El rastro de la Konoha perdida - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: Base de datos del rol (https://ninjaworld.es/foro-base-de-datos-del-rol) +--- Foro: Historia, acontecimientos y ambientación (https://ninjaworld.es/foro-historia-acontecimientos-y-ambientacion) +---- Foro: Tramas pre-reset 2017 (https://ninjaworld.es/foro-tramas-pre-reset-2017) +---- Tema: El rastro de la Konoha perdida (/tema-el-rastro-de-la-konoha-perdida) |
RE: El rastro de la Konoha perdida - Eikyuu Juro - 3/09/2015 El animal recibió el impacto del caramelo sin ni si quiera inmutarse. Gruño otra vez ante la burla de Yota y examinó el proyectil durante unos segundos. Pero perdería rápidamente la importancia en el. En ese momento se erguiria sobre sus dos piernas, dispuesto a atacar. Yota parecio tomarse el encuentro con toda la calma del mundo. Sin embargo, Juro estaba tenso, muy tenso. Penso en advertir a su compañero, sabía de lo que podía ser capaz un oso, y no era bueno tenerlo ahí, herido y furioso, pero supuso que Yota no era idiota, lo sabría perfectamente. Se preguntó quien sería el responsable de aquella herida...Pero descartó el pensamiento, cuando el oso volvió a colocarse sobre sus cuatro patas, y avanzó. Sin pensarlo, agarró rápidamente su látigo y lo desenrollo. El oso avanzó corriendo hacia ambos, con una gran velocidad. Juro corrió hacia su lado izquierdo, seguro de que no lo podría evitar si se quedaba quieto. El oso sin embargo, siguio su carrera a por Yota, quizá por su posición amenazante, por el arma, o cualquier cosa. El oso se lanzó a por el. Antes de detener la carrera, su garra voló hacia el pecho, ignorando el kunai que llevaba, listo para desgarrador. No contento con eso, intentaría morder su hombro derecho. Mientras, el látigo de Juro volaría hacia su espalda, sin más remedio que el de defender a su compañero. El oso rugió de dolor, mientras retrocedió unos pasos, confuso, y se volvió hacia Juro. -¡Tenemos que acorralarlo! - exclamó, viendo que, o atacaban entre los dos, o era el fin para ambos. RE: El rastro de la Konoha perdida - Sasagani Yota - 12/09/2015 No era el momento de titubeos. Un solo parpadeo, una distracción y sería carnaza para la manada. Pero contaba con Juro y con el factor que nos brindaba la superioridad numérica. Logré enfurecer al oso con el caramelo. el animal lo observó y gruño tratando de acobardarnos. Pero no lo consiguió, al menos en mi caso. La verdadera amenaza ahora empezó a correr con sus cuatro patas hacia nosotros. Mi compañero no estaba dispuesto a comprobar hasta que punto y no tardó en hacer un movimiento evasivo, para desenfundar su látigo y sorprenderlo. Pero para mi tenía preparadas aquellas afiladas garras que no me inspiraban confianza alguna. Antes de que me alcanzase me lancé al suelo en la dirección opuesta a la que estaba mi compañero, de esta forma uno atacaría de cara y el otro de espaldas, momento en el que Juro aprovechó aquello estrategia improvisada y le dio un buen azoté con su látigo en toda la espalda, dejándole una marca considerable. Aquello hizo que la atención de aquel pequeño gigante peludo se dirigiese hacia Juro así que no lo dude y salté en dirección a su cuello con mi kunai empuñado y se lo clavé en el nacimiento del cuello. *¡Ya te tengo!