(B) La tumba de Umikiba Kaido - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: País del Agua (https://ninjaworld.es/foro-pais-del-agua) +--- Foro: Montañas del Agua (https://ninjaworld.es/foro-montanas-del-agua) +--- Tema: (B) La tumba de Umikiba Kaido (/tema-b-la-tumba-de-umikiba-kaido) |
RE: (B) La tumba de Umikiba Kaido - Amekoro Yui - 27/09/2018 —¡Un segundo! —le retuvo, dándose un golpecillo en la sien con la yema de un dedo. Rebuscó entre el cajón con la mano libre y sacó otro pergamino—. Un resumen de lo que sabemos ha hecho Dragón Rojo en los últimos años. Te vendrá bien leerlo. Con todo dicho, se despidieron hasta el día siguiente. • • • Cuando Umikiba Kaido abrió el pergamino de Shaneji, esto fue lo que halló: RE: (B) La tumba de Umikiba Kaido - Umikiba Kaido - 28/09/2018 El gyojin no pudo evitar sonreír a sobremanera, mientras trazaba los párrafos del pergamino con la precisión de un investigador. Qué pequeño tenía que ser el mundo, o cuán juguetón quería ser el destino, para que el primer Cabeza de Dragón fuera nada más y nada menos que un jodido miembro del clan Hōzuki. ¡Un puto Hōzuki, coño! No sabía si tomarlo como una buena o mala noticia. Por un lado, su relación con los miembros de su clan —con su par de salvedades en Amegakure—. venía siendo bastante caótica, y por sobre todo sangrienta. Pero esa constante no tendría por qué extenderse a un hipotético encuentro con Shaneji, ¿cierto? Bien hacía énfasis el documento que el tipo era un lunático supremacista. La estirpe, sea lo que significara ese adjetivo para él, era muy importante. ¿Podría ser capaz Kaido de explotar esa coincidencia y usarla a su favor para así ganarse el beneplácito y la confianza de su objetivo? No iba a saberlo hasta que no diese con él, su pariente; y probase suerte. Volvió a releerlo una vez más. Y otra. Cerrando los ojos allá cuando debía imaginar una vez más la apariencia de aquel hombre, y enfatizando su memoria para con los detalles de mayor relevancia. Rasgos más característicos tanto físicos como psicológicos. Habilidades destacadas. Tenía que aprendérselo de memoria. «Entonces, nuestro primer cordero es un jodido miembro de tu clan. Un sanguinario de los cojones y fanático de la raza pura, lo que sea que signifique esa mierda. Bien, tenemos algo con lo qué trabajar» Finalmente, tendió el pergamino de Shaneji en la esquina superior izquierda del enorme mesón y, a paso decidido, tomó un pergamino nuevo. Era el de Kyūtsuki. RE: (B) La tumba de Umikiba Kaido - Amekoro Yui - 28/09/2018 RE: (B) La tumba de Umikiba Kaido - Umikiba Kaido - 28/09/2018 Lo que Kaido encontró en el pergamino de Kyūtsuki fue, técnicamente, lo mismo que no abrirlo. Una mierda embalsamada. Es decir, nada. Nada. Tan sólo relataba una pequeña fábula de lo misteriosa que era ella. Probablemente se le podía relacionar con el ocultismo, o esoteridades de ese estilo. ¿Un vampiro, quizá, que sólo se le ve de noche? Quién sabe. En ōnindo había de todo. Si él era un jodido pescado con patas, esa mujer podía fácilmente ser un chupasangre. Lo que más pudo rescatar fue el pequeño detalle de sus trofeos que iba tomando de cada víctima. Porciones de piel de una proporción exacta en cada una de ellas. Parecía ser una manía, la cual habría que tener en cuenta para futuras investigaciones. Con Kyūtsuki no leyó más de un par de veces. Luego, tomó otro pergamino. —Veamos qué te hace tan interesante, muñeca. RE: (B) La tumba de Umikiba Kaido - Amekoro Yui - 28/09/2018 RE: (B) La tumba de Umikiba Kaido - Umikiba Kaido - 28/09/2018 Muñeca. Le llamaban así no porque fuera un bombón, sino porque literalmente se asemejaba a una pequeña y dulce muñeca. Y es que cuando se hablaba de una mafia tan peligrosa como Dragón Rojo, con miembros tan peligrosos como Katame y/o sanguinarios como Shaneji, era bastante difícil creer que alguien tan joven pudiera codearse en ese tipo de escenarios, y mucho menos convertirse en una de las ocho Cabezas de Dragón. Teniendo en cuenta que la única forma de convertirte en una era, o