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El mito del oeste - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: País del Viento (https://ninjaworld.es/foro-pais-del-viento) +--- Foro: Desierto del País del Viento (https://ninjaworld.es/foro-desierto-del-pais-del-viento) +--- Tema: El mito del oeste (/tema-el-mito-del-oeste) |
RE: El mito del oeste - Uchiha Datsue - 14/05/2019 Qué curioso… Makibishis tirados en el suelo. Una púa saliendo disparada tras un edificio medio derruido, que tan solo conservaba tres vigas y medio techo. Había que estar muy loco —o inconsciente— para ponerse debajo. «No me jodas…» Y había uno que lo era. Moreno y de rastras, de ropas andrajosas y algo mayor. Era una suerte que el Uchiha todavía llevase el Sharingan activado, porque le permitió saber a golpe de vista si aquel hombre era una verdadera preocupación o un mero civil. —¿Quién te hizo esto, eh muchacho? —Shunsuke —respondió, en voz alta para que le oyese bien—. Un bandido que nos causó problemas durante la carrera. »Disculpe mis modales, soy amigo del dueño de ese pequeño —dijo, señalando a Galante—. Me conocen como el Intrépido. ¿Quién es usted? RE: El mito del oeste - King Roga - 14/05/2019 Su densidad de chakra era un poco preocupante. Sólo un poco, porque comparado al tuerto este sujeto era más cercano al Uchiha. Su cantidad de chakra, bueno, ahí era otro tema. El distraído anciano alzó la cabeza y sonrío, mostrando una dentadura totalmente forrada en baño de oro. —¡Oh! ¿Un amigo de Bandō?— Se levantó, dándole más motivos para preocuparse al Uchiha. Porque de pronto los andrajos se vieron apretujados, intentando retener la musculatura que estaba por debajo, que sumada al metro ochenta de estatura, el anciano parecía todo menos alguien indefenso. —¿Alguien interfiriendo en la carrera? MUAJAJAJAJAJAJA. Mal año para querer pasarte de listo, que de seguro Shishio ya lo desnucó y lo colgó de los huevos— Su sonrisa era inquietante, cómo si no le estuviera viendo realmente. Y entonces el mayor problema se hizo visible, y no, no era que sus ropas le quedaban demasiado chicas, sino que en el brazo izquierdo tenía anudada una placa de cuatro rayas verticales, con una horizontal en medio. —Mi nombre...— Le miró con gesto altivo, cómo queriendo comprobar las intenciones del recién llegado. —En una época estuve orgulloso de esta placa, y en ese tiempo mis amigos me llamaban Kid. Ahora, pues soy un don nadie— Se encogió de hombros. »Yo mismo le di este caballo a Bandō, ¿cómo olvidarlo? Pasó una semana recibiendo coces y caídas en su intento de montarlo hasta que este cabeza dura finalmente se aburrió de arrastrarlo por la arena. Por mucho que sonara distraído, estaba con la guardia alta, intentando persuadir con esta sensación al Uchiha de que fuese prudente. De hecho, no le estaba viendo a los ojos, sino que cada tanto desviaba su mirar a los alrededores. RE: El mito del oeste - Uchiha Datsue - 14/05/2019 «La puta madre que me parió… ¡La puta madre que me parió!» No le preocupaba tanto la dentadura que se gastaba. Ni esa fuerte musculatura que amenazaba con romper sus ropas a cada movimiento que hacía. No, lo que le preocupaba era esa placa que portaba al brazo, y la cantidad de chakra que exhibía. «Un jodido renegado de Ame… ¡Vamos no me jodas!» El Uchiha trató de aparentar calma. —¿Kid? Es usted… ¿El famoso Hokkai Kid? ¿Uno de los mayores campeones de la carrera? ¡Es usted toda una leyenda por el pueblo! —Y uno de los que había accedido al templo. No creía que le fuese a sentar muy bien descubrir que el arma había sido enterrada y, probablemente, perdida para siempre. RE: El mito del oeste - King Roga - 14/05/2019 —¿¡Todavía se acuerdan de mí!?— Sonrió melancólico para luego carcajear mirando al cielo. —Ay, que me hubiese gustado correr de nuevo, pero no tengo huevos de ver a la cara a Shishio... Me decapitaría si lo hago— Agachó la cabeza con pesadez, dejando que sus rastas colgaran por sobre su frente. —Mocoso, si vamos a hablar como la gente, apaga esos ojitos— Sonaba coloquial, pero amenazante a la vez. —Esto de hablar condicionado por la tensión no me gusta, ¿qué me dices, eh?