[+18] Tu capa, mis drogas - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: Uzushiogakure (https://ninjaworld.es/foro-uzushiogakure) +--- Foro: Calles de la Aldea (https://ninjaworld.es/foro-calles-de-la-aldea) +--- Tema: [+18] Tu capa, mis drogas (/tema-18-tu-capa-mis-drogas) |
RE: Tu capa, mis drogas - Koko - 17/10/2017 Hideo prefirió hacer oído sordo de la última respuesta del Uchiha, era para mejor ya que iba a centrarse en el castigo de Koko. Por su parte, Noemi no iba a ir en contra del deseo de su hermano de querer solucionar todos los problemas con aquel que se había encargado de eliminar a Zoku, aunque también Akame había tenido algo que ver en el asunto, es decir, le había ayudado. En otras palabras, le estaba agradecida hasta cierto punto, pero sin exageraciones. Ante las palabras del chico, la rubia simplemente sonrió de medio lado, guardó silencio por un momento y luego llevó su mano al nudo presente en la otra manga del kimono. Lo deshizo y se arremangó hasta dejar a la vista aquel muñón. —Gajes del oficio le dicen, pero una vez pierdes algo así jamás vuelves a ser el mismo —respondió enseñándole la extremidad dañada—. ¿Qué tan potente es la explosión de tus clones? ¿Cómo una bomba de rango C? —preguntó al fin la ex-kunoichi. También le podría mostrar la pierna, para dejarle en claro que jugar con explosiones podía dejar a alguien igual que ella o incluso peor. Pero eso sería mostrar demasiado incluso para alguien que tendía a mostrar su cuerpo con orgullo —aunque con ropa ajustada y no desnudos—. RE: Tu capa, mis drogas - Uchiha Datsue - 17/10/2017 Noemi achacó aquello a gajes del oficio y, ni corta ni perezosa, le enseñó su muñón, que daba buena prueba de ello. Jamás había sabido cómo se había hecho aquello —imaginaba que en una misión que había salido mal—, y ahora que lo empezaba a pensar… ¿Habría sido acaso por un sello explosivo? ¿Por eso Koko se angustiaba tanto con las explosiones? No supo cómo reaccionar. ¿Qué se solía decir en aquellos casos?: eh, siento lo de tu amputación. Le sangraban los oídos nada más de pensarlo, y eso que no lo había dicho en voz alta. Por suerte, fue ella la encargada de romper el silencio, preguntando si la explosión de sus clones era similar a un sello explosivo de clase C. —Hmm… Depende —respondió, tras meditarlo unos segundos—. Depende de cuánto chakra emplee. Los sellos de clase C tienen un radio de efecto de un metro y medio, y los de B de tres metros. —O eso, al menos, ponía en la descripción de la caja donde venían empaquetados—. Hice pruebas con los míos y rondan el metro o dos metros de radio. Pero diría que los míos son menos dañinos aún de lo que parecen —aclaró—. Un sello explosivo hace una explosión muy concentrada en un punto, ¿no? —explicó—. Porque tiene una gran cantidad de pólvora muy concentrada en un simple papel. Los míos, en cambio, tienen pólvora por todo su cuerpo, pero de forma menos condensada. Así que diría que la explosión es menos… cómo decirlo, concentrada en un punto. —Sí, estaba repitiendo palabras como un loro, pero en aquel momento no supo expresarse mejor—. O lo que es lo mismo, es menos probable que reviente los dedos de nadie. —El Uchiha se imaginaba que había preguntado por eso. Tampoco sabía a ciencia cierta si lo que estaba diciendo era verdad, pero al menos en su cabeza, tenía su lógica. RE: Tu capa, mis drogas - Koko - 17/10/2017 Así que por aquellos motivos Datsue pensaba que las explosiones de sus clones serían menos dañinas que cualquier otra, a pesar de que estemos hablando de justamente, explosiones. Incluso un petardo sencillo podría provocar daños importantes si da de lleno, o si explota en la mano de una persona. No tanto como para amputarle los dedos pero definitivamente se tiraría un par de días en recuperación por músculos quemados y demás. —De todas formas tendrías que tener cuidado, las explosiones son cosa seria, incluso más que una técnica de Katon o Raiton —le dijo intentando no sonar borde. Mientras le decía eso estiró una vez más la manga que le cubría el muñón y comenzó a luchar por anudarla una vez más. —Aunque no estoy en posición de culparte ni nada, después de todo lo que yo manejo son espadas y cosas filosas que con un mal movimiento podrían rebanarle el