[Automisión Rango D] La búsqueda de los pandas desaparecidos - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: Base de datos del rol (https://ninjaworld.es/foro-base-de-datos-del-rol) +--- Foro: Historia, acontecimientos y ambientación (https://ninjaworld.es/foro-historia-acontecimientos-y-ambientacion) +---- Foro: Tramas pre-reset 2017 (https://ninjaworld.es/foro-tramas-pre-reset-2017) +---- Tema: [Automisión Rango D] La búsqueda de los pandas desaparecidos (/tema-automision-rango-d-la-busqueda-de-los-pandas-desaparecidos) |
RE: [Automisión Rango D] La búsqueda de los pandas desaparecidos - King Roga - 5/06/2016 Al no tener respuesta dedujo que ya se había marchado a la posada y seguramente ya se habría dormido también. Caminó a paso lento por las calles, se le hacían familiares pero extrañas a la vez. Hace ya varios años que no iba de visita a Kuroshiro y parte de sus memorias estaban borrosas, a pesar de ello aún recordaba la posada donde solían quedarse en sus viajes, se fue rumbo a la posada y se quedó pensativo un rato hasta que decidió entrar. —Buenas noches, con permiso— Saludó mientras corría el shoji. Para su sorpresa el lugar estaba un tanto cambiado, ahora tenían una especie de fonda en el recibidor, se notaba que no había ido allí mucho tiempo. También logró divisar a su compañero de villa que parecía a punto de subir a su habitación, le extrañó bastante pues pensaba que ya se había ido a la cama. —Oh, Datsue-kun— Dijo de una manera fría —Como no te comiste la cena que nos había preparado el doctor decidí comérmela yo, espero no te incomode, a la próxima avisa si no te vas a comer algo— No lo decía con mala intención, pero por el cansancio que tenía su tono de voz sonaba pesado. Caminó entonces hacia el puesto de la dependiente del sitio, no tendría problemas en darle lugar, tenían pocos (por no decir ningún) visitante. Tatsuya no se molestó en decirle que era de los ninjas asignados a la encargada, simplemente se dispuso a pagar, sacó un billete de 50 Ryos pero la mujer alzó una ceja al verlo, pronto la dependiente señaló el letrero donde estaban las tarifas para los distintos cuartos. El que pedía Tatsuya valía 75. —Lo lamento, no me di cuenta que los precios habían cambiado— Sacó entonces otro billete de 50 Ryos y esperó su cambio. La empleada entonces le dió el vuelto y las llaves, si bien no era un lugar lujoso al ser un sitio turístico tenían precios un tanto elevados, por aquello de sacarle el dinero a la gente. Suspiró y si nada lo detenía subiría las escaleras para ir a descansar a sus aposentos, o al menos eso planeaba él. RE: [Automisión Rango D] La búsqueda de los pandas desaparecidos - Uchiha Datsue - 5/06/2016 … Y sí, tal y como se había imaginado, era Tatsuya. Devolvió el saludo del shinobi con un gesto de cabeza y escuchó lo que tenía que decirle: —Como no te comiste la cena que nos había preparado el doctor decidí comérmela yo, espero no te incomode, a la próxima avisa si no te vas a comer algo. Datsue hizo un ademán con la mano, como quitándole importancia. —Tranquilo, te la dejé por si te quedabas con hambre —¿Por si tenía hambre? No, no. Quería decir por la carne. Por la carne—. El doctor me comentó que te habías desmayado por desnutrición y cansancio, así que bueno, tampoco pasa nada porque no cene una noche, ¿no? Para eso están los compañeros —le guiñó un ojo—. No te comenté nada por si te sentías incómodo… —Pero ahora en cambio te lo restriego por la cara—. Eso de estar desnutrido… En fin, ya hablaremos de eso mañana, si te apetece. Si se trata de problemas económicos… —No cuentes ni de coña conmigo—, cuenta conmigo para lo que necesites, por supuesto. Levantó el dedo pulgar y sonrió. Una sonrisa de esas que brindaban los amigos incondicionales. Una de esas que irradiaba sinceridad y optimismo. Porque, dígase una cosa de Uchiha Datsue: es buen actor. Emprendió la marcha escaleras arriba y se desplomó en la cama en cuanto llegó a su habitación, tras cerrar la puerta con llave. Se acomodó entre las frías sábanas, cansado. Cansado del viaje, del