Demasiado arroz... - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: Inicio (https://ninjaworld.es/foro-inicio) +--- Foro: Tramas antiguas (https://ninjaworld.es/foro-tramas-antiguas) +--- Tema: Demasiado arroz... (/tema-demasiado-arroz) |
RE: Demasiado arroz... - Blame - 28/06/2015 Los orbes celestes del rubio se fijaron drásticamente en los del peliblanco. Su indignación era mas que obvia, pese a ello... no iba a hacer mas que acrecentar. Irónicamente, el chico venía ahora a hacerse el héroe. Se antepuso al chico, sacó un metal afilado, y con el mero brillo del sol hizo un reflejo hacia los ojos de ambos gigantes. De manera brusca, la mujer tropezó y cayó al suelo cual bomba en Hiroshima. Tras de ella, el hombre cayo de igual manera. El rubio miró de mala manera al joven de Uzu, y le empujó sin pensarlo dos veces. — ¿¡Tu estas tonto o qué te pasa!? — Le vociferó al oído casi. — Son civiles! No debes usar tus trucos de ninja para hacerles daño! Ya podías haberte quedado en tu taburete! — Sin reparo, el chico miró a los grandullones. La mujer se quejaba en el suelo, sujetándose la rodilla como si se la hubiese partido. Quizás no había sido mas que el golpe, una cosa involuntaria... pero el peliblanco se había pasado tres pueblos. Diantres, no quería pensar mal el rubio, pero sinceramente el de Uzu estaba resultando una molestia. Zukamane se llevó la mano a la sien, y dejó caer un suspiro de resignación. De nuevo miró al peliblanco, y las palabras realmente sobraban. ¿Se disculparía al menos? — Chico, te has pasado un montón. Lo tenía todo bajo control, y tu vas y la lías de ésta manera... que quede en tu consciencia, yo no voy a perder tiempo aquí.... allá tu y tus acciones... — Dejó claro que él tenía algo que hacer. Por su parte, no iba a quedarse ahí. Sobraba en todos los sentidos de la palabra... ¿Cumpliría al menos el peliblanco con su obligación de defender a los civiles? Fuere como fuere, el chico comenzó a alejarse, esta vez caminando, y sacudiendo la cabeza de un lado a otro. Resignado a intentar ayudar a ese pedazo de cafre que se las hacía dar de shinobi. RE: Demasiado arroz... - Hanamura Kazuma - 28/06/2015 Luego de la aparatosa caída, el joven de Kusa parecía de todo menos agradecido. Eso quedo confirmado cuando se acerco a Kazuma dándole un empujón seguido de un sermón, al parecer se lamentaba por la fortuna de los gigantes. —Bueno mira ¿Cómo decirlo? —Todo esto es tanto tu culpa como tu responsabilidad —dijo el pelo blanco, con todo el cinismo del cual era capaz. Habiendo dicho eso comenzó a responderle y a justificarse con el rubio. —Primero que nada, el que empezó con los de los trucos ninjas fuiste tú y peor aún lo hiciste en la vivienda de dos civiles, todo por motivos menores. —Segundo, el que les iba a hacer daño eras tú, ¿no te detuviste a pensar que siendo personas de semejantes dimensiones, el correr podría causarles un daño a largo plazo en sus piernas? Hera preferible detenerlos, además lo que los hizo caer no fue mis destello, fue la tonta carrera que tenias con ellos. —Tercero, me parece que en realidad no tenías nada bajo control. Eso más que todo porque dentro de tu país y jurisdicción, permitiste que una tontería terminara en esto. Además que le has permitido a un shinobi extranjero hacer lo que quiera. —Y cuarto y sobre todo lo demás, todo esto pudo evitarse, pero tienes demasiadas dudas y malas decisiones. Bueno, son cosas que suelen pasar, aunque parecías mayor que yo. Pensé que podrías controlarte tú y la situación, supongo que me equivoque. Mientras decía aquello el chico de Kusa se iba alejando en dirección contraria, pero no se iría sin escuchar las últimas palabras del joven de Uzu. —Bueno, de todos modos ya estuve mucho por aquí. Debo decir que ha sido interesante y todo, pero no me esperaba que Kusa entrenara genins tan poco competentes —lo dijo mas para sí mismo que para alguien más, aunque lo exclamo con tono de voz bastante alta—. Lo más increíble, es que ni siquiera tiene el honor suficiente para disculparse adecuadamente. RE: Demasiado arroz... - Blame - 28/06/2015 El rubio había cumplido con toda expectativa su cometido. Al menos eso pensó. Tenía en mente irse, dejar que ese chico se hiciera responsable de aquello que había liado, y ele.... todos tan contentos a casita. Pero no. De un momento a otro, el peliblanco no quedó conforme. Él tenia que poner la puntillita sobre la madera, tenía que colmar el vaso con la última maldita gota de agua... El individuo recriminó al Yotsuki que todo había sido su