asesinando a quien ocupase uno de esos ocho nichos, o acabando con el que lo haya asesinado en primer lugar. Si se lo preguntáis a Kaido, te dirá que una cría de doce años lo va a tener bastante jodido. Pero ella, Muñeca, lo había conseguido. Extraordinario o no, estaba allí, en lo más alto de la organización. Y por alguna razón, el gyojin estaba convencido de que ella iba a ser uno de los objetivos que mayor problema le iba a dar durante el transcurso de su misión. Lo sentía. Lo intuía. Esa cabrona prematura le iba a dar bien por culo. Tiró el pergamino de muñeca, frustrado. Bebió un poco de café —si no fuera por esa taza, ya se hubiera quedado dormido sobre la mesa—. y meditó de forma introspectiva todo lo evaluado hasta ahora. Repasando aquí y allá algunos detalles de sus tres primeros análisis, y esperando no haberse dejado nada en el camino que pudiera suponerle un problema más adelante. De todas formas, ya tendría tiempo de darse un repaso a profundidad de todo. Lo mejor ahora era continuar. —Shaneji, Kyūtsuki y Muñeca ... algo me dice que sois el menor de mis problemas. Sigamos contigo, Otohime-chan. RE: (B) La tumba de Umikiba Kaido - Amekoro Yui - 28/09/2018 RE: (B) La tumba de Umikiba Kaido - Umikiba Kaido - 28/09/2018 Kaido tragó saliva. Y por un instante, su mente viajó a aquel barco. a Baratie. El olor a chamusca le inundaba la nariz mientras la sangre del dragón le bañaba los nudillos, que aplastaban a mansalva su cráneo. Inmediatamente después el cuerpo de Katame haciendo combustión espontánea a la par de que su tatuaje, ubicado en el cuello, se hubiera encendido mágicamente. Una voz gutural tomando forma y fondo, mientras las pocas llamas restantes eran extinguidas por su suiton. Cuando volvió a la realidad, lo hizo entendiendo las implicaciones de tener ese tatuaje. De aceptar el sello maldito. Y ahora sabía quién era la que estaba detrás de ello. Otohime. Una mujer que, aunque no contaba con aptitudes para el combate, le daba mucho más temor que cualquier otro excepcional luchador. Con un pasado crudo y una infancia mucho más cruel. Era una bastarda que salió de la nada para continuar en la nada por mucho tiempo, hasta que el destino —de forma muy similar a su propio caso—. le puso en frente a un Cabeza de Dragón. ¿Habría sido ella la que le vio a través de Katame? ¿Sería ella la encargada de dar la información a quien pusiera su nombre y precio en el mural de Hibakari? Otohime era peligrosa. Muy peligrosa. Y seguramente, iba a ser la primera en verle la cara de tú a tú. Después de todo, el Sello Maldito del Dragón Rojo era la jodida firma del contrato. —Eso nos lleva a... —al creador de la empresa. Al líder, según Hageshi. A la primera Cabeza de Dragón—. Ryū. RE: (B) La tumba de Umikiba Kaido - Amekoro Yui - 28/09/2018 RE: (B) La tumba de Umikiba Kaido - Umikiba Kaido - 28/09/2018 Hubo algo que le pasó desapercibido en el pergamino de Muñeca y que, al abrir el de Ryū, le saltó de inmediato. Ryūgū-jō parecía ser una locación que compartían como refugio. En ninguno de los informes individuales decía más sobre aquello, así que en teoría iba a ser tarea suya la de indagar si Ryūgū-jō estaba dentro de Hibakari o no. Esa era su primera asignación. Luego, se arrojó de lleno al contenido que relataba los inicios de ese hombre. Confirmando así sus sospechas de que fue uno de los primero cabeza de dragón junto a su esposa, a la que no tardó en asesinar en cuanto tuvo la oportunidad de acabar con las cadenas que le retenían, expandiendo así sus alas para traer la noche con su vuelo por sobre Mizu no Kuni durante los años siguientes. Un versado usuario del taijutsu, a su vez, del Raiton. Su puta debilidad. Aquello le acojonaba, ¿para qué mentir? Chasqueó la lengua y sacudió la cabeza, espabilándose. Leyó el pergamino de pie a cabeza una vez más, y otra, y otra. Y otra más, por si las dudas. Y creyó conveniente hacerlo con cada uno de los anteriores. Si quería convencer a Hageshi de que estaba listo, no podía aparentar estarlo. No iba a bastar. . . .