combate, de la misión que ni siquiera había empezado. Ni siquiera tuvo tiempo de pensar en sus cosas, como acostumbraba a hacer antes de dormirse. El sueño le recibió con extrema prontitud, como si tuviese prisa por trasladarle al mundo onírico... RE: [Automisión Rango D] La búsqueda de los pandas desaparecidos - King Roga - 5/06/2016 Llegó a su habitación y abrío la puerta lentamente, era bastante cálida, lo necesario para una buena siesta. Pero Tatsuya tenía que hacer una cosa antes de dormir. Sacó un pañuelo de sus ropas y desenfundó su arma, en la cual el brillo de luna que se filtraba por la ventana se vió reflejado en el gris metal. Pasaba con delicadeza y parsimonía el trapo por el filo del arma, no se había ensuciado, ni quiera la usó en el combate, pero aún así seguía con su labor. "Sigo sin saber sí creerle o no" Datsue se había ofrecido a ayudarlo incondicionalmente para cualquier cosa que necesitase, pero que actuara como si nada después de aquel ataque a traición le hacía tener motivos para dudar, o quizás simplemente estaba pensando demasiado las cosas, tiene la costumbre de arruinar las cosas por ese motivo. Cuando terminó de dejar resplandeciente la katana la envainó de nuevo y la.dejó en la mesita que estaba a la par de la cama, apagó las luces y se dejó llevar por el sueño. A la mañana siguiente un pajarito cantó en su ventana, aún en invierno tienden a verse aves el país de los Ríos gracias a su templano clima, más aún en una región tan al sur cómo lo es Kuroshiro. A pesar de que había limpiado su arma la noche anterior, lo primero que hizo al levantarse fue pulirla de nuevo, rarito, sí, pero él lo consideraba necesario. Tras cumplir con su ritual mañanero tomó una toalla para irse a duchar, no sin antes mirar los números de las habitaciones en el pasillo. Se detuvo al llegar al cuarto dos, donde se suponía estaba su compañero. —Datsue-kuuun— Llamó mientras daba un par de toquesitos a la puerta. —Iré a bañarme y luego bajaré a desayunar, después iremos donde el cliente— Indicó para luego seguir de largo. Era bastante temprano, el espadachín suele madrugar por costumbre para así tener tiempo suficiente, aunque ese día tenía más pereza de lo normal, pero esperaba que con la ducha se le quitase. No se puso a pensar si el Uchiha se había despertado o no, el sólo pasó avisando y se fue a las duchas recorriendo el pasillo hasta el fondo donde se encontraban los baños. RE: [Automisión Rango D] La búsqueda de los pandas desaparecidos - Uchiha Datsue - 6/06/2016 —¿Hmm…? ¿Alguien le había llamado? ¿O había sido fruto de su imaginación? Quizá sólo había soñado que alguien trataba de despertarle. Quizá, incluso, seguía soñando, y aquellos pensamientos formaban parte del sueño. Más reconfortado por aquella idea, siguió durmiendo. Total, según había dicho Ikki, los pandas no se alejarían mucho en pleno invierno… Estaba oscuro. Muy oscuro. Tanto, que solo alcanzaba a distinguir sombras temblorosas a su alrededor. Escuchó unos ruidos extraños frente a él, y entonces se dio cuenta que había una puerta, cerrada. El hecho de tan solo elevar la mano hasta el picaporte le costó una barbaridad. Le pesaba demasiado. —¿Mamá...? —susurró, al creer haberla oído. Alguien estaba… gritando. Era un chillido, más bien. Un chillido débil y agudo, pero que persistía de forma intermitente. La mano de Datsue, adormecida y sin fuerza, logró bajar el picaporte lo justo como para abrir la puerta. —¿Papá...? —susurró con voz queda. No, no era papá. La espalda de un hombre obeso se contorsionaba de adelante hacia atrás, en un movimiento que hacía tambalear cada pliegue de su grasa. Estaba desnudo, de rodillas sobre lo que parecía una cama. A su alrededor, todo era oscuridad. La cabeza del hombre se giró, enseñando una sonrisa lasciva. Y no estaba solo. Una mujer estaba frente a él. Pese a que estaba de espaldas, Datsue la reconoció en seguida… …Crac. El sonido de un corazón al partirse. No podía respirar. Trataba de coger aire, pero era como si alguien muy pesado se hubiese sentado en su pecho, oprimiéndole. Tampoco