culpa y responsabilidad, así, sin preámbulos. Pero lejos de callarse, lo que hizo fue enumerar los supuestos fallos que había tenido el de Kusa. Continuó diciendo que el primero en usar trucos de ninja había sido él, y en la casa de dos civiles. Así mismo, comentó que el primero en dañarlos había sido él, pues hacerlos correr quizás podía ocasionarle daños en las articulaciones. Zukamane se paró ipso facto, giró y buscó con sus ojos color cielo al peliblanco. Alzaba una ceja, incrédulo ante la sarta de gilipolleces que estaba soltando ese chico. "¿Pero qué coño dice? ¿De verdad habla en serio?" El Yotsuki tenía pensado contestar a esas palabras necias, pese a que lo que debía era poner oídos sordos. El chico terminó de enumerar esas dantescas idioteces, y por esos segundos, el de Kusa se llevó la diestra a la cabeza. Con el dedo indice comenzó a gesticular un torbellino, apuntándose a la sien. Claramente le estaba indicando a su "compañero" que estaba majareta. — Chico, el calor te ha afectado a la cabeza... debería ir a ver un médico. — Creía que todo quedaría en eso. Pero de nuevo se equivocó. El peliblanco se las tenía bien guardadas, era un liante de gran calaña. Con toda la cara del mundo, fue a insultar o meterse con una aldea entera. No tuvo demasiada suerte con ello, pues si de algo padecía el Yotsuki era de benevolencia con aquellos que se metían con sus hermanos. De ninguna manera, ahora era cuando sí que la había liado gorda. "Dios... las has liado parda, chaval..." Zukamane mostró lo que parecía ser una sonrisa. De hecho, hasta se le escapó una ligera risa con ésta. La vena que recorría su sien se hinchó hasta límites insospechados, y su mano bajó hasta la posición mas baja. Entre tanto, sus orbes no dejaban de enfocar su objetivo. La poca distancia que por suerte o desgracia los separaba, sería mas que escasa para darle ocasión al chico a huir. Rápido y ágil cual pantera, el rubio se deslizó a gran velocidad directo hacia su oponente. Sin preámbulos, sin previo aviso, sin opción a negociar. Rudo y basto como un bocadillo de gambas, el chico pasaría justo por el lado del peliblanco a toda velocidad, alzando a su vez el brazo diestro, el cuál arremetería de manera dantesca en su pecho. Entre tanto, la electricidad se había hecho hueco en su guante, propinando al golpe un suculento hinchazón de fuerza. — Y un carajo! Por ahí si que no pienso pasar! — Vociferaría tras su golpe. Entre tanto, la pareja miraba al par de chicos, asustados. La situación se les estaba yendo de las manos. RE: Demasiado arroz... - Hanamura Kazuma - 29/06/2015 Kazuma había terminado con su monologo acusatorio y con todo lo que tuviese que hacer por esos lares. Sin embargo para el chico de Kusa aun restaba algo por hacer. De manera imprevista y utilizando alguna clase de técnica, este se lanzo hacia el Ishimura a toda velocidad. Tal fue su acercamiento que el Ishimura ni siquiera tuvo tiempo de cubrirse o contraatacar. Cuando lo que parecía ser la embestida de un búfalo le alcanzo el cuello, el genin de Uzu trato de resistir y agarro el hombro de su oponente, sin embargo no llegaría a hacer más, ya que inmediatamente, una ráfaga de energía recorrió su cuerpo y lo electrocuto parcialmente. «Joder» —fue lo único que alcanzo a pensar, mientras que su visión se volvía monocolor a medida que recorría los tres metros que el impacto lo arrojo hacia atrás. Luego de aquello el peliblanco se levanto con mucha dificultad. En aquel momento le hubiera gustado darle un buen insulto al ojos azules, pero cuando trato de hablar, noto un fuerte sabor a sangre en su boca, eso junto al hecho de que ahora su cuello se encontraba bastante lastimado. «No está mal» —pensó mientras alzaba el rostro y sonreía levemente. Apenas pudo tomo su espada y mientras aun estaba envainada la clavo en el suelo justo a su lado derecho como si no la fuera a necesitar, junto con este acto procedió a hacerle una seña burlona a su contrincante, como a manera de preguntar si aquello era todo lo que tenia. Y realmente esperaba que aquello fuera lo mejor, ya que si tenia mas, pues no duraría mucho. Después de todo no le habían dado un golpe semejante desde que conoció Kureji Shiori. RE: Demasiado arroz... - Blame - 1/07/2015 Tras una rápida y brusca carrera, el brazo del Yotsuki impactó a toda velocidad contra el cuello del paliblanco. Éste no había sido su objetivo inicial, pero por A o por B, el golpe erró contra un objetivo bastante mas vulnerable. En un principio el chico hasta se asustó, su oponente rodó varios