— Su cuello se viró al a la izquierda mientras miraba el piso. —No te quieras pasar de listo, que más sabe el diablo por viejo que por diablo y yo tengo un poco de ambas. MUAJAJAJAJAJAJA— Se llevó ambos brazos al estómago como si quisiera retener el aire. —Tú tranquilo y yo tranquilo. ¿Tenemos un trato?— La sonrisa se borró de sus labios. Galante movió la cabeza e intentó ponerse de pie nomas observar a Datsue, recordando todas las veces que le había fastidiado y resoplando mientras lo hacía. Kid no pasó inadvertido esto, además de no fiarse de la yegua ni del ataúd. —Parece que no le agradas a Galante, y a mí no me agrada ese paquete ahí atrás... ¿Esa preciosa no está muy femenina para ti?— Alzó el dedo de forma temblorosa, señalando a Flamarea y su trencita con campana. RE: El mito del oeste - Uchiha Datsue - 14/05/2019 Ah, así que le tenía miedo a Shishio. Había hecho bien en no hacer como acostumbraba —es decir, ser un bocazas—, y confesarle que el viejo no había participado aquel año nada más oír mencionar su nombre. Aunque, más que por prudencia, había sido por la tensión en la que estaba sumergido. Pero aquel tipo seguía siendo peligroso. Sabía de su Sharingan, o no le pediría que apagase sus ojos. Tragó saliva, mientras meditaba sus opciones. Galante ya no tenía las púas, el motivo por el que había salido a buscarle ya estaba resuelto, y si aquel cabronazo seguía pensando que Shishio estaba en el pueblo, no se acercaría a él ni hablaría con nadie de lo sucedido al caballo. Lo mejor que podía hacer a aquellas alturas, creía él, era no revelar nada del triste destino que le aguardaba a Bando, dar media vuelta e irse. —Te propongo un trato mejor. Yo me largo de aquí, la conversación termina, y cada uno es feliz por su camino. Tiró de las riendas para que Flamea empezase a retroceder, caminando hacia atrás lentamente, sin despegar la vista del sujeto. RE: El mito del oeste - King Roga - 14/05/2019 Kid se llevó dos dedos a la boca a manera de gancho entre sus labios y soltó un largo silbido. De inmediato y por arte de magia, los mustang salvajes respondieron a la llamada. Desde las callejuelas y las antiguas avenidas, bloquearon las salidas y rutas de escape de la yegua. —No he dicho que aceptara ¿Un negocio sin garantías? No me das una oferta atractiva— Negó con el dedo. No iba a dejarlo ir, no hasta que supiera que no iba a delatarlo. —Además sólo has venido a picarme con la curiosidad. ¿No vas a complacer a este anciano contándole una buena anécdota? Hace mucho que no tengo noticias de Kawaraga ni de nadie de Shirotora en realidad. Sé que mi pequeño pedazo del desierto no es muy acogedor, pero al menos puedo servirte un vaso de agua limpia. Se arrancó una de las mangas y la tiró al suelo. »Tal vez decida ir a ver a Bandō y ver como están las cosas. Es rarísimo que dejara que Galante viniera hasta mí en estas condiciones. RE: El mito del oeste - Uchiha Datsue - 15/05/2019 «¿Qué cojones…?» Por un mero silbido, los caballos y yeguas reaccionaron al comando del anciano, marchando en fila como verdaderos soldados a bloquear todas las salidas del pueblo fantasma. Nunca en su vida había visto cosa igual, y no creía que volvería a verlo. ¿Cómo tenía tal poder sobre ellos? ¿Cómo les había enseñado? «Tranquilízate, joder, tranquilízate. No dejan de ser caballos» —¿Una anécdota? —preguntó, molesto—. Esta es la historia de un chico que se agobia con facilidad y no le gusta sentirse encerrado. Un día, una manada de caballos le cerraron el paso. Este chico tenía buen corazón, ¿sabe? No le gusta hacer daño a los animales. Pero, agobiado como estaba, no fue él mismo, y lanzó un jutsu ofensivo para abrirse paso, matando a varios corceles en el acto. »¿Te gusta la anécdota? RE: El mito del oeste - King Roga - 16/05/2019 —¡MUAJAJAJAJAJAJAJAJ!