Entre el recuerdo y el olvido. - Versión para impresión +- NinjaWorld (https://ninjaworld.es) +-- Foro: Base de datos del rol (https://ninjaworld.es/foro-base-de-datos-del-rol) +--- Foro: Historia, acontecimientos y ambientación (https://ninjaworld.es/foro-historia-acontecimientos-y-ambientacion) +---- Foro: Tramas pre-reset 2017 (https://ninjaworld.es/foro-tramas-pre-reset-2017) +---- Tema: Entre el recuerdo y el olvido. (/tema-entre-el-recuerdo-y-el-olvido) Páginas:
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Entre el recuerdo y el olvido. - King Roga - 18/04/2016 Era de noche en la ciudad pero aún había actividad en el lugar, sin embargo algo había cambiado respecto a los primeros días. Se veían más samurai patrullando por el área, además de la prescencia de ANBU de todas las aldeas. El torneo había continuado con normalidad a pesar del atentado contra los kages, dentro de una semana se llevaría a cabo la final, por orden de los señores feudales. "No puedo creer que se tomen las cosas con tanta calma" Ahí se encontraba caminando Tatsuya entre las calles como un transeunte más, pero había algo diferente en él, se miraba un poco enrojecido de las mejillas y tenía un hilo de sangre en la boca, pero él mismo parecía no darse cuenta de ello. La razón por la cual se encontraba en ese estado era por una acalorada discusión que tuvo con su padre hace ya una media hora. Lo que empezó como un sermón terminó en una pelea, aunque fue una muy corta pues Tatsuya cayó de un sólo golpe. "El nunca me había pegado de esa manera" El conflicto se dió por tres razones: La primera de ellas era porque su padre dejó a su madre enferma en casa, si bien ya había mostrado signos de mejora desde que Tatsuya le llevó unos hongos especiales no se había recuperado del todo. La segunda era por una trifulca dentro de una casa de té en la que se vió involucrado, su padre lo castigó y no lo dejó ver las peleas de las semifinales. La tercera y última razón era porque el muchacho se mostraba ofendido por el hecho de que los Daimyou continuaran con el evento aun sabiendo de la amenaza samurai. El jounin estaba molesto pues según él, su hijo no entendía que un ninja siempre debe obedecer órdenes sin contradecir a sus superiores. Si el Kawakage estuvo de acuerdo debían respetar aquello. Cuando discutían el jounin obligó a su hijo a tomar sake para intentar tranquilizarlo, aunque Tatsuya apenas tomó unos tragos. Desde que cumplió 16 años su padre insiste en hacer que beba, pero esto no le suele agradar al muchacho, al menos no a la fuerza. "Me dice que debo actuar como un shinobi, pero yo no quería convertirme en uno" Aquellos pensamientos de frustración en parte eran provocados por el alcohol. "Yo nunca pedí ser el jefe del clan, el me obligó a esto" Así seguía caminando con unos pasos algo erráticos por el lugar (más por el dolor que por otra cosa, no estaba tan ebrio en realidad), aún con la sangre producto del puñetazo que le propinó su padre en la cara, estaba de mal humor y en esta ocasión el recurrir a la maña de pulir su katana no consiguió calmarlo del todo. Quería desahogar su frustración pero no sabía cómo, intentar ahogar penas en el licor no era para él. No se fijaba por donde iba, ni siquiera había notado que la gente se le quedaba mirando y murmuraban al respecto. Daba muy mala impresión el verlo así. RE: Entre el recuerdo y el olvido. - Inuzuka Nabi - 19/04/2016 La noche se había abalanzado sobre la pequeña ciudad donde se encontraba como una leona se lanzaba sobre una indefensa gacela, con la brusquedad más salvaje que se pueda encontrar en la madre naturaleza. Aunque el vandalismo y la violencia que suele acompañar la falta de luz habían sido completamente erradicados por la autoridad e intimidación que desprendían las fuerzas especiales shinobi solo con su presencia, la inmundicia arraigada en la parte más oscura de aquella sociedad no había desaparecido. En los callejones más oscuros y en los barrios más bajos del lugar seguían encontrándose las mismas prostitutas, los mismos borrachos y otros tipos de malas influencias que podían subdividirse en cientos de ramas diferentes. El Uchiha ya había tenido una dosis de aquello y prefería no repetirlo. Hacia buen tiempo y más por la noche cuando corría una brisa indescriptible, Eri ya se había ido a dormir y él tenia hambre. Así fue como acabo en la terraza de un restaurante de esos que tienes tu mismo la parrilla en la mesa y te haces la carne como quieras. Lo había encontrado hacia pocos días y había sido amor a primera olida. Por suerte, o por ingenio del dueño, era una terraza cubierta, así que aunque lloviera se podía estar ahí perfectamente. Ya había acabado de cenar y se disponía a volver a su hotel cuando vio algo que le alarmó. Un borracho estaba asustando a los contados viandantes con los que se cruzaba. Desde el otro lado de la calle, que era donde se encontraba