metros incluso. El golpe no había sido flojo, y la zona había sido potencialmente peligrosa, pensó incluso en lo peor. Pero no, el chico se alzó dolorido, no parecía del todo muerto. "Tsk! No veas que golpetazo le he pegado.... me he pasado tela, ¿no?" Sin duda el golpe había sido gordo, pero el tío se levantó e intentó decir algo. Solo lo hizo hasta darse cuenta de que tenía sangre en los labios, así como quizás hasta dormida parte de la cara... no era de dudar. Sin embargo, el chico clavó la espada en el suelo, e hizo un gesto singular para que el Yotsuki atacase de nuevo. El chico arqueó una ceja mientras lo miraba. Realmente presentaba claros signos de estupidez, pero no imaginó que llegase a tanto... — Tsk! — Masculló mientras se llevaba la mano a la cabeza. Tras alzar la mano, aprovechó para peinar levemente hacia detrás sus cabellos dorados, así como para soltar un resoplido. Además de todo ésto, se calmó un poco. No quería sobrepasarse tampoco con un pobre diablo sin habilidades. Pese a que era también un shinobi, su capacidad de reacción era casi de chiste. Casi tan grave como la capacidad de guiarse por el terreno por parte de Zukamane. El rubio terminó de colocar su salvaje pelambrera hacia detrás, y tras ello dejó caer el brazo a su posición natural. Aún ni se había molestado en tomar una guardia, cosa habitual en él. Si su padre estuviese allí, ya le habría sacudido al grito de "Pues pilla!". — ¿De verdad quieres seguir? ¿Acaso no ves que has cometido un error? ¿Por qué diablos te cuesta tanto pedir perdón? Has errado, errar es de humanos... pide perdón y mantén tu consciencia limpia. No cuesta tanto. — Intentó convencer a su antagonista con algo de mentalidad. — Además, no tienes opción de salir bien en una situación como ésta. Has venido a un país, agredido a su gente... y atacado verbalmente a un shinobi capaz de defenderse. ¿Crees que saldrías de rositas si ahora mismo un chunin o jounin viniese por aquí? — Lejos de recurrir a terminar de partirle el cuello, el rubio intentó que el chico ese recapacitase un poco... no esperaba demasiado, pero joder.... un poco. Vaya disparate en lo que se había terminado por convertir uno tranquilo almuerzo... RE: Demasiado arroz... - Hanamura Kazuma - 2/07/2015 El Ishimura se encontraba de pie escuchando al chico de Kusa, por suerte ya estaba lo suficientemente recuperado como para oír con claridad, sin embargo mientras su oponente hablaba y el sol caía a sus espaldas, las palabras que cruzaban el aire parecían confundir y molestar al joven de Uzushio. En cuanto su oponente termino de hablar, Kazuma se enderezo y con un poco de esfuerzo escupió una masa de sangre considerable, sin nada que interfiriera con su voz, procedió a hablar con un tono frio y duro. —Oh no,no, no chico de Kusa. —El mundo fuera de tu aldea no funciona así… ¿Crees que puedes atacar y luego con la mayor cobardía del mundo tratar de evitar el conflicto por que estas inseguro de cómo proseguir? —Si un verdadero ninja de Kusa pasara por aquí, creo que con toda seguridad te ejecutaría por estar dando tan lamentables y escasos ejemplos de valor y determinación, mientras representas a su nación. —No sé a qué se debe tanta cobardía… Creo que es una cuestión básica del honor, el terminar lo que comienzas. —Pero si tanta es la inseguridad que os carcome… Bien podrías marcharte… Si, creo que eso sería lo más adecuado para ti. —Lo más adecuado para un intento de Shinobi. Expreso todo aquello mientras estiraba su cuello —sonando una a una su vertebras—, y mientras que mantenía una mirada que había pasado de estar medio ausente, a estar completamente fija en su oponente que se encontraba enmarcado por la luz del crepúsculo. Aunque estaban separados por unos tres metros, la tensión del momento era casi palpable, como si la espada que se encontraba a la derecha del ojos grises estuviera marcando el fin del camino. Como si las intenciones de agredir se hubieran impregnado por los alrededores. El recuerdo de aquel día en el callejón invadió la conciencia del peliblanco —la sangre, los golpes, la adrenalina—, y sus ojos se volvieron acero, inclementes y determinados a luchar. RE: Demasiado arroz... - Blame - 3/07/2015 Relajado pese a la escasa distancia que separaba a ambos, el de Kusa intentó convencer al peliblanco que esa situación no le iba a llevar a buen puerto. Sus argumentos volaron hacia unos oídos taponados, o hacia un simple necio. Lejos de reflexionar, de cambiar de parecer, o al menos pensar un instante qué hacer, el chico optó por proseguir