cuello a alguien —comentó soltando una leve risilla. Fue entonces que se cansó de su lucha y extendió el brazo cortado, apuntándole al Uchiha. —¿Me ayudas? —preguntó, apenada y evitando el contacto visual. RE: Tu capa, mis drogas - Uchiha Datsue - 17/10/2017 Por lo que oyó de Noemi, el tema de las explosiones era un tema que preocupaba a ambas hermanas. Datsue empezaba a sospechar que había sido así como había quedado sin medio brazo y pierna, así que prefirió no comentar nada más al respecto, no fuese a romper la pequeña paz que habían forjado. «¿Será demasiado temprano para pedir las medicinas?» Probablemente lo era. Apenas acababan de reconciliarse, por así decirlo. Venir ya con peticiones resultaría… sospechoso. «¿Y a dónde demonios ha ido Koko con su hermano?» Seguidamente, Noemi quiso quitarle hierro al asunto de las bombas, asegurando que su punto fuerte eran las katanas. Y todo el mundo sabía los peligros que ello conllevaba. Un movimiento mal medido y… adiós pescuezo. —¿Me ayudas? —¿Eh? Oh, claro. —Datsue se levantó como un resorte para ir a sentarse en la cama, con los pies en el suelo y el torso girado hacia ella, y con manos diestras y hábiles realizó un simple nudo con toda la delicadeza que fue capaz, como si tuviese miedo de que el muñón le doliese al tocarlo. Realmente, pese a que se había llevado fatal con ella, le apenaba verla en una situación así. Siempre dependiendo de alguien, incapaz de hacer por ella misma algo tan simple como un nudo. Debía de ser horrible—. ¿Qué pasó? —preguntó, antes de que le diese tiempo a contener su lengua. Sus ojos pasaron de ella al muñón, y de nuevo a sus orbes verdes. RE: Tu capa, mis drogas - Koko - 17/10/2017 Rápidamente Datsue se sentó a su lado y la ayudó con su pequeño dilema, haciendo un nudo no muy ajustado. —Gracias —respondió sacudiendo levemente el brazo para comprobar que el nudo se quedaba. Justo para el instante en que el Uchiha preguntó sobre lo ocurrido, los otros dos habían regresado. Hideo con expresión severa, mientras que Koko tenía el rostro completamente enrojecido, señal de que había llorado y sin mediar palabra con nadie, se acercó hasta la cama, levantó las sábanas y se metió allí abajo buscando ubicarse a un lado de Noemi mientras sollozaba tan bajo como le era posible. —Pasó que fuimos unos imbéciles —respondió el mayor ante la duda del único que no era rubio—. Junto a mis otros hermanos jounin llevamos a Noemi a una misión de rango A, pensando que les sería más difícil detectarla por la baja concentración de su chakra, pero tristemente la interceptaron en el país de la Tierra. En ese instante el hombretón hizo una pequeña pausa para tomar asiento donde antiguamente había estado Datsue. —El grupo del ninja renegado que buscábamos se la llevó, la torturaron y para cuando llegamos a ella ya le habían amputado ambas extremidades. En otras palabras, nosotros nos equivocamos y quien tuvo que pagar fue ella. Muy justo, ¿no te parece? —concluyó, con un sarcasmo que se sentía así fueses un completo idiota. —Eso, no pude hacer nada —agregó la antigua kunoichi. Y Koko solo sollozaba bajo las sábanas. RE: Tu capa, mis drogas - Uchiha Datsue - 17/10/2017 De pronto, como una bola de nieve que va cayendo montaña abajo, las cosas se fueron poniendo cada vez más… incómodas. Hideo había aparecido justo a tiempo para ser él mismo quien respondiese a su pregunta, mientras Koko, con los característicos ojos enrojecidos por el llanto, se metía bajo las sábanas, ocultándose de todo el mundo. El Uchiha se sintió desubicado, como si no debiese estar allí. No al menos en aquel momento tan… íntimo. Pero ahora que había preguntado tan solo podía acabar de oír la historia. Al parecer, los hermanos de Noemi la habían metido en una misión de rango A. «¡En una jodida misión de rango A! La virgen…» Vale, él había realizado, supuestamente, una misión de rango S. Pero había ido como refuerzo, como asistencia. Noemi en cambio… Bueno, tampoco se lo habían aclarado. La exkunoichi terminó el relato diciendo que no había podido hacer nada. Simplemente la habían secuestrado, torturado y rebanado dos extremidades. Así sin más. —Qué hijos de puta. —No creyó que nada más que pudiese decir resumiese mejor lo que estaba pensando—. Eran renegados