Nabi, pudo distinguir que llevaba un hilo de sangre colgando de la barbilla y le cruzaba parte de la cara, pero parecía darle igual que goteara. Iba dando tumbos sin apenas prestar atención a donde pisaba. Otro borracho se encontraba tirado en el suelo con una botella de alcohol en una mano, con tan mala suerte que cuando paso el otro le piso la mano que tenia libre. A diferencia de los improperios que se esperaba el rubio, el que estaba en el suelo se levantó y le reventó la botella, ya vacía, en la cabeza. Acto seguido se giró como si nada y se fue en dirección contraria. — Ahora a robar más priva. Nabi observaba atento la escena desde lejos mientras se acercaba lentamente sin llamar demasiado la atención, tapado con una larga túnica de viaje oscura. Habría jurado ver una bandana en el cuello del que acababa de recibir el botellazo, solo estaba esperando por si tenia que interceder para detener a un shinobi, si solo era un borracho más, los dejaría en paz. RE: Entre el recuerdo y el olvido. - King Roga - 20/04/2016 Y ahí seguía nuestro personaje sin prestar atención a las malas miradas que la gente le dedicaba, incluso uno que otro curioso mostraría miedo al ver la espada que portaba el muchacho. El joven nunca reparó en que había terminado metido en los peores barrios de la ciudad de los dojos, mantenían la arquitectura tradicional pero tenían una apariencia de descuido y olvido. A veces al caminar machucaba botellas y similares, así que no se dió cuenta cuando le pisó la mano a un borracho que estaba en el suelo, sin embargo el sujeto no planeaba dejar las cosas así. -¡AHRG!- Gruñó en cuanto recibió el botellazo en la cabeza. Si de por sí ya tenía una fuerte migraña aquel golpe sólo acentuó su malestar, se tocó en la parte superior donde impactó la botella y sintió algo de humedad; efectivamente, el vidrio le hizo una cortada, aunque era una leve molestia a la par del puñetazo que su padre le había dado. Cuando volteó a ver a su atacante vió como este se disponía a irse cómo quién acaba de cumplir una tarea. — Ahora a robar más priva.— "¿Pero que demonios le pasa a este tipo?" Tatsuya ni siquiera entendía que quería decir el sujeto, nunca en su vida había escuchado la palabra "priva". Acostumbrado a la alta sociedad no podía comprender las jergas de barrio bajo. Estaba enterado de que en lugares como en el que se encontraba parado era fácil encontrar pleitos, pero aún así no era lo habitual que el anduviera en ese tipo de sitios. Siempre evita meterse en problemas, pero al menos le exigiría una explicación al sujeto. Se sacudió un poco la cabeza y con un par de saltos alcanzó al tipo, estando adolorido no mostraba su cadencia habitual al caminar. Lejos de intentar golpearlo o agarralo para forzarlo a que le prestara atención como se podría esperar de alguien pasado de tragos simplemente se limitó a darle un par de toquesitos con el dedo en la espalda al sujeto esperando a que este se volteara para hablarle. -Disculpe, señor- Dijo con una voz plana. -Usted me ha reventado una botella en la cabeza y me gustaría saber porqué- Terminó de decir con una expresión igual de plana. Era díficil saber que era mas extraño, si el hecho de que estaba intentando razonar con un hombre que quizás no se acordaba de su propio nombre o que a pesar de haber recibido semejante cuentazo en la cabeza no se mostraba enojado en lo mas mínimo, cualquier otro se habría lanzado a pegarle con seguridad. Si bien estaba enojado su manera de demostrarlo era con ese gesto frío en vez de su típica amabilidad, pero aún así, por muy enojado que estuviera no iba a golpear a alguien sin motivo, y, aunque tuviera un motivo tampoco lo haría. "Si me logro safar de esta sin broncas mejor para mí" Se le había subido un poco el acohol, no estaba pensando las cosas que decía como en otras ocasiones, de hecho en esos momentos la vergüenza se le había ido, pero estaba lo suficientemente lúcido como para controlarse. Algunas personas se quedaron viendo curiosas por le hecho de que no había comenzado una riña, aunque la gran mayoría empezaba a entrarse a sus viviendas en caso de que la paz no durase mucho. RE: Entre el recuerdo y el olvido. - Inuzuka Nabi - 27/04/2016 El borracho que habia roto la botella en la cabeza del otro borracho se fue tarareando algo que no se entendia ya que él mismo no entendia lo que salia por su boca. Andaba torpemente y chocandose contra todo lo que era chocable, por suerte, la calle era suficientemente ancha como para que la gente se apartara de la trayectoria confusa que seguia el hombre con sus torpes vaivenes. El beodo malherido reaccionó con una agilidad impresionante despues de haber aguantada el botellazo con una entereza envidiable. Apenas se llevó una mano a la cabeza y al comprobar que tenia sangre se giró hacia su agresor. Nabi apretó el mango de su Kodachi, mientras bordeaba sutilmente la escena, varias