no— Dijo mientras agarraba en el aire una hoja que el viento había arrancado, y sin quitar la vista de su interlocutor, se la llevó a la boca, mascando la punta. RE: Tres formas de ver a los ninjas - Hanamura Kazuma - 6/02/2017 Se hizo un momento de silencio, como si el del parche hubiese estado deliberando consigo mismo sobre si lo que escuchaba era verdad o mentira, o sobre si había alguna trampa o doble intención. Para cuando decidió dar su veredicto, se encontraba dando vueltas alrededor del peliblanco, inspeccionando cada facción y cada detalle que pudiese captar con su único ojo. “Parece que está dispuesto a hablar, pero no sin antes recibir toda la información que está solicitando” —Primeramente, es un gusto el conocerte Isa Kagetsuna-san. —Como era su costumbre, lo primero fue un saludo formal y una leve reverencia. En todo momento se mantuvo calmado, mas al pendiente de lo que iba a decir que de la aptitud de aquel muchacho al que había encontrado tan intempestivamente. —A pesar de que nací en Uzushio, me crié en un pequeño pueblo de las llanuras del silencio, en el País de la Espiral. Mi padre era un ninja retirado que me instruyó en todo lo posible respecto a habilidades prácticas y de combate, pero jamás me enseñó nada sobre la “cultura” ninja. De modo que cuando llegue a la aldea, mis habilidades eran suficientes como para ser reclutado, pero no tuve la educación académica ni la crianza que otros tuvieron. A mucha gente le resultaba increíble la facilidad con que podía sacarsele información al Hakagurē. Pero lo más extraño e innegable de todo era la naturalidad e inocencia con que lo hacía, y la calma imperturbable que le rodeaba mientras hablaba. Para muchos era difícil de creer que alguien así fuese capaz de desempeñarse como soldado, mucho menos como ninja. —En cuanto al porqué… —Aquel fue el único momento, hasta entonces, en que se le pudo ver titubeando—. Esto es un poco vergonzoso; pero lo cierto es que aun no he podido comprender a la gente dentro de la villa, y creí que una perspectiva externa podría ayudarme a encontrar la dichosa definición de ninja que tanto necesito. La que tanto dicen que necesito. Una sonrisa un tanto infantil asomo en su rostro, como la de un niño que espera lo elogien por haber explicado todo adecuadamente. RE: Tres formas de ver a los ninjas - King Roga - 6/02/2017 El pelimorado escuchó todo el discurso mientras masticaba suavemente la hoja, no esperaba que el moreno cantara así de fácil. Aquello fue el primer fallo severo que encontró, pero no era el punto de la conversación. Cuando terminó de hablar, escupió la hoja y giró la cabeza indicando que le siguiese. Caminó un par de metros para sentarse de piernas cruzadas cerca de una roca, dando un largo suspiro antes de proseguir. —Se nota claramente, eres muy honesto, demasiado diría yo— Se acomodó el fleco con la mano —Lo que pides es un poco complejo. Principalmente porque entre nosotros los ninjas, no tenemos la misma forma de pensar de una aldea a otra, o al menos eso creo, pues ni yo mismo estoy seguro — Afirmó con franqueza —No se que tan diferente sea la cultura de Uzushio a la de Amegakure o a la de Kusa, debido a que normalmente los ninjas vivimos en una especie de "confinamiento" por así decirlo, pues en este momento no se me ocurre otra palabra más adecuada para definirlo. Antes de darse cuenta ya estaba echándole la mano al chico de la Espiral. No tenía un motivo para ayudarlo, pero tampoco uno para no hacerlo. Curioso era considerando que él no era el más diligente de todos los shinobi. —Eso es algo que creo que sí tenemos el común. Cada aldea guarda un secretismo con las otras, incluso aunque sean aliadas el nivel de confianza es muy limitado.— En ese momento alzó la vista al cielo, tratando de recordar algo —La parte más cruda quizás, es que en algunas ocasiones debes dejar de ser "persona" para ser "ninja". Se nos cría para obedecer, para no cuestionar, para que tengas que acatar una orden incluso si está en contra de todo lo que tu crees. Para colmo, se supone que debes sentirte orgullos de todo esto, de cumplir con tu deber— En aquel momento bajó la vista. Aquellas palabras, era como si fuesen dirigidas a alguien más. —Es muy poco probable que asimiles todo esto de golpe, en especial para alguien como tú, que vivió fuera de una aldea, acostumbrarse de repente a tantas reglas...