podía moverse, tenía los músculos demasiado adormecidos. Creyó que iba a morirse, pero entonces, de pronto… … despertó. RE: [Automisión Rango D] La búsqueda de los pandas desaparecidos - King Roga - 6/06/2016 Después de una refrescante ducha con agua caliente caminó silbando de regreso a su habitación para vestirse. Ahí se topó con su quemada camisa, no planeaba ir por ahí con el agujero en la espalda. Decidió entonces bajar sin ponérsela, caminó por ahí sólo con el vendaje cubriendo su torso. Al llegar abajo una de las sirvientas pareció sonrojarse, pero el Takanashi no parecía entender porqué, le pidió amablemente si podía conseguirle un haori o algo parecido y que él pagaría lo necesario, la muchacha corrió y de inmediato se fue a buscar lo que le había encargado. "Que extraño" Estaba a punto de subir de nuevo cuando la sirvienta regresó cómo un relámpago y con la misma cara color tomate, le ofreció el haori y tras una reverencia se marchó a toda velocidad sin decir nada. Tatsuya sólo pudo ponérselo y se dirigió entonces al comedor del lugar. Se sentó en una de las mesas y pidió un poco de pescado, huevos y café con leche. Era una combinación bastante extraña pero casi siempre es así cuando no come en casa. "Ya son las siete y parece seguir dormido" En cuanto se lo trajeron agradeció por la comida y se puso a degustar su desayuno en lo que esperaba al Uchiha, no tenía muchas prisas, pero aún así le incomodaba que se estuviera tardando tanto. Sólo esperaba no tener que ir a levantarlo, porque seguramente se molestaría con él aunque tuviera la razón. "Ayer estaba muy emocionado y hoy ni siquiera a hecho el esfuerzo por salir de la cama" Seguía dando bocados viendo de reojo de vez en cuando las escaleras en espera de su compañero de villa, si el cliente se enojaba sabía que sería culpa de Datsue y no suya. RE: [Automisión Rango D] La búsqueda de los pandas desaparecidos - Uchiha Datsue - 6/06/2016 Una capa de sudor le perlaba el pecho, como si hubiese acabado de correr un maratón. Se sentía cansado, con la cabeza pesada y las piernas agarrotadas. La luz de la mañana atravesaba la ventana y quemaba sus ojos, somnolientos. Bajó las sábanas hasta la cintura y sintió el sudor enfriándose en su pecho. Era una sensación extrañamente placentera. Sabía que si cerraba las persianas conseguiría volver a quedarse dormido. Pero eso implicaba levantarse, y era un suplicio. Aunque más suplicio era tener que buscar los dichosos pandas. Recordaba, de forma fugaz, como la noche anterior se había propuesto cumplir la misión con una ilusión y una euforia impropia en él. Pero esa motivación repentina había desaparecido por la mañana, como solía sucederle. Ahora, lo único que le apetecía era seguir tirado en la cama, inmóvil excepto para cambiar de posición. 500 ryos. Son 500 ryos. 500 ryos menos para la deuda. 500 ryos menos para el barco. 500 ryos menos para una casa en la capital del País del Agua. Ahogó un grito contra la almohada. ¿Por qué la vida era tan dura? ¿Acaso un hombre no tenía derecho a dormir sus diez horas de rigor? Todavía no tenía muy claro si Tatsuya le había hablado o si lo había soñado, pero lo que sí tenía claro era que Ikki había estado al borde de despedirlos. Llegar tarde a la reunión podría provocarle un nuevo arrebato, aunque por otro lado no habían fijado una hora… Con toda la fuerza de voluntad que fue capaz de reunir, el Uchiha se levantó. Plantó dos pasos y… cerró las persianas. La cama crujió bajo su peso cuando se volvió a acostar en ella. ¿Qué malo había en dormir otro poco? Al fin y al cabo, el sueño era sagrado. No supo cuánto tiempo había pasado, pero se encontraba cansado. Cansado de no hacer nada, lo cual ya era decir mucho. El sueño se le había desvanecido por completo, y tenía el cuerpo dolorido de permanecer quieto. Se estiró, bostezó y volvió a estirarse. Finalmente, se levantó. Optó por no ducharse, pues intuía a través de la luz que pasaba entre las persianas que ya era algo tarde, y decidió bajar directamente a desayunar. —¡Unas tostadas con mermelada! —pidió