personas se habian detenido a observarla por lo que no destacaba que estuviera tan pendiente de lo que sucedia. Una pelea de borrachos seria algo normal por allí, pero sin duda, ver a un shinobi involucrado tenia que ser algo nuevo, no era de extrañar que la gente se interesara por lo que sucederia a continuación. Pero para disgusto de los curiosos y alivio del Uchiha, cuando el agredido llegó a la posición del agresor, sencillamente se plantó ahí y le preguntó porqué le habia golpeado. El agresor se giró lentamente, con el rostro palido como si acabara de escuchar a un muerto, dejando de tararear aquella irreconocible canción y parandose en el acto como si sus pies estuvieran clavados al suelo. Cuando terminó de girar la cabeza su expresión palideció aún más, ahora, como si hubiera y estuviera viendo a un fantasma. — Esto... tiene que ser una broma... Apenas pasaron unos segundos de tenso silencio hasta que la expresión le volvió a cambiar, su miedo era palpable, intentó echar a correr con el resultado obvio de acabar tropezandose consigo mismo mientras gritaba con el temor más salvaje en su voz. — ¡Una basura que habla! ¡Que alguien me ayude! Seguro... que...que... que es cosa de la radiación nucelar, me va a comer ¡y a convertirme en una botella! Nabi relajó su mano a la vez que aquel pobre hombre, intentaba gatear lejos de la persona que se habia acercado a preguntarle porque le habia partido una botella en la cabeza. Desde luego, tenia que ser muy fuerte el brebaje que servian en aquellos lares, porque la borrachera que llevaba aquel hombre en lo alto, no era ni medio normal. Sin embargo, el rubio siguió esperando a ver si que le llamaran basura acababa por sacar el lado loco del malherido shinobi. RE: Entre el recuerdo y el olvido. - King Roga - 28/04/2016 — ¡Una basura que habla! — Tatsuya no terminó de asimilar el resto de la frase, el tipo parecía estar borracho a más no poder, en otras circunstancias al de Taki ese tipo le parecería un loco. Pero en esos momentos su mente no era capaz de razonar eso, dentro de su cabeza había una palabrita que resonaba con eco, y le daba igual lo demás que hubiera dicho el tipo. "¡Una basura que habla!, ¡Basura que habla!, ¡Basura!, basura..." ..."BASURA"¿Acaso era aquello un insulto? ¿Un insulto al heredero de la familia Takanashi? ¿Hacia una de las familias shinobis más importantes? ¿Se atrevió a insultar a un shinobi?... Aquello era inaudito, a Tatsuya nunca le habían faltado el respeto de esa manera, la gente que conocía sólo había pronunciado lisonjas para él y sus sirvientes siempre le veían con la cabeza baja, pero ante las palabras de aquel mugriento bolo sólo había una cosa por hacer. -Ja ja... Jajajaj... jajajajaja.. JAJAJA.. JAJAJAJAJ ¡JAJAJAJAJAJAJAJ!- Y eso era morirse de risa. No se había ofendido en lo más mínimo, de hecho, estaba agradecido con aquel charamilero. Por fin alguien le decía la verdad, por fin alguien más se había atrevido a llamarle por lo que es, una basura. No entendía porqué, pero se sentía muy feliz, y para muestra de ello la sonora carcajada en la que porrumpió. Se tapó los ojos con la zurda mientras se sujetaba el estómago con la diestra, retorciéndose de risa ahí parado haciendo bullicio interrumpido por momentos sólo por intervalos de tos con sangre, pero en cuanto se recuperaba seguía con su penoso espectáculo. Más curiosos acudieron a la escena ante aquel escándolo, un ninja ebrio desquiciado que se reía como maníatico llamaba demasiado a atención... Y Tatsuya odia la atención, no le gustan las multitudes, no le gusta que las miradas se posen en él, no le gusta que le juzguen. Poco a poco fue bajándole el tono a su risa y cuando su mano dejó ver su mirada esta mostraba enojo y frustración, siempre se guarda esos sentimientos de rabia dentro de sí, pero ahora que estaba envalentonado por el alcohol no se iba a reprimir. -¡Fuera de aquí! ¡Lárguense!- Gritó iracundo. Rápidamente tomó una botella que algún ebrio dejó por ahí y con la otra mano una piedra de considerable tamaño, lanzó la botella contra la pared de un negocio provocándole un susto a los mirones que estaban cerca. Pero no le bastaba con eso. Lanzó la piedra hacía el único farol que alumbraba la calle, rompiendo el foco y dejando la calle en penumbra. Todos sus problema se acumularon en forma de furia y el sake los había sacado a relucir. -¡Váyanse! ¡DÉJENME EN PAZ!