de… ¿nuestra propia aldea? —preguntó a Hideo, intrigado—. ¿Los cazasteis a todos? RE: Tu capa, mis drogas - Koko - 17/10/2017 —Los mutilamos, por eso no te preocupes —dijo restándole importancia. Lo peor probablemente sea que hable de mutilar personas con suma naturalidad, pero entre Sakamotos es más que habitual aquello, después de todo habían desarrollado un estilo de combate basado en el uso de infinidad de espadas… —Como sea, ya es tarde y tengo que volver —dijo dándose una palmada en la pierna antes de levantarse. Le importaba bien poco al hombretón tener que dejar a sus hermanas con otro chico. Total, hasta el momento se habían llevado fatal, ¿qué era lo peor que podía pasar? —Nos vemos mañana —saludó dispuesto a retirarse, pero frenó en seco como si hubiese recordado algo—. Procuren no pelearse, no por estupideces al menos, ¿está bien? Y sin esperar respuesta, el jounin se retiró. —Entonces… —soltó Noemi en un intento por romper el hielo—. ¿Qué hacemos? Koko solo supo responder empujando ligeramente a su hermana, aun debajo de las sábanas. No parecía dispuesta a salir dentro de poco. RE: Tu capa, mis drogas - Uchiha Datsue - 17/10/2017 —Los mutilamos, por eso no te preocupes. —Oh… —teniendo en cuenta que a Noemi también la habían mutilado, no le parecía lo más apropiado para decir. No, al menos, en frente de ella. Pero no pareció afectarle el comentario—. Que… bien. Estaba pensando en algo más que decir para que no se produjese uno de esos silencios incómodos cuando Hideo se levantó. «Oh, no…». A Hideo se le hacía tarde, al parecer, y se despidió de ellos. «No, tío, ¡no! Que en cualquier momento se monta aquí una batalla campal, joder. El alto al fuego está demasiado reciente… todavía no se ha asentado.» Entonces pensó que, aprovechando que él se iba, podía poner alguna excusa para marcharse también. ¿Qué tenía que… limpiar? Estaba a punto de decir aquella excusa tan mala cuando Noemi habló, preguntando que qué hacían. —Pues… —Dudó. ¿Realmente era buena idea marcharse? Allí estaban ellas, dos chicas ricas que podían comprarle un montón de armamento en la tienda de su socio. Por no hablar de cierto medicamento que había pedido a Koko. Definitivamente, había decidido que no sería buena idea pedírselo de nuevo tan pronto. Esta vez, sería cauto. Es más, esperaría a que fuese ella misma quien sacase el tema. Si veía que pasaban muchos días, empezaría a tirar de indirectas—. Podríamos ir a… ¿A dónde? Llovía a cántaros, y había tenido más que suficiente con llevarla a cuestas en una ocasión. Koko, por su parte, seguía llorando en silencio. Podría invitarla a su casa, claro… pero con el desorden que había… No, definitivamente no era buena idea. Entonces, ¿dónde? Un rayo cayó justo en ese momento, de suerte que se le encendió la bombilla en el mismo instante. —Ya sé… ¿A dónde te gustaría ir, si pudieses teletransportarte a cualquier sitio? —preguntó—. Dime el que más te apetezca. No importa lo lejos que se encuentre, pero tiene que ser un lugar que yo haya visitado o no podré llevarte. »A Koko también podría llevarla —añadió. No quería hacerle el feo de excluirla, pero tal y como estaba…—, pero no al mismo tiempo. Tendríais que turnaros. RE: Tu capa, mis drogas - Koko - 17/10/2017 Ahora que Hideo no estaba, el silencio reinó, ninguno sabía lo que hacer para evitar aquello y si vamos al caso, había una persona allí presente que no tenía muchas ganas de pensar en cómo hacer nada. Estaba demasiado cómoda asfixiándose debajo de las sábanas. —Preferiría no salir, menos así que parezco preparada para irme de fiesta —dijo Noemi estirando un poco la tela del kimono, justo por la zona del pecho. Koko por su parte dio un par de empujones a su hermana, que en lugar de hacer lo que pretendía comenzó a acariciarla por encima de las sábanas como si fuera un animalillo y… Otro empujón, y algo se alzó debajo de las sábanas, como si intentase señalar algo en particular. —¿Qué? —Preguntó sin entender, no se le ocurrió mirar en la dirección donde la pecosa señalaba, simplemente la miraba desconcertada. —La ensalada, mensa —dijo con tono tembloroso. Y así fue como la Sakamoto comprendió, tanto que se le cambió la cara por una más alegre. —¡Cierto! —afirmó alegre mientras se acercaba al borde de la