Arde - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: País de la Espiral (https://ninjaworld.es/foro-pais-de-la-espiral) +--- Foro: Islas del Té (https://ninjaworld.es/foro-islas-del-te) +---- Foro: La Capital (https://ninjaworld.es/foro-la-capital) +---- Tema: Arde (/tema-arde) |
RE: Arde - Uzumaki Eri - 10/01/2021 Al llegar al lugar, Eri se encontró con una escena que no se esperaba en lo absoluto: los civiles se habían dispersado de la zona y, frente a ella, a parte de encontrar al kusajin intentando salvar a un civil mientras ponía su brazo a modo de escudo, encontró; agarrado a este por un mordico, tres bestias con forma de perro demasiado grande para su gusto. «¿Qué coño es esto?» No tenía mucho tiempo para pararse pues estaba siendo acorralada. Iba a proceder a hacer algo cuando, de pronto; escuchó un grito. — ¡AAAAAAAAAAAH! ¡AYUDA! Se giró para encontrar a un señor justo en la trayectoria de uno de los perros hacia su posición. Chasqueó la lengua y formuló un sello que creó, corriendo a su lado; un clon idéntico a ella. Su copia se lanzó a socorrer al civil mientras ella corría en dirección al can, al cual propinó, copiando a Daigo, un puñetazo justo debajo del hocico. RE: Arde - Tsukiyama Daigo - 13/01/2021 Actuando con rapidez, la kunoichi creó un clon que se apresuró a socorrer a un civil, alejándolo de la escena mientras ella fue directa a enfrentarse a la bestia, que simplemente no la vio venir. Luego de recibir un puñetazo bajo el hocico, el perro se detuvo repentinamente antes de lanzarle un zarpazo a ras del suelo con su enorme pata, que fácilmente cubría la mitad del cuerpo de la chica. — ¡Detrás de ti! —Le gritó Daigo justo entonces. Mientras el perro al que había atacado momentos atrás se recuperaba, el boxeador formuló un sello para crear un espectro verdoso de chakra que inmediatamente salió disparado para propinarle un puñetazo al perro que Eri había ignorado momentos atrás, pero este consiguió saltar por encima suyo con facilidad para intentar caerle encima y aplastar a la Uzumaki. «Mierda. Mis clones tampoco consiguen moverse bien». RE: Arde - Uzumaki Eri - 13/01/2021 El clon logró su cometido: poner al civil a salvo, por lo que Eri deshizo a su clon justo después de propinarle al perro el puñetazo. Éste, aunque pareció retroceder, arremetió contra ella para atizarle un zarpazo que Eri esquivó saltando hacia atrás mientras sacaba, de la palma de su mano, su Gin. «Esto se está complicando...» — ¡Detrás de ti! —¡Ah! —chilló mientras se daba la vuelta. Vio como Daigo, quien había alarmado a la joven Uzumaki; hacía un sello para crear algo parecido a un clon verdoso dispuesto a darle un puñetazo al perro que ella había obviado para intentar zafarse del otro. Pero logró esquivarlo en el último momento justo para saltar e intentar aplastar a Eri. «¡No!» Eri colocó su Naginata justo debajo del perro, intentando que, aunque la llegase a aplastar, él se llevase el mayor daño perforándole con la hoja del arma. RE: Arde - Tsukiyama Daigo - 16/01/2021 La bestia, que en medio del aire no tenía manera de evitar que la gravedad hiciera su trabajo, empezó a patalear en el aire asustada en un intento por evitar que ser atravesada por el arma de la kunoichi. — ¡Eri-san, muévete o te va a...! ¡PLOF! El animal cayó encima de Eri, aplastándola a la vez que la bañaba en la sangre que ahora brotaba de la enorme herida que le había hecho. — Aplastar... —El chico tardó unos instantes en entender lo que acababa de ver—. No me jodas. Daigo negó con la cabeza antes de salir corriendo para socorrer a la Uzujin, empezando a empujar con todas sus fuerzas al perro desde un costado en un vano esfuerzo por quitárselo de encima para evitar que se quede completamente sin aire, olvidándose completamente de las otras dos bestias que los amenazaban. Pero ellas no se olvidaron de él ni por un instante, pues el Gebijuu que tenía justo enfrente lo intentó morder, obligando al kusajin a tener que apartarse del camino y ponerse en guardia para evitar un zarpazo del tercer perro que vino desde su espalda. RE: Arde - Uzumaki Eri - 17/01/2021 — ¡Eri-san, muévete o te va a...! ¡PLOF! El gebijū cayó sobre Eri, comenzándose a desangrar por la hendidura del daño que ésta le había hecho con su arma. Notó como todo el aire la abandonaba por momentos y no