* Hundí el filo de mi arma bajo su piel y una vez introducido una suave capa de chakra azulado hizo el resto, provocando un leve descarga de energía eléctrica buscando un dolor agudo y una oportunidad hacia el gennin para que le asestase el golpe de gracia -¡Vamos, acaba con él! El animal no opondría demasiada resistencia, había recibido demasiados daños como para ser más rápido que nosotros. RE: El rastro de la Konoha perdida - Eikyuu Juro - 12/09/2015 Contuvo un grito cuando vio como Yota saltaba al cuello del animal, con un arma que parecía estar recubierta de electricidad. La sangre comenzó a manar de la apuñalada, y la electricidad hizo que el animal empezar a revolverse, con estamos y gritos de puro dolor. Juro tenía que admitirlo, estaba asustado. Quizá por los gritos del animal, porque Yota le pedía que lo matase, porque alguien moriría hiciese lo que hiciese. Simplemente, el éstres empezaba a dominarle. Pero no iba abandonar a su compañero, en una posición tan comprometida. No supo controlar sus fuerzas, sólo quería que el oso dejara de atacarlos, y sobretodo, que dejara de agonizar. "Que pare, que pare, que pare...." Dio una palmada y orientó las palmas hacia ambos, sin pensar en las consecuencias. Una gran onda de viento golpeó y arrolló al oso.. El oso dejó de gritar. También dejó de moverse. - Quizá me pase... - murmuró, poniéndose al lado de su compañero - Quería asegurarme de que fuese el último... Intento sonreír, aunque fue una sonrisa triste. No se sentía especialmente orgulloso. Había sido el oso o ellos, pero aún así.... La anciana surgió de entre los arbustos, admirando el resultado. Juro recogió su látigo, en algún momento de dar la palmada lo había soltado. Lo enrolló mientras hablaba. - Veo que sois habilidosos... -ella tambien parecía sentir algo de tristeza - - Mirad, esto es lo que hacen los bandidos. Hieren a los animales y los vuelven locos. Este oso no tendria porque haber terminado así... Juro asintió, pausadamente. Tenía sentido, ese corte era grande. Seguramente el oso escapó tras ser herido y se topo con ellos. RE: El rastro de la Konoha perdida - Sasagani Yota - 12/09/2015 Afortunadamente me siguió. Aunque por alguna extraña razón se tomó más tiempo del que me hubiese gustado. Tiempo en el que debí de haberme descolgado de la chepa peluda de aquel animal. Mala decisión la de seguir colgado, pero... ¿Quién se hubiera imaginado lo que estaba por venir? Una palmada del gennin y todo se sucedió. De alguna forma liberó un fuerte vendaval hacía el oso y obviamente hacía mí el cual nos impulsó hacía atrás. El impacto fue realmente violento, tanto que el kunai que sostenía salió por los aires para acabar clavándose en la hierba que crecía de forma irregular en la superficie. Por fortuna, el oso no siguió mi misma trayectoria, quizás debido al peso del animal comparado con el mío, quién sabe, pero la verdad es que tuve suerte. Mi vuelo se prolongó unos metros más y acabé haciendo la croqueta de la forma menos anatómica posible. Gemí de puro dolor. Apoyé las manos en el suelo, me puse de rodillas y expulsé los hierbajos que se había puesto en mis fauces hasta que pude escuchar las palabras de la vieja. Justo lo que necesitaba para acabar de cabrearme. -Sin lugar a dudas el plan de convertirnos en la cena de la familia de ese oso era un plan mucho mejor. Si definitivamente no habría sido capaz de pensar en algo mejor. Totalmente inmejorable- No sabría decir si tenía algo roto, hice un rápido reconocimiento y todo apuntaba a que no, pero no había que descartarlo. Lo cierto es que todo el cuerpo me dolía, por el impacto, por los tirabuzones que hice al aterrizar. Y ahora encima tenía que aguantar al bronca de aquella vieja amargada. Ni de broma iba a soportarlo. -Si tenías algún plan mejor que el nuestro, podrías haberlo dicho- repliqué sarcásticamente. Un segundo más tarde clavé mi vista en la de Juro -¿Y tú? ¿No tenías nada más poderoso? Joder..