a la camarera—. Y un zumo de naranja. Oh, y una taza de chocolate bien espeso con churros, si tenéis. Que ahora en invierno apetece. Acto seguido, trató de buscar a su compañero con la mirada entre las mesas ocupadas de la posada… RE: [Automisión Rango D] La búsqueda de los pandas desaparecidos - King Roga - 6/06/2016 Esta era ya la cuarta taza de café con leche, al parecer no le había servido de mucho levantarse a las cinco de la madrugada pues su compañero seguía durmiendo. El relon en la pared y su incesante tic tac marcaba ya las ocho, decidió pedir unos mochis como postre, no es normal para desayunar pero al menos así acompañaba su bebida. Oyó de repente la voz de su compañero, pidiendo algo de comer. —Datsue-kun, acá estoy— Dijo alzando la mano para que lo viese. No sería difícil que lo localizara, había poca gente después de todo, tomó uno de sus pequeños pastelitos mochi y le dió un mordisco pequeño como el de un ratoncito. Después de todo ahora había que esperar a que el Uchiha desayunara. Sentía la imperiosa necesidad de regañarlo por su comportamiento, sin embargo debía tratarlo como igual y no como lo haría con su hermano. Tendría que aguantarse en caso de que hiciera alguna otra tontería. Se quedó ahí callado, el no tiende a iniciar las conversaciones y esta vez no sería la excepción. "Sólo espero que hoy si empecemos la misión de una vez por todas" RE: [Automisión Rango D] La búsqueda de los pandas desaparecidos - Uchiha Datsue - 8/06/2016 Datsue acudió a la mesa de Tatsuya mientras se restregaba los ojos, todavía somnoliento. Luego se echó la cabeza hacia atrás y emitió un largo bostezo. —Fuu… No me apetece pero nada nada ponerme ahora con los pandas. Qué fastidio. La camarera trajo consigo el primero de sus pedidos: un zumo de naranja. Datsue vació su contenido de una sola vez, sediento. Se limpió la boca con el dorso de la mano y se fijó en los ojos de Tatsuya, cada uno de un color distinto. Ahora que se acordaba, ya se había fijado en aquel aspecto el día anterior. Era algo curioso, cuanto menos. —Por cierto, hay algo que me estuve preguntando anoche —añadió, al recordarlo—. ¿Cuántos años tienes? Quiero decir… Parece que tengas dieciocho o así. Pero joder, a esa edad se es Jounnin o Chunnin, como poco. ¿Cómo es que todavía estás con misiones de rango D? Nada más formular la pregunta, los churros con chocolate llegaron a la mesa. La boca se le hizo agua, mientras mojaba uno de los churros y le daba un mordisco. Estaba crujiente, justo como a él le gustaba, y el chocolate, espeso, casi tan caliente que quemaba. —Por Amateratsu, ¡esto está riquísimo! RE: [Automisión Rango D] La búsqueda de los pandas desaparecidos - King Roga - 8/06/2016 Cómo esperaba, Datsue ahora ya no tenía ánimos de nada, esos cambios bruscos de comportamiento le estaban alterando los nervios. Primero se pelean muy seriamente y luego andaban ahí comiendo juntos como sí nada, le desconcentraba. Sin embargo una pregunta hizo que volviera a la realidad, aunque no era una muy agradable. El Uchiha le estaba inquiriendo sobre su carrera ninja y la verdad es que al Takanashi le daba un poco de vergüenza hablar de ello, pero aún así planeaba responder. —Hmmmm... Pues verás, de hecho acabo de cumplir 17 años el mes pasado. Respecto a lo otro, es una historia larga pero trataré de resumirla— Tras ello se terminó de comer el mochi. Irguió su espalda y se acomodó en una postura mas recta en la silla, aunque omitiera los detalles sería un cuento un tanto extenso, pero estaba seguro de que le daría tiempo a contarlo en lo que el chico del moño terminaba de desayunar. La meserá había traído otra taza de café con leche para él justo después de que le habían traído el zumo a su compañero, le dió un sorbo y empezó a narrar. —Para empezar, mi clan desde hace bastante tiempo se dedica a la fabricación y venta de armas, pero también hay varios que se dedican a ninjas— Le dió un bocado pequeño a otro mochi. —Mi padre es el jefe del clan y yo soy el primogénito, por lo que se supone que algún día yo seré jefe, así que me