— Estiró los brazos para desperezarse un poco ----No se trata solo de estar encerrado en la villa o de salir a cumplir misiones. Cada pequeño acto que cometas, puede que tenga una consecuencia y un karma más alto que una persona normal.— No sonaba muy complacido con lo que acababa de decir. Tanteó el suelo con su palma un poco, hasta que su mano alcanzó una ramita que posteriormente tomó y se la metió a la boca. Se le hacía raro soltar un discurso tan técnico, cuando en la práctica él no era ejemplo a seguir precisamente. De hecho el también buscaba entender el significado de todo eso, pues así como perdió el ojo también perdió el rumbo. Ni siquiera él estaba conforme con todo eso. —Tu prisión es el mundo. RE: Tres formas de ver a los ninjas - Hanamura Kazuma - 6/02/2017 Kōtetsu no sabía cómo reaccionar ante la amplitud de lo dicho por aquel muchacho. En parte se sentía un poco menos solo, pues no era el único que estaba tratando de adaptarse a un mundo que no comprendía. Pero por otro lado se sentía un tanto desanimado al entender que la respuesta que tanto buscaba no era algo que se pudiese encontrar tan fácilmente. “Extraño tanto Odayakana —pensó mientras también miraba al cielo azul—. Cuando estaba allí mi mundo era mucho más pequeño y simple… Más tranquilo y con menos preguntas” De pronto, el ambiente se torno muchos más placido y agradable. Claro, aun había cierta tensión intrínseca al sitio, pero era muy pequeña como para afectar al peliblanco. —Ya veo… La respuesta que estoy buscando es mucho más grande y esquiva de lo que pensé —dijo, cruzando los brazos y cerrando los ojos, haciendo un esfuerzo para comprender todo lo escuchado y sentido—. Sin embargo, lo que me has dicho se volverá un fragmento importante en la construcción de la misma, estoy seguro. Abrió los ojos y por unos segundos contemplo al chico frente a él, tratando de descifrar algo acerca de su forma de ser o de su pasado, pero no logro extraer nada del mismo. Sin embargo algo le quedaba claro; era un buen muchacho que parecía llevar cargas tan pesadas como las suyas. Cargas emotivamente distintas, pero igualmente difíciles. “Todos somos prisioneros de algo” —Me has dicho bastante, por lo que es justo que yo haga lo mismo. —Se enderezo y sentó correctamente frente al otro muchacho—. Puedes preguntar lo que te parezca pertinente, como te abras dado cuenta, no mentiré. »En ocasiones es problemático, pero soy como un mentiroso compulsivo… Solo que digo la verdad en lugar de la mentira. No pudo contener una leve risa luego de decir aquello, pues era una broma de su padre que siempre le había hecho mucha gracia. RE: Tres formas de ver a los ninjas - King Roga - 6/02/2017 —Para serte sincero, no creo que yo sea la persona más adecuada para responderte— Añadio. La incomodidad de hace un rato había vuelto. Mientras sus dientes infructuosamente intentaban clavarse en la madera, pensaba otra vez en que se suponía que debía encontrar en aquel lugar. Cerró los ojos, visualizando en su cabeza el mismo paisaje que tenía enfrente. Hace muchos años que se habían dictado las normas que todo shinobi seguía, cada una con sus propias contradicciones. "Tantos siglos, tantas décadas, tantos lustros. Y las piedras no hablan" Fue entonces que el ofrecimiento del Hakagurē le agarró de improvisto. Mostrando una expresión de sorpresa y duda, contraria a la seriedad que había estado mostrando hasta ese momento. Además, no le parecía para nada gracioso el chascarrillo que acababa de soltar sobre sí mismo el moreno de Uzu. —Oeh, eso no es motivo para broma eh. No te lo digo a mal, pero algún día eso te va a acarrear problemas. Sin embargo, no tenía una respuesta, o mejor dicho, una pregunta para Kōtetsu. No quería saber nada en especial, ninguna duda en particular. En ese sentido, el joven Isa era bastante simple. No deseaba nada por lo general, y no había nada -según él- que el espadachín peliblanco pudiera decirle que fuese de su interés. Su vista se posó sobre la nada, enajenado por unos instantes. Siendo que cuando por fin volvió a concentrarse su expresión era difícil de describir, era como si estuviese confundido y un poco más expuesto. —No sé— Parecía algo esquivo —Pregunta por pregunta, hay respuesta, pero no pregunta— Remató. La cosita más simple, había terminado por descolocarlo. Pero es que esa clase de situaciones son las que él no puede entender. |