— Kid se echó a reír, sentándose de piernas cruzadas en el suelo y luego dándose de golpes en la rodilla con la mano derecha. —Gustar no, pero gracia si me ha hecho. ¿Chico de buen corazón?— Seguía sin verle a los ojos, pero mantenía su mirar clavado en su cuerpo. —Tienes una actitud más sospechosa que un sujeto tirando una bolsa negra alargada en un callejón de Shinogi-To. ¡Y mira que normalmente yo sería del que deberían sospechar! MUAJAJAJAJAJAJAJA— Se arrancó la manga restante, tirándola al suelo. Galante se acercó a él lentamente, agachando la cabeza mientras Kid levantaba la zurda para acariciar la cabeza del caballo. Incluso un dominante destrero como ese, imponente y rebelde con su propio dueño, actuaba como un dócil pony ante el anciano de las rastas. —¿Qué me dices? ¿Es un buen chico?— Pegó su rostro al del animal, manteniendo el contacto por unos largos tres segundos mientras le observaba directamente a los ojos. —No, él no cree que tengas corazón— Y de pronto, Datsue notaría algo muy anormal. La consistencia del chakra de Kid, aumentó su brillo con mayor intensidad, claramente, variando súbitamente su nivel de chakra también. ¿Pero en qué momento? ¿Sin sellos? »Atrévete, y voy a amarrarte los tobillos, las muñecas y los genitales a cinco caballos para que galopen hasta desmembrarte. Hubo un poco de silencio y... —¡MUAJAJAJAJAJ! Estoy bromeando, pero de todas formas... Flamarea se encabritó, queriendo salir corriendo de ahí sin importarle cuantos más caballos estuviesen rodeándola. Al igual que su temporal jinete, sabía que estaba en el lugar equivocado a la hora equivocada enfrente de la persona equivocada. RE: El mito del oeste - Uchiha Datsue - 16/05/2019 ¿Qué él tenía una actitud sospechosa? Pero, ¿¡qué cojones había hecho!? Si lejos de haberle espiado a hurtadillas le había saludado de cara, se había presentado, y ahora se despedía sin el más mínimo gesto de afrenta. ¿Es que estaba loco? Y, hablando de cosas sospechosas, su repentina bajada de chakra sí lo fue. Los ojos de Datsue miraron a un lado y a otro, tratando de captar cualquier movimiento extraño. ¿Quizá estaba controlando a algún caballo? ¿Al suyo propio? Fue reírse de nuevo, y Flamarea encabritarse y salir al galope. El cuerpo del Uchiha le dio la espalda a su enemigo, mas no así su mirada, torciendo el cuello todo lo que le daba para mantenerla en él. De pronto, dos clones surgieron a su lado, aterrizando en el suelo y corriendo rápidamente a rodear al viejo. Uno por su derecha, otro por la izquierda. —¿Qué es lo que pretendes, Kid? —preguntó el que corría por su izquierda. —¿Eres un justiciero errante que va degollando a todo aquel que tus caballos digan no tiene corazón? —preguntó el clon de la derecha. —¿O qué coño quieres de mí, eh? ¡Porque me estás haciendo perder la paciencia! El Datsue real, mientras tanto, tiró de las riendas tratando de parar al animal, pero siempre manteniendo un ojo en Kid. Él era de quien verdaderamente tenía que preocuparse. De hecho, la mano con la que no tiraba de las riendas —su diestra—, estaban entretenidas en su portaobjetos. 1 AO RE: El mito del oeste - King Roga - 19/05/2019 —Quería saber que pasó realmente...— Se paró de un brinco, y se tronó el cuello inclinándolo de lado a lado. —Quién no esconde nada, nada debe temer. Pero tú vienes aquí sharingan encendido, negándote a responder y todavía me quieres acorralar—. Los ojos de Kid estaban puestos en el suelo, pero parecía estar pendiente a los clones de alguna otra forma. —Ah, clones de sombra. ¿Sabes? Nunca aprendí a usarlos, el ninjutsu nunca fue totalmente lo mío— Bostezó. —Creo que la última vez que luché contra alguien fue hace ocho años, ¿o eran diez? Quizás doce, no sé. Estoy muy oxidado...