con su estúpida actitud infantil. Cual niño que niega al padre el error que ha cometido, habiendo sido observado, el shinobi de Uzu continuaba con sus ilógicos argumentos de inocencia. Ya no solo le echaba la culpa al Yotsuki, si no que pasó a simplemente burlarse de él. El rubio dejó caer un suspiro. Aún no daba crédito a lo que sus oídos le comunicaban. De nuevo se llevó la mano hacia la cabeza, hizo gesto para peinarse, echándose los pelos hacia detrás, tras lo cuál volvió a soltar otro resoplido. Su paciencia tenía un límite, y éste chico estaba siendo capaz de romper la comúnmente relajada actitud del Yotsuki. Literalmente le había destrozado con un solo golpe... ¿Acaso solo estaba provocandole para crear un conflicto entre aldeas? Fuere como fuere, sería el quien se la cargase, pues lo mínimo que debes hacer al entrar a otro país es mostrar respeto hacia sus defensores. — Chico, chico, chico... ¿Por qué? ¿Por qué deseas tanto tener la nariz rota? ¿Está de moda? — Amenazó tajante. Sin mas preámbulos, el rubio salió de nuevo a la carrera. La escasa carrera. Se deslizó por el suelo a toda velocidad, recortando las distancias con el de Uzu. Su brazo se iluminó, una larga cadena de rayos se mostró presente en éste, pareciendo que iba a ejecutar exactamente el mismo movimiento que antes. Sus ojos, se clavaron en todo movimiento por parte de su rival. Ya no había marcha atrás. Sin embargo, su movimiento no era el mismo. Al recortar distancias, lo único que buscaba era que su enemigo esperase el mismo golpe físico, cosa que no haría. Sin previo aviso, y con una distancia difícil de digerir, el chico antepondría su diestra entre él y su rival, y desde ésta una descarga eléctrica impactaría contra el peliblanco. Una tormenta eléctrica en miniatura surgió como una vorágine contra el de Uzu, buscando tostar su ya bronceado cuerpo. Lejos de quedar en una simple descarga, aprovecharía el recorte de distancias para lanzarse con una patada lateral. Su propósito era tumbarlo de una sola vez, o quizás con la patada. Fuere como fuere, su objetivo era derribarlo. — Se está rifando una paliza, y tu has comprado todas las putas papeletas.... que suertudo! — RE: Demasiado arroz... - Hanamura Kazuma - 4/07/2015 Luego de las palabras del nativo de Uzushio, el joven de ojos azules parecía haber perdido aun más los estribos. Algo bastante peligroso en un ninja, ya que en todo momento debía mantener la cabeza fría para poder pensar adecuadamente, sin embargo, poco pareció importarle cuando inicio un nuevo desplazamiento para atacar. «Ahí vamos» —Pensó Kazuma, al ver como su oponente comenzaba a moverse. Pero aquel movimiento no llegaría a mucho, pues era exactamente la clase de acción que el ojos grises esperaba que tomara su oponente. Ya que en su último ataque sorpresa también había utilizado una palabras y gestos previos bastantes similares, quizás ese fuese su “modus operandi” o tal vez solo fuese una manía. Como fuese el peliblanco no caería dos veces en el mismo ataque instantáneo. Justo cuando tomaba velocidad e iba a mitad de camino, el joven de Kusa se vería interrumpido por una explosión que detonaría justamente por encima de su hombro —explosión que fue simultanea a un sello del carnero—. Justamente el lugar en el cual Kazuma había puesto su mano cuando fue impactado por el primer golpe. Semejante explosión no permitiría a nadie continuar con un embate, y aunque era ideal para esquivar y alejarse, aquel no era el plan que se había trazado el piel morena. Pues aprovecharía la corta distancia que los separaba para atacar. «Esta vez no tienes a donde correr» —Pensó el Ishimura, tomando en cuenta lo angosto del camino de tierra en el que se encontraban. Aprovechando el shock que se abría llevado su oponente, utilizaría toda su fuerza y destreza para desenvainar su katana. Con aquello hecho solo le quedaría enfilarla contra su oponente, para darle una fuerte estocada, sin embargo lo haría con la habilidad protectora de su espada, ya que su intención era darle una lección a su oponente no matarlo. Pero esto no lo sabría el chico de Kusa, pues a pesar de que no sería perforado o cortado, de igual forma sentiría el daño de la espada como si tales cosas le estuviesen pasando. Aquello se asemejaría a una puñalada al cuerpo, pero sin sangre. RE: Demasiado arroz... - Blame - 4/07/2015 La distancia era ínfima, escasa, casi inexistente... pero el chico quiso sorprender al peliblanco con un movimiento de acercamiento, tal y como había hecho en un principio. Con mala suerte, no