cama e intentaba ponerse de pie, haciendo equilibrio sobre su única pierna. Iba a irse hasta la cocina a saltos si era necesario. RE: Tu capa, mis drogas - Uchiha Datsue - 17/10/2017 —Preferiría no salir, menos así que parezco preparada para irme de fiesta. —Oh, pero el truco está en que en realidad no saldríamos de aquí —explicó—. No con nuestro cuerpo, al menos. Solo con la mente. —Quizá no entendiese lo que estaba tratando de sugerirle, pero otro Uchiha como él lo hubiese cazado al vuelo. Sin embargo, justo en ese momento Koko pareció querer decir algo, solo que tuvo un modo muy particular de hacerlo: a golpecillos bajo la sábana. El Uchiha creyó que era un código secreto que tenían ellas dos, como el braille, hasta que Noemi se cansó de tanto empujón y le preguntó directamente, dejando entrever que tenía la misma idea que Datsue sobre lo que podría querer su hermana. «Oh, cómo no me lo he imaginado…» La razón de tanta urgencia se resumía en... comida. Entonces se sucedieron varias cosas en su mente. Primero, vio que Noemi trataba de levantarse, y que lo más probable fuese que necesitase ayuda para llegar hasta la cocina. Luego, comprendió que Koko seguiría escondida bajo las sábanas, y que no pensaba levantarse a ayudar. Era, por tanto, la hora de sacar al caballero que llevaba dentro. «Todo sea por una buena causa» se animó, mientras se levantaba. —Espera, que te echo una mano —le dijo, para luego pasar el brazo bueno de ella sobre sus hombros. RE: Tu capa, mis drogas - Koko - 17/10/2017 No iba a entenderle de ninguna manera así se lo explicase con manzanas y naranjas. Era imposible para ella que no entendía nada de genjutsus y cosas similares, mucho menos del sharingan. Solo sabía que su padre quería que su kunoichi perfecta lo tuviese si no conseguían el rinnegan y poco más. ¿Es demasiada información para aquella rubia? La exkunoichi había intentado ponerse de pie, pero en consecuencia perdió el equilibrio, iba a caerse pero justo en ese preciso instante Datsue se puso de pie. Siendo lo único de lo que pudo aferrarse lo hizo tan fuerte como pudo, lo que en consecuencia provocó que el pobre kimono se le… Saliera. De paso cayó de espaldas sobre el colchón y Koko lo sintió claramente desde debajo de las sábanas, mas no se movió. Noemi por su parte, se puso roja como un tomate y se dio la vuelta, para dejar de mostrar tanta… Carne. Tenía sus límites aunque no lo pareciera pero lamentablemente, para ese momento el Uchiha ya debería de haberle visto hasta el alma. O bueno, tampoco tanto. —No digas nada —le dijo completamente avergonzada mientras intentaba acomodarse la ropa lo mejor posible. ¿Quién le había enseñado a usar kimonos sin ropa interior…? Oh… Toda su familia, incluyendo sus hermanas. RE: Tu capa, mis drogas - Uchiha Datsue - 17/10/2017 El destino. La simple casualidad. La suerte que le sonreía… Datsue no sabía qué era, pero una serie de acontecimientos se fueron sucediendo unos a otros, a cada vez más asombrosos, dando como resultado... Bueno, el Uchiha no tenía palabras para expresarlo. Simplemente, había hecho bien en temer entrar a aquella habitación con una Sakamoto. Fuese a lariatts o provocándole infartos, aquellas dos parecían querer acabar con su vida. En aquel caso, Noemi era la responsable. Datsue se llevó una mano rauda y veloz hacia la nariz para frenar la hemorragia nasal que amenazaba con salirle disparada. Y es que Noemi había tenido la mala suerte —o buena, según qué ojos se mirasen— de tropezar y caer sobre la cama, de modo que su cuerpo fue por un lado y el kimono por otro. La guinda final fue descubrir, con gran sorpresa, que no llevaba sujetador. ¿Realmente no lo llevaba? Datsue tuvo que fijarse bien, solo por... asegurarse. No, parecía que no lo llevaba... Pero por si acaso hizo un segundo escrutinio con la mirada, por si las moscas, no fuese a ser que hubiese sido un simple efecto óptico. Habían tenido demasiados malentendidos como para dejarse ahora llevar por la primera impresión. No, no, había aprendido de sus errores. Pero sí, parecía bastante seguro que no lo llevaba… —No digas nada —dijo ella, tras revolverse y conseguir darle la espalda. —C-claro —dijo él, tan rojo como ella, mientras se llevaba una mano a los ojos y daba media