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Sangre y arena - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: País del Viento (https://ninjaworld.es/foro-pais-del-viento) +--- Foro: Desierto del País del Viento (https://ninjaworld.es/foro-desierto-del-pais-del-viento) +--- Tema: Sangre y arena (/tema-sangre-y-arena) |
RE: Sangre y arena - Narrador - 12/03/2022 Alguien farfulló algo inteligible ante su comentario. Otro rio entre dientes. Otros callaron, en un silencio amenazante. Fuese como fuese, Daigo, tras aplicarse un rudimentario torniquete, tuvo tiempo a examinar un poco más sus alrededores. Como había logrado atisbar al principio, se encontraba en una sala circular. Ahora que sus ojos se habían acostumbrado algo a la oscuridad reinante, pudo observar que estaba hecha de piedra lisa. Las paredes tenían una altura de diez metros —quizá algo más—, y estaban llenas de… Bueno, de heces. Por alguna razón, estaba llena de heces. La única luz provenía de una llama más allá de la puerta de rejas metálicas por la que había entrado, y el mundo a su alrededor estaba lleno de sombras. En el centro de la sala existía un agujero de tres metros de diámetro por los que había caído su primer agresor. Si miraba por dentro, no adivinaría el final. Había demasiada oscuridad y era demasiado hondo. Y ya está. No había cuarto de baño. No había camas. No había una mesa a la que poder sentarse y comer. Leches, no había comida. ¡No había agua! Solo gente desnutrida, con ojos hambrientos y sin alma. ¿Qué haría Daigo? ¿Se quedaría solo? ¿Trataría de juntarse a alguno de los tres grupos? RE: Sangre y arena - Tsukiyama Daigo - 14/03/2022 El ambiente se volvió tenso y peligroso allí dentro, dándole a Daigo toda la impresión de que lo mismo que le había sucedido antes acabaría volviéndole a suceder tarde o temprano. Al observar a su alrededor, Daigo se fijó en algunas cosas en las que no se había podido fijar antes. Al observar las paredes, pudo comprobar que eran completamente lisas y bastante altas, por lo que no podía escalarlas ni saltarlas (principalmente porque no podía mover las piernas, en primer lugar). En lo que también se fijó fue en que las paredes, por algún motivo, estaban llenas de mierda. Daigo pensó que quizás la utilizarían para escalar o... algo, pero dudaba de que pudiese aguantar el peso de una persona. En principio, Daigo se acercó como un chico nuevo en el colegio al grupo conformado por los dos jóvenes y el anciano. — Hola. ¿Les importa si me siento con ustedes? —Les preguntó, con una agradable sonrisa. RE: Sangre y arena - Narrador - 19/03/2022 —Depende —Fue el anciano el que respondió. Apenas tenía dos dientes arriba y uno abajo, medio podridos. Estaba tan arrugado y esquelético que, de no ser porque sus labios se movían, daba la impresión de ser un cadáver—. ¿Cuál es tu delito, joven? »¿Por qué estás aquí? —No le mientas —agregó la chica de su edad. Su pelo estaba enmarañado y sucio, sus ojos estaban pequeños y asustados y bajo la capa de mugre Daigo adivino una piel bronceada. De no ser por las crudas circunstancias, probablemente a Daigo le hubiese parecido una chica guapa—. Tenemos una forma para descubrir a los mentirosos. A Daigo le pareció que ella misma estaba mintiendo con aquella última afirmación. Su percepción para cazar mentiras no era demasiado alta, pero algo le decía que la chica era de esas personas que no saben mentir. No muy lejos, la mujer que le había salvado el culo se sentó. Parecía pertenecer a aquel grupo, aunque su atención estaba centrada en su nueva adquisición: la daga. RE: Sangre y arena - Tsukiyama Daigo - 19/03/2022 Daigo se sintió algo aliviado al no recibir un "no" directo, pues no pretendía intentar pasar por