obligaron a ser ninja— Suspiró tras decir eso —Yo nunca quise serlo, y durante todos estos años nunca me esforzé en mejorar mi ninjutsu o cosas por el estilo, obviamente me quedé muy atrás respecto a mis demás compañeros de promoción. Tras eso guardó silencio un rato, meditando al respecto, no le había contado eso a nadie y decírselo de repente a un desconocido como Datsue lo hacía sentirse raro. Se terminó el mochi y se lo pasó con algo de café antes de seguir hablando. —Y pues aquí me tienes, soy un inepto genin adolescente— Extendió un poco sus brazos, con las palmas de sus manos hacia arriba —Al final decidí que no es tan malo ser ninja, puedo ayudar a la gente siendo uno y como dice el dicho: Nunca es tarde para cambiar. Por eso pedí esta misión, en condiciones normales hubiese colaborado sin que me pagasen o algo, pero las únicas acciones que me van a tomar en cuenta son las que esten escritas en un papel— Concluyó para luego recostarse en el respaldo de la silla. —¿Y tú? ¿Cúal es tu historia? A pesar de que también eres ninja no te veo muy contento con la misión— Preguntó RE: [Automisión Rango D] La búsqueda de los pandas desaparecidos - Uchiha Datsue - 8/06/2016 Datsue escuchó con atención la historia de Tatsuya, mientras sentía una punzada en el corazón al oír como su padre le había obligado a ser ninja. De cierta manera, a él le había pasado igual. La presión que ejercían sus padres sobre él, sus ganas de agradarles, de no decepcionarles, había desembocado en su graduación como Gennin. Eso, y que era la única forma rápida de colaborar con la deuda que todavía tenían por su culpa. Pese a que no lo mostrase, aquellas palabras hicieron que empatizase más con el Takanashi. Sin embargo, como no acostumbraba a mostrar sus sentimientos, no dijo nada. Tan sólo asintió, pensativo. —¿Y tú? ¿Cúal es tu historia? A pesar de que también eres ninja no te veo muy contento con la misión. —Bueno, verás… Yo tampoco quise ser ninja. No quiero ser ninja —Datsue carraspeó—. Pero así es la vida, ¿no? Pocas veces tenemos lo que queremos —se quedó mirándose las palmas de las manos, pensativo. Luego, tomó otro churro y trató de cambiar el rumbo de la conversación. No le gustaba hablar de su vida personal—. Así que tu familia vende armas, ¿eh? Claro, ahora entiendo lo que decían de tu padre… Oye, ¿crees que me harían descuento? —preguntó, esperanzado. Últimamente, tienda que pisaba, tienda que tenía unos precios desorbitados. No podía permitirse el lujo de mejorar su arsenal si quería seguir ahorrando para cubrir la deuda. Pero, en ese caso, las misiones que hiciese de mayor rango se le harían más cuesta arriba. Quizá la familia de Tatsuya le ayudase a encontrar el término medio. Quizá…—. Me interesa un sello explosivo de clase A, y una bomba de clase A, y un ninjato, y media docena de shurikens… Oh, oh, espera. Y un okunai. La he visto en una tienda la semana pasada y el filo es una auténtica pasada, socio. ¡Una auténtica pasada! Y unos makibishis tampoco me vendrían mal… Lo cierto era, que si por él fuera, se llevaría media tienda consigo. Pero el problema, como siempre, era el dinero. El maldito dinero. RE: [Automisión Rango D] La búsqueda de los pandas desaparecidos - King Roga - 8/06/2016 "Así que el tampoco quería ser ninja..." Nunca pensó que ellos dos tuvieran algo en común, ahora que lo pensaba Datsue no estaba actuando distinto a cómo él mismo lo hacía hace ya varios años, caprichoso y rebelde. Viéndolo de esa manera comprendía un poco más el actuar del Uchiha "Pero no por eso tiene que ser tan grosero" No se justificaba su falta de modales. Aún así, entendía a la perfección cómo debía sentirse su compañero. Pronto cambió de tema cómo de actitud, le consultó si le harían una rebaja y empezó a enlistarle todo el arsenal que quería, que sin contar las shurikens, pedía cosas que no eran para nada baratas. No pudo evitar soltar una risita, le agradaba que tuviera tantos ánimos, aunque tendría que bajárselos lastimosamente. Colocó ambos brazos sobre la mesa y se acercó un poco a Datsue para que le