- Vociferó mientras con su brazo señalaba un camino imaginario. Simplemente explotó mandando todo y a todos al diablo, no se contuvo en lo más mínimo. Desde un rincón oscuro y alejado una figura parecía observar, portaba una uchigatana y su armadura era imposible de confundir. Pero por alguna extraña razón se mantenía al margen, oculto en la esquina mientras el relajo continuaba, era un guardia pero no mostraba el más mínimo interés en intervenir, al menos no por ahora. -Vaya suerte la mía pero sí es uno de los ninjas del otro día- Pensó en voz alta. -Síguele con tu bronca, síguele, dejaré que te metas en suficientes problemas, así no tendrás pretexto para que no te arreste cómo la última vez- Susurraba para sí mismo. RE: Entre el recuerdo y el olvido. - Inuzuka Nabi - 30/04/2016 El borrachin acabó por desplomarse en el suelo mientras musitaba algo sobre una tal Anastasia o algo parecido. Sin embargo, el shinobi que habia caido como un bellaco en uno de los prohibidos vicios de los shinobi se habia puesto a reir de una forma más que histerica. Se sujetaba el pecho mientras se tapaba los ojos doblandose de pura locura. La gente que se arremolinaba a una distancia prudencial, que se iba alejando cada vez más del muchacho que parecia estar totalmente fuera de sí. Mientras los civiles se echaba hacia atras, Nabi avanzaba hasta la primera fila de la muchedumbre. Como habia sospechado desde un principio tras el ataque de risa la ira se abrio paso. Agarró una botella y una piedra y lanzó ambas en diferentes direcciones. El temple que habia mostrado anteriormente se fue a la mierda mientras le gritaba a la gente que le rodeaba, los ojos del rubio se tornaron rojos y con destreza sacó un shuriken del portaobjetos y lo lanzó interceptando la piedra que iba a por el faro que mantenia iluminado el lugar. Sin embargo, la botella no le daria tiempo a detenerla y chocaria contra una pared, por suerte estaba vacia. Se plantó en un instante al lado del muchacho. Posó su mano derecha en el hombro del shinobi que habia perdido los estribos sin bajar la guardia. Esperaba poder resolverlo sin recurrir a la fuerza, pero como ya se habia demostrado con anterioridad, su diplomacia no solia servir para resolver conflictos. Calmate. Sabia que no habia solo civiles observando la escena, si la cosa se descontrolaba con ANBUs hasta debajo de las piedras y samurais hasta detras de las orejas, ambos acabarian en un lio. Sin embargo, no era eso lo que preocupaba en ese momento a Nabi. Él solo esperaba que nadie saliera herido, ni el shinobi, ni ninguno de los civiles y no civiles presentes. Sus ojos seguian de un color carmesí brillante que esperaba la más ligera reacción del ebrio para responderle acorde a la elección que este hiciera. Calmarse o seguir con su rabia. El alcohol no era un buen consejero, eso era algo esencial y que todo shinobi debia comprender. RE: Entre el recuerdo y el olvido. - King Roga - 30/04/2016 Tatsuya por un momento creyó escuchar un sonido metálico en el ambiente, dirigió su mirada al suelo y ahí divisó la piedra que prevamente había lanzado. Había caído en una dirección muy distinta a la que originalmente la había lanzado, pero no pudo percatarse del porqué. Sí de por sí es medio malo para darse cuenta de los detalles estando alcoholizado menos iba a hacerlo, además en esos momentos poco le importaba, sólo quería destrozar cuanta cosa tenía enfrente y alejar a toda esa gente cuya presencia lo irritaba más. De la nada una voz le incitó a relajarse a la vez que una mano se posaba en su hombro izquierdo, no se percató de en que momento en que un adolescente poco menor que él se le había acercado y aquello le dió un buen susto. Se volteó bruscamente y su reacción fue intentar darle un derechazo en toda la cara, pero su brazo se detuvo en el aire cuando sus ojos bicolor se encontraron con la extraña mirada del muchacho. El pelo rubio del joven cotrastaba con la capa azul oscuro que llevaba, pero Tatsuya no prestó atención a esto, incluso pasó por alto la bandana de Uzushiogakure que portaba, se concentraba únicamente en esos ojos carmesí que poseían extraños detalles para él. -Y luego dicen que yo tengo ojos raros- Pronunció como sí el chico no lo estuviera escuchando. -Vete- Hizo caso omiso a la petición de calmarse que le habían hecho. Caminó pasando de largo del muchacho, ignorádolo como sí no estuviera allí. Por un momento pareció que se había tranquilizado mientras se dirigía tambaleante hacía unas cajas de madera de las que se usan para guardar vegetales, apiladas cerca del inicio de un callejón. Pero la realidad era otra. Pateó violentamente el grupo de cajas haciendo que se desplomaran, y lo siguiente que haría sería tomar una para intentar lanzarla hacia cualquier dirección sin apuntar directamente a nada. El samurai seguía observando pacientemente, hace mucho que debió haber intervenido pero sus intenciones distaban de eso. -Tsk- Chasqueó la lengua molesto. -Vamos, un poco más, necesito evidencia- Estaba ensañado contra el shinobi de Taki y no le importaría llevarse al de Uzu de corbata. -Hubiera preferido que me las pagara el otro mugroso, pero con este par me conformaré.