— Sonrió, triste, lunático. »La justicia es un invento de los padres para que los niños duerman en las noches, para hacernos creer que nuestros esfuerzos valen la pena. Se cansó de intentar forzarlo. A decir verdad, Hokkai Kid en realidad era más boca que hechos, pero eso normalmente no lo sabían sus oponentes. Se llevó una mano al bolsillo, tirando de pronto una bolita a sus propios pies, estallando de inmediato en una enorme humareda que buscaba encubrir al moreno. Galante relinchó y echó a correr, al igual que el resto de los caballos, dispersándose. Flamarea reaccionó y se tranquilizó ante el esfuerzo de su jinete, además que el resto de los mustangos ya no bloqueaban su paso. RE: El mito del oeste - Uchiha Datsue - 20/05/2019 Blablablá. Blablablá. Así escuchaba Datsue a Kid. Era un defecto que él mismo tuvo durante mucho tiempo. No parar de hablar y hablar cuando estaba en medio de una refriega. El tiempo y las hostias llevadas le habían enseñado que tanta distracción para uno mismo no eran buena idea. Mientras Kid hablaba, los clones se cerraban más sobre él. Mientras Kid bostezaba, ellos seguían aproximándose. Y cuando sacó una bolita de papel con la mano, ah, entonces ya se le echaron encima. Justo cuando lo tiró al suelo, el clon de la izquierda se tiró hacia él, por la espalda, tratando de pasar los brazos bajo sus sobacos y realizarle una llave para inmovilizarle. El segundo, en su otro flanco, se abalanzó sobre él para abrazarle con fuerza. —¡No te muevas y deja de joder, coño! —gritó el clon. El real, aprovechando la bomba de humo, desapareció del campo de batalla. Sí, desapareció. ¿Por qué, para qué huir, si Kid iba a ir al pueblo a joderle por la espalda? El cuerpo de Roga, envuelto en vendas, cayó al suelo y la yegua quedó sin jinete, libre. 1 AO mantenida RE: El mito del oeste - King Roga - 20/05/2019 Cuando hablamos de que Kid era más boca que hechos, la balanza se inclinaba demasiado al primer lado. Pero ello no quería decir, que no tenía recursos. Cuando el clon quiso alzar los brazos de Kid, se daría cuenta que aquellos dos brazos lejos de parecer carne se asemejaban más al tronco de una ceiba pentandra. Los tensó, tanto que resultaba hasta ridículo que quisiera moverlos de su sitio. En cuanto al otro, pues no llegaría a dar tal abrazo. Recibiría de frente un puntapié, que el clon estaría agradecido de ser un clon, porque no tendría que soportar con los secuelas de semejante patada que bien pudo haber sido una coz de Galante. —No a lo primero, pero te concedo lo segundo...— contestaría de mala gana. Claro que conocía el sharingan, y por ello sabía que le iba a costar horrores ganarle a aquel muchacho. Dudaba incluso de poder igualarle. Sabía por esos clones de sombras, que le superaba en ninjutsu. Y su carta más fuerte, podía volverse en su contra por culpa de esos ojos rojos. Su mejor baza no iba a ser demasiado útil, así que la mejor opción, era una retirada estratégica. Sólo tenía que meterle un codazo con la zurda al clon de atrás para apartarlo, hacer un sello de carnero con la derechay ya ni siquiera tendría que molestarse por el sospechoso ruido con el humo. RE: El mito del oeste - Uchiha Datsue - 20/05/2019 Pero nada de eso sucedería. Ni retirada estratégica por parte de ninguno de los dos, ni Sunshin, ni codazo tan siquiera. O, al menos, no de primeras. Y es que cuando Kid propinó semejante puntapié al clon, este… … estalló. Estalló de verdad. Oh, sí. Su enemigo había creído que aquellos eran meros Kages Bunshins. Bien podían pasar por ellos, y eso, de hecho, era lo que había querido hacerle creer. Pero cuando el Uchiha le había dado la espalda, no había formado un sello, sino varios. Y no había creado dos clones de sombra, sino de fuego. A él les gustaba llamarles Bunshins Daibakuha, la Gran Explosión del Clon. Y la explosión de uno encadenó el del otro, provocando una gran nube de fuego que envolvió a Kid y al propio humo. «¡¡¡YEEEEEEEEEHHHHHHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!» Datsue, mientras tanto, seguía donde antes. Se había colocado encima de una de las pocas columnas