se había dado cuenta de que en el hombro llevaba un regalito. Cuando había recortado la mitad de las distancias, de esos 3 miseros metros, y se disponía a alzar la mano para electrocutar a su rival, éste realizó un simple sello. De pronto, todo se iluminó. Un intenso dolor recorrió el hombro, y parte del rostro y brazo del chico. Una explosión le había sacudido, haciéndolo hasta caer hacia un lado. — Ahhh! Dios! Hostia puta! — El rubio no hizo mas que quejarse, dolorido. Pese a su quejido y lamento, no tardó en buscar con sus orbes a su oponente. Éste también había sido afectado por su propia técnica. No cabía duda, estaba como una puta cabra. El Yotsuki se llevó la mano zurda a su hombro derecho, las quemaduras de la explosión habían sido fuerte, mas no lo suficiente como para hacerle retirarse. Ésto no iba a quedar en un simple golpe... éste chico se había buscado un buen problema. Había ido a topar con el genin equivocado. Costandole un poco, Zukamane se levantó de nuevo, tan rápido como el cuerpo y el reciente impacto le permitieron. — Estás como una puta cabra! Como una puta cabra! — No dudó en acusar. Con la explosión, ambos se habían vuelto a separar una distancia de no mas de 3 metros. Distancia que de poco a poco recortaría el rubio. Entre tanto, de su diestra comenzaría a surgir una corriente eléctrica. Al dar apenas un par de pasos, el chico alzaría su diestra con ayuda de la zurda, agarrando la muñeca de ésta concretamente. Sin mas, una vorágine de rayos alcanzaría a su debilitado oponente. — COMO UNA PUTA CABRA! — Volvió a vociferar. Evidentemente, el Yotsuki se había enfadado bastante. Ese tipo de estratagemas que podían afectarse hasta a uno mismo no le gustaban... eran estrategias de gente que no se tenía aprecio ni a sí mismos. Carencias que no debería tener un shinobi, pues si no sientes aprecio por tu vida... ¿cómo vas a tener aprecio a la vida de otros? RE: Demasiado arroz... - Hanamura Kazuma - 4/07/2015 En la vida las cosas no suelen suceder como uno las espera, y una situación inesperada era justamente lo que le estaba ocurriendo al Ishimura. Su plan era darle una estocada a su oponente mientras caía hacia adelante, sin embargo, el posicionamiento del sello explosivo no había sido el optimo, pues el chico de Kusa se vio impulsado hacia un lateral por la fuerza de la explosión. Lo único que había conseguido el pelo blanco fue un montón de humo y quemadas superficiales. Como aquellas cosas inesperadas, su oponente se acerco mas rápido de lo previsto. Lo que provoco que la explosión alcanzara a ambos. El ojos grises se encontraba de pie y con espada en mano, esperando que su oponente reanudara el ataque, sin embargo lo único que obtuvo de momento fue algo que parecía un insulto o un viejo proverbio. Pero no se quedaría solo en eso, pues el ojos azules rodaría hacia atrás para mantener distancia y con un poco de esfuerzo se pondría de pie mientras seguía gritando. «Joder con el sello explosivo» —pensó mientras trataba de ignorar el dolor de las quemaduras y mantener los ojos en su rival. «¿Otra vez lo mismo? —pensaría el piel morena, mientras veía como su oponente iniciaba otro intento de ataque acelerado— Tenia curiosidad por sus técnicas, pero al parecer solo tiene ese truco de moverse bastante rápido» Anticipando que su oponente seguiría intentando lo mismo una y otra vez, Kazuma utilizo la fina y pulida superficie de su espada para reflejar la luz existente y mandarla a los ojos de su contrincante, para así poder segarle mientras estaba en movimiento. Aquella resultaría ser la mejor elección, pues un instante después de anular la vista de su contendiente, de las manos de este salió disparada una ráfaga de rayos que estuvo a punto de alcanzar su objetivo. «Espera… Eso fue ninjutsu, no cabe duda —pensó un poco impresionado—. ¿Pero en qué momento ha hecho los sellos de mano?» «Joder, si la cosas van a ser así tendré que ser más contundente» Tenía pocas posibilidades de moverse. No solo por que su oponente fuera mas rápido, si no que también el daño empezaba a acumularse, por lo que su cuerpo ya no le respondía con la misma eficacia de antes. Viéndose en aquella situación, decidió que lo mejor era optar por una táctica de defensa y contra ataque. Pero eso implicaba que en cuanto su contendiente recuperara la vista le encontraría estático. Aquello era bastante arriesgado, por lo que de no tener un plan, tendría que pensar el alguno que fuera efectivo para su estrategia. RE: Demasiado arroz... - Blame - 10/07/2015 El rubio mantuvo su