vuelta. ¿Censuraba su vista un poco tarde? Probablemente. Pero la intención era lo que contaba…—¿E-estás? —preguntó, tras un rato. Había sido un milagro que Koko ni se hubiese enterado. RE: Tu capa, mis drogas - Koko - 17/10/2017 Lo que menos se hubiese imaginado la Sakamoto era que terminaría por mostrarse una vez más, semi-desnuda ante aquel chico, pero la suerte así lo quiso y lamentablemente ahora tendría que lidiar con ello, para bien o para mal. Luego de removerse sobre el colchón, la rubia logró acomodarse el kimono… A medias, porque el obi se le cayó de tanto revolcarse. No dijo nada, pero sí gruñó ligeramente para luego darle un par de toques donde debería de estar la cabeza de su hermana quien, con un par de movimientos dio a entender que era consciente de que la estaban solicitando. —Se me cayó el obi —le dijo en un murmullo tratando de ser lo más clara posible. La pecosa murmuró alguna que otra cosa, se removió debajo de las sábanas y finalmente, luego de protestar un buen rato, salió, aún con el rostro enrojecido y empapado en lágrimas para solo anudarle el obi a la Sakamoto. Con todo listo, se volvió a su lugar bajo las sábanas. —Ya, ahora sí —dijo algo molesta, pero no con el Uchiha. Aunque esta vez prefería mantenerse sentada y esperar a por algo de ayuda. No sea cosa que el próximo accidente la haga terminar de una peor manera. RE: Tu capa, mis drogas - Uchiha Datsue - 17/10/2017 Datsue esperó, de espaldas, mientras Koko terminaba de… poner las cosas en su sitio. Y nunca mejor dicho. El Uchiha intercambiaba el peso del cuerpo de una pierna a otra, nervioso, sin parar de mover los dedos con la otra mano, como si se los crujiese, pero sin llegar a provocar ese característico sonido al hacerlo. —Ya, ahora sí. —B-bien. —Notó que tenía la boca seca, y se pasó la lengua por los labios—. Ehmm… —Noemi permanecía sentada, esta vez sin intentar levantarse. ¿Cómo debía auparla? «¡Actúa con normalidad, hombre! Que solo ha sido un accidente joder…»—. Allá vamos. Pasó una mano bajo su rodilla y otra por su espalda para cogerla en brazos, y se irguió. Fue una sensación extraña, eso de tener que agarrarla por solo una pierna —ya que la otra le faltaba a partir, precisamente, de la rodilla. O eso pudo apreciar Datsue—, pero prefirió no pensar más en ello. —¿Soy yo que he ganado en fuerza o has adelgazado? —bromeó, tratando de romper el hielo tras lo que había pasado. En seguida se dio cuenta que no había sido muy buena idea. Ciertas personas no les hacía ninguna gracia que bromeasen sobre su peso—. Bueno, aquí estamos. Datsue dejó que se apoyase en su pierna buena al llegar a la mesa, donde ambas chicas habían estado batiendo frutas y… embadurnándose con crema de paso. Supuso que era allí donde quería ir. RE: Tu capa, mis drogas - Koko - 18/10/2017 La rubia iba a levantarse ni bien el Uchiha se diera la vuelta, pero este optó por cargarla a modo de princesa, cosa que no le desagradaba. Sencillamente se dejó hacer, tratando de mantener los músculos relajados para no serle un peso muerto y… —¿Soy yo que he ganado en fuerza o has adelgazado? —preguntó el shinobi, parecía una especie de broma de muy mal gusto. La expresión de la Sakamoto se tornó fría, le miró fijamente y alzó el brazo cortado, dejándole en claro que más que adelgazar, había perdido un par de trozos importantes de su cuerpo. En otras palabras, si era mucho más ligera que antes era porque ya no tenía media pierna y tampoco parte de un brazo. Koko también había logrado escuchar desde la habitación, y en consecuencia su rostro también cambió por el de alguien dispuesto a saltarle a la yugular al primero que se le cruce pero seguía debajo de las sábanas. Milagrosamente dejó de sollozar. Datsue y Noemi ya habían llegado a la cocina y al fin la chica iba a poder pararse una vez más. Se ayudó con la mesada en lugar del chico, así que probablemente sería mejor que diera indicaciones de lo que hacer, o podría haberle dicho todo a él en lugar de estorbar de más. —En el mueble de ahí atrás —Noemi hizo una pequeña pausa para señalar un mueble que se encontraba a un paso de la ubicación del Uchiha—. Hay unos tazones, tráelos —indicó antes de buscar la forma de apoyarse contra la mesada de modo que pudiera liberar su brazo bueno. |