- Me levanté como pude y a trompicones a poyando lo mínimo para evitar aquellas dolorosas punzadas en todos mis músculos. -Larguémonos de aquí. Ni quisiera recibir la visita de mas ositos- RE: El rastro de la Konoha perdida - Eikyuu Juro - 12/09/2015 Juro lanzó la técnica con una extraña satisfacción, al menos hasta ver que su compañero no estaba a su lado, ni corriendo por el bosque. No, seguía al lado del oso, agarrándole. "No puede ser..." ¿Acaso se había vuelto loco?¿No le había dicho que atacara? Juro observó, arrepentido, como Yota rodaba dolorosamente. Después al ponerse en pie, lliteralmente lo pago con la anciana, y luego con Juro. - Bueno... Yo... - en ese momento, no supo que decir. Estaba arrepentido, pero a la vez enfadado, había sido tambien su error. También sintió lástima por la anciana, que directamente ni se digno a contestar a lo que Yota le dijo. La pobre empezó a caminar, con el ceño fruncido, por orden de Yota, sin decirles nada, indicando seguramente que le siguiesen. Juro camino detrás de ella, igual que Yota. La anciana tuvo el detalle de aminorar un poco la marcha, para que Yota se recuperase del golpe. Juro no supo que hacer, pero al verle dolorido, el arrepentimiento ganó su pequeño conflicto emocional. No llevarían más de uno o dos minutos andando cuando trató de hablarle. - ¿Como estas? ¿Puedes andar bien? - le preguntó, con paso inseguro - Siento lo de la técnica...Pensé que te apartarías... Pensó en acercarse, pero prefirió no hacerlo. Si estaba muy enfadado, quizás fuese capaz de pegarle. Quería creer que no, pero en esos momentos... Mientras la anciana seguía con su paso silencioso, por el camino verdoso. El oso les había retrasado, y con el cambio de marcha, quedarían como mínimo diez o quince minutos. La mujer tampoco parecía dispuesta a hablar, después de la confederación de Yota. Quizás se hubiese ofendido. No les convenía enfadarla, desde luego. Al menos no les había dejado tirados aún... El camino era idéntico, árboles y arbustos, hierba por los alrededores... Después del ataque del oso, Juro había aprendido que era mejor escuchar para ver lo que venía. Eso, y que los arbustos no son de fiar. RE: El rastro de la Konoha perdida - Sasagani Yota - 13/09/2015 Efectivamente seguimos con nuestro camino. Guiados por aquella anciana que recibió de lleno todo mi cabreo y por detrás, Juro y yo la seguíamos un paso por detrás. La mujer ni siquiera replicó a mis palabras, simplemente se dispuso a reanudar la marcha con cara de pocos amigos. como si me importase que le había podido sentar mal lo que le dije. En realidad no sabría decir que me molestó más, si haber recibido un golpe tan contundente como aquel de mi compañero o mostrar claras evidencias de que me hice daño. el puto orgullo qué cabrón que era... -Intenta controlarte la próxima vez..- contesté en el acto -Más o menos, el golpe ha sido contundente pero me recuperaré- En el fondo me sabía mal haber reaccionado tan bruscamente ante lo que sucedió, pero así funcionaba mi cabeza. Fue algo totalmente inesperado. Mientras caminábamos estaba aún más pendiente de nuestro alrededor, al más mínimo movimiento de los matorrales, los sonidos del bosque y lo que mi visión me mostraba. Tenía los 5 sentidos puestos en aquel bosque, tal y como los tiene la presa del león cuando percibe que está en peligro. Toda precaución era poca. -Esto.. ¿Queda mucho?