brazo firme durante un rato, quizás mas de lo debido. Las tiras de la manga de su camiseta caían a despojo, mientras que unos cuantos finos hilos de color carmesí iban surcando sus prendas hacia abajo. Alguna que otra gota escapaba directamente al suelo, aunque tampoco demasiadas. Hasta su oreja presentaba quemaduras, y un intenso pitido aún le molestaba. Pese a ello, sus ojos se clavaban en su presa. El chico no lo tendría fácil... el rubio había entrenado mucho, y se podía defender en largas y cortas distancias. Pese a la poca distancia, el rubio había errado su chispazo a causa de un destello que le cegó. Ese chico parecía tan solo tener ese truco... la próxima vez se aseguraría de tener una estrategia optima para evitar ese truco tan sencillo. De momento, tan solo le quedaba buscar un hueco en las defensas de su oponente. Éste había resultado herido también por la explosión, por lo cual deducía el Yotsuki que o bien era un sádico, o bien un novicio de cuidado. Visto lo visto, iba mas bien tirando por lo segundo, pues no se jactó de sus lesiones o de las causadas al rubio. Con parsimonia, Zukamane bajó el brazo, dejando la presa hecha con su zurda. Mostró una leve sonrisa, y su mirada se volvió aún mas dantesca y agresiva. Tomó aire, y lo echó lentamente, disfrutando el instante de batalla. — ¿Qué pasa, no te enseñaron tus papis a usar bien tus técnicas? — Se burló de su antagonista. Lejos de dejarle el primer paso, el Yotsuki mandó su zurda hacia el portaobjetos, tomando de éste un par de shurikens. Sin preámbulos o tonterías, el genin lanzó los metales directos hacia el peliblanco. El primero se dirigió hacia el torso, sin miramientos. El que seguía al primer metal, buscaba herir en su costado derecho, iba descaradamente mas hacia su derecha. Evidentemente, buscaba herir en caso de que éste esquivase en esa dirección. La cosa no quedaría solo en eso. El chico dirigiría la zurda hacia detrás tras el lanzamiento, y tomaría carrera hacia su oponente. Esos míseros dos pasos que los separaban, metro y medio, quizás dos. La distancia se la fumaría en un instante, instante en el que sacaría una de sus kodachi. Sin miramiento alguno, buscaría herir con ésta a su oponente en el costado, haciendo una pasada rápida y eficiente. Obviamente, este movimiento iría justo después del lanzamiento, buscando con todo propósito pillar a su oponente evitando los metales, o en movimiento. "Hoy es el día en que te vas a dar cuenta que no puedes ir de chulo por la vida... siempre habrá alguien que te puede cerrar la boca de un golpe." Su pensamiento era claro y conciso. No pensaba ni por asomo en herir de gravedad a su oponente, pero sí que le haría escarmentar. Eso estaba mas claro que el agua. RE: Demasiado arroz... - Hanamura Kazuma - 11/07/2015 El combate seguía con su errático fluir, aunque a pesar de todo, las cosas parecían estarse decantando para el lado del de joven Kusagakure. Luego de lo que pareció ser una mofa o similar que no fue contestada, el chico de ojos azules inicio una combinación de ataque. Al parecer su plan era lanzar unos shurikens como cebo, y a continuación atacar antes que su oponente tuviera oportunidad de reaccionar. Sin embargo sus planes se verían parcialmente truncados, debido a que en cuanto los shurikens alcanzaron su objetivo este se desvaneció en nube de humo. Era algo natural después de todo se trataba de un clon. Pero aunque posiblemente esta táctica tomara a su oponente por sorpresa, bien lo pondría alerta a un posible ataque en sus puntos ciegos. «Joder, supongo que un simple clon no podría comprarme mucho tiempo» —Pensó el joven de ojos grises, que se encontraba escondido en la hierba alta a un lado del camino. El Ishimura tenía que aprovechar la oportunidad que se le había presentado. Su oponente estaba en una buena posición para atacarle pero aun así se encontraba alerta ante cualquier movimiento en sus alrededores. «En parte es un problema, no soy tan rápido como para ir y hacer un ataque sorpresa que sea efectivo. Lo más probable es que si corro hacia él, me tire otro relámpago» «Espera… Si me está esperando, puede que esa resulte ser una ventaja, aunque sea una muy pequeña» Aprovechando la brecha de tiempo, Kazuma creó un clon que mando corriendo hasta su oponente. Desde el punto de vista del mismo, quizás pareciera que se había arrojado al todo o nada, mas sin embargo seria solo una distracción. Todo para que el genin de Uzushio tuviera la oportunidad de contra atacar. En cuanto el rubio fijara su atención en el clon, Kazuma