- Murmuraba para sí. A estas alturas Tatsuya ya había olvidado porque estaba molesto, sólo quería romper cosas porque sí, porque lo hacía sentir mejor. Olvidándose completamente de las normas de conducta que suele seguir al pie de la letra, actuando totalmente opuesto a su personalidad. Era tanta frustración que su vieja maña no lo había ayudado a relajarse y el alcohol sólo empeoró todo, estaba descargando su tensión de la peor manera posible. RE: Entre el recuerdo y el olvido. - Inuzuka Nabi - 7/05/2016 El shinobi de Takigakure se sobresaltó al escuchar la voz seria y cortante del Uchiha, o tal vez fuera por la leve presión sobre su hombro. La cuestión era que no se lo habia esperado y ni siquiera se habia percatado de lo que habia pasado hasta que ya fue demasiado tarde, era dificil de averiguar si esa falta de agudeza sensorial era debida a que él era un poco ciego, sordo y, en general, poco atento, o era debida a que estaba borracho como una cuba. De todas formas, lo que paso a continuación reflejaba que era más parecido a él de lo que le hubiera gustado. Viró de golpe, con el puño alzado a la altura de la cara del rubio. Estaba a punto de dar un paso atras para evitar el golpe cuando sus ojos se encontraron y su brazo se detuvo antes de hacer contacto con la cara de Nabi. Aunque el chico no se quedaba atras en cuanto a rareza, el borrachín de turno tenia un ojo de cada color. El rubio solo esperaba que no tuviera ningún superpoder por ello. -Y luego dicen que yo tengo ojos raros- -Vete- Parecia más calmado y Nabi le dejó ir. Sin embargo, le siguió con la mirada durante un instante antes de darse la vuelta definitivamente y marcharse en la dirección contraria. Pero justo antes de que llegara a hacerlo el muy cabrón cogió y pateó unas cajas de madera porque sí, en la cara del rubio seguia comprometiendo el orden público con una actitud indigna de un shinobi. La cosa no acabó ahí, cogió una de las cajas supervivientes y la lanzó a lo loco, cayendo sobre un pobre gato que dormitaba en el callejón, quien salió a toda prisa del lugar al recibir el golpe. La poca paciencia del shinobi de Uzushiogakure tocó a su fin con la violencia incontrolada que su compañero de profesión desprendia en cada una de sus acciones. Saltó sobre él por la espalda, haciendo imposible que reaccionara. Al caer, el rubio estaria encima del moreno, le agarraria un brazo y se lo colocaria a la espalda mientras con una rodilla le sujetaba el otro, haciendo imposible que se levantara o contraatacara. Si no te calmas te partiré los brazos y las piernas y ya no importará si estas calmado o no. Su tono no se veia teñido por la ira o el enfado, sino que más bien las propias palabras se adaptaban a la seriedad del chico dejando claro que no era un farol. Estaba a un movimiento de muñeca de sacar el kunai que llevaba bajo la manga, así que si el borracho no tenia cuidado, iba a salir quemado. RE: Entre el recuerdo y el olvido. - King Roga - 7/05/2016 -¿Eh? ¿eso es todo?- Estaba decepcionado. -Oh vamos esperaba ver más sangre, con esto apenas una multa le puedo poner- Se lamentaba después de presenciar la escena. Cuando Tatsuya estaba apunto de agarrar otra caja para lanzar una sombra se proyectó sobre su cabeza, se quedó pasmado mientras veía en cámara lenta cómo se hacía más grande hasta que un gran peso cayó sobre su espalda y le hizo darse de cara al suelo lastimándose la nariz de paso. El adolescente al que había ignorado antes entró en acción tirándose encima de él para inmovilizarlo, no pudo reaccionar pues cuando se dió cuenta tenía ambos brazos atrapados. Empezó a forcejear para intentar safarse pero fue inútil, el peso del rubio le impedía moverse. -¡Suéltame maldita sea!- La amenaza del rubio se le resbaló como agua. No se iba a tranquilizar a pesar de que ya había tocado fondo. Estaba ebrio, con una jaqueca encima, con la cara manchada de sangre y le habían hecho darle un besito al piso. Su ira aumentó en demasía al verse acorralado, aunque lo que más le molestaba era darse cuenta de lo patético que era no poder hacer frente a otro shinobi. Poco a poco fue cediendo al darse cuenta de aunque tuvieran la misma fuerza se encontraba en desventaja. El enojo que sentía se fue transformando en frustración al punto que dejó de oponer resistencia. -Déjame sólo...- Una lágrima se dejó ver en su rostro. -¡Lárgate!- Gritó con la voz quebrada. Se había humillado sólo y quizás un par de locos aún pudieron haber visto su patético numerito. Había perros ladrando a lo lejos y los civiles se habían ido a esconder cerrando puertas y apagando las luces en las ventanas, pero parecía que a algunos de los ebrios de ahí no muy les había agradado en escándalo en su barrio. El guardia por su parte ya ni siquiera mostraba interés en querer intervenir, aunque seguía a la espectativa. -Mierda- Masculló Tatsuya RE: Entre el recuerdo y el olvido. - Inuzuka Nabi - 8/05/2016 La maniobra salió tal y como el Uchiha habia esperado, la fuerza del joven borrachín no era nada del otro mundo, entre eso y el pedo que llevaba no era ninguna amenaza. Aún teniendolo asegurado Nabi no dejó de