aquella situación como un lobo solitario sin juntarse a otras personas. Al fin y al cabo, si él había acabado allí ¿qué impedía que otras buenas personas hubiesen acabado en ese foso? Porque él seguía siendo una buena persona ¿verdad? — Tranquila, intento decir siempre la verdad. —Le respondió a la chica, con la misma sonrisa agradable de siempre, antes de responderle al anciano—. Maté a un hombre. — Se llamaba Tomizawa Masahiro y trabajaba para Nathifa. Lo golpeé con una técnica de viento mientras intentaba golpear a una de las esclavas de Nathifa para rescatar a una amiga. No parecía orgulloso y realmente le habría gustado decir que fue un accidente, pero entonces recordó que en aquel momento no se preocupó de a quien pudiese dañar siempre que con ello pudiera rescatar a Kasaru. RE: Sangre y arena - Narrador - 26/03/2022 El anciano y la muchacha intercambiaron miradas por un momento. Luego, tras asentir, hicieron un gesto de mano para que Daigo se sentase en la mugre, junto a ellos. —Siéntate entonces, Sin Piernas. Imagino que tendrás muchas preguntas… pero a mí me falta saliva para responderlas todas. Calla, escucha y mira. Aprenderás la mayoría de lo que necesitas... y entonces, cuando tan solo te queden unas pocas, podrás hacerlas y yo te responderé. Parecía un trato justo. O el mejor trato que Daigo iba a conseguir, por lo menos. RE: Sangre y arena - Tsukiyama Daigo - 26/03/2022 Daigo se sentó a su lado y asintió. — De acuerdo, lo haré. Allí, sentado, el Sin Piernas se limitó simplemente a observar y escuchar sus alrededores durante la mayor parte del tiempo. Durante ese día, Daigo pudo conocer más o menos cómo le llamaban a todo el mundo allí y alguna que otra cosa de su personalidad. Si alguien hablaba con él, Daigo se mostraría tan agradable como siempre y le daría conversación, pero hasta entonces parecía estar más distraído pensando en otras cosas, como el estado de su compañero o la manera en la que saldría de allí. «No sé si podré saltar hasta allí arriba sin utilizar el chakra, pero antes de intentarlo primero debería recuperar la movilidad de mis piernas». ¿Pero cómo podría recuperar la movilidad? Sabía algo de primeros auxilios, pero realmente lo único que podía hacer para recuperarse era... esforzarse. Pensó en preguntarle a La Matasanos, pero juzgó que todavía no era el momento. Al cabo de lo que calculó que serían un par de horas, Daigo deshizo el torniquete y ahora, varias horas más tarde que eso, empezó a intentar mover las piernas para ver qué tal se iba recuperando. Bostezó por el sueño, lo que le hizo pensar que o bien ya era de noche, o se estaba aburriendo demasiado. RE: Sangre y arena - Narrador - 27/03/2022 Nadie le habló durante ese tiempo. Lo cierto es que había pocas palabras en aquel sitio, conocido entre ellos como el Ojete de Ōnindo. Tenía cierta forma de ojete, había que reconocer. Y… bueno, estaba lleno de mierda. Hablando de mierda, vio cómo la Hambrienta cagaba en el suelo y luego tiraba sus heces a la pared. Sin ningún reparo, a la vista de todo el mundo. Tampoco es como si tuviese algo con lo que cubrirse. —¿Te quedan preguntas, Sin Piernas? —murmuró de pronto el anciano—. Puedo responderte a algunas antes de quedarme dormido. RE: Sangre y arena - Tsukiyama Daigo - 28/03/2022 Daigo asintió. — Esto... sí. Tengo una. —Le dijo, tampoco quería molestarlo demasiado, pero le daba mucha curiosidad—. ¿Para qué es el agujero? Pensaba que sería... el baño, pero supongo que no. RE: Sangre y arena - Narrador - 28/03/2022 Tres Dientes negó con la cabeza. —Una vez alguien lo usó como baño… Una vez. —No concretó más al respecto—. Nadie lo sabe. Nunca hemos visto el fondo. Supongo que lo hicieron para ser usado como una fosa para