aprovecharía la oportunidad para arrojarle dos shurikens. Sin embargo ya había aprendido de mala manera que su oponente era más rápido, por lo que un lanzamiento normal no funcionaria. Según su entrenamiento, lo ideal sería hacer que ambos lanzamientos fuesen curvos, de manera que ambas estrellas de acero se acercaran por los flancos, dificultándole a su oponente, tanto predecir su trayectoria como esquivarlas, mas aun a los escasos tres metros que los separarían a ambos. Era un plan con muchos riesgos de fallas, pero era lo único que podía hacer por el momento. RE: Demasiado arroz... - Blame - 14/07/2015 El rubio se centraba en atormentar a su oponente en un combate sin descanso. Pensaba sin parar en darle un escarmiento, en callar esa maldita boca que no paraba de decir estupideces. Casi soñaba con el momento de la victoria, pateándole el costillar y con la boca llena de satisfacción pudiendo decirle lo mucho que disfrutaba. Diablos, realmente se le estaba yendo un poco la cabeza. ¿El costillar? Mejor patearle la boca a ese maldito... Su mirada se recuperó rápidamente tras el destello, y puso entonces su estrategia en juego. Buscaba herirlo desde la distancia, o al menos provocarle un movimiento bien forzado, desde el cuál herirlo cuerpo a cuerpo con su kodachi. Fue a comenzar la carrera, tras haber lanzado los metales, pero a penas habiendo dado un paso observó atónito como su oponente se desvanecía sin mas. "¿UN CLON? ¿CUANDO... ?" Rápidamente se detuvo, y miró a diestro y siniestro hacia sus flancos. De un matojo de vegetales altos a comienzos del camino, el chico comenzó lo que parecía un disparatado ataque. El Yotsuki alzó su guardia en esa dirección casi al instante, esperando su ataque. Sin embargo, se sorprendió de nuevo cuando por los lados de ese chico volaron dos metales claramente cantosos. El chico no desprendía sonido alguno, ni tan siquiera corriendo... lo que hizo destacar el corte en el viento por parte de los shurikens. Sin pensarlo siquiera dos veces, el Yotsuki se lanzó de espaldas hacia el suelo. Con éste movimiento consiguió evadir los metales, que pasarían apurados sobre él. Sin embargo, quedaba a expensas del ataque del chico. Rápido y velos, buscó con su mirada al chico, y alzó sus manos en una posición de defensa en el suelo. Estaba preparado para combatir. Sin esperar al ataque, el chico asestaría una patada al chico cuando se acercase lo suficiente. Evidentemente, lo que se temía se hizo realidad. El agresor desapareció tal y como había hecho el primero. De nuevo le habían tomado el pelo con un clon. Sin perder un segundo, el chico se pondría en pie. Enfocando al lugar de procedencia del ataque. — ¿No crees que ya eres lo suficientemente mayorcito como para jugar al escondite? — Se burló el rubio. "Ya veo que clase de genin eres... no sé ni cómo te han dejado tomar esa bandana... " Sin preámbulos, Zukamane alzó de nuevo su guardia. No podía distraerse ante un idiota que sabe usar explosivos y trucos varios. No era el típico rival que daba la cara... RE: Demasiado arroz... - Hanamura Kazuma - 15/07/2015 El joven de Kusagakure se mostraba reacio a ceder terreno en aquella pelea. Prueba de eso era el hecho de que difícilmente retrocedía, o quizás fuera su naturaleza el luchar de frente y pegar los fuerte posible hasta que su oponente callera inconsciente. Quizás solo fuera así desde la perspectiva del peliblanco, puesto que sus estilos de combate y acercamiento eran completamente opuestos. El joven rubio había caído en el truco de los clones, sin embargo el ataque principal había fallado su cuerpo por poco. Pero el tiempo que gasto evitando el ataque le dio a Kazuma una oportunidad de posicionarse, por lo que salió de los montos donde se encontraba oculto para ir en dirección al camino de tierra. Anteriormente su oponente le había grita alguna burla o similar, y aunque bien le hubiera gustado contestarle con su habitual cinismo, la inflamación que tenía en su garganta le impedía hablar, mucho menos alzar la voz. «Cielos, parece que ahora la cosas se van a poner más tediosas» —pensó mientras veía como su oponente tomaba una posición defensiva. «Me pregunto si aún le quedan más trucos. Aunque es posible que no sea así, después de todo su estilo es mas como él de un luchador de cuadrilátero, de frente y sin muchos trucos, confiando en su fuerza y reflejos» «Por otro lado, soy más del estilo callejero. Poco importa el medio mientras puedas mantenerte en la batalla, más aun si la estas disfrutando. Aunque si las cosas siguen así, puede