hacer fuerza ni un instante, no volveria a confiarse con aquel traidor. El cual no paraba de soltar improperios e instaba constantemente al rubio de que le soltara y se fuera. Él no pudo hacer otra cosa que suspirar. Si no era capaz de hacerle entrar en razón tendria que dejarlo inconsciente y soltarlo donde fuera que se aposentara su kage. — Escucha atentamente porque solo lo voy a decir una vez. No vas a salir bien parado de esto, ya no solo te hablo de mi, tengo varias decenas de testigos que te han visto perder el control y actuar de forma imprudente en plena calle estando bajo los efectos del alcohol u otro opiaceo. Le retorció el brazo antes de seguir con su advertencia. — Así que te vas a calmar y vas a dejar de hacer el energumeno, esto no es tu villa, comportate. No habia mucho más que le pudiera decir a un shinobi desconocido, ni siquiera sabia qué tipo de caracter tenia su kage, si era alguien permisivo o indulgente iba a ser un poco estupido amenazarle con ir a contarselo todo a él. A lo mejor debia llevarlo ante los samurais del lugar, ellos parecian mucho más severos que el comico señor de las cejas prominentes. Aunque si empiezas a juzgar por las apariencias acabas aplastado bajo un puñetazo de Eri. Solo cabia esperar que el desconocido pasara del modo agresivo al modo depresivo, o la cosa acabaria de forma violenta. Habia que agradecer que los civiles hubieran decidido que era mejor evitar aquel lugar por el momento. RE: Entre el recuerdo y el olvido. - King Roga - 8/05/2016 En su estado actual Tatsuya no podía hacer nada más que refunfuñar, pero sus esfuerzos fueron en vano. El rubio dijo unas palabras que si bien sonaron mas secas que el desierto del país del viento lo hicieron pensar un poco. Soltó un leve quejido cuando el de Uzushio le retorció aún más el brazo, si su discurso no estaba teniendo efecto sus actos sí que lo hacian. Tatsuya no se habia puesto a pensar en las consecuencias de sus actos, de hecho ni habia pensando en nada, pero al estar sometido se dió cuenta de que no le quedaba otra opción. -Esta bien, tú ganas- Obedeció a regañadientes y dejó de oponer resistencia. Estaba frustrado, había descargado su ira de la manera menos adecuada y ahora pagaba por ello. Estando enajenado por pasarse con el sake bien pudo terminar lastimando a alguien, algo que nunca haría estando en sus cabales. Por ahora ni siquiera sabia donde estaba parado, o acostado mejor dicho. Ya tendría tiempo luego para arrepentirse cuando se le bajase el efecto del alcohol y cuando lo hiciera no olvidaría lo ocurrido en mucho tiempo. -Ya, suéltame joder- Seguía molesto eso sí. -No tienes porque ser tan rudo- Aunque el que estaba fuera de sí era él. Sólo esperaba que el rubio lo soltase para, para... "La verdad no tengo ni idea de que haré ahora." Estaba perdido y sin saber que hacer, de seguir así es probable que se pusiera depresivo. Quería olvidarse de todo, al punto de pensar que si bebía se olvidaría de todo lo ocurrido, luego se recordó que por excederse terminó metido en ese lio y se le pasó. El samurai que había estado espectante ahora lucía aburrido ante la escena. -Tsk, bueno al menos me alegraron un rato la noche, es tedioso estar patrullando este sucio barrio- Pero su entretenimiento se habia terminado, todo parecia volver a la normalidad. Entiendase por normal que los vagos siguiesen con sus cosas de vagos y que los maleantes del sitio volvieran a su rutina. Aunque para el par de shinobis era probable que la cosa no acabara ahí. RE: Entre el recuerdo y el olvido. - Inuzuka Nabi - 14/05/2016 Las palabras del muchacho le recordaban, para su mala suerte, a las mismas que le habia soltado hacia unos minutos, cuando tras advertirle y dejarle ir pensando que ya habia entrado en razón pateó y lanzó aquellas cajas por la simple diversión de causar alboroto y destruir propiedades ajenas. Estaba claro que el shinobi de Takigakure tenia muy poca vergüenza o mucha borrachera encima, de cualquier forma, las dudas que ahora asaltaban a Nabi estaban más que justificadas. Le tendria que soltar tarde o temprano, mejor que fuera cuanto antes y así todo aquel asunto se arreglaria o se iria a la mierda antes. — Ésta no es la segunda oportunidad que te doy, es la última. Tras susurrarle esas palabras con el tono más frio que podia poner, se levantaria de un salto de encima del borracho soltandolo en el acto pero sin perderle de vista ni desactivar su sharingan. No confiaba en él, no se podia fiar de su palabra, solo le quedaba una opción, que no es que le gustara, pero no le podia vagabundear solo por las calles sabiendo que en cualquier momento podria tener otro brote de ira. — Levanta, te acompaño a donde sea que te alojes. Takigakure, esa villa no dejaba de decepcionarle, una vez tras otra y otra y otra. De momento todos y cada uno de los ninjas que habia conocido de esa villa le habia hecho preguntarse