escuchase. —Aquí entre nos, la verdad es que mi madre maneja lo de las armas y no mi padre, pero cómo el es el jefe casi siempre dan su nombre de referencia— Suspiró antes de seguir hablando —Con lo del descuento me temo que hay dos incovenientes: Uno, cómo mis padres no andan muy contentos con mi desempeño no me han dejado tener lo que quiero, me controlan cada centavo que me gasto y si voy a pedirles rebaja dudo mucho que me lo concedan— Dijo con pesar. En ese momento la mesera se acercó a la mesa trayendo otra taza de café para el Takanashi, si seguía así no iba a dormir en toda la noche. Esperaba que al menos le diera energía para la misión. —Estoy en las mismas que tú, quiero un montón de cosas: Una kusari, una uchigatana, una Ōgama, etc. Pero mi padre quiere que lo gane por mi cuenta— Terminó de comerse el último postrecito —Lo segund... Bueno, no importa, tengo una idea. Sí quieres a futuro podría venderte yo algunas de mis armas, obviamente te las daría a precio más bajo pero así consigues tú lo que buscas y yo junto algo más de dinero para lo que yo quiero. Los dos salimos ganando. ¿Qué opinas?— Sonrió con delicadeza. Se saltó la segunda cosa, sí de todos modos le estaba proponiendo un trato no consideró necesario mencionar la crisis de la distribuidora de metales. RE: [Automisión Rango D] La búsqueda de los pandas desaparecidos - Uchiha Datsue - 8/06/2016 Las esperanzas de Datsue duraron muy poco, justo lo que tardó en abrirse la boca de Tatsuya. No, no iba a conseguir descuento alguno por medio de su camarada. Tendría que apoquinar, como todos. Al parecer, el Gennin también ansiaba numerosas armas. El Uchiha alzó una ceja cuando mencionó una Ōgama. No se podía negar que era una chulada, y que acojonaría ver a alguien empuñando un arma como aquella, pero en lo que respectaba a Datsue, no le veía gran utilidad en combate. Tatsuya continuó hablando: —Lo segund... Bueno, no importa, tengo una idea. Sí quieres a futuro podría venderte yo algunas de mis armas, obviamente te las daría a precio más bajo pero así consigues tú lo que buscas y yo junto algo más de dinero para lo que yo quiero. Los dos salimos ganando. ¿Qué opinas? Vaya, vaya, vaya. ¡Pero si sabe negociar y todo! Quién lo diría… —Tatsuya, creo que a partir de ahora tú y yo nos vamos a entender mucho mejor —dijo, a modo de contestación, para luego zamparse el último churro que quedaba en el platillo. La camarera acababa de traerle también las tostadas con mermelada, de paso que había llevado otro café al Takanashi. Datsue arrugó el ceño, dándose una palmada en el estómago—. Fiuu… Creo que he pedido demasiado. ¿Te apetecen esas tostadas? —preguntó el Uchiha, para no pasar la vergüenza de dejar la comida en el plato—. ¿Y qué armas estás interesado en vender en un futuro? —añadió, intrigado. RE: [Automisión Rango D] La búsqueda de los pandas desaparecidos - King Roga - 8/06/2016 —Oh, claro, no te preocupes— Tomó entonces el plato con churros. —Ya es la segunda vez que me como tu comida, espero que no pase demasiado seguido o voy a perder forma.— Podía sonar a broma, pero lo decía muy en serio. —Vaya sabe bien, nunca antes había probado tostadas dulces— La verdad es que él también estaba algo lleno, pero media vez no le diera un empacho todo estaría bien. —Hmmmmm... En primer lugar planeaba conseguir una uchigatana, así que ya no necesitaría el ninjato, sin embargo...— En ese momento se llevó la mano a la empuñadura de su arma, y volteó la cabeza hacia la espada mientras la desenvainaba unos cuantos centímetros, viendo el brillo del filo. —...Me costaría desprenderme de ella, fue el arma que me compró mi padre cuando me gradué a los diez años, le tengo un valor sentimental muy alto.— Hablar de sus armas era hablar de su katana, y cuando se trataba de espadas automáticamente se iba por las ramas con el tema y se ponía a contar de cosas cómo si fuese un muñeco al que le acababan de dar cuerda y no pararía hasta que le acabase. —Desde siempre me han fascinado las armas, especialmente las katanas. No me considero un gran espadachín ni nada, pero siempre he creído que una espada sirve para algo más que para matar. En todo caso esta ninjato la he cuidado con recelo, y me gustaría que si ya no estuviera en mis manos el que la tenga la cuide por mí. ¿Tú lo harías?