podía coger más, viendo que su plan había fallado y podía costarle algo más que cansancio. «No puedo... respirar...» A pesar de que su compañero improvisado kusajin había ido a socorrerla, fue en vano. E, incluso, ambas bestias que estaban ahí fuera atacaron contra Daigo, quien se vio obligado a defenderse. «Dai...go...» No podía pensar bien, no podía hablar, le faltaba el aire poco a poco, por ello y presa del pánico que le producía pensar que podría morir asfixiada allí mismo, utilizó toda su fuerza en usar su naginata como palanca para salir de allí, apartando a la bestia a un lado lo suficiente como para tomar aire y poder salir por sus propios medios. —Da...igo... —pronunció una vez tomase algo de aliento—. Entreten...los... Una vez le hubiera quitado del medio, arrancaría su naginata del perro y procedería a atacarle de nuevo con ella para rematar la faena, o, al menos, intentarlo. RE: Arde - Tsukiyama Daigo - 22/01/2021 «Mierda». Por más que lo intentase, el chico simplemente no conseguía encontrar la oportunidad de contraatacar para socorrer a la Uzujin. «¡Mierda! ¡No puedo hacer nada!» Daigo intentó sortear a los animales para llegar hasta la chica, que poco a poco conseguía el espacio suficiente para salir, pero rápidamente fue detenido por un zarpazo que lo mandó a volar varios metros, tumbándolo al suelo. Al caer, tuvo que realizar un sello para soplar hacia sus pies, impulsándolo lejos del segundo perro, que se intentó abalanzar encima suyo para morderlo. Siguiendo el movimiento, el chico puso una mano detrás suyo para ayudarse a levantarse con una voltereta, llevándose una sorpresa al ver que Eri también había conseguido levantarse. —Da...igo... entreten...los... Sonrió de oreja a oreja. — ¡Cuenta conmigo! Justo a tiempo para evitar que el animal se levantase para atacarla, Eri consiguió clavarle con fuerza su arma al perro, que murió instantáneamente a la vez Daigo impactaba con decenas de agujas eléctricas a otra de aquellas bestias. Mientras sus compañeros empezaban a deshacerse poco a poco en unas motas anaranjadas de chakra, el tercer gebijuu no le dio un solo segundo de respirar al peliverde, que tuvo que saltar a un lado para evitar ser aplastado. RE: Arde - Uzumaki Eri - 24/01/2021 Sacó su arma del cuerpo muerto del gebijū, el cual comenzaba a deshacerse lentamente convirtiéndose en pequeños puntos de chakra de similar color al suyo cuando, de pronto, notó como la última de aquellas bestias arremetía contra su inesperado compañero kusajin. Tomó una bocanada de aire procurando recuperar la funcionalidad de sus pulmones a la par que canalizaba chakra en su mano libre, formando poco a poco un chisporroteante brillo que sonaba como si mil pájaros se arremolinasen en su palma y le hicieran cosquillas con sus picos. «Acabemos con esto.» Comenzó a correr, dispuesta a clavar aquel chidori contra el gebijū que acababa de caer sobre la zona donde antes estaba Daigo. —¡Vamooooooooooooooooos! RE: Arde - Tsukiyama Daigo - 31/01/2021 En un instante, la kunoichi corrió con velocidad hasta el animal, antes de clavarle su mano electrificada en un costado con tantísima fuerza y velocidad que ni siquiera el peliverde, que estaba justo enfrente, pudo verlo venir. La bestia escupió una gran cantidad de sangre antes de soltar su último alarido de dolor y... levantar la pata, mostrando sus largas y afiladas garras y... Mil pájaros empezaron a cantar. — ¡VAMOOOOOOOOOOOOOS! —Gritó el peliverde a la vez que estampaba su mano justo de la de Eri, juntando sus fuerzas y provocando que el animal reculase unos pasos antes de caer derrotado. Él también empezó a desaperecer. — ¿Esos eran todos? —Preguntó el joven, intentando recuperar el aliento—. ¿Estás bien? De la misma forma que él, varias personas alrededor también parecían preguntarse lo mismo, pero todavía no se atrevían a acercarse. RE: Arde - Uzumaki Eri - 2/02/2021 En conjunto, el kusajin y la uzujin lograron acabar con todos los gebijū de La Capital. Eri suspiró sonoramente aunque no deshizo sus rayos. — ¿Esos eran todos? Tenía miedo de que la respuesta a esa pregunta fuera negativa. Miró a Daigo y sujetó con fuerza su naginata. —Eso espero, si no, habrá que mantenerse alerta... —dijo Eri, mirando fijamente al chico. —¿Estás bien? —Sí, un poco cansada, nada más. —Obvió el hecho de