severamente qué clase de examen les hacen para permitirles llevar la bandana y representar a las fuerzas militares. Casi ningún tipo de valor moral como pecado común, con Uchiha Datsue como lider de su inmoralidad, pidiendo un soborno para rendirse en pleno torneo ante todos los señores feudales y kages. Despues, una kunoichi perdiendo una pelea a Taijutu por pura soberbia, un shinobi mintiendo mezquinamente por ganar una pelea que ni siquiera tenia premio alguno, como para no haber perdido todos los shinobis en la primera ronda. Eran un hazmerreir exagerado, puede que su kage estuviera a la altura de un gran guerrero, cosa que no sabia y que no tenia mucha seguridad viendo como eran sus jovenzuelos, pero como villa daban mucha vergüenza y para Nabi, era indigno que esos proyectos de soldado que no llegaban ni a matón de patio de colegio, se hicieran llamar ninja. Ahora él, tenia que llevar a casa a un borracho que casualmente, "CASUALMENTE", era shinobi de Takigakure. Ridiculo. Y era incapaz de no dejar entrever lo inferior que era el muchacho para él y eso se reflejaba en su mirada que le miraba como la mirada que le dedica el leon a una hiena. RE: Entre el recuerdo y el olvido. - King Roga - 14/05/2016 El rubió le advirtió que sería la última vez que confiaría en él, de repente Tatsuya sintió cómo el peso se iba de su espalda y sus brazos quedaban libres de toda atadura. Se incorporó poco a poco mientras sacudía la cabeza aunque no se puso de pie de un sólo, primero se sentó y se frotó la nariz para comprobar que no se le había roto el tabique por el estrellón que se dió al caer. Afortunadamente parecía que se había lastimado más de lo que ya estaba, escuchó como el rubio le ofrecía acompañarlo, pero al levantar la mirada y ver directamente esos ojos rojos sintió un malestar que hace mucho no experimentaba. -¿Porqué me ves así?- Aunque su rostro estaba sereno sus ojos se mostraban al borde del llanto. -Yo no te he hecho nada...- Dijo cabizbajo pero sin dejar de hacer contacto visual. No era la primera vez que recibía una mirada reprobatoria de esa manera, era la misma mirada que Hei le mostró aquella noche bajo el Árbol Sagrado. Talvez los motivos por los cuales el de Uzushio lo veía de esa forma eran diferentes pero le causaban el mismo efecto, tristeza. Tatsuya puede soportar la indiferencia que le muestra la gente, pero no que lo desprecien. No había motivo por el cual el tuviera que quedar bien ante él, pero aún así se iba a deprimir si no lo intentaba. Poco a poco se puso en pie, aunque el dolor de cabeza le hizo llevarse la mano a la sien. -Eto... No recuerdo cómo terminé aquí- Miró a todos lados y se dió cuenta que estaba perdido. -¿Tan ebrio estoy?- Dijo mientras se pasaba la mano por la mandíbula a causa del dolor, sólo para luego mirar con extrañeza su extremidad al percatarse que estaba sangrando. Empezaba a tomar conciencia de lo ocurrido, su padre lo había golpeado tan fuerte que casi le rompe la cara y él huyó de aquel sitio sn rumbo fijo escapando de todo el sermón. De ser así no podía volver cómo si nada, además que no lo deseaba, ahora que tenía un golpetazo encima de la cabeza cortesía del borracho loco su padre le exigiría explicaciones y todo volvería a empezar. Tatsuya negó varias veces con la cabeza mirando al ninja cuyo nombre aún no sabía. Ahora más que triste estaba asustado por el regaño que le iba a caer. -¡No puedo regresar!- Dijo exaltado y con los ojos bien abiertos. -Huí de ahí y no pienso volver- Afirmó aunque el rubio no entendiera de que estaba hablando. Con la mano se cubrió parte del rostro levantándose además el fleco con una gran cara de preocupación. "Mierda, ¿ahora que haré?". Entre tanto el samurai que los habia estado observando hasta ahora decidió hacer caso omiso a lo ocurrido, suspirando y encogiéndose de hombros mientras se iba a patrullar a otra zona, no le interesaba ya lo que ocurriera en esos lares. -Con suerte podré arrestar a algún ladrón en otro lado, quizás si voy a...- Pensaba en voz alta mintras se marchaba. RE: Entre el recuerdo y el olvido. - Inuzuka Nabi - 10/06/2016 El cielo en aquella pequeña ciudad en medio de la naturaleza dejaba una visión clara y extensa de todo tipo de estrellas cada una brillando con su único y singular resplandor. Tal vez si algo no hubiera ido tan mal en su vida, si sus elecciones y sus consecuencias hubieran sido diferentes ahora estaria tirado en algún prado tan verde como una manzana, lejos de todo aquel mundo shinobi y torneos intervillales. Pero la realidad era dura e inamovible como una pared de acero reforzado. A la vez que las nubes se apoderaban de todo aquello que estaba por encima del horizonte, aquel borracho que se hacia llamar a sí mismo ninja intentaba levantarse. Sus ojos se encontraron cuando se sentó en el suelo, Nabi no iba a hacerle sentir mejor, ni se lo habia propuesto en ningún momento. Si en algún momento habia pensado por un instante que el rubio le ayudaba por empatia o alguna mierda así, estaba extremadamente equivocado. Y así lo expresaban sus ojos, con una desaprobación a niveles divinos y un desden a niveles satanicos. Y obviamente, el joven delincuente que se hacia pasar por shinobi lo notó. -¿Porqué me ves así?