— Lo miró fijamente a los ojos. De repente se puso profundo con el tema, pero no podía evitarlo, le gustaban demasiado y siempre se pone solemne con esas cosas. —Claro, eso será para cuando decida conseguirme otra katana, con las shurikens... — Dudaba si decirle o no la especialidad, pero siendo compañeros de aldea no era necesario guardar demasiados secretos. —Mis shurikens están fuera del trato, no son algo que puedas comprar en cualquier sitio, de hecho, no las venden en ningún lado— RE: [Automisión Rango D] La búsqueda de los pandas desaparecidos - Uchiha Datsue - 8/06/2016 ¿Valor sentimental? ¿Qué es eso? ¿La excusa para subir de precio? Sonrió, pero siguió escuchando las palabras del Takanashi. Lo cierto era que le interesaba aquel ninjato. —Desde siempre me han fascinado las armas, especialmente las katanas. No me considero un gran espadachín ni nada, pero siempre he creído que una espada sirve para algo más que para matar. En todo caso esta ninjato la he cuidado con recelo, y me gustaría que si ya no estuviera en mis manos el que la tenga la cuide por mí. ¿Tú lo harías? Datsue desvió la mirada. —Sí, claro que la cuidaría… Aunque tú y yo tenemos conceptos distintos sobre las katanas, ahora que te escucho —le miró a los ojos—. ¿Qué una espada sirve para algo más que para matar? Pues ya me dirás para qué… Yo creo que es precisamente lo contrario. Creo que la verdadera belleza de las espadas radica en que fueron forjadas única y exclusivamente para segar vidas —Segar vidas. Que poético me ha salido—. Quiero decir, fíjate en la misma guadaña que quieres adquirir. O las hachas, o los martillos de guerra... Todas esas armas fueron construidas para otro propósito al principio de sus tiempos. Pero una katana… Cuando alguien desenvaina una katana, sólo es para matar. RE: [Automisión Rango D] La búsqueda de los pandas desaparecidos - King Roga - 8/06/2016 —Esa es una pregunta capciosa— Dijo sonriente. Era un concepto que a él mismo le costaba entender, se le resultaba difícil explicar las cosas y más aún cuando no tenía claro que era de lo que hablaba, pues era un sentimiento que no podía describir. —Tienes razón en algo, las armas que mencionaste no se hicieron para matar, antes eran herramientas para el cultivo, para talar y para trabajar. Sin embargo, ¿de verdad crees que una espada fue hecha para segar vidas?— Le devolvió la mirada, aunque sus ojos parecían estar perdidos en otro sitio. —Creo que para esto hay que recordar el origen mismo de las artes marciales: ¿Para qué fueron creadas? Su principal propósito siempre fue entrenar el cuerpo para ser fuerte y la mente para ser sabio, para encontrar un equilibrio consigo mismo y con los demás— Le dió un mordisco a la tostada y continuó cuando terminó de masticar —Según cuentan las historias, se nos dijo que en lo tiempos de guerra el Rikudou Sennin creó el Ninshuu, pero que luego se volvió el ninjutsu que conocemos hoy en día. En ese sentido ocurrió lo mismo que con las armas que mencionaste, su propósito fue cambiado— Terminó de comerse la tostada y se levantó de su asiento, dejando un billete de 100 Ryos para pagar la cuenta. —Las espadas existieron mucho antes que los shinobis, el kenjutsu antes que el ninjutsu. Al igual que las demás artes su propósito se perdió con el paso de los años, en tiempos idos. Creo que cómo practicante de Kenjutsu me veo en la obligación de buscar el verdadero valor detrás de una espada, mostrando que no sólo puede ser un arma de muerte. El día que encuentre el significado de eso, responderé a tu pregunta.— Se dió la vuelta y caminó hacia la puerta de la posada, ladeando la cabeza para mirar a su compañero mientras deslizaba el shoji. —Por ahora ya se nos hizo tarde, si el cliente es tan malhumorado como dices no se alegrará cuando nos vea, será mejor que nos vayamos pronto— Remató. |