que quedaban en pie y observaba, desde lo alto, el resultado de su ofensiva. AO revelada: Los clones no eran Kage Bunshins, sino Bunshins Daibakuha RE: El mito del oeste - King Roga - 20/05/2019 El fuego envolvió al árbol, queriendo reducirlo a cenizas. Pero aquella ceiba inmortal había recibido hachazos más duros, incendios más atroces. Quedaban heridas en su corteza, pero aunque sus hojas fueran cortadas o chamuscadas, volvían a crecer. Ese era Kid. El humo se dispersó poco a poco, más el gigantón no fue tumbado nunca. La silueta poco a poco se hizo visible de nuevo. Aquel duro tronco fue desprovisto de sus ropas, vueltas cenizas por el fuego, dejando sólo tiras de una camisa y un pantalón ahora más ennegrecido y con algunos agujeros por el fuego. El pelo, un tanto chamuscado. Sería viejo, pero definitivamente no era su hora de irse. —Ah cabrón, esa no me la sabía...— Escupió algo de humo negro. Aquello que bien pudo haber resultado en un daño terrible para muchos ninjas, no pasaban de quemadura de primer grado para él. Eso sí, le ardía y quizás iba a necesitar una pomada. —Que me bañé hace tres días, y por tu culpa tendré que hacerlo de nuevo. ¿Tienes idea de lo que cuesta encontrar agua limpia? La de los riachuelos está llena de tierra— Dijo con tono molesto, como cuando un mosquito no te deja dormir por la noche. —Me vas a obligar a gastar la otra...— Resopló y sacudió la cabeza, por eso había querido largarse desde un inicio. Una sola explosión, la hubiese tolerado sin problemas, pero la segunda le había mermado bastante. Individuales no eran nada, pero dos a quemarropa le escocieron. Era por ello, que se confirmaba su teoría de que no estaba en condición de pelear. Tantos años le pasaban factura, al punto que no pudo ver venir una triquiñuela de ese tipo. Algunos dirían que era un cobarde por huir a esas alturas. No. Los necios mueren, los sabios viven. Viven para una nueva batalla. Si no fuese de esa forma, Kid no habría llegado a tener la edad que tiene. —Esto era lo que quería evitarme... Negaría con la cabeza y sacaría otra pelotita, repitiendo la misma acción. esta vez, sin embargo, sería una luz encandiladora la que le cubriría. El resto no es ciencia, simplemente repetiría su intento de largarse de ahí con el sunshin. RE: El mito del oeste - Uchiha Datsue - 20/05/2019 Increíble, aquel viejo había resistido el fuego del Intrépido. No solo eso, sino que permaneció en pie, como si no le hubiese afectado más allá de estropearle las ropas. En aquella ocasión, dejó hablarle. Le ponía nervioso esa indiferencia a dos explosiones, le inquietaba. Aunque luego alucinó cuando le oyó decir que quería evitarse aquello. «Pero, ¿entonces por qué me acorralas en primer lugar, hijo de la grandísima puta?» Le había puesto contra las cuerdas, y eso era lo que pasaba cuando jugabas con un Hermano del Desierto: que te quemabas. Hubo un destello de luz, que al Uchiha no logró cegarle porque, bueno, tenían un radio de cinco metros. Y Datsue, encima de la columna, superaba aquella distancia con creces. Tuvo que llevarse una mano a los ojos, eso sí, mientras los entrecerraba, y creyó captar el sello del Sunshin para desaparecer de allí. Una ola de arena se levantó allí por donde pasó, debido a la gran velocidad que le otorgaba el Ninjutsu. ¿Era dirección pueblo? ¿O lo opuesto? —Pff… No entiendo nada —suspiró. Al menos parecía que podía volver al pueblo. Sin fiarse todavía, se quedó vigilando los alrededores antes de bajar a por el cuerpo de Roga y cargarlo sobre la yegua y montar, cabalgando hacia su fortuna. • • •
Datsue creía que ya había pasado suficiente tiempo. Había sido amable, no había presionado por obtener su recompensa, pero dejar pasar más minutos era jugársela. Jugársela a que Homura despertase de los narcóticos y empezase a hacer lo que mejor se le daba: despotricar por esa boquita suya. Así pues, fue en busca del alguacil. —¡Arashi-san! ¿Qué tal esa herida, mejor? |