los cadáveres. —Sonrió—. Como si eso hiciese falta aquí. RE: Sangre y arena - Tsukiyama Daigo - 28/03/2022 — Oh. —Respondió Daigo. Ya podía imaginarse por qué esa persona lo había utilizado solo una vez, y también por qué no hacía falta como fosa—. Entiendo. Se llevó una mano a la nuca y se rio un poco, algo avergonzado por no tener más dudas después de estar todo un día observando. — Disculpa, pero no tengo más dudas. —Le dijo—. No querría molestarlo más, así que descanse tranquilo. ¡Muchas gracias! RE: Sangre y arena - Narrador - 29/03/2022 El tiempo siguió pasando. Allí, en el Ojete de Ōnindo, los reclutas no hablaban mucho, ni se movían demasiado. A veces, cuando querían comunicarse, incluso lo hacían con meros gruñidos o gestos. Era como si la falta de comida les aletargase. O, quizá, que querían ahorrar cada gota de energía que les quedaba. ¿Era de noche? ¿Era de día? Las antorchas que estaban por encima del pozo eran la única luz con la que contaban. Difícil saberlo. Lo único cierto es que Daigo tenía cada vez más sueño. Cada vez más sueño. Cada vez más… Una sombra. Una silueta se movía en silencio. De no contar con los ojos abiertos, ni la hubiese escuchado. Alguien se acercaba a su grupo, aparentemente dormido. ¿Qué haría Daigo? RE: Sangre y arena - Tsukiyama Daigo - 29/03/2022 El tiempo siguió pasando y el peliverde se mantuvo despierto. No sentía que fuese seguro dormirse temprano en su primer día allí cuando todavía no conocía a nadie del todo. Pudo ver una sombra acercarse en silencio, aunque parecía dormida... ¿Será que alguien era sonámbulo? De todos modos, el peliverde miró con atención mientras se acercaba lentamente al muro, preparado para reaccionar por si algo sucedía. RE: Sangre y arena - Narrador - 29/03/2022 Lentamente, la silueta se iba acercando más y más. Pronto Daigo consiguió identificarlo como el Mudo. Sus pasos, al principio erráticos, como si solo estuviese dando un paseo, empezaron a conducirle hacia una persona muy concreta: la Matasanos. Más allá, en el grupo de la Hambrienta, un par de siluetas más empezaron a aproximarse, a más distancia. El Mudo estaba ya a cinco metros. A cuatro. A dos. ¡A uno! Empezó a agacharse y a estirar la mano, como si fuese a despertar a la Matasanos de un mal sueño. RE: Sangre y arena - Tsukiyama Daigo - 30/03/2022 Poco a poco, paso a paso la silueta pareció acercarse más a la Matasanos entre todas las personas. Probablemente para hacerse con su arma, o para cobrarse venganza por haber matado a su compañero, o quizás las dos cosas. Fuera como fuera no debía ser para nada bueno, y por si fuera poco el resto de su grupo empezaba a levantarse. En cuanto el Mudo estiró la mano hacia ella, Daigo hizo una de las pocas cosas que podía hacer en aquella situación y le lanzó un zurullo con fuerza y directamente a la cara al Mudo, esperando que el impacto fuese lo suficientemente fuerte como para tumbarlo. — No deberías molestar a los demás mientras duermen. RE: Sangre y arena - Narrador - 1/04/2022 La cara del Mudo quedó lleno de mierda, deteniéndolo justo en el momento en que la Matasanos lanzó una cuchillada. Por menos de una pulgada, la daga no le alcanzó. —¡Mierda! —exclamó, rabiosa. No había estado dormida. Allí nadie lo estaba. —¡Muere hijaputa! —gritó la Hambrienta, justo antes de abalanzarse sobre la Llorona con un trozo de hueso afilado con el que trató de apuñalarla. Esta última rodó justo en el último momento, y entre chillidos asustados se fue alejando hasta chocar contra la pared. Todo era un caos en la oscuridad. El Mudo forcejeaba con la Matasanos, sujetándole el brazo con el que empuñaba el puñal. Mordiscos corría directo hacia Tres Dientes, y de fondo, se escuchaba la risita de un niño. |