- Aunque su rostro estaba sereno sus ojos se mostraban al borde del llanto. -Yo no te he hecho nada...- Dijo cabizbajo pero sin dejar de hacer contacto visual. — Porque eres el estereotipo ideal del mal shinobi. Deshonras no solo a toda tu villa sino a todos los ninjas. Habia pocos temas que le hacian soltar la lengua, pero dar discursos sobre moral, lealtad, honor, dignidad, justicia y deber, sin duda, era uno de sus temas fuertes. Hubiera podido prolongarse horas echandole un sermón a aquel cabeza hueca lleno de alcohol hasta las cejas, diciendole todo tipo de cosas sobre lo que un shinobi debe hacer, sobre la imagen que deben dar y su papel en la sociedad. Podria haberle dejado a la altura del betún, incluso más bajo. Pero no tenia ningún tipo de confianza en él, ni en que fuera capaz de controlarse, era solo un niño malcriado que no tenia ni idea de que ideales llevaba en su bandana, inconsciente de todo, solo capaz de ver su maldito ombligo, ignorante de que sus actos tienen repercusiones para todos. Desde luego, no le guardaba ningún tipo de empatia. -Eto... No recuerdo cómo terminé aquí- Miró a todos lados y se dió cuenta que estaba perdido. -¿Tan ebrio estoy?- Dijo mientras se pasaba la mano por la mandíbula a causa del dolor, sólo para luego mirar con extrañeza su extremidad al percatarse que estaba sangrando. Ese muchacho empezaba a darle dolor de cabeza. Él no tenia una orientación como para empezar a dar vueltas alrededor de aquel lugar como si tal cosa, y esa parecia ser la única opción. Andar hasta que alguien o algo reconociera al borrachin. -¡No puedo regresar!- Dijo exaltado y con los ojos bien abiertos. -Huí de ahí y no pienso volver- Afirmó aunque el rubio no entendiera de que estaba hablando. — Ah, que recuerda donde es pero no quiere volver... Perfecto. La única opción seria llevarlo a las autoridades locales o las autoridades de su villa, o cualquiera que lo fuera a vigilar. Aunque realmente parecia un niño que no quiere volver a casa porque sabe que lo que ha hecho ha estado mal. Nabi no era ningún padre ejemplar ni tenia ningún tipo de interes en volverse uno y menos de un adolescente borrachuzo. — Está claro que no puedes estar solo ahora mismo, así que busca a tu tia, a tu abuelo o a cualquier pariente que quiera encargarse de ti, o incluso tu sensei. Si no quieres volver con tus padres al menos estaras con un adulto responsable. Esperó a la reacción del muchacho, alocada e irresponsable, esperaba Nabi, muy a su pesar. RE: Entre el recuerdo y el olvido. - King Roga - 12/06/2016 Esos ojos rojos con esas extrañas marcas se le hacían familiares, pero no por ello menos incómodos, de hecho recordaba de algún lado que esa mirada ya le había incomodado antes, pero su etílico estado no le dejaba hacer memoria. De por sí la actitud de su interlocutor le resultaba fastidiosa y aunque estuviera sobrio tendría el mismo efecto en él. Para colmo el rubio le había cuestionado su dignidad como ninja, estaba acostumbrado a ello pero la forma en que lo dijo le irritaba. —Cierra la boca, si no me conoces no me critiques— Clavó una mirada de rabia mezclada con frustación en él —No juzgues a simple vista— Lo dijo muy serio aunque su voz estaba quebrada. En condiciones normales el sería quién estuviera hablando de patriotismo, civismo y demás cosas que terminan en ismo, pero por ironías de la vida ahora se encontraba sentado en el banquillo de los acusados y su crímen era uno de los pecados más arcaicos de la humanidad. Ya estaba harto de siempre ser el niño callado y bien portado que sólo obedece porque sí, nunca quizó ser ninja y la única razón que tenía para seguir adelante era su creencia de que al ser shinobi podría ayudar a los demás. Ahora no pensaba en nada, simplemente quería mandar todo al diablo, ser libre y buscar su propio camino lejos de la guerra que se les venía encima... Pero no lo iba a hacer. —La única persona a quién recurrir es mi padre, ¿para que volver? ¿¡para que me golpee de nuevo!?— Una lágrima rodó en su mejilla mientras le enseñaba la sangre en su mano No tenía carácter para rebelarse, el no era así. Ahora quería quitarse al rubio de encima e irse lo más lejos posible, no sabía a donde, simplemente quería estar sólo. Negó con la cabeza y se dió la vuelta, para golpear el muro. Estaba frustrado y debía idear la forma de escaparse, lo siguiente que haría sería intentar treparse por la pared y echarse a correr por encima de los tejados calle abajo, hasta que se cansara o hasta que el del sharingan lo agarrese, lo que pasara primero... O quizás ambas. |