- Necesitaba descansar un poco. RE: El rastro de la Konoha perdida - Eikyuu Juro - 14/09/2015 Juro camino relativamente cerca de Yota, hasta que se atrevio a hablar. Su mente había imaginado que pasaría cualquier cosa, que le gritase, que le ignorarse, que se cabrease aun más y escupiese fuego por la boca...Si, cualquier cosa. Pero para su sorpresa, había logrado relajarse parcialmente. Le dijo aún en tono seco que se contuviese la próxima vez, pero que se recuperaría. Juro asintió, sonriendo. Algo era algo. Caminaron durante tres o cuatro minutos más, a un ritmo normal, sin atreverse a aumentar la marcha mucho. La anciana parecían querer evitar que Yota se forzase, a pesar del cabreo que pilló con ella. También era de su conveniencia. Que Yota no pudiese seguir sólo les retrasaría. Durante ese rato permanecieron en silencio, únicamente escuchando el ruido de su extraño bastón, hasta que Yota preguntó cuando les quedaba. La anciana se volvió, otra vez con su afable sonrisa. No parecía rencorosa. - Creó que quedaran diez minutos, quizá algo más - respondió, con parsimonia - Estamos cerca de mi casa, el camino es más seguro Juro observó con preocupación a su compañero. Supuso que quizá necesitaba parar un poco. En diez minutos estarían en un lugar seguro, pero en diez minutos podían pasar tantas cosas...Si no podía, no podía. No pensaba forzarle, siendo su culpa. - ¿No puedes seguir? - le preguntó, mirándole. Acto seguido miro a la mujer - ¿Podemos descansar? - Esta bien, como he dicho, por aquí no deberíamos correr peligro. Podéis sentaros por aquí - la mujer señaló a su izquierda, donde había un árbol caído. A saber cuanto llevaría ahí - Tampoco estéis mucho, sólo por si acaso Si su compañero accedía, incluso le ayudaría a sentarse si hacia falta. RE: El rastro de la Konoha perdida - Sasagani Yota - 14/09/2015 Cada segundo pasaba con suma lentitud, tanto que tenía la sensación de que cada minuto transcurrido era una eternidad. Deseaba llegar cuanto antes mejor y eso era lo que provocaba que sintiese que nos estaba llevando demasiado tiempo. fuese como fuere, nadie hablaba, nadie se atrevía a formular una sola palabra, quizás en parte por mi cabreo, en parte por si nuestras voces podían atraer más animales que viese en nosotros un filete de carne que llevarse a la boca. Hasta que la abrí yo. *Joder... Pues si que queda aún, será mejor que nos apresuremos* Pude sentir como se clavaba la mirada de Juro hacia mí. el chico estaba preocupado por mi estado, pero no era tan lamentable como para detenernos y ponernos a merced del destino, de los caprichos de aquel bosque. -No debemos detenernos. Seguiremos hasta llegar a Konoha- Cada vez estaba menos a gusto en aquel lugar. Debíamos salir de aquel infierno verde cuanto antes. Ya descansaríamos cuando saliésemos de aquel lugar, cuando llegásemos a Konoha, a nuestro destino. *¿Estamos cerca de su casa?* pensé algo confuso. No me acabó de hacer gracia alguna aquella afirmación de la anciana. De hecho agudicé aún más mis sentidos Tan solo esperaba una posible emboscada por parte de sus familiares... RE: El rastro de la Konoha perdida - Eikyuu Juro - 14/09/2015 Juro asintió ante las palabras de su compañero, sin poder evitar seguir sintiéndose preocupado por él. No era buena idea parar, pero tampoco era buena idea romperse algo por el camino... En fin, los dos acataron la decisión del chico. La anciana siguió caminando al mismo ritmo, mientras que los genins la siguieron de cerca. "Diez minutos, solo diez minutos más..." El ritmo se mantuvo durante cinco minutos más. Cinco minutos en los que el paso estuvo tranquilo. Los arbustos no se movían demasiado, y cuando lo hacían, solo era el viento. También pudo fijarse en que no había tantos árboles como antes, y los que habían no tenían frutos. Tampoco eran muy frondosos. - Esta parte del bosque no suele ser frecuentada por animales, no hay nada que les pueda interesar - les dijo la anciana - Solemos esconder la casa para que no sea vista, por si acaso. Juro asimiló la información, aunque no estaba seguro de si era cierto o no. Había tantas especies de animales... Bueno, si la