que casi se muere ahogada por una de aquellas bestias—. ¿Y tú? ¿Sabes de dónde han podido salir? Deberíamos revisar el perímetro para comprobar que los ciudadanos están a salvo. RE: Arde - Tsukiyama Daigo - 9/02/2021 Todavía intentando recuperar el aliento, el joven sonrió y levantó el pulgar. — Sí, estoy bien. —Respondió—. Los tres aparecieron de la nada. Se materializaron con una explosión y ya estaban atacando a los civiles antes de que me recuperase. Echó un vistazo a su alrededor a su alrededor, comprobando que debido a la rápida reacción de ambos ninja nadie pareció resultar demasiado herido. — ¿Nos separamos para cubrir más espacio? Si Eri estaba de acuerdo, el chico se iría en dirección contraria a ella para comprobar si habían más de aquellas bestias o civiles heridos por la zona. RE: Arde - Uzumaki Eri - 9/02/2021 Daigo afirmó estar bien y no saber nada sobre cómo aparecieron las bestias. Ella asintió, pese a no estar en buenos acuerdos con Kusagakure y sus gentes, no tenía porqué desconfiar de Daigo en un asunto tan importante como la aparición de tres Gebijū. — ¿Nos separamos para cubrir más espacio? —Me parece buena idea. Reunámonos aquí cuando terminemos —pero antes de continuar, se llevó una mano a la cabeza. ¿Y si encontraban más?—. Espera, creo que es buena idea que usemos un sello para comunicarnos, ¿te parecería bien? —sugirió. No parecía muy contenta de compartir algo así con un kusajin, pero necesitaba comprobar que La Capital estaba a salvo. RE: Arde - Tsukiyama Daigo - 10/02/2021 — ¡Sí! —Respondió el chico, que se giró para marcharse. Pero justo antes de que se fuera, Eri lo detuvo para ofrecerle compartir un sello con el que comunicarse. Si había un consejo en el mundo que un ninja pudiese darle a otra persona definitivamente sería algo como "nunca aceptes sellos de desconocidos", pero aún así, sin dudarlo dos veces, Daigo confió en ella. — ¡De acuerdo! —Le dijo, ofreciéndole su brazo para que le implantase el sello. RE: Arde - Uzumaki Eri - 13/02/2021 Eri parpadeó, perpleja ante la afirmación del chico. ¿De acuerdo? ¿Y ya estaría? Ni siquiera le ha explicado qué era aquel sello y ya había dado su visto bueno. «¿Será algo relacionado con los kusajines?» aquello rondó su cabeza, pero no dijo nada, por respeto. —¿Aquí? —señaló su brazo, donde colocó el Sello de la Hermandad Intrépida. No le llevó mucho, pero si la debilitó lo suficiente como para verse obligada a retirar su Yoroi—. Bien, ahora si necesitas decirme algo, solo tienes que activar el sello y estaremos en contacto, ¿vale? Es sencillo. Y si Daigo no tenía más preguntas, Eri se iría por el lado contrario a él para reconocer la zona. RE: Arde - Tsukiyama Daigo - 22/02/2021 — Bien. —Respondió Daigo—. ¡Pues te informaré si encuentro cualquier cosa! Así, ambos ninja se separaron para cubrir más terreno, cada uno por un lado distinto. En su camino, la kunoichi no pareció encontrar nada más allá de alguna persona si ya era seguro salir. Algunos incluso se habían atrevido a acercarse a los perros, que todavía estaban deshaciéndose en el suelo, inertes. Si Eri continuaba con su camino, no tardaría en encontrar a la misma mujer con la que había hablado minutos atrás tirada boca arriba, inconsciente. Probablemente solo se había desmayado, pues no parecía demasiado herida. RE: Arde - Uzumaki Eri - 27/02/2021 Eri asintió y echó a correr para reconocer la zona. Al principio no pareció ver algo raro, es más; contestó a las preguntas de las personas indicando que podían salir pues el peligro parecía haber pasado, pero que no se confiasen por si acaso había más, que ella iba a peinar la zona por si acaso. Eso sí, indicó que no se acercasen mucho a los canes, sobre todo a aquellas personas más curiosas que ya comenzaban a acercarse. «La gente no entiende de peligro...» Pronto, encontró a una mujer que reconoció inmediatamente, tirada boca arriba en el suelo e inconsciente. Se acercó rápidamente y comprobó su pulso: estaba bien. Revisó su cuerpo por heridas, pero no parecía haber sido atacada. Suspiró. Intentó cogerla y apartarla a un sitio más cómodo hasta que pudiera recuperarse. Una vez apartadas, la volvió a tumbar e informó a Daigo: —Hay una mujer desmayada que he encontrado por mi camino, voy a esperar a ver si se recompone y la preguntaré por si ha pasado algo. |