que esto se ponga feo, debo aprovechar la poca luz que resta» Pensando en aquello, el Ishimura corrió hasta encontrarse unos metros en frente de su oponente. Luego empezó a caminar hacia él, todo aquello mientras terminaba una secuencia de manos. «Su velocidad y reflejos son buenos. Mas parece que su respuesta a los trucos y provocaciones no es buena» —dedujo el ojos grises. Tan solo fueron tres simples sellos —carnero, serpiente y tigre—. Sin embargo desde los laterales del genin de Uzushio se manifestaron nueve clones que. Copias que aparentemente tenía el objetivo de correr hacia su oponente para rodearlo mientras se mantenía corriendo en círculo. Todo mientras el real se mezclaba con los falso, dando la sensación de que había diez shinobis de piel morena. «Puede que el engaño no dure mucho, pero bastara para avasallarlo al menos por unos instantes» RE: Demasiado arroz... - Blame - 20/07/2015 En el combate, el rubio no se disponía a ceder ante ese chapuzas de genin... si es que de verdad se trataba de un shinobi, pues empezaba a dudar. De no ser porque ya le había sorprendido con simples bunshins, aún no lo habría tomado por su rango siquiera. Al menos sabía defenderse, o correr, o lo que fuese que estaba haciendo... Cuando el bunshin estalló, el chico pareció ver la oportunidad perfecta para salir de su escondrijo. Caminó hacia el Yotsuki, entre tanto éste se levantó y volvió a tomar su guardia. En escasos segundos, el rubio se enfrentaba a una muchedumbre absurda. El peliblanco volvió a usar esa técnica de clonación que tanto repiten en la escuela, forzando una situación un tanto dantesca. El rubio se limitó a observar, manteniendo bien firme su guardia. En un momento dado, observó como la pareja se escabullía hacia el interior de la casa, evitando las cercanías con el par de gamberros. Por gamberros se entendía a éstos genins que la estaba armando de lo lindo. El peliblanco y sus clones se entremezclaron, y entre numerosos zigzag, comenzaron a correr alrededor del rubio. Comenzaron a acechar al Yotsuki como si de tiburones a su presa en el océano, dando vueltas a éste, avisando del inminente peligro. Zukamane sin embargo no mostró ápice de miedo, ni de risa, ni de nada. Permanecía impasible, manteniendo la guardia y calmando su respiración en lentas bocanadas de aire. "Bueno Zuka... por una vez en tu vida, céntrate. Éste chico solo está usando trucos baratos, trucos para atacar cuando tu guardia está baja. Tienes que adelantarte un par de movimientos, pues él está esperando una reacción agresiva y casi sin meditar. Seguramente esperas que ataques a alguno, y de entre la muchedumbre él atacarte por la espalda o el flanco. Él es así. Pues ahora deberías hacerle probar su propia medicina..." El rubio dejó de ejercer presión en sus puños, liberando ambas manos. Sus guantes mostraron las palmas de las manos, no literalmente. El chico quedó en una guardia como la previa, pero con las manos abiertas hacia sus enemigos. Inspiró tan fuerte que casi se hizo audible, y tras escasos segundos dejó escapar el aire de manera relajada y extensa. Sus ojos no dejaban de buscar entre peliblanco y peliblanco, mientras que sus oídos no dejaban escapar un solo sonido. Sin venir a cuento, cerró un ojo. "Ya sabes quién es... ya tienes la estrategia... ahora, ataca!!" Sin preámbulos, el Yotsuki se lanzó directo hacia uno de los chicos. La victima en sí estaba algo mas adelante del auténtico, el cual había localizado gracias a varios factores. Era el único que hacía ruido al pisar el terreno, el único que movía las pocas hierbas... cosas que cualquier genin llega a aprender sobre esa técnica tan sencilla. Se lanzó directo mientras contemplaba que el chico le fuese a atacar o algún similar. Mas antes de legar a golpear al clon, el rubio cambiaría drásticamente su trayectoria, dirigiéndose hacia el peliblanco en una confrontación directa. Su puño, concretamente su antebrazo, se dirigiría de nuevo hacia el pecho del individuo como escasos minutos antes. El lariat iba directo a su pecho, sin miramiento alguno. Lo iba a tumbar, costase lo que le costase. Con un poco de suerte, y esa finta posiblemente inesperada, tenía en mente golpear al peliblanco contundentemente. Además, tenía un as bajo la manga para sus trucos. Pocas cosas le podían fallar, tan solo esperaba saborear el intenso aroma de la victoria. Fuere como fuere, su acometida no quedaría quieta, pasaría en la carrera unos metros a su oponente, por si las moscas. Una vez se separase, elevaría de nuevo la guardia. |