Sólo quedaba uno. Un informe. La recolección de todos los datos relevantes de la mafia en un solo papel. Era hora de conocer a profundidad quién era Dragón Rojo. Ésta vez, de verdad. RE: (B) La tumba de Umikiba Kaido - Amekoro Yui - 2/10/2018 RE: (B) La tumba de Umikiba Kaido - Umikiba Kaido - 4/10/2018 Insatisfecho. Así fue como se sintió el escualo al acabar de leer el último informe, que aún y a pesar de tener información bastante esclarecedora en su interior, le supo bastante a poco. Quizás había puesto demasiada expectativa en la inteligencia recabada por Hageshi, creyendo que lo iba a tener hecho y servido en bandeja de plata después de estudiar todo. Pero no. Ni de coña. Porque había demasiadas lagunas. Cientos de predicamentos. Incontables complicaciones. Era un campo minado de desconocimiento que representaban todos los misterios de Dragón Rojo, las cuales iba a tener que esquivar apropiadamente para poder llegar hasta la cima sin perecer en el intento. Ir desvelándolos uno a uno en un trayecto que, ahora, se le antojaba absurdamente largo. Muy largo. Ese preciso instante fue la única vez que dudó. De poder hacerlo. De creerse capaz en alcanzar esa cima, que no era otra sino Ryūgū-jō. Aunque la incertidumbre, sin embargo, le duró poco. O más bien nada. Una sonrisa pletórica le envolvió el rostro y se echó a recostar en el sillón. Miró, miró a todos lados como si fuera la última vez que iba a contemplar aquel tugurio que le servía de hogar. Meditó a profundidad las vicisitudes de su vida, los propósitos de su existencia, las experiencias vividas. Y por sobre todo, fantaseó sobre lo que estaba por venir. De la gran aventura en la que estaba a punto de arrojarse de cabeza. En las batallas que iba a librar, como cuando luchó contra Katame allá en Taikarune. Entonces había sido uno. Ahora eran siete. Y tendría que eliminarlos al mismo, jodido, tiempo. Por Amegakure no satou que lo iba a hacer. No. Más bien por Umikiba Kaido. . . .
... RE: (B) La tumba de Umikiba Kaido - Amekoro Yui - 5/10/2018 Varios cigarrillos consumidos llenaban el cenicero que había sobre la mesa. Una de las colillas todavía emitía un diminuto hilo de humo, y el frío de la mañana se dejaba ver en el vaho de las ventanas y en el cuero de las sillas, que casi dolía al tacto de lo gélido que se encontraba. Cuando Kaido entró en la estancia, Hagesi le indicó que se sentase con un movimiento de cabeza. Se llevó la mano a la boca, ocultando un breve bostezo, y tomó un sorbo de la taza humeante que tenía frente a sí. ----¿Y bien? ¿Has decidido cómo hacerlo? RE: (B) La tumba de Umikiba Kaido - Umikiba Kaido - 9/10/2018 Amanecido y con las ojeras dignas de un sonámbulo ataviándole el rostro, el gyojin se adentró en la estancia y tomó asiento, en silencio, cuando ella se lo inquirió. Después meditó la interrogante de Hageshi en su cabeza durante un par de segundos, con los ojos clavados en el pequeño hilo de humo que agonizaba de un cigarrillo a medio acabar. Kaido clavó los codos en sus rodillas y entrelazó los dedos de ambas manos y asintió, ligeramente. —Como dijiste ayer, hay dos bazas mucho más accesibles entre los cinco objetivos cuando se trata de dejarme pescar. En un principio creí estar seguro de empezar la misión en Inaka, y que el primer contacto fuera con Kyūtsuki, pero la información de su pergamino no es la más precisa que digamos. Teniendo en cuenta que el encuentro debe ser lo menos fortuito posible y que las circunstancias de mi destino después del exilio han de convencer, creo que mientras mayor información posea, mejor puedo manejar los desenlaces de cualfuera el primer encuentro con Dragón Rojo. Así que —se tronó un par de dedos durante aquella diminuta pausa, y tragó cuanta saliva pudo para continuar con su pequeño discurso—. empezaremos por la opción más obvia: Hōzuki Shaneji. Un miembro de mi clan, con tendencias típicas con las que estoy acostumbrado a lidiar. Tan volátil como un jodido orangután. Si lo que dice su descripción es verídico, no va a pensar en otra cosa sino en darme caza en cuanto me vea. Claro que tengo que poder vencerlo para que la misión no se joda y a partir de entonces, improvisar el camino que me lleve hasta Ryūgū-jō. »Hay una constante en varios de los informes, y es que no hay una forma establecida de cuál es el proceso para reclamar tu nicho como Cabeza de Dragón. Lo mío deberá ser algo similar. Shaneji va a tener que ser mi contacto, es él quien puede llevarme hasta la que, a mi parecer, debe ser mi siguiente objetivo. Otohime. Esa mujer es la que les hace firmar el contrato. Una vez tenga yo ese tatuaje, tendré la libertad que necesito para encontrar al resto sin que la sospecha cale indefinidamente sobre mis hombros. RE: (B) La tumba de Umikiba Kaido - Amekoro Yui - 9/10/2018 Hageshi asintió. No era un plan demasiado elaborado, pero eso, a su juicio, era un punto a favor. En una infiltración rara vez se cumplían los pasos que uno intentaba prever, y la improvisación era mucho más vital e importante en su experiencia. —Está bien —aceptó—. Nos comunicaremos una vez por día con el Gentoshin no Jutsu para que me informes de lo que va sucediendo. A las dos en punto de la madruagada —especificó—. Yo actuaré de receptor. Partirás esta misma noche. |