mujer seguía viva, debía ser por algo. - ¿Como? ¿Con la vegetación? - le preguntó Juro, curioso. La anciana se volvió y asintió ante esto. Después, siguió hablando. - Los bandidos son otra cosa, van por aquí y por allá, buscando gente desprevenida, animales que cazar... - el tono de la abuela se tiñó de algo de enfado - Mi familia y yo conseguimos evitarlos. Solo nos encontraron una vez, hace semanas... RE: El rastro de la Konoha perdida - Sasagani Yota - 14/09/2015 La travesía continuó sin mayores problemas. No nos detuvimos tal y como había pedido y seguimos caminando a aquel ritmo. En ocasiones mi lengua de forma involuntaria iba relamiendo mis labios con el objetivo de humedecerlos en un vano intento por hidratarme. Teníamos que salir de ese puto bosque de una puñetera vez. Pronto veríamos que la frondosidad de las ramas y de los arbustos cada vez iba a menos. La salida estaba cada vez más cerca lo cual produjo un sentimiento de alegría en mi interior, relajé mis músculos e incluso dibujé una tímida sonrisa antes de que la anciana volviese a darnos instrucciones, indicando de que casi con total probabilidad no íbamos a ver más animales, en todo caso bandidos. Seguramente no le daría tanta pena ver como mataba un bandido en lugar de un animal salvaje. Puede incluso que le sacase una sonrisa. Era interesante. Por lo visto tenían su casa escondida de los principales caminos. Hasta aquí todo lógico y razonable, pero la astucia de su familia iba más lejos, usaron los elementos naturales del bosque, los arboles, la vegetación para camuflar su hogar de sus enemigos. Sin lugar a dudas no eran gilipollas, sino todo lo contrario. Miré a lado y lado del sendero. -¿Y qué pasó? ¿Por qué os atacaron? Debían estar buscando algo..- Pregunté con toda la curiosidad del mundo pese al cambio de tono de la voz de aquel sacó de huesos. No supe discernir si era por lo que ocurrió anteriormente o por qué odiaba con todas sus fuerzas a los cazadores del bosque. No le di más importancia de la que tenía. RE: El rastro de la Konoha perdida - Eikyuu Juro - 15/09/2015 El camino era aburrido sin nada de conversación. Por eso, Juro hasta agradeció que la anciana hablase, y más que Yota mostrase interes por ella, cosa que no había esperado. Seguía prefiriendo el silencio a que un oso les atacase, pero un poco de habla no les mataría. Al menos eso esperaba. Ninguno vio a la anciana, aunque su rostro se volvería más serio al hablar de aquel incidente que ella misma había mencionado. - Buscaban cualquier cosa, comida, dinero... - le explicó, sombriamente - De alguna forma nos encontraron, entraron en la casa y nos atacaron sin piedad. A mi me hicieron una cicatriz en el vientre enorme, pero a mi marido y a mi hijo les apuñalaron. Vi como la espada atravesaba a mi marido... Hicieron lo que quisieron y luego se fueron. Menos mal que todo salió bien. -¿Como? - le preguntó Juro, sin poder evitarlo. Apuñalados, como mínimo uno con herida mortal, solos en el bosque... La anciana se detuvo con extrañeza, y miró a Juro, como si acabase de decirle algo que ella no había pensado. No lo recuerdo... - mencionó, aún más extrañada. Después, ese momento de lucidez desaparecería, y seguiría caminando. RE: El rastro de la Konoha perdida - Sasagani Yota - 16/09/2015 La anciana siguió hablando después de que ambos mostrásemos interés y sin detener nuestro paso, lento pero sin pausa rumbo hacía nuestro destino. Lo más importante era eso, no detenerse para llegar hasta Konoha o.. ¿Quizás íbamos de cabeza a una ratonera? Aquellas palabras, aunque sonaban con seriedad parecían que salían de la boca de una demente, de alguien que no era normal. *Qué cojones..* el mismo Juro se sorprendió ante aquella incoherencia. Hablaba de unos asaltantes, los cuales hirieron a su marido y a su hijo, al primera atravesándolo de un lado hacia el otro con una katana. Pero según la vieja todo salió bien. De pronto dijo que no recordaba ¿A qué cojones jugaba aquella maníaca? -¿Su marido murió? Lejos de la civilización, sin un hospital cerca y el estomago atravesado, las heridas debieron hacer mella en él ¿No? ¿Y qué hay de su hijo? ¿Sobrevivió?- Lo tenía clarísimo. Era cuestión de tiempo que fuésemos víctimas de una emboscada pero debíamos actuar con la mayor naturalidad posible, era vital no hacer saltar alarmas, quizás se tratase solamente de una mala deducción, pese a que todo apuntase todo lo contrario. Volví a echar una ojeada a nuestro alrededor. RE: El rastro de la Konoha perdida - Eikyuu Juro - 16/09/2015 Yota dijo lo que el mismo Juro pensaba. El marido tenía que estar muerto si o si, por la gravedad de sus heridas. También le preguntó acerca de la salud del hijo. La anciana, sin embargo, ni se volvió. Le debió parecer una tonteria. - No digas tonterías, joven - dijo, quitándole importancia - Claro que esta vivo, hoy mismo hable con el antes de irme, igual que con mi hijo. Pronto podríais conocerlos incluso. Mi Kano te caería bien, tiene mucho carácter, como tu. Juro no supo distinguir si hablaba del marido o del hijo, pero le daba igual. Algo raro pasaba aquí, pero no lo entendía. Miró a a Yota con el ceño fruncido, sin entender lo que estaba pasando en el lugar. Pero no hubo tiempo de discutir. Caminaron un poco más, hasta que la anciana se detuvo, en un pequeño claro con numerosos árboles por en medio. Era un sitio grande y espacioso, con una única salida por el norte. Juro miró alrededor, aunque no vio nada. - Ya hemos llegado a mi casa. Para llegar a Konoha sólo hay que seguir el camino norte. - les dijo entonces, con una sonrisa enigmática - Pero antes de iros, entrad en casa. Puedo ofreceros algo, el camino ha debido de ser duro, y tu necesitas recuperarte. La anciana miró directamente a Yota. Juro no se atrevió a decir nada, pero forzando la vista, pudo ver al fondo una aglomeración de maleza y arbustos. A primera vista parecía estar oculto, pero si se miraba con detenimiento, se notaba. "Seguramente los bandidos la siguieron, dudó que fueran tan listos" RE: El rastro de la Konoha perdida - Sasagani Yota - 16/09/2015 -¿Tonterías?- pregunté sarcásticamente -Por supuesto que no son tonterías, que te atraviesen con una katana no es ninguna tontería- *No, no es carácter, se llama personalidad* me dije para mis adentros. Pero llegó un momento en el que la mujer se detuvo, el camino seguía hacia el norte pero aquella maldita vieja aún tenía ganas de estar en nuestra compañía. Indicó cual era el camino a seguir para llegar a su casa y solamente señaló un montón de vegetación. Era de suponer que detrás había su hogar y había que suponer que en ella estaba su familia y quién sabe si alguien más. Cada vez tenía más claro que se trataba de una emboscada pero no lograba atar cabos ¿Para que diantres querría hacernos daño? Solo éramos dos malditos críos sin apenas dinero, tan solo con un puñado de kunais, una katana y aquella herramienta endemoniada de Juro, su látigo. -No se preocupe por mí, soy joven y sobreviviré. ¿Tú que dices, Juro? ¿Quieres ir a la casa o prefieres que sigamos?- pregunté. *A fin de cuentas es su viaje* Efectivamente. Yo tan solo el acompañé porque me agrado su proposición y en realidad no era un gran problema entretenernos más de la cuenta. Además, podría reposar un poco y las magulladuras cesarían aliviándome el dolor que aún tenía por todo el cuerpo. De paso descubriríamos lo que había detrás de aquel montón de plantas y arbustos. Y aquella sonrisa. Aquella sonrisa propia del mismísimo demonio. Estaba deseando que la vieja me diese una sola oportunidad para patearle ese trasero. Y su cabeza, hasta cansarme, junto con la de sus familiares. -Haremos lo que digas- indiqué finalmente, mirando al gennin. RE: El rastro de la Konoha perdida - Eikyuu Juro - 18/09/2015 Juro observó el panorama que tenía a continuación. La anciana les ofrecía el ir a su casa, tomar algo y reposar un poco. Yota no parecía del todo convencido, pero por otra parte, no fue un no rotundo. Le dejo la capacidad de decisión a él. "No tenemos prisa... Y así Yota podría descansar. La mujer no parece mala, y ha visto como matabamos al oso. No creo que intente nada..." El viento empezó a soplar otra vez, moviendo las ramas de los árboles cercanos. Juro tomó una decisión, esperando que su compañero no se pusiese en contra. Ya suponía que no lo haría. - Esta bien, pues entraremos, lo justo para recuperarnos del camino - dijo, seriamente. La anciana asintió, y se dirigió a la aglomeración de arbustos que acechaba por la zona. Se volvió, les hizo una señal, y se adentró en ellos. Juro la siguió, asegurandose de que Yota le seguiía también y entró. Paso por una maraña de arbustos, hasta llegar a una puerta que en sus tiempos fue azulada, pero se ahora se encontraba vieja y sin pintura. Estaba abierta, y en ella estaba la anciana. La casa era igual de vieja y ruinosa que la puerta, pero estaba en pie. No había si quiera un pasillo, entraba directamente en una estancia conformada por varias sillas, una especie de sofa roto y viejo, y una mesa de madera. Las paredes eran blancas, y había surcos y grietas en ellas. Juro pudo ver que había una habitación contigua. Pero lo que le llamó la atención era que había dos personas en frente suyo, vueltas. Uno era alto, incluso más alto que él. Sus manos parecían estar sobre su regazo, y llevaba unos pantalones azulados y una camiseta de cuadros. Tenía poco pelo, una gran calva. Su piel era extraña, vieja y reseca, ennegrecida. El de al lado presentaba las mismas características, pero era más joven, quizá tuviese unos veinte años. Estaba sentado en la silla, imitando la postura del de al lado. "¿Que diablos les pasa en el cuello? - se preguntó, viendo la piel reseca. Un momento... ¿Algo de piel estaba colgando? ¿No faltaba algo ahí? Pudo notar un olor penetrante. Un olor horrible a algo podrido, a algo... Muerto. - ¡Hiroshi! ¡Ya estoy de vuelta¡ - le saludó, en frente del marido. Además, le dio un beso en la mejilla - ¿Aún no te has levantado del sofá? ¡Kano, deja de vaguear! Debajo de ambas sillas, había manchas rojizas en el suelo. Sangre seca. La mujer se volvió hacia el cuerpo del hijo, y lo sacudió levemente. La cabeza se movió, se movió mucho. Parecía tener el cuello roto. Juro se quedó quieto, mirando lo que estaba pasando, con la boca abierta. La mujer pareció mirarles otra vez. Ahora sus ojos no parecían emblematicos ni misteriosos, irradiaban miedo, desesperación. - Tendreís que disculparme chicos, son muy vagos, no se levantan nunca - dijo la mujer, con total naturalidad, como si nada estuviese pasando - Como sigan así, se les va a quedar el culo cuadrado. La mujer empezó a reir por su invención. Era una risa loca, que a Juro le puso los pelos de punta. Una lagrima recorrió su mejilla mientras reía, pero no parecía pasar nada. Juro ahogó un grito, aun mirando lo que estaba pasando. Estaban muertos, los dos. Pero la mujer les trataba con tanta dedicación... - No os quedeis ahí, pasad y presentaos - les dijo